Sus labios arremetieron ansiosos conociendose por primera vez y las manos de Susaku soltaron las muñecas del ojivioleta para apresar su cintura mientras las manos del otro se apoyaron en sus hombros.
--¿Qué estamos haciendo?—preguntó entre besos el pelinegro.
--No lo sé—dijo el castaño como en su sueño.
Qué rayos sucedía ninguno de los dos lograba adivinarlo de manera acertada pero se dejaban llevar de insólita manera.
Fuera de la habitación C.C. hacía un gran berrinche pues el guardia puesto por Lelouch se negaba a desobedecer sus órdenes.
La emperatriz del antiguo Japon al pasar cerca la oyó y guiandose por el ineludible sonido de su voz la encontró para preguntarle de manera imprevista—C.C ¿Has visto a mi futuro esposo?—
--No.No le he visto.La verdad nisiquiera le conozco—respondió la pelimiel.
Susaku con su entrenamiento militar fue el primero en oir las voces.
Alerta se separó del otro asombrado de los hechos allí ocurridos.
Lelouch con la respiración agitada se sentó en el suelo fijando sus ojos violáceos en las esmeraldas que le miraban pasmadas.
En silencio Susaku dejo de mirarle y se levanto para dirigirse a la puerta abrirla e irse.
--Susaku.¿Qué pasó allí dentro?—pregunto la pequeña pelinegra.
--En verdad no lo sé—respondio el aludido con mirada extraviada.
CC se preocupó.
Entro y furiosa preguntó a Lelouch que había ocurrido alli dentro.
El la miro distante y le aseguró—No recuerdo haberte dado el derecho a meterte en mis asuntos--.
--Pero el otro día tu y yo…--dijo ella algo asombrada.
--Lo del otro día solo fue un error.¡Olvídalo ya!—exclamó el antes de irse y dejarla sola.
Al siguiente día el hijo del que fuera el ultimo primer ministro japonés pidio audiencia con Zero.
--¿Qué quieres Susaku?Te deje llegar nuevamente a mi porque me intriga tu existencia—dijo Lelouch VI Britania.Estaba frente a un tablero de ajedrez en el que solo el movia las piezas en un juego cíclico contra si mismo.
--Lulu—le dijo el castaño en tono serio.--¿Confías en mí?—pregunto luego.
--¿Cómo hacerlo?Eres parte de mis enemigos—respondió razonablemente el estratega.
--Sin embargo me pediste una importante promesa hace muy poco—dijo el otro con razón igual de impecable.
--Te escucho—dijo algo confundido e intrigado el pelinegro.
--Un juego de ajedrez que terminará con todo esto—dijo el ojos verdes.
--¡Explícate!—ordenó Lelouch.
--Un juego entre tu y yo.Si yo gano dejas libres a todos los rehenes incluyendome—propuso el militar.
--¡Esto es absurdo!Sabes muy bien que soy un experto en este juego.Nadie ha logrado ganarme desde los 6 años.Es imposible que pierda—dijo el heredero sin heredad.
--Entonces no debieras temerme—dijo el castaño.
Lulu sonrió.—¿Si yo gano que obtengo?—preguntó.
--Tu eliges—dijo el otro en contestación.
--¿Estas seguro de poner la decisión en mis manos?—pregunto el ojivioleta.
--Confío en ti—dijo Susaku firme.
--Esta bien—dijo algo tocado el pelinegro.—Entonces si yo gano tu y el Lancelot me ayudarán a obtener la liberación de Japón.¿Trato hecho?—exclamó.