Al entrar lo vio parado junto al último lavabo, su espalda recargada en la pared del fondo.
--¿En verdad eres tú?—preguntó casi sin voz.
--¿Quién mas puedo ser, cuñado?—preguntó el castaño a su vez.
Esas palabras fueron como un latigazo para Wheeler.--¿Por qué… por qué no me dijiste nada de él?—preguntó el rubio.
--No creí que fuera necesario.Nuestras vidas no coinciden “casi” nunca—respondió Seto.
--¡Te equivocaste!—exclamó Joey al borde de la indignación.De pronto se dio cuenta de que estaba frente al hombre culpable de sus desgracias y su rostro se transfiguró en una máscara de odio.
--¡Eres un desgraciado!—dijo.
--¿Yo?Tu eres el que dijo estar enamorado de mi y luego va y se casa con mi hermano—respondió Seto furioso.
--¡Porque creí que eras tu!¡Que iluso fui!Debió extrañarme que quisieras casarte conmigo—dijo Joseph en su defensa y Kaiba sintió sus dudas irse y el peso de la culpa caer sobre él.Era cierto.En meses de relación jamás se planteó tener una relación seria con Wheeler.Y no se explicaba porque Seth si lo había pensado.Pero lo mas importante era que una duda lo carcomía.
--¿Tienes idea de lo que pasé por tu culpa?—preguntó Joey.
--¿Dormiste con él?—preguntó el castaño.—¿Así lo convenciste de que se casara contigo?—los celos lo volvían egoísta.
--¿Dormir con él?¡Cerdo idiota… tu…!¡No vales la pena!¡No quiero volver a verte!¡Mantente lejos de mi!—le contestó e intento irse pero Seto le retuvo.
--¡Dímelo!—exigió el de ojos azules.—¿Fuiste de Seth antes de casarte?—preguntó nuevamente.
--No.Se casó antes de probarme—respondió Joseph y el agarre de Kaiba se aflojó al oir esas palabras.Para cuando este reaccionó el rubio se había ido.
Iba a alcanzarle pero al abrir la puerta atisbó su figura junto a la del ojimiel.
--¿Te divertiste en el baño?—preguntó Seth Kaiba a su esposo.
--Si.Yo encontré unos chicos con los que divertirme dentro—anunció el rubio retador.
La cachetada llegó veloz y fulminante. Wheeler le miro desafiante con el labio partido derramando sangre.
Seto se llenó de furia y salió para hacer frente a su hermano.
Joey que estaba de espaldas no lo vio pero Seth lo hizo claramente.
--¿Seto?¿Qué haces tu aquí?—preguntó extrañado su hermano y Joseph tembló.
Seto le atrajo rodeando su cintura y exclamó—Recordando viejos tiempos con Joey--.
El rubio sintio que sus piernas se aflojaban.Eso era malo.Por muy enojado que estuviera su esposo antes, ahora sería 100 veces peor.
Seth sonrio con toda malicia—¿Recordando viejos tiempos con mi esposo? ¿No te parece de mal gusto hermano?—preguntó.
Seto le retrucó con el mismo mal—Creo que me confundió contigo--.
Los ojos de Seth se volvieron dos temibles rayas que escondían dos hielos filosos.—No deberías tomar lo que no te pertenece—dijo.
--Mira quien habla—respondió Seto.
La tensión allí era insoportable.Joey la sintió.Esos dos hombres se odiaban.Se odiaban a muerte.Y solo buscaban un motivo por el cual matarse.Tal vez lo habían encontrado.Él.Tuvo la urgencia de detenerlos.Su corazón latía a mil.Seth podía matar a Seto.Lo creía muy capaz.
--¡Paren!¡Esto no tiene pies ni cabeza!¡Vamonos Seth!—dijo pero Seto no lo solto.—Seto dejame.¡El es mi esposo!—le dijo suplicante.
--¡Pero tu eres mío!—le dijo el castaño junto a su rostro.
Sh vio la expresión del rubio y supo lo que su mirada significaba.Lleno de furia lo arrebató de brazos de su hermano y poniéndolo tras de si le advirtió a su gemelo--¡No volverás a tocarle!—
--¡No creo que puedas detenerme—exclamó Seto.
Joey supuso que de seguir así Seth en realidad le mataría, trató de hablar pero su marido le abrazó y le movio la cara para que él y Seto se miraran.
--Hay mas de una manera en que puedo evitar que vuelvas a tocarlo—dijo con una malefica sonrisa.Seto supo a lo que se refería y dio un paso atrás, frustrado.
Wheeler tambien lo supo y ojos delataron su miedo por lo que Seto supuso no sería la primera vez que su gemelo le infringiría daño.Temblo en los brazos de Seth satisfaciendo el sadismo de este.
Seth se llevo a Joey ante la mirada impotente de Seto.
Llegó a la habitación que compartían y el castaño arrojó al rubio a la cama.--¿Así que recordabas con mi hermano, eh?—preguntó el castaño sacándose el cinturón.
La mirada de Joey era de terror.
La sonrisa de Seth, temible.