Con cuidado abrió la cajita y encontró dentro un dije de guardapelo con una cadena dorada, tenía un gravado de dragón y dentro las fotos de Mokuba y Seto.
Joseph lo miro.
--Es para que no vuelvas a olvidar lo que es realmente importante. Lo compré para tu cumpleaños pero creo que lo necesitas ahora—dijo este.
El ojimiel agarró la cara del castaño y lo besó profundamente.
Seto lo abrazó fuerte y sin esperar sentó a Wheeler en su escritorio y se colocó sobre él.
--¡Espera!—pidió Joey.
Seto se detuvo y lo miro--¿Qué te sucede?Ultimamente tu y yo no podemos estar solos y no entiendo…--preguntó.
Parecía frustrado y algo… celoso.
--¿Acaso crees?—preguntó el rubio.
--No creo nada. Solo sé que hace un mes que no estamos juntos y no encuentro justificación ninguna—dijo el centrado Kaiba en su defensa.
--Te amo—dijo simplemente Joseph.
--Eso no explica nada—exclamó Seto.
--No, no lo hace. Pero esto lo hará—dijo el rubio y lo jalo al living.
--¿Y bien?—pregunto el ojos azules ni bien llegaron. Joseph abrio la puerta del salón de reuniones a un lado del living y mucha gente gritó “¡Sorpresa!” Wheeler sonreía con una mirada de superioridad.
Sacó una cajita de su bolsillo del pantalón y se la dio a su esposo que la abrió. Tenía una cadena plateada y un hermoso dije de un dragón con dos zafiros por ojos.
--Parece que ambos fuimos al mismo joyero. ¿No?--dijo Joey sonriente y luego le susurró al oído—Más tarde te daré el regalo que querías--.
Los labios apasionados se exploraron con frenesí mientras las ansiosas manos retiraban una por una las estorbosas prendas.
La deliciosa lengua de Joseph exploraba la mas preciada cavidad de Seto mientras la de este acariciaba melodiosa a la exploradora de Joey.
--Dime ahora—exigió Kaiba después de separar su boca de la del rubio--¿Por qué rayos me ignoraste todo el mes?—
--Estaba organizando tu fiesta—se disculpó el ojimiel.
Kaiba lo miro con un “no te creo”escrito en la cara.
--Es verdad—se defendio el otro.—Ademas pense que no te importaba ya.No dijiste nada en todo el mes—añadió.
--No dije nada porque esperaba que te explicaras, idiota—dijo el castaño.
--Y yo no te expliqué porque no preguntaste, imbécil—contestó Wheeler.
--Perro… me haces perder…--dijo el castaño mirándolo a los ojos.
--¿El que?—preguntó el rubio en su tono combativo de antaño.
--Perro… me haces perder la cabeza—dijo acercándose a sus labios lentamente.
Se fundieron en un beso imparable como las olas del mar y sus cuerpos vibraron con la intensidad de un volcán haciendo erupción.Los brazos de Seto fuertes como un roble rodearon la estrecha cintura del rubio y le dejaron sin respiración mientras su cuerpo exploraba el de Joey tan hambriento como el de un tiburón en pleno frenesí.Luego besó cada parte de su anatomía para terminar enredando su lengua en el lugar mas sensible del ojimiel mientras seretorcía bajo Kaiba.
Cuando Wheeler estaba a punto de terminar el castañom abandonó su tarea y se irguió para preguntarle --¿Estas seguro de querer acabar?—
--¡Tu idiota!—dijo Joseph con los puños crispados haciendo que una sonrisa lasciva recorriera la cara del castaño.
Seto lo hizo terminar y luego introdujo su hermosa figura en el cuerpo de Joseph.
Gotas cristalinas recorrían sus cuerpos al ellos llegar al umbral de su maxima expresión de cariño y entonces Seto recordó la cara de Joseph después de recibir su primer beso y su cuerpo empapado después de aquél partido, cuando fue suyo por primera vez.
Habían pasado mas de 20 años desde entonces pero ese cuerpo y ese rostro aún arrastraban su razón por los suelos.
Y no solo era pasión. Sentía que si Joey le faltaba, faltaba el aire para él.
Definitivamente Joseph Wheeler era lo mas importante para él.
FIN