--Digo lo mismo—dijo su hermano Touya sorprendiendo a todos gratamente.
Los hermanos se postraron ante ella fieles corderos ahora.Lobos desatados para defender a quienes querían.
--Pero es necesario castigar a los rebeldes hermanos para que nadie proteste.¿No es así?—pregunto con sorna Fye ya tenía cierta ideilla en la mente y Kurogane desconfió.
--Estoy de acuerdo—dijo Tomoyo sonriente.
Habían sido invitados a la fiesta de sus ahora mejores aliados y amigos.
Shaoran Lee y la princesa por fin cumplirían su sueño de casarse.
Ella recibió a la ahora comitiva unida de sus aldeas aliadas con una hermosa sonrisa que hizo que todos se sintieran bienvenidos.
--Debo agradecer por sus esfuerzos en esta hora—dijo ella a los invitados.
--Nada tienes que agradecer princesa Sakura.Mas tenemos que agradecerte nosotros a ti—dijo el educado principe de cabellera gris.
--Eso es cierto—dijo Kurogane que miraba a la princesa con ternura.
--Comprendo que para todos será raro que te invite príncipe Yukito después de que he roto el lazo que nos unía. Pero agradezco que lo hicieran—dijo ella con tono algo tímido.
--No te preocupes por eso princesa.Lo pasaremos fantastico.Ya veras—dijo el alegre Fye.
--Ejem… Yo también quería agradecerles—dijo Shaoran con demasiada incomodidad.
--De nada enano—dijo Kurogane con media sonrisa.
Shaoran quiso tener aceite hirviendo a mano.
Al rato los invitados se dispersaron y Touya en un momento de impulsividad se llevo a su principe a un jardin cerrado por un seto en forma de laberinto.
--¿Para que me has traído aquí?—preguntó el príncipe.
--Adivina—dijo el moreno y seguidamente le besó profundamente, con un suave y cálido beso de amor.
Yukito se separó algo.—Aquí no—dijo asustado antes de caer derrotado por otro beso.
En la fiesta Kurogane hablaba con su hermanita y su guardiana.
--Es lindo ver a nuestro hermano tan enamorado—dijo Tomoyo.
--Si.Eso explica todas las actitudes que tuvo.Sunwur ni todo el oro del mundo explicaría tu mal carácter—dijo la guardiana.
Pero el ojos rojos ya no la oia porque diviso a una criatura rubia y hermosa con cierto rubio de manera muy cercana.
Sin mas dejo paradas a las que le acompañaban y fue junto a ellos.Queria explicaciones.
Los interrumpio “gentilmente”.
--Oh.Tu eres ese Ninja de los yamis¿No?—preguntó ella muy intrigada.—Mi hermano me ha hablado mucho de ti.¿Como es que te llamas¿Kuro…pon?¿O Kurotonton?—pregunto después.
Kurogane le lanzo una mirada asesina a Fye.
--Sera mejor que corra—dijo Fye y escapo perseguido por una furia asesina.
En su camino saltaron cierto seto asustando a cierta pareja sentada alli.
Fye fue por el bosque y en cierto momento tuvo que detenerse cuando un arbol cayó frente a el de manera estruendosa.
De el tronco que caia salto sobre el Kurogane que lo atrapo contra el suelo con el peso de su cuerpo y le dijo—Te atrape perrito.Ahora eres mio.Y no te escaparás mas—dijo el morenoantes de posesionarse de sus labios mientras le sacaba las prendas que vestía y ponía la espalda del rubio sobre el tronco caido para volverlo suyo.
Mientras se besaban y el moreno embestía sin piedad al rubio este le dijo--No debería ser así.Tu eres un hombre y yo...--
--¿Un lobo?¿Por eso todo aquello de la persona especial que me dijiste el primer día?--pregunto Kurogane y Fye asintió.
--No esta bien.Somos de diferentes razas y aunque no es pecado...--miro a los ojos de Kurogane y agregó--Pero cuando te vi la primera vez sabía que debía alejarme porque si no yo...--
--Te enamorarías de mi--dijo el moreno y el rubio aparto su vista de él.--Dilo--exigió el ojos rojos.--Di que me amas de una vez--ordenó.
Fye puso su azul mirada en los ojos encendidos de Kurogane y dijo--Te amo.¿Esta bien así o quieres mas?--
--Si quiero mas.Mucho mas.Lo quiero todo por siempre--dijo el shinobi de los Yami no tori.
Sus cuerpos llegaron al climax entonces y se desbordaron.
Permanecieron recostados juntos con una rara sensación de seguridad en medio del bosque.
--Deberíamos volver a la fiesta--dijo el rubio.
--Espera un poco--respondio el otro.
Tres horas despues aparecieron en la fiesta.
Cuando volvieron nadie se dio cuenta de que habian faltado salvo por cierta princesita.
--¿La pasaron bien tortolitos?—pregunto Tomoyo.