--¿Un infarto?—preguntó el japones.
--Me temo que si—respondió el alemán.
--He sabido que ha tenido varios—exclamo Toshida.
--Este es el quinto—contesto el alemán.—Los negocios son así—añadió luego y todos asintieron. Eso era comun en el mundo de los negocios.El Stress.
Entonces entre el ineludible ruido de la tormenta que caía fuera se percibió otro distinto. El sonido de un helicóptero y por la ventana lograron ver a una sombra negra y dorada que los reflectores del parque del hostal iluminaron, en la cola del aparato negro lucia tres letras símbolo de su proveniencia: GTB—Goldenhoff Trading Bank.
Desde el hall por la puerta ventana lograron ver a tres figuras que bajaron del aparato. Dos de ellas sostenían sendos paraguas, y una de ellas tapaba al restante indicando que este era una persona importante.
Entraron al hostal con sus gabardinas negras chorreando agua y el que los dirigía miró a los ojos de Seto que sintió el impacto de su parecido con cierto rubio que el conocía.
--Gutten aben Herr Wheeler—dijo uno de los competidores del Goldenhoff al recien llegado.
--Gutten aben Herr Lipstick—dijo este en respuesta y allí se difuminaron las dudas del castaño. El Wheeler que el conocía no era formal ni hablaba alemán.
Cuando llegó a ellos su novia, al lado de Seto pegó un salto de espanto y el otro la miro inquisitivo.—Perdoneme.Es que usted se parece mucho a mi hermano—dijo en disculpa usando el idioma ingles para hablar.
--Eso creo—dijo el banquero en el mismo idioma dejando intrigados a los que entendían la conversación.Luego fue con el cónsul de Japón para saludarle.
Molesto Kaiba arguyó en un susurro áspero—Pero que se ha creído ese banquero, ignorarme así tendrá su costo en nuestras negociaciones--.Se sentía seguro al hablar en japonés porque sabía que ese gaishin no le entendería.
El cónsul oyó lo que decía al igual qu3e el banquero y el primero intento disculparse, abrio la boca pero el banquero elevó su mano para que se detuviera y dijo—No se preocupe.Son conocidos sus berrinches.No tomaré en serio sus palabras pues vienen de una persona que no se comporta como un adulto—dijo Wheeler en perfecto japonés y luego se encamino hacia el pasillo por donde todos se empezaron a acercar.
--¿Sabe japonés?—preguntó Serenity la novia de Kaiba.
--Pues claro.El señor Wheeler vivio hasta la adolescencia en Japón—informó el cónsul molesto.
La duda fue mas fuerte y la muchacha corrió hasta el banquero.—Sesñor Wheeler—le grito y el volteo a verla.—¿Es usted mi hermano?—preguntó desconsolada al hombre de perfecto corte de cabello,traje impecable y lentes dorados.
--Hablaremos después Serenity.Ahora me encuentro muy ocupado—dijo este dejando boquiabierta a su hermana pues el no tenía otra forma de saber su nombre pues no habían sido presentados.
Seto estaba al punto del colapso y al segundo siguiente enfureció.Alcanzo al otro a mitad del pasillo y tomandolo por un brazo lo obligo a entrar en la puerta mas cercana mientras decía al asombrado resto—Disculpen un momento el y yo debemos hablar de algo importante y cerró la puerta en las narices de todos.
--¿Qué diablos?¿Como se atreve?—preguntó el rubio ofuscado.
--Me atrevo porque me atrevo—dijo el castaño.Luego abrazo su cintura y lo envolvió para luego besarlo apasionadamente.
Joseph lo alejo de si como pudo.Tan solo un poco pero no pudo escapar.--¿Qué pasa contigo?—preguntó el rubio, la consternación le dejo paralizado.
--Como si fuera la primera vez—dijo el castaño a continuación para mas consternación de Wheeler.
--¿De que habla?—preguntó el rubio.
--No te hagas el santo y no me trates como estúpido. Yo te conozco muy bien.¿O me dirás que no recuerdas ese dia en que Kaiba Corp hubo un apagón—preguntó Kaiba muy seguro de si mismo.
Joseph no recordaba ese día.
Estaba molesto con el rubio que lo estaba siguiendo por todos lados y se metio en una oficina pero el ojos mieles lo siguió.
--¿Por qué rayos no?—preguntó airado.
--Porque no tengo tiempo que perder con un idiota como tu, perro—respondio el CEO.
--Que no me digas perro, bastardo—dijo Wheeler.
--Te dire lo que se me antoje.Deja de perseguirme, inútil. No tendré un duelo contigo y basta—le respondio el ojos azules.
--¿Acaso el gran CEO de Kaiba Corp me tiene miedo?—preguntó Joey.
--¡Claro!Solo en tu cabeza podrías ganarme—dijo el castaño con cara de fastidio.
--Los que vieron nuestro duelo no piensan lo mismo—dijo para fastidiarlo el rubio.
--No molestes perro o yo…--dijo el CEO antes de que la luz se apagara.
--¿Qué sucede?—preguntó Joey mientras veía al CEO tratando de abrir la puerta.