Llego a la habitación que a oscuras estaba y de inmediato presintió que algo malo podía haberle ocurrido al millonario.
--Kaiba. ¡Contesta Kaiba! ¡Oye! ¡Contesta idiota!—dijo el ahora de nuevo rubio tras unos Llego momentos de espera.--¿Qué se ha creído este?¿El dueño del mundo?—pregunto luego.
Un susurro en la habitación en penumbras le contesto al oido.
--Exacto perro--.
Volteó para contestarle al engreído ojos azules pero un par de brazos le atraparon de improviso en el momento exacto en que inventaba que decirle.
--¿Qué diablos haces estú… --trato de decir en el momento exacto en que sintio como sus labios eran sellados.
Estaba tratando de salir del shock cuando el castaño preguntó--¿No que eres un gran asesino? Fue facil tomarte por sorpresa--.
--Tuviste suerte—dijo furioso el ojos mieles.
--Por segunda vez no creo—dijo en contestación Seto.
--¿Dos…? ¿Oye tu no…?—preguntó el rubio.
--Pues parece que tu alusión a cierto helado hizo recordar a mi cabecita de genio ciertas cosas.
--Eres tan humilde—dijo con sarcasmo el ojos mieles.
--Gracias—dijo con una sonrisa cruel el millonario.
--Estupido dejame en paz o sino…--dijo el rubio tratando de que el otro no notara su temblor que recorría su cuerpo porque si el otro lo recordaba todo recordaría que…
--Ansio algo que no me habia fijado que podías darme perro—dijo el ojos azules con una mirada que taladraba la oscura noche.
--¿De que…?—preguntaba el rubio cuando na lengua ansiosa recorrio el cuello del asesino que inspiro hondo por la sensación.
--Para Kaiba—dijo con algo de pánico.
--¿Para que quieres que pare?—preguntó el castaño con aire socarron mientras el otro trataba de inventar una escuza pero su mente no pudo evitar el cortocircuito cuando sintio sus manos recorrer la piel de la cadera.
Trato de protestar de nuevo pero su grito fue acallado por una posesiva boca melada.
Kaiba lo llevo a un apartado lugar del apartamento y lo despojo de las prendas que le cubrian.
Su piel blanca deslumbro al castaño casi por completo y le miro con acento gatuno mientras permanecia encima suyo.
Las palabras fallaron a Joseph que le miro sin parpadear mientras el otro se acercaba con inusual rapidez.
La noche se hizo intensa mientras se abrazaban y sus cuerpos se fundian de tal manera que parecian dos hielos en la lava ardiente y de la misma manera terminaron. Consumidos y envueltos en un calor en aumento que no lograron apagar en toda la noche.
La mañana los hallo con los cuerpos cansados recostados el uno en el otro.
--¿Por qué rayos hiciste esto?Hubiera sido mas facil solo pagarme para que desapareciera de tu vida.Ahora todo sera mas confuso y deprimente—dijo el rubio con razón.
Una mano obligo a que mirara las esfera
s azules.
--¿Quién te dijo que después de esto podrás irte perro?Yo soy tu amo. Tu lugar es conmigo… Siempre lo será. Aunque te marches me asegurare de que vuelvas…siempre—dijo el millonario haciendo que el otro creyera en cada palabra como jamas había creido en nada nunca.
Seto intento decir algo pero cayo en un profundo sueño con su rey aun en brazos.
A la mañana siguiente su dulce olor le inundaba de manera tenue y alabrir sus ojos con pena descubrio su ausencia.
"Si lo amas dejalo ir"pensó.
--Que estupidas palabras--dijo el ojiazul tomando su celular.
--Roland necesito que contrates a alguien--dijo al telefono.