Cuando se separaron un poco con voz apenas audible el asesino preguintó--¿Por qué has hecho esto?—
Los ojos del castaño se fijaron en los del rubio.
--Desde que te vi… yo… ¿Tu y yo…?—preguntó con inocencia el CEO.
Joey lo empujo al tiempo que gritaba que no.
Empujado el de ojos azules se vio en peligro de caer nuevamente por las escaleras y su salvador le atrajo de nuevo pero al verlo cercano a él le puso contra la baranda y se alejo un paso.
Por alguna razón el otro le parecía mas peligroso ahora que antes.
Nunca consideró que llegara el día en que desearía que el otro se comportara como el ególatra empresario y no como un chico bonito y muy cariñoso.
Llegados a la planta baja.Pasado ya todo el jaleo por la pelea ambos se fueron del centro comercial.
En el camino Seto no hizo mas que mirarle y así logro poner de nervios al otro.
No podía dormir y bajo a la cocina a tomar un vaso de agua fría.
No prendió las luces.
No era necesario.
“… ¿… tienes miedo?...”
“Si”
--Maldita sea—dijo al notar que por recordar esa conversación había dejado que una gota se derramara por su boca.
Dejoi el vaso de un golpe sobre la mesada y oyo un movimiento cercano.
Sin pensarlo reaccionó.
Encontró al espía y se aferró a su garganta.
Apreto fuerte mientras ewl otro se debatía y de pronto la luz se encendió y vio a Kaiba con los ojos desorbitados por el temor.
Su mano estaba estrangulándolo y al comprenderlo lo soltó.
Intentó ver si estaba bien pero el otro levantó los brazos con temor.
Joey dejo caer sus brazos.
¿Por qué le sabía a mal que Seto Kaiba le temiera?
Intentó volver a su habitación pero antes de que pudiera salir sintio que su brazo era jalado y de pronto sintio su boca invadida nuevamente por ese sabor.
Furioso lo empujo y le grito--¿Qué rayos te pasa?—
Abrió los ojos y se encontró frente a él a Mokuba que le decía sonriente--¿Qué te pasa oni chan? Parece que vieras fantasmas—
--¿Oni chan?—preguntó bajito el confundido rubio.
Seto Kaiba con esa mirada suya de superioridad entro en la habitación vistiendo un traje azul.Le dijo a su hermano—Dejalo Mokuba.No sabe donde esta parado--. Y fue a servirse una taza de café.
Mokuba se acerco tapándose un lado de la boca como alguien que comparte un secreto.
--¿No le odias cuando habla así?—preguntó y luego miro con rencor la espalda de su hermano.
Cuando se estaba preguntando que pasaba ahí oyó su celular.
Pese a estar de pijama y no haberlo tenido antes ahora estaba en su mano.
Atendió.
“Cuídate de él. Quiere matarte” dijo su manager y la llamada se cortó.
¿Cuidarse de quien?
¿De Mokuba?
¿De Kaiba?
¿Del tipo del otro día?
Entonces despertó.
La luz se colaba ya por la ventana.
Se tomo la cabeza con las manos.
--¿Qué me esta pasando?—se preguntó.
Recien salido de tomar una ducha se estaba poniendo ya la camisa, los pantalones, zapatos y demás ya estaban en su lugar cuando tocaron a su puerta.
Por eso dio el pase.
Pero al ver quien era se arrepintió.
--¿Qué quieres?—preguntó hosco.
--¿Tu eres mi amigo verdad?—preguntó el castaño y el lo miro embargado de la mayor sorpresa del mundo.
Fue a hablar pero el otro fue mas rapido.
--Yo… es lo que sentí al verte. Yo siempre he confiado en ti. Lo sé—dijo el CEO.