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Tree of Heaven por ah kya

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Notas del capitulo:

*Lo que está en cursiva lo hablaron en coreano.

Eran exactamente las 7:30 de la mañana cuando Sungmin y Heechul salían de su hogar en dirección a la escuela, algo nervioso el castaño vio como su primo se alejaba rápidamente en su bicicleta mientras él se dedicaba a esperar a Kyuhyun. Después de lo que fueron cerca de diez minutos su hermano apareció tras el marco de la puerta, Sungmin sonrió para luego hacerle señas, viendo como el mayor se le acercaba lentamente.


-Tarde… ¡tarde! – Dijo el más bajito mientras con su mano derecha incitaba al otro para que se sentara en la bicicleta junto a él, al ver como Kyuhyun no reaccionaba comenzó a hablar otra vez – Rápido.. ¡Rápido! ...Tarde… ¡Es tarde!


Kyuhyun no mostro reacción alguna ante las palabras del castaño, comenzando a caminar sin mostrar interés alguno. Sungmin algo molesto suspiro cansado, sabía que no debía borrar su sonrisa, pero a veces le costaba mucho mostrársela al mayor. El castaño comenzó su recorrido hasta la escuela yendo tras su hermano, vigilando que no se fuera por la ruta incorrecta.

Al llegar al instituto Sungmin se separo del más alto, dejándolo en la secretaria mientras el se dirigía rápidamente a su salón de clases. No tardo más que un par de minutos para llegar e instalarse en su puesto, junto a su mejor amigo Hyukjae.

Luego de un rato en el cual se dedico a conversar con su compañero, el castaño vio como el profesor entraba a la sala de clases seguido de Kyuhyun. Sungmin se quedo en silencio mientras comenzaba a sentarse correctamente al igual que sus compañeros de clase.


-Kyuhyun, preséntate en japonés por favor – Dijo el docente, modulando todas las palabras de la manera más correcta y lenta, en un intento de que el chico coreano le entendiera.


El moreno se limito a mirar al suelo mientras el salón seguía en silencio absoluto. No basto más de un minuto antes de que Kyuhyun dejara al profesor con la palabra en la boca y comenzara su recorrido hasta el único sitio vacio en aquella aula. Sungmin lo miro atónito al igual que todos sus compañeros de clase, escuchando atentamente como el profesor comenzaba a pedirle explicaciones al otro mientras comenzaba a regañarlo, en lo que se podía considerar un acto impulsivo Sungmin se puso de pie, llamando la atención de sus compañeros y del docente.


- El no sabe japonés – interrumpió el castaño - ¿Puedo presentarme en su nombre?


Al ver como el profesor asentía levemente el castaño comenzó.


- Mi nombre es Kyuhyun, tengo 20 años – Dijo el bajito mientras miraba al moreno - Me gradué de una escuela en Corea y he venido aquí para aprender japonés.


Sungmin podía sentir como las miradas de todos se centraban en él y luego en Kyuhyun, algo nervioso comenzó a mirar en dirección hacia su propio banco.


-¿Lo conoces?- Pregunto Hyukjae, algo sorprendido al igual que el resto de los alumnos.

Sungmin lo miro y sonrió al igual que siempre – Es mi hermano – Afirmo de forma segura.


Como era obvio, los gritos y murmullos en el aula no se hicieron esperar, rápidamente todos entendieron que Kyuhyun era su hermanastro y que la madre de Sungmin se había casado con el padre de Kyuhyun. Algo apenado el castaño se sentó en su puesto, no quería dar más explicaciones por miedo a que Kyuhyun se molestara, fijo su vista en el mayor dándose cuenta de que el otro en ningún segundo dejo de mirar por la ventana.

No pasaron más de 10 minutos cuando Sungmin vio como su hermano se levantaba en medio de la clase y salía del salón, algo sorprendido por la osadía de ignorar la clase el profesor comenzó a llamar a Kyuhyun, pero este no lo tomaba en cuenta y siguió su camino hacia la salida de la escuela. El castaño con algo de miedo se acerco a la ventana de su salón al igual que sus compañeros, viendo a Kyuhyun correr por la nieve con sus pies descalzos, tirándose sobre ella. El profesor que lo había seguido llego al lado de él y comenzó a regañarlo a gritos, intentando hacerlo volver a la clase. Luego de infinitos intentos fallidos, el docente se rindió y volvió al salón. Sungmin miraba todo con total atención desde aquel ventanal, no pudiendo ocultar su preocupación.

La jornada paso sin ningún otro incidente, Sungmin intentaba mirar por la ventana de vez en cuando, vigilando a su hermano desde el aula. Al sonar el timbre que marcaba el fin de la jornada escolar, el castaño arreglo sus cosas rápidamente y salió corriendo del salón. Al llegar a la salida del edificio encontró los zapatos de Kyuhyun, los tomo con cuidado y salió al patio. El frio de la nieve a la cual ya estaba acostumbrado lo envolvió y comenzó a buscar con su mirada a Kyuhyun, camino un poco y lo encontró en la misma posición en la cual lo había visto desde el salón, no se había movido del lugar en donde se había tendido por primera vez, justo en ese momento vio como un grupo de 3 chicos se acercaba a él y comenzaba a molestarlo.


-¡Mira, esta descalzo! ¿No parece alguien que este meditando? – Se reía Youngwoon con su grupo de amigos - ¿Esta muerto? - Decían entre risas mientras comenzaban a cubrirlo de nieve.


Sungmin miraba con impotencia la escena, quería acercarse y decirles que se detuvieran, pero no tenía el valor suficiente para hacerlo… hasta que vio como Youngwoon lo tomaba de las piernas y comenzaban a arrastrarlo por el lugar, como si fuese un muñeco de trapo, aquello fue la gota que derramo el vaso de su paciencia, algo se movió en su interior y comenzó a correr hacia ellos.


-Chicos ¡Paren! – Grito mientras se acercaba – No lo molesten por favor, no sean así – Dijo empujando al que se encontraba más cerca.


Los chicos lo miraron algo molestos, bufaron levemente y se alejaron. Sungmin se acerco al pelinegro y toco sus pies…estaban fríos, incluso más fríos que la misma nieve. El bajito saco un pañuelo de su bolsillo y comenzó a sacar la nieve que se encontraba sobre los pies del otro, dándoles algo de calor a su paso, para luego colocarle sus zapatillas. Lo miro con preocupación, el rostro de Kyuhyun seguía cubierto por la nieve que Youngwoon y sus amigos le habían tirado, y no mostraba reacción alguna, volvió su vista a los pies del mayor nuevamente preguntándose quizás por vigésima vez el por qué siempre estaba descalzo. Sintió como el moreno se sentó de repente y Sungmin levanto su vista para quedar frente a la de él.


-Hyung..¿Amas la nieve? – Dijo sonriendo, mientras con su mano derecha comenzaba a apuntarse a sí mismo para luego seguir – Sungmin ama la nieve.


Miro a los ojos del otro y rio levemente, su mano izquierda se acerco al rostro de Kyuhyun y comenzó a limpiar los rastros de nieve que habían en sus mejillas, se sentía tan bien de estar así con el mayor, era como si poco a poco estuviesen entendiéndose más. Sungmin casi terminaba de retirar la nieve del rostro de Kyuhyun cuando éste tomo su mano y la quito de su rostro para luego levantarse e irse, el más bajo sorprendido y angustiado lo siguió con la vista para luego imitarlo, levantándose con la disposición de comenzar el camino de vuelta a su hogar.

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-Las deudas por apostar siguen siendo deudas – Hablaba la tía de Sungmin por teléfono - ¿Cómo puedes quejarte por el dinero que ganaste en los juegos, eh?


La señora caminaba por uno de los pasillos de la casa, obviamente molesta por la llamada que estaba atendiendo.


-¿Se lo dijiste a Heechul? ¿Qué mal te ha hecho mi hijo? – Grito al teléfono con cierto toque de furia - ¡Te dije que te devolveré el dinero!.. Tan solo dame otro mes – Rogo esta vez.

Aish – Dijo la mayor al recibir una negativa por parte del otro, para luego sentir como le colgaban. Sumamente molesta camino rapidamente por los pasillos de la casa, esta era la última opción que tenia para poder pagar las deudas que la aquejaban, si quería cumplir los sueños de su hijo Heechul era lo única opción que le quedaba. Llego a la oficina principal del balneario y comenzó a revisar los cajones, sabía que aquellos papeles que necesitaban se encontraban allí.

Abrió el ultimo cajón de aquel estante y rio en su fuero interno, había encontrando las escrituras del balneario que antes su cuñada le había dejado a cargo “Prometo que esta es la última vez que apuesto” se dijo a sí misma la mayor “Venderé todo esto y mi hijo podrá ir a la universidad sin problemas”.

-¿Qué estas buscando? – Interrumpió la voz de Sungmin, quien entro a la oficina al sentir que había movimiento dentro de esta. Vio como la mayor ocultaba un papel entre sus ropas mientras lo miraba con algo de temor. Sungmin se le acerco e intento ver qué era, pero su tía se lo impedia.

-Antes de que tu madre cobre la herencia de mi hermano, tengo que cobrarla yo – Decía la mayor, hablando en su lengua materna - ¿Por qué? ¿Me lo vas a negar?


Sungmin la miraba confundido, no entendía ninguna palabra de lo que hablaba su tía, su coreano seguía siendo bastante básico, era capaz de entender siempre que le hablaran lento y modularan bien...cosa que su tía en aquellos momentos no hacía.


-¿Te dijo tu madre que me espiaras? ¿Qué me trataras como si tú fueras la dueña del balneario? – Gritaba la mayor - Acaso no sabes que ese padrastro tuyo seduce a tu madre solo por la herencia de mi difunto hermano? – Totalmente molesta siguió, queriendo esta vez hacer entender a su sobrino, comenzando a hablarle en japones – ¡Tu padrastro está conspirando para robar las termas! ¿Sabías eso?

- Lo has malinterpretado, papá es un buen hombre – Dijo Sungmin, intentando calmar a su tía.

-¿Papá? ¿Qué estás diciendo? Dilo otra vez – Decía histérica - ¿Cómo te atreves a decir eso? ¿Quién es tu padre? Mi hermano es tu padre, ¿o no?

Sungmin no sabía cómo responder, estaba inseguro - Por favor bendice a mi madre por su nuevo matrimonio.

- Dímelo otra vez… ¿Quién es tu padre? – Grito la señora, mirando fijamente a los ojos del castaño.

- Mi nuevo padre – Dijo sin dudar esta vez, viendo como la mano de su tía se levantaba y golpeaba su mejilla, un golpe sordo que hizo que todo su rostro se volteara… atónito coloco su mano derecha sobre la mejilla que había recibido el golpe, mientras volteaba su cabeza lentamente.

- ¿Quién es tu padre? – Grito nuevamente.

- Mi nuevo padre – Volvió a decir Sungmin, desafiando a su tía… no bastaron más de dos segundos para sentir como su otra mejilla era abofeteada esta vez, y a esta le siguió una más…y luego otra abofeteada más.

- ¿Nuevo padre? – Dijo irónicamente - Eres una vergüenza de hijo, ¡Cómo puedes ser tan atrevido!


Sungmin se limito a mirarla con pena en sus ojos, sus mejillas comenzaban a hincharse y no sabía qué hacer…ella era su tía, prácticamente su segunda madre y no entendía como podía tratarlo así. Vio como la mayor tomaba un pequeño cuadro que contenía una foto familiar en la cual aparecía su nueva familia tirándolo al suelo, rompiéndose. El castaño no aguanto más la impotencia, agachándose a recoger aquellos trozos de vidrios, rescatando la fotografía de cualquier daño. Aún podía escuchar los insultos de su tía y gruesas lagrimas de dolor se colaron por sus ojos… no entendía la razón de aquel odio repentino que recibía por parte de la mayor.


- ¿Estás llorando? Mi Heechul lleva años viviendo así, tu también deberías sufrir un poco – Gritaba mientras pegaba manotazos sobre el cuerpo del castaño -Lárgate de aquí!! No llores más, ¡maricón!


Sungmin no sabía cómo reaccionar, era la primera vez que lo llamaban tan despectivamente y también era la primera vez que veía a su tía de aquella forma… quería defenderse pero no podía, no podía hacerle daño a su única tía. Levanto su rostro al sentir un par de pasos, y vio a Kyuhyun quien ni siquiera se limito a ver la escena.


- Y tú! ¿Quién te crees? ¿En verdad no puedes hablar? – Grito la mayor desde su lugar – Estoy segura que tú no hablas a propósito.


Y lo siguiente Sungmin no se lo espero, vio al moreno como tomaba una botella de agua que se encontraba en el lugar, abriéndola para luego lanzar el contenido de ésta sobre su tía. Kyuhyun sin darle mayor importancia al asunto se instalo en una esquina de la habitación para observar la escena.


- ¡Estúpido! ¿También te atreves a enfrentarme? – Le grito a Kyuhyun, mientras se levantaba del lugar- Tu maricón – dijo señalando a Sungmin - limpia este desastre ahora mismo – Y tras decir esto se fue de la habitación.


Las lagrimas de Sungmin no paraban, no entendía nada… un gran vacío comenzó a instalarse en su interior y miro a Kyuhyun, esta era la primera vez que el castaño no le mostraba su sonrisa al mayor, sino sus lagrimas. Kyuhyun lo miraba atento y el bajito quiso interpretarlo como preocupación… aún con sus lagrimas cayendo por su rostro decidió limpiar aquel desastre, para luego recoger la foto y guardarla. No se arrepentía de lo que había dicho… El padre de Kyuhyun ahora era su padre y Kyuhyun ahora era su hermano…eso era algo que no cambiaría por nada.

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-Eso significa que puedo ir a estudiar a Tokio incluso sin ganarme una beca – Dijo un eufórico Heechul a su madre luego de escuchar lo sucedido.

-¡Por supuesto! Una vez vendamos las termas seremos ricos! – Decía su madre mientras abrazaba al pelinegro - Mira las dificultades que he soportado por ti, tienes que triunfar ¿de acuerdo? Eres mi única esperanza.


Heechul sonrió a su madre, aquel sueño por el cual se había esforzado toda su vida ahora lo veía más cercano, gracias a las deudas que su madre acarreaba por su adicción a las apuestas siempre pensó que jamás podría ir a estudiar a Tokio, pero ahora todo se veía más cercano. El sonido de la puerta de la habitación abrirse alerto a ambos, quienes vieron a un indeciso Sungmin colarse por la puerta.


- ¿Por qué estás aquí?, vete a otro lugar – Dijo inmediatamente la mayor, sin siquiera molestarse en ocultar su desagrado al ver a Sungmin.


El castaño agacho la mirada, no sabía cómo enfrentar a su tía ahora, vio como la mayor le ignoraba completamente para luego mirar a su primo…Heechul no lo abandonaría también.. ¿o sí?


- ¿Por qué sigues ahí parado? – Decía Heechul mientras se colocaba al frente de Sungmin - Siempre molestas mi estudio ¿Acaso no te das cuenta? – Dijo antes de empujarlo y sacarlo de la habitación sin darle tiempo de responder.


Aquel vacio que había sentido anteriormente volvió a instalarse en su corazón, aún no podía creer como las únicas personas en quienes creía poder apoyarse mientras sus padres no estaban cerca le daban la espalda…lo odiaban. En medio del pasillo se agacho, sintiendo como el frio se colaba entre sus huesos, junto ambas manos y comenzó a frotarlas entre sí, en un intento de darse algo de calor. Sentía sus ojos arder pero no iba a llorar, no quería mostrarse débil ante su propia familia. Levanto la vista un poco y vio como la puerta de la habitación de Kyuhyun estaba junta, un extraño impulso le hizo levantarse y dirigirse hacia allí, asomando su cabeza lentamente.

Al darse cuenta que su hermano no se encontraba entro, inspecciono con su vista la habitación, se fijo en un montón de cajas las cuales estaban ubicadas por todos los rincones, había ropa repartida por el piso y encima de su improvisada cama se encontraba un cuaderno. Sungmin se acerco sigilosamente, intentando no mover nada de su lugar, sentándose en el suelo a un costado de la cama, tomando aquel cuaderno, abriéndolo para luego apreciar el dibujo de una mujer bastante bella… cambio de hoja y volvió a ver a la misma mujer. Con su dedo índice recorrió el perfil de aquel dibujo, repasando cada rasgo… se fijo en que aquella mujer llevaba una cadena con una cruz, y Sungmin pudo reconocerla como la misma cadena que Kyuhyun siempre usaba.

El castaño estaba tan sumergido en sus propios pensamientos que no sintió la presencia del moreno hasta que éste se instalo justo detrás de él. Sungmin algo nervioso dejo el cuaderno donde estaba y se alejo un poco, aun sentado en el piso, tenía miedo de que el mayor se molestara por haber visto sus dibujos.

Kyuhyun se sentó sobre su cama, situándose justo al frente de Sungmin, sin dejar de mirarlo. El castaño, algo inseguro tomo el cuaderno con los dibujos nuevamente, con sus ojos hinchados por unas repentinas ganas de llorar señalo a la mujer que salía en estos.


-¿Omma? – Pregunto…a pesar de que creía que la respuesta era obvia, aquella bella mujer era la madre de su hermano.


El más alto le quito el cuaderno a Sungmin, acercando su rostro, el castaño sintió un leve temor ante la acción del otro, sus rostros no estaban a más de 15 centímetros de distancia y un nervio extraño lo recorrió. Luego de lo que pudieron haber sido horas de tan solo mirarse, el más bajo con su dedo índice comenzó a señalarse a sí mismo, para luego hacer como si dibujara algo…aquel extraño deseo de sentirse importante para su hermano lo había inundado, y creía que su objetivo podría cumplirse si Kyuhyun lo dibujaba.

El más alto tomo su cuaderno sin dejar de mirar al castaño, abrió el cuaderno en una página en blanco y tomo un lápiz que se encontraba cerca…


-Omma – susurro Sungmin, agachando su mirada – Omma… - Dijo un poco más fuerte, mientras aquel vacio lo llenaba nuevamente, la necesitaba como nunca mientras un par de lagrimas comenzaban a bajar por sus mejillas… ya no aguantaba más el dolor que sentía en su interior.


Kyuhyun lo miro nuevamente, dejando el cuaderno de lado para volver a acercarse a Sungmin, tomo su barbilla levantando la mirada del castaño, apreciando como las gruesas lagrimas se colaban por sus mejillas. El más bajito vio como su hermano levantaba su mano izquierda, y con un tacto algo brusco secaba las lágrimas que caían por su rostro. Y el castaño a pesar de lo tosco que pudo haber sido el movimiento de Kyuhyun agradeció el detalle.

Sungmin vio como el moreno se recostaba sobre la cama, sin moverse ni un centímetro el castaño siguió allí, en la habitación de su hermano, las palabras eran innecesarias, tan solo desea un lugar tranquilo donde pudiera sentirse seguro. Mientras observaba al mayor los parpados de sus ojos hinchados comenzaron a pesar, cerrándolos, intentando olvidarse de la pesadilla en la cual se estaba convirtiendo su vida.

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Algo exaltado se despertó, miro el reloj de la pared el cual marcaba las 3:37 AM, le dolía un poco la cabeza mientras comenzaba a mirar a su alrededor, costándole reconocer lo que había pasado, busco con la mirada a Kyuhyun, pero no había rastro de él. Abrió un poco la puerta de la habitación con la disposición de ir a buscar a su hermano, pero se detuvo al divisar aquellos pies descalzos, Kyuhyun estaba justo afuera…algo más relajado cerró la puerta nuevamente y vio como justo al lado de donde él había estado durmiendo estaba el cuaderno del mayor, lentamente se acerco y lo tomo entre sus manos, sonriendo al darse cuenta que el moreno lo había dibujado durmiendo, lo cerró con cariño, para salir de la habitación y dirigirse a su cuarto, después de todo ahora estaba seguro que al menos contaba con el apoyo de su hermano.




Continuara

Notas finales:

;~;


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