--Puede que este convaleciente, pero eso no significa que los bastardos de mis enemigos descansen así que yo tampoco lo haré—dijo la cabeza de la poderosa familia.
Sebastian se puso serio y paso a informar a su jefe—Muy bien. Al parecer la hermana de su hijo y el joven empresario japonés del que estuvimos hablando están pensando casarse y se me ha ocurrido que sería muy bueno para sus negocios en el mercado japonés el tener un familiar aunque sea político en el valorado mercado de la tecnología del país del sol naciente--.
Cuando Joey entro en su casa después de un cansado día de trabajo no pudo creer en lo que veían sus cansados ojos. Había pasado unas horas desde que los viera pero parecía que hubiera vuelto en el tiempo, claro que había una diferencia, su padre estaba ahí.
--¿Que está sucediendo aquí?—preguntó el anonadado ejecutivo.
--Joseph, que bueno que llegaras tan temprano—dijo su padre mientras dejaba su taza de café en la mesa ratona.—He decidido invitar a tu hermana y a su prometido a pasar unos días con nosotros. No veía un problema en ello. ¿Acaso hay un inconveniente en ello?—preguntó luego como si su hijo tuviera voz en tales cuestiones.
--Por supuesto que no padre—respondió el obediente Joey nada conforme pero dando a entender lo contrario con sus palabras. –¡Bienvenidos!—dijo a su hermana y a su futuro cuñado con voz condescendiente, luego informo—Disculpen pero debo retirarme a prepararme para esta noche. Estoy seguro que mi padre será un gran anfitrión--.
--¿Tienes una cita?—preguntó Serenity inocentemente interesada y sin saber avivando el interés de su prometido.
--De hecho si—respondió el padre del rubio tomando la palabra.—El y su bella novia irán a una cena de beneficencia y yo había pensado que sería muy bueno que llevaras a tu hermana y su prometido a dicha cena Joseph. Puede hacer muchos excelentes contactos para sus negocios Herr Kaiba—añadio y Joseph no reaccionó como Kaiba hubiera esperado. _Acepto sin discutir el ser acompañado por ambos. Decididamente este no era el Joey que había conocido y estaba mas decidido que nunca a saber que era lo que lo había cambiado tanto.
La acompañante Wheeler era una sofisticada joven de sociedad que su padre había presentado a Joey con el fin de que ambos se comprometieran ya que los negocios del padre de ella eran muy prometedores en el nuevo mercado europeo. De cintura fina, ojos malva y pelo platinado era muy similar a Marilyn Monroe. Toda la noche coqueteó furtivamente aon el magnate japonés y Seto advirtió que pese a detectarlo el joven rubio no dio muestra de celos, nisiquiera de interés.
Cuando Joseph se disculpó un momento Seto hizo lo propio segundos después y lo siguió. Primero penso que iría al baño pero el otro solo se limito a pasar frente a la puerta de este y salir al patio por una puerta ventana. En el jardín saco un cigarrillo y un encendedor y se dedicó a fumar.
--No sabía que fumaras—dijo el castaño acercándosele.
--No sabes muchas cosas de mi—dijo el otro sin mirarlo mientras observaba la luna.
--Pues quiero saberlas—exclamó el castaño provocando el interés del otro que lo miro con ojos interrogantes.
--No se que te pasa por la cabeza y no quiero saberlo. Solo te dire que si pretendes jugar con mi hermana te ira mal y que si pretendes jugar conmigo te costará caro—le advirtió con rostro serio y desapego en la voz.
--¿Cuánto?—preguntó el ojos azules descolocándolo.
--¿Cuánto que?—preguntó Joey.
Seto lo empujo hacia una pared junto a la ventana y le preguntó mientras su mano le arrebataba el cigarrillo de los labios y luego se posaba en su mejilla mientras la otra aferraba su cintura y sus ojos no se despegaban de los suyos--¿Cuánto me costará jugar contigo? Porque no hay nada mas que desee que estar junto a ti esta noche--.