Salió tras su hermano.
No sabía lo que haría pero tenía un extraño presentimiento.
Pero al doblar en una esquina otra cosa atrajo su atención.
Era el rubio.
Se abrazaba a una chica rubia y hablaba bajo con ella.
Todo recuerdo de su anterior objetivo fue borrado por esa visión.
De pronto ella voltea hacia el, le sonríe y lo besa.
Aunque fue un beso en la mejilla el no lo ve por su posición.Parece ser un beso mas intenso que ese.
Kurogane se lleno de furia.
Ella entro a la casa frente a la que ambos estaban parados y el dio vuelta para irse.
Dos enormes manos aprisionaron sus brazos y fue empujado de tal forma que fue a dar contra la pared.
--¿Qué diablos hacías con ella?—pregunto el moreno frente a él.
--¿Ella?—preguntó aturdido el rubio.
--¿Es ella tu PERSONA ESPECIAL?—escupió con rencor.
--¿Qué?—preguntó tratando de pensar lo que le decían.
--¿Esa es la persona a la que llevaras a tu cama?—preguntó con inconfundible rencor el ojos rojos.
De pronto se dio cuenta de que hablaba el Yami.
--Y si lo es…¿Qué?—grito encrespado.
--No te dejaré—dijo Kuroganew.
--Como si fuera a pedirte permiso.Tu…--dijo el rubio pero su boca fue callada a mitad de la frase por unos posesivos labios.
--Dejame—le pidio casi sin aliento y el ojos rojos para su sorpresa lo dejo ir.
Confuso se fue a su casa sin poder creer que el otro lo dejara ir tan facil.
Cuando estaba frente a su puerta una idea cruzo su cabeza.
Volteó y ahí frente a él estaba el dueño de su desvelo.
--¿Qué haces aquí?—preguntó pasmado y a la defensiva.
--Seguirte—respondió rapidamente el otro.Como si eso fuera completamente normal.
--¿Acaso crees…?—preguntó el ojos azules.
--Yo no creo nada—respondió el otro y se acercó para abrazarle antes de que el otro pudiera reaccionar.
De un empujón entro cargando con él por la entreabierta puerta.
--¿Por qué me haces esto?—preguntó el de ojos azules con desmayo al sentir cercano el calor del otro cuerpo.
--¿Hacerte yo a ti?—preguntó el moreno con reproche.--¿Fui yo acaso el que lo empezó todo vistiéndose de mujer para engañarte?—añadió.
--Fue una orden—se excuso el de ojos de cielo.
--Pues acepta las consecuencias de tus actos—le exigió el otro.
Fye sintió sus manos bajar desde su alta espalda hasta su estrecha cintura y conforme esas manos le recorrían sintió como sus mejillas se prendían con un inusual ardor.
Kurogane sintió como la piel del otro respondía a su tacto y sin perder tiempo lo recostó en el piso de la habitación y atacó su cuello primero con mesura y después perdiendo definitivamente el control debido al aroma del otro.
Fye tomo la cabeza del otro con sus manos y la guió para poder besar de nuevo esos labios.
El control de ambos totalmente perdido.
Sus instintos locamente desbocados.
Rozaron con sus dedos la piel de ambos mientras se desvestían sin intención de dejar cubierto ningún centímetro de piel del otro.
Amaban la textura de sus pieles. Los aromas de cada uno y el que elaboraban en conjunto.
Era como un jardín de rosas y violetas.
Cuando el climax llego los atrapo a los dos estrechamente abrazados.
Ineludiblemente unidos.
Sin espacio para pensar en nada mas que en lo que estaban consiguiendo juntos.
Era como tocar la luna con las manos.
Acabaron exhaustos y continuaron abrazados mucho tiempo después de terminar.
Fye quería dormir y olvidar.
Lo hecho era una locura.
--Por favor—dijo.—Solo vete—pidió aquel que ese día uniría su destino a otra persona.
--No me ire—discutió el moreno a su lado.—No importa lo que digas—agregó.
--¿Acaso quieres empezar una guerra por esto?¿Por mi?¿Vale la pena por un deseo tan egoísta?¿Sacrificaras la vida de los tuyos por esto?—preguntó Yukito seguro de la respuesta del otro.
--Si—respondió el de ojos de hierro pulido sacándolo de su eje.
--¿Acaso no te das cuenta de la locura que dices?Recapacita—pidio el principe pero no halló duda en la mirada del otro.
--Me importa muy poco el que me creas un loco.No te cederé a nadie.Empiece con ello o no una guerra—dijo Touya.
--Deberías escucharle hermano—dijo una voz desde la puerta.
Ambos se sorprendieron y miraron en esa dirección.
--Vi que no habías regresado y supuse por tu mirada de ayer donde estarías.Anda.Ven conmigo y deja esta sandez. Recién hemos recuperado la paz y tu quieres perderla por…--dijo Kurogane mientras intentaba pensar en la palabra exacta.Se le ocurrió traición pero demasiado tarde.
--…por amor—dijo el hermano menor del Ninja mas destacado de los YAMI NO TORI.
--¿Amor?¿De que hablas? Acabas de conocerlo y aún así hablas de…--dijo el anonadado nii chan.
--¿Crees que eso es por tiempo? Cuando ves a alguien y decides sin saber como realmente que el es para ti eso es amor—dijo e3l mas joven dejando entreabiertas las bocas de los que le oían.
--Tu estas…--dijo su hermano empezando a enfadarse.
Trató de sacar su katana pero una mano se poso en la suya y evito que la sacara.
Miro al dueño de esa mano y vio que se trataba de Fye.
--Frente a mi príncipe no usaras la violencia—le dijo. Luego a Touya.—No me importa cuan profundo sea lo que dices sentir. Lo tuyo es erróneo y esta mal. Desiste o nos veremos obligados a hacerte desistir. Los de mi clan tampoco quieren la guerra y no iras contra los deseos de mi príncipe .Si persistes en tu decisión acabaré contigo. Aun con mi príncipe presente--.
--No—grito el príncipe llevado por la emoción de evitar un conflicto y de que Touya fuera herido.
Entonces todos le miraron.
La mano alzada de Yukito bajo de a poco y la vergüenza asomo sui mirada.
--Si eso desea usted. No le heriré de muerte pero es necesario detener esto y usted lo sabe—le dijo Fye a su príncipe.
--Un momento—dijo Kurogane y sacando velozmente su katana apuntó al otro.--¿Quién dijo que te dejaría herir a mi hermano—dijo el protector hermano mayor.
Entonces aprovechando la situación Touya tomo en uno de sus brazos al peligris y dijo—Pueden discutir lo que quieran e intentar detenerme pero no evitarán que haga lo que deseo hacer--.
--¿Qué intentas Touya?—preguntó su hermano centrando en él su atención mientras Fye hacía lo mismo mirando tambien al asustado príncipe.
--¡Voy a llevármelo de aquí!—anunció dejando estupefactos a los demas el menor de los hermanos.
--¡Espero que entiendas que no te dejaré salir de aquí con él e iniciar una guerra por tu estupidez!—dijo Kurogane.
--¡Intenta detenerme!—lo desafió su hermano.
Los ánimos eran de guerra.
El cuerpo tenso.
Cuando uno de los guardias del príncipe alertado por los gritos decidió entrar y se encontró al moreno con el príncipe en sus brazos mientras desenvainaba su espada y a los otros dos un YAMI y un HIRO en posición de enfrentamiento.
Deduciendo lo que pasaba y creyendo a su príncipe en peligro decidió cortar el peligro de raíz y fue en pos del que apresaba a Yukito desenvainando en su carrera la katana que poseía.
Yukito grito--¡No!—
Touya se preparó para el ataque pero este no llego a destino.
Kurogane fue el mas rápido y derribó sin pensarlo dos veces al que atacaba a su hermano.
Mirando al ahora caído Kurogane dijo—Ahora todo esta decidido--. Levanto la mirada hacia su hermano y le dijo—La guerra es inevitable--.
Yukito estaba en shock.
Todo era su culpa.
Todo aquello que había costado años de labores diplomáticas el lo había derribado en un segundo.
Cerró los ojos pensando en la sangre que sería derramada.
Por su culpa.
Fye aun no podía creer el gran error de todo eso cuando se sintió prisionhero de un habil lazo.
Miro a su lado.
Kurogane lo había atrapado.
--No sueñes enj que dejaré lo que pueda llevar—le dijo.
--¿De que hablas?—preguntó el rubio.
--La guerra solo puede evitarse de una manera. Y tu vas a participar lo quieras o no. Y quizás de este error salga algo que podamos aprovechar. Como sea. No dejaré testigos—dijo el serio Ninja.
--No comprendo—dijo Yukito confuso.
--Mi hermano planea algo—dijo Touya.
Kurogane lo miro. –Sin testigos nada hace responsable al clan. Sin duda la princesa podrá desligarse de lo que hemos hecho—dijo el de ojos rojos.
--¿Estas consciente de lo que propones?—preguntó el rubio a su lado.
--Es lo único que evitaría la guerra—respondió el mas alto y los dos HIRO NO INU estuvieron de acuerdo.