Estaban en un bosque cercano a la aldea de los Shiro hablando.Fye y Kurogane discutían mientras Yukito trataba de que Touya entrara en razon y de pronto el sol se perdio en un eclipse total donde el dia se volvio noche.
--Esto será bueno para nosotros--sentencio Kurogane.
--No lo creo--dijo el rubio a su vez.
Una mirada de alarma cruzo el rostro de ambos Shiros pues sabían lo mque ese eclipse podía significar y para solventar sus sospechas pudo oirse claramente el aullido desgarrador de un lobo
En la aldea donde ambos jóvenes Ryu acababan de saber la verdad el uno del otro el claro sonido fue como un alivio a la tortura que significaba para ambos el decir las palabras que llevaban varios años atragantadas en sus gartgantas.
El consejero principal estaba cerca de la puerta de la casa de la princesa Sakura cuando ambas princesas y Shaoran salieron de ella.
--En los dos años que llevamos aquí jamas vimos un lobo—dijo Azoran confundido.
--No es de extrañar.Hace mucho tiempoque no se ven lobos por aquí pero el verlos no sera nada agradable—respondio el consejero ceñudo.
--¿A que se refiere?—pregunto Tomoyo.
--Princesa os ruego que ustedes entren en la casa y se protejan ahí.Lo que va a suceder no será bonito—contestó el hombre y apunto a la cima de la mas cercana de las montañas.
Por la cara que daba a la aldea se podían ver cientos de figuras negras que bajaban.El eclipse solo lograba hacer mas tenebrosa la escena.
--Un ataque enemigo.Preparense a proteger la aldea—dijo Lee a sus hombres.
--Temo que podran hacer sus hombres sobre esto—le dijo el consejero mientras los ninjas de ambas aldeas y los de los Yami se aprestaban a recibir un ataque de algo desconocido hasta entonces por ellos.
--¿Qué sucede?—pregunto Touya alver la caraz de los Shiros.
--Esto mdebemos resolverlo nosotros—dijo Fye y miro al principe que le dio su asentimiento para lo que pensaba lograr.
El rubio trato de alejarse corriendo pero Kurogane apreso su brazo lo cual no importo porque el otro logro zafarse al mismo tiempo que el principe juntaba sus manos como en una plegaria.
Touya volteo entonces para ir hacia él temeroso de perderlo y entonces la luz cego a los hermanos con fuerza tal que por unos segundos no pudieron abrir los ojos y profirieron los nombres de sus amados que no respondieron y al abrirlos vieron que una densa niebla los envolvia.
Ni Fye ni Yukito respondian cuando una figura negra y enorme de un ser que parecia un monstruoso lobo negro de encendidos ojos amarillos hizo su aparicion.
Salto hacia Touya y este lo repelio con su katana pero una vez caidoal suelo volvio a levantarse y los hermanos vieron como sus heridas se recomponían al momento.
--¿Qué esta pasando aquí?—preguntó el mayor cuando muchas bestias se unian a la primera yse lanzaban en pos de ambos pero entonces un lobo dorado atacaba al de delante deteniendo el ataque de los negros que se quedaron gruñendole mientras este se interponia entre humanos y lobos agresores.
Otro aullido y todos los lobos se dirigieron hacia otra parte.
--¿Dónde van?—pregunto Touya confundido.
--La aldea—dijo el mayor y ambos comenzaron a intuir que ese ataque no iba en contra de ellos.
Bajaron tras el lobo ahacia la aldea llamando a Yukito y a Fye, les preocupaban enormemente.
Ambos vieron de pronto que desde las tres montañas que rodeaban la aldea bajaban los enormes animales.
--¿Qué rayos esta pasando aquí?—preguntó el menor.
--No se pero aquellos dos parecian saber lo que se avecinaba y es probable que hayan huido hacia alli—respondio su hermano.
--Yo tambien lo pienso—dijo Touya siguiendole.
Ambos lograron ver como la orda negra casi alcanzaba a la aldea mientras el lobo dorado que les precedia aullo.
La hermana de Fye dijo a sus acompañantes—Ya lo sabía.Es la hora.Ahi esta la señal.A cazar--.
De inmediato corrieron hacia los atacantes y ante los ojos asombrados de Yami no Toris y de Hiryus muchos de ellos se transformaron en lobos blancos y dorados que atacaron a las feroces bestias mucho mas grandes que ellos.
Esto impacto incluso a los hermanos sobre la ladera que después de un momento razonaron que la identidad del lobo dorado que les guiaba era Fye.
El aguerrido lobo y sus hermanos arremetieron de a varios contra cada monstruo con total gallardia pero eran mas pequeños y estos monstruos molestos se los lograban sacudir aventando a los lobos con quijadas manchadas de sangre.
Kurogane temio que Yukito fuera uno de ellos.
Estos monstruos tenian una marca blanca en la frente y uno de ellos desaparecio cuando una flecha venida de quien sabe donde se incrusto en ella.
Miraron hacia donde podia provenian y vieron a un hombre alado que sostenia un arco.