Joey miro a Seto comer su helado definitivamente pasmado.
La sonrisa en su rostro era tan alegre que dudaba fuera el mismo Kaiba.
Luego quiso que le enseñara todo el centro comercial y fueron recorriendolo.
Como era miércoles en la mañana estaba casi vacío.Excepto por las personas que ahí trabajaban.
Fueron por los distintos negocios y Wheeler se maravillo de las expresiones del CEO era como otra persona con la cara de Kaiba.
Estaban en uno de los pasillos laterales del centro comercial.Había poca gente.
De pronto.
--Uy.Me parece que estamos de suerte—dijo uno de los chicos que de pronto se pararon frente a ellos.Lucían como pandilleros.--¿Eres Seto Kaiba¿verdad?—preguntó el mas alto.
Seto asintió.
Joey apreto los dientes.Esto no se veía bien.
--Me parece que nos haras ricos—dijo el alto.
Seto puso cara de no comprender.
--No entiendo como un tio al que pu8sieron precio la cabeza anda por ahí tan tranquilo pero bueno… ese es tu lío ¿no?—preguntó el pandillero con una sonrisa sádica en los labios.
--¿Qué?—preguntó el castaño sin comprender del todo de que hablaba ese chico.
--Será fácil deshacernos de ustedes dos—dijo el de la pandilla sacando una navaja.
Sus otros tres compañeros hiciedron lo mismo.
--Bueno esta parodia de baja clñase se termina ahora—dijo bajo Joey mientras los otros cargaban contra ellos.
Joey rapidamente tomo el brazo del mas cercano y cargandolo sobre su hombro lo dio contra el piso detrás de el para luego golpear el estómago del siguiente con su puño.
Con su otra mano agarro por detrás de si al tercero que ya lo había sobrepasado con dirección al impresionado Kaiba que solo los miraba dudoso.
Lo jaló hacia si para darle un codazo en la garganta mientras alo mas alto lo golpeaba con el pie en la rodilla.
El mas alto cayo de rodillas y7 con la navaja que quitara al tercero le lanzo a la pierna del primero que se levantaba.
El último que lo miraba grito de pronto—Tu eres él.El rey--.
--¿Rey?—preguntó Seto confuso mientraqs el gritón continuaba.
--No me mates.Yo no sabía que Kaiba estaba contigo.Oí lo de KC pero…--dijo el chico.
Otro preguntó--¿De que hablas Hiro?—
--Es el rey,el rey de los asesinos¿No lo reconoces?—respondió Hiro y todos los pandilleros se espantaron y Joey percibió la cara que puso Seto.
Lo tomó de la mano y se lo llevo de ahí.Sabía que por el alboroto causado pronto tendría a la policía ahí así que debían irse de inmediato.
Cuando doblaba un recodo de uno de los pasillos del Shopping center vio acercarse a los uniformados.Vio juna tiendas con gorros de baseball afuera y se puso uno y otro a Seto después le saco el saco y la corbata,el hizo lo propio con su sacoy corbata y pasó por los uniformados ladeando la cabeza de tal forma que no se le viera la cara.
Entraron al ascensor a paso rapido siendo los únicos ocupantes del mismo.
--¿Por qué nos alejamos de la policía?—preguntó la voz , algo nerviosa de Seto Kaiba.Sin mirarlo el de cabello negro respondió—Deberías saber la razón--.
--Entonces…¿Es cierto?—preguntó el castaño.
--Si.¿Qué?¿Tienes miedo?—preguntó aun sin mirarle Joey.Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro.
--S….si—dijo una voz que casi parecía la de Seto Kaiba.
Joey impactado volteó a mirarlo.
--Tranquilo—dijo el de ojos mieles.—Recuerda que trabajo para ti.No te haría daño.Aún no cobro—exclamó elo pelinegro aún sorprendido.
Los ojos azules lo miraron con sorpresa y algo de temor.
¿Era posible?¿Seto Kaiba le temía?
Alargo su mano hacia el otro con intención de calmarle y percibió con asombro como el otro se alejaba de él.
--¿Pppor que te contraté a ti?—pregunto el de ojos azules con un pequeño tartamudeo.
Joseph lo miro a los ojos.No podía aún creerle.
--Dijiste que yo entre todos sabía mejor como piensa un asesino—respondió el rey.
--Así que yo lo sabía—dijo el castaño intentando calmarse.
Joey asintió.
--¿Cómo sé que no me mientes?—pregunto el CEO.
--No lo sabes.Deberás confiar en mi—respondió el asesino y el otro se lo quedo mirando un momento.
La conversación acabo ahí pues mas gente subió al elevador.
Ellos bajaron en la planta alta y recorrieron un poco la zona.
Seto se veía pensativo.
Joey iba a llamar al ascensor cuando Seto detuvo su mano.
--Vamos por las escaleras—dijo señalando una puerta con el signo de escaleras en ella.
Wheeler asintió y las tomaron.
Las escaleras estaban silenciosas.
A esa hora comenzaba la alta actividad en el centro comercial.
Algo del sonido se percibía muy cerca de las puertas.
Pero en las escaleras mismas reinaba mel silencio.
Seto bajo delante del asesino que observaba de vez en cuando su espalda y de vez en cuando los alrededores.
En una distracción de Joey, Seto se detuvo y casi choca con el.
Antes que pudiera sermonearle Kaiba volteói y lo miro a los ojos.
--Lo haré—dijo.
Joey no sabía a que se refería.
--¿De que hablas?—preguntó.
Seto quito su mirada azulina de él y miro hacia abajo.—Confiaré en ti—dijo.
--Bien—exclamó Joey y pasó por su lado para bajar mas por las escaleras.
--¿Solo eso diras?—preguntó la voz del castaño tras el ojos mieles.
Wheeler molesto contestó--¿Qué quieres una felicitación?—
--No una felicitación pero…--dijo el de ojos azules.
--¿Pero que?—preguntó el asesino aumentando su enojo.Esa conversación le estaba molestando.
--Pero nada—respondió el ojos azules tambien furioso y pasó a su lado rudamente.Empuijandolo en el proceso.Lo que molesto a Joey que se giro y atrapó con su mano el brazo del otro.
Eso desgració el equilibriio del CEO que resbaló del escalón que estaba por pisar.
Sintió que su cuerpo caía y en su mente imagino el largo tramo de golpes y tal vez la muerte.
De pronto se sintió abrazado por un lado y miro para encontrarse a el rey que tenía la respiración agitada por el susto.
Al presentir la situación su cuerpo reaccionó en consecuencia y antes de poder pensar lo había atraido con un brazo mi8entras su otra mano se aferraba al barandal para que no terminaran cayendo los dos.
Seto no pudo evitar lo que pasó luego.
Sus labios se juntaron casi por inercia a los del asesino que abrió mucho los ojos debido a la sorpresa.
Las manos de Seto se posaron en su torso y subieron arrastrandose por él hasta su fino cuello mientras disfrutaba aún del profundo beso.