El grupo del Hanyou se había detenido a descansar en las cercanías de un rió, mientras el grupo descansaba, Nataku. El joven dios se adentro un poco en el bosque, pues algo o alguien lo estaba llamando, de eso estaba seguro.
-Hola Nata-chan –dijo una voz femenina desde algún lugar indefinido.
-¿Quién eres? –pregunto un tanto asustado
-No cambias Nata-chan, sigues siendo el mismo despistado de siempre –dijo la voz para luego aparecer frente a el.
Era una joven mujer de larga cabellera blanca como la nieve, con dos mechones de cabello rojo a cada lado del rostro, vestía una hakama de color blanco, sobre esta, traía una armadura roja con negro, de su espalda colgaba una espada, casi tan grande como ella, sus ojos eran rojos y delineados en negro.
-Kurae –dijo Nataku un tanto sorprendido para luego abrazarla.
-Me alegra que no me hayas olvidado –dijo sonriéndole mientras lo abrazaba también.
-Kurae, jamás podría olvidarte –dijo separándose ligeramente de ella
La mujer le sonrió para luego mirarle detenidamente.
-Etto, ¿Qué haces vestido como mujer? –pregunto con una ceja levantada
-Eh, bueno…. Yo… EljovenmonjepensóquedeestamanerapasaríadesapercibidoparaOroshimaru,pueselbuscaaunadeidadmasculinaynounafemenina –dijo tan rápido que la mujer apenas y le entendió.
-Una deidad haciendo lo que un mortal le pidió –la mujer comenzó a reír ante esto.
-No le veo la gracia –dijo haciendo puchero para luego mirarla con seriedad –Kurae, ¿Qué hace una deidad guerrera como tu en un lugar como este?
-Este mundo esta llego de peleas y guerras, la mayoría estupidas –dijo –Y en donde existan guerras los dioses de la guerra se encontraran ahí –dijo la deidad –Pronto habrá una guerra en las cercanías, es por eso que me encuentro aquí, para darle mi bendición a quien me plazca
-Ya veo… -dijo un tanto triste
Silencio…
-Supe que escapaste del idiota de Oroshimaru con la ayuda de un mortal… Un youkai sin mas no recuerdo.
-Si… –dijo el joven
-Debes tener cuidado Nata-chan –dijo la diosa –Si Oroshimaru te atrapa….
-Lo se… -le respondió bajando la mirada
-Tienes que ir con Nyanta-sama y pedirle ayuda
-Pero Kurae… No se donde se encuentra –le confeso Nataku –La he buscado desde que escape de Oroshimaru…
-Mmm, posiblemente Shika sepa donde se encuentre –
-¿Shika?
-Una segadora de almas, encargada de llevar a los espíritus de los mortales, youkais y ningens por igual al otro mundo para ser juzgados –dijo mirándolo con seriedad –Estoy segura que ella sabe donde podría encontrarse Nyanta-sama
Nataku bajo la mirada
-Demo… Cuando estés con Nyanta-sama, debes recordar que… Una vez tomada la decisión no habrá marcha atrás
-Lo se…
-Tengo que irme –le dijo –No quisiera que Oroshimaru te encontrara por causa mía
-Arigato Kurae-san
-Recuerda Nata-chan, que los dioses siempre te protegeremos –dijo para luego desaparecer.
-Nyanta… -Nataku miro el cielo con un dejo de preocupación
-¿Nyanta? –repitió una voz a sus espaldas
-¡Inuyasha-sama! –exclamo el joven dios
-Gomen –se disculpo -¿Te asuste?
-No –le respondió -¿Escucho todo?
-Solo a ti decir el nombre de Nyanta –le respondió con una ceja levantada –Por cierto, ¿Quién es? –le pregunto en un cierto tono de celos
-Es una deidad –le respondió Nataku –Se dice que Nyanta es la ultima de los dioses primigenios.
-¿Y porque la buscas?
Nataku bajo la mirada mientras apretaba la tela del Kimono con cierto nerviosismo.
-Bueno… Eso es porque Nyanta-sama es la única que sabe la verdad acerca de mi…
-¿De que hablas?
-Desde que caí en manos de Oroshimaru… Perdí parte de mis recuerdos, de quien soy –le respondió –Es por eso que busco a Nyanta-sama, porque es la única que puede ayudarme a recuperar mi memoria y a liberarme de Oroshimaru para siempre.
-Ya veo –dijo el Hanyou –No te preocupes, te ayudaremos en tu búsqueda.
-Arigato Inuyasha-sama –dijo el dios abrazándolo por el cuello lo que ocasiono un sonrojo por parte del Inu –Gomen –se disculpo soltándolo
-No tiene importancia n////n
Silencio…
-Sabe… -dijo el joven dios un tanto sonrojado –Usted tiene un gran parecido a ese youkai que me salvo –dijo en tono nervioso y mirándolo de reojo
Inuyasha lo miro con cierta tristeza, ¿Debía decirle?, Si le decía eso le causaría una gran tristeza al dios, pero por otro lado… El merecía saberlo, además, de que lo sabría tarde o temprano y seria peor.
-Nataku… Tengo… Tengo algo que decirte –le dijo el Hanyou no muy seguro de lo que haría a continuación
-¿Si Inuyasha-sama?
-Es acerca del youkai que te rescato –le dijo mirándolo seriamente, ya no había marcha atrás –Ese youkai…. Era mi padre
-¿Su padre? –dijo entre sorprendido y confundido
-Y el… Murió… Hace mucho tiempo
Ante esta revelación, los ojos del dios se llenaron de lagrimas que amenazaban con salir de sus hermoso rubíes
-¿Muerto?... –Fue lo único que atino a decir antes de echar a correr
-¡Nataku! –le grito el inu persiguiéndolo, pero fue inútil, ya que este había desaparecido
-Nataku… -dijo el ambarino bajando la vista –Lo lamento…
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Naraku se encontraba frente a un hombre de largo cabello blanco, de su frente sobresalían dos pequeños cuernos, vestía cual si un emperador se tratase, sus ojos eren de color negro y tenían un brillo de maldad y sed de sangre, su piel era del color del bronce.
-Y dígame Oroshimaru-sama –hablo Naraku, rompiendo el silencio en el que se habían mantenido por unos momentos -¿Cuál es su interés en esa pequeña deidad?
-Es muy simple Naraku –le respondió el dios –El poder que Nataku posee es capaz de hacer que, incluso sus enemigos se conviertan en sus aliados –le dijo –Fui testigo de eso, ya que mi mejor soldado y mas fiel guerrero le jurara lealtad solo a el e intentara liberarlo –dijo –En los siglos que el me perteneció infinidad de youkais se unieron a mi…
-Ya veo… Entonces –dijo Naraku –Si usted me ayuda a conseguir lo que yo quiero yo le ayudare… A tener a su preciado Nataku de nuevo
Oroshimaru sonrió y asintió
-Así será, y no solo te ayudare a tener lo que mas deseas, también mucho mas
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Lizerg-chan: Hola!!! Bueno este es el final del capitulo espero les gustara n.n