De pronto se sorprendió cuando Wheeler le grito—Oye Kaiba ¿Estas bien?—
--Claro idiota.?Por que preguntas eso?—retrucó el castaño molesto consigo mismo.
--Es que lucías… bueno… distraído—contestó el otro..
--Eso no te importa—contestó el presumido.
--Ok.Me voy a bañar.Gracias y cierra la puerta al salir—contestó el rubio volteándose y esperando que el castaño se fuera percibió que el otro no se iba y se puso algo nervioso mientras dejaba la camiseta que se había sacado en el banco frente a él. Pero no demostraría sus nervios a Kaiba.No le daría ese gusto al engreído se juro a si mismo.Sew terminó de desvestir, tomo su toalla y se fue a las duchas sin mirarlo siquiera.
Entro a la ducha, cerro la cortina e iba a abrir la canilla cuando oyó la cortina abrirse tras él y volteó para ver a Kaiba parado frente a él.—¿Que rayos quieres ahora?—pronuncio antes de que sus labios fueran acallados por los del otro y su cuerpo estampado contra la pared y las canillas.Empujó a Seto para preguntarle--¿Qué te sucede?----estaba en shock.El tipo con el que siempre peleaba.El engreído que siempre le humillaba que… lo estaba besando mientras sus manos recorrían su bien definida figura de una forma que lo turbaba y lo confundíaQuería que parara.Eso no se hacía.Y menos entre chicos.Y por otro lado… El beso se intensificaba salvajemente hasta que Seto se separó para correr la cortina.
--¿Qué rayos?Kaiba detén esto. No estoy jugando—advirtió lleno de pánico Joey.
--Yo tampoco—dijo el castaño arremetiendo.
--Pero somos… somos…--tartamudeó el otro.
--¿Enemigos?—arriesgó el ojiazul.
--¡Chicos!¡Somos chicos!—gritó el ojos de miel.
--Ya lo había notado—dijo Seto con voz ronca acercándosele a milímetros.
--Esto no es… normal—dijo el rubio con un pequeño temblor en su voz.
--Es cierto.No es normal que me gustes—contestó el castaño dejándole estupefacto.Su mano tomo la cara del otro para que no pudiera evitar el siguiente beso.
El piso tembló para Joey que se agarró fuertemente a la ropa del otro para no caer y luego lanzo un pequeño gemido cuando su cuello fue atacado por el presumido.
--¿Jamás te ha tenido otro hombre, no es así?—preguntó el ojos de mar.Joseph sintió sus fuerzas decaer y un temblor de anticipación lo recorrió para negar con una finísima voz.
--¡Que bueno!Yo seré el primero entonces—exclamó Kaiba y Joey cerró los ojos.
--Nos… nos oirán—dijo con voz pequeña el rubio.
Al oído su acompañante de ducha le dijo--¡Déjamelo a mí!—
Cada gemido del joven Wheeler siguió un ritmo monótono y especial y su sonido era tan dulce que Seto sentía su sangre hervir de deseo con cada uno de esos trinos bajos y suaves.
--Si hubiera sabido que ese es el sonido que haces cuando haces el amor serías mío desde hace tiempo—dijo el castaño totalmente embelesado con la dulce melodía que emitía su pareja.
Al oir semejante declaración el rubio gimió mas fuerte y se vino entre ambos.
Momentos antes había sido preparado por el otro que sabía muy bien que hacer.Era obvio que Joey no era su primer chico y eso lastimaba al ojos de miel que no se atrevía a sacarse la duda de la cabeza por temor a oír la respuesta.
A Seto le había suplicado que lo hiciera con cuidado y eso había encantado al otro al percibir el miedo y el deseo arraigados en Joey.Se atrevería a algo desconocido con él por el solo hecho de ser suyo.
Joseph no supo como reaccionar al oir las palabras”… haces el amor…” así que su cuerpo reaccionó por él.
--¡Deja de hacer eso o te tendré por siempre aquí!—dijo el engreído en su oído.
--¿Qué… que hago?—preguntó el rubio entre el cielo y el infierno.
--Deja de provocarme con esos sonidos que haces¿No te das cuenta que me haces desearte mas?—preguntó el otro conmoviendo al rubio.--¿Me amas?=preguntó de pronto Seto.
--¿Qué?¿Que clase de pregunta es esa?Claro que no.Tu y yo no nos llevamos y apenas nos…--dijo Wheeler en contestación.Noalgo así y definitivamente no del castaño.
--¿No?Entonces yo haré que me ames.Cuando termine contigo no habrá nadie mas para ti que Seto Kaiba.Serás mío.Por siempre mío.Me amarás Wheeler.Te volveré loco por mí—Fue la fuerte declaración de Kaiba aquel día de abril en que hizo suyo por primera vez a Joey Wheeler.