De lejos vio como ambos se dirigian a ese dojo al este de la aldea y enfrentados en frente de la puerta comenzaban una discusión.
--Tu no tienes porque intervenir en esto—dijo el pelinegro al rubio de ojos azules.
--Este no es tu problema –dijo el lobo mirandolo a los ojos y cuando el otro iba a contestar una gruesa daga fue puesta sin aviso en la garganta.
--Llevame con tu príncipe ahora—exclamo una autoritaria voz y ambos voltearon para ver la figura de Lee que retenía con una mano a su asustada princesa.
Todo era un caos en la aldea que antes esperara un casamiento ahora reinaba la guerra y la muerte.
Entrados al lugar encfontraron al que aun esperaba una milagrosa curacion por parte de la princesa de los Yami.
El que estaba en el suelo los miro fijamente y al ver aparecer al heridor del príncipe algo fue mas fuerte que él y lo impulso a atacarle de inmediato.
La princesa Sakura se interpuso entre ambos.
Kurogane se interpuso entre la princesa y él para tratar de que entrara en razon—Espera Touya.No dejes que mas sangre se derrame hoy--.
--¿Este desgraciado puede que haya herido de muerte al príncipe y tu dices que no derrame sangre hermano?—pregunto lleno de ira el menor de los hermanos.
--Se que es difícil Touya pero manten la calma.No es momento para esto el príncipe aun vive ¿no es así?Piensa por una vez con la cabeza ototo. Si matas a la princesa de los Hiryu todo esto sera imparable—dijo el mayor y mas cuerdo de los hermanos.
Fye miraba con atención todo esperando no tener que intervenir.
Vio a su principe yaciendo en el suelo bajos los cuidados de la princesa de los lobos y dudo un momento entre quedarse o alejarlo de ellos pero recordo las miradas que se profesaran su príncipe y el shinobi de los Lobos y decidio que el mejor de los cuidados no sería preferible al estar a su lado aunque para cuando todo eso terminara tendrían que separarse para quizas jamas volverse a ver.
La princesa Sakura se solto de Shaoran e intento ir con el principe pero Fye se interpuso.
Tomoyo le pidio que dejara pasar a la princesa.
--No parece que quiera dañar a vuestro príncipe—dijo la pelinegra y Fye se alejo de su camino.
Los animos caldeados se relajaron un poco al ver que la princesa tomaba la mano inerte del moribundo principe.
Fue tal el dolor y la frustración que diviso el dragón en la cara del Yami que no tuvo dudas de que el principe de los lobos era seriamente apreciado por este.Lo que le dejaba una duda.¿Por que entonces por dos veces habia secuestrado al que apreciaba?
--Es nuestro deber detener esta insana guerra—dijo mTomoyo a su cfolega y esta asintió.
--La guerra no puede volver.Despues de todo nuestro esfuerzo.Principalmente del príncipe Yukito—dijo la princesa de los drtagones mirando con fijeza el debil cuerpo de este acostado en el suelo frente a ella.
Touya la miro con sospecha y algo de vergüenza al ver el delicado equilibrio conseguido por el principe roto por sus desastrosas acciones.Pero después de todo…¿Que podía hacer él?No podía permitir que le arrebataran lo que mas quería.Touya no era un delicado hombre que dejara que lo que deseaba paraz elo le fuera arrebatado sin hacer valer su fuerza ante su opositor.
Pero en este caso lo que mas queria habia ssalido dañado como resultado de sus acciones.
--¿Tu le quieres no?—pregunto la princesa de los yami.
La otra princesa asintió.
Una mano debil se estiro y se apoyo en la de la princesa—Debemos parar esta guerra—dijo la vopz tenue de Yukito principes de los Shiro no Inu.