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MI CHICO VA A SER MAMÁ por LaYoska

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Notas del capitulo:

bueno, espero el capitulo doble les compense la tardanza jajajaja

besos y que disfruten

AVISO: Harry maltrata un pokito a Draco, no llega a ser tortura, pero les aviso

Capítulo 4: padrinos y hormonas.

 

La colonia estaba tranquila, hacía poco los niños habían entrado a clases, los vecinos se saludaban amablemente, era un día cálido y agradable para dar un paseo por los jardines, casi todos estaban ahí, no se podían evitar las preguntas sobre el nuevo matrimonio que había llegado hacia unos meses, se les veía poco, pero cada vez que salían era un acontecimiento, la fama seguía a Harry Potter en cada rincón del mundo mágico, pocos habrían pensado que el-niño-que-vivió, se casaría con el hijo de un famoso mortifago, pero parecían ser una pareja feliz, en las mañanas el rubio salía a caminar y comprar cosas para su casa, después era común normalmente verlos juntos en los jardines o abordando algún carruaje para ir a pasear, aunque hace algunos días apenas y los veían, pero pensaban que siendo una pareja joven disfrutaban de estar juntos acomodando su nuevo hogar… nada más alejado de la realidad.

 

Draco gemía placenteramente sobre la encimera de la cocina, mientras Harry lo penetraba y se movía en su interior, besándolo y lamiendo su cuello con adoración, el moreno sonreía, los cambios de humor habían cesado y los antojos por comida dulce habían sido reemplazados por otro tipo de “apetitos”.

 

-aaah máaas , más Harry aaah más fuerte- decía entre gemidos sonoros y él obedecía, agradeciendo que esa semana no había elfos domésticos porque les había obligado a tener vacaciones, no le hacía feliz pensar que alguno de ellos pudieran estar mirándolos cuando él atendía las últimamente desatadas hormonas de su esposo, siguió con las profundas embestidas, hasta que ambos se corrieron en un delicioso grito, se abrazaron, sonriendo, mientras sus cuerpos se relajaban, sus pulmones se llenaban de aire mientras se dedicaban besos suaves, Harry ayudó a Draco a bajar de la repisa de la cocina después de haber abandonado la calidez de su cuerpo, un hechizo limpiador fue suficiente, para después abrazarse, el moreno le miró y sonrió, a los cuatro meses la panza del rubio era algo más evidente, aunque en un principio había pensado en vivir en el mundo muggle, pensar en estos mirando a su esposo con una barriga abultada le había hecho recapacitar, no le agradaba tener a tantos de sus “seguidores” alrededor, pero lo soportaba por darle tranquilidad a su amado- ¿pasa algo?- preguntó el oji-plata aún sonrojado al notar su mirada

-nada, sólo pienso que te ves hermoso- dijo dándole un beso

-mmm ¿seguiré siendo hermoso aunque pese quince kilos más?- dijo con un puchero

-Claro que sí, para mí siempre serás hermoso- dijo sonriente, aunando que dudaba Draco subiera tanto de peso, le había pedido a Fleur la dirección de su especialista, así que tenía una dieta especial para su embarazo con la que no le costaría volver a bajar de peso al vanidoso hurón, además de que se hacía pociones para evitar manchas o estrías en su piel, algo que tenía a Harry fascinado porque su piel, normalmente suave, era prácticamente una seda cálida y perfecta

-eres un adulador- dijo divertido, dándole un beso, que se comenzó a intensificar más y más

-mmmnnh aah cielo, no me molestaría volverlo a hacer pero tenemos que ir con Ron y Hermione ¿recuerdas?- dijo deteniéndolo un poco

- oh, cierto, que la comadreja se casa- dijo Draco con cierto fastidio

-te lo compenso cuando regresemos- le dijo apretándole con ganas sus suaves nalgas, el rubio gimió y sonrió pícaro, dándole otro beso, antes de acomodarse la ropa e ir a adecentarse un poco, el moreno hizo lo mismo, mirándose al espejo, sus mejillas aún estaban rojas y el cabello estaba, si era posible, más desarreglado que nunca, se lo arreglo y tomó una tarjeta con la dirección de la nueva casa de sus amigos, rió, ellos si estaban en un barrio muggle y según Hermione, Ron tenía dificultad para entender porque los muggles hablaban con pedazos de plástico brillantes y jugaban con otras cajas similares que tenían montones de botones, aunque parecía particularmente fascinado con la lavadora y el televisor.

-listo- dijo Draco detrás de él, con un conjunto casual también muggle- ¿en verdad tenemos que ir a ese lugar?- dijo el chico haciendo cara de molestia

- hoy no iremos a la iglesia cielo- dijo el moreno dándole un beso en la mejilla- sé que la última vez te aburriste mucho, pero Hermione quiere casarse de ese modo para hacer felices a sus padres, la boda mágica será en la recepción

-uff! Como si no tuviera suficiente con un sermón - suspiro- entonces vamos- dijo como si no hubiera otro remedio, abrazando a su esposo, subieron a un auto muggle que Harry se había dado el gusto de comprar, subieron y Draco se puso el cinturón de seguridad, no le gustaba del todo ese vehículo no mágico, aunque ya le habían explicado cómo funcionaba, no terminaba de convencerlo ir en algo que procesaba un combustible capaz de hacerlos estallar en pedazos de un momento a otro, no le importaba lo mucho que Harry le asegurara que era un medio de transporte seguro.

 

Llegaron a una calle empedrada y entraron a un condominio, en el jardín delantero ya estaba Ron, que usaba unos jeans oscuros y un suéter azul que no hacía más que resaltar su cabello, los saludo con gusto, invitándolos a pasar a la casa, donde Hermione terminaba de preparar la comida, al entrar en el sillón blanco había una bola de pelos color canela, el gato de Hermione ronroneaba suavemente, Draco lo acarició un poco, él extrañaba tener un gato en casa, pero cuando habían intentado llevar a Beau a la nueva casa había sufrido mucho que lo alejaran de sus “papás” así que lo habían regresado a Malfoy Manor y lo llevaban días si y días no, buscando que se acostumbrara, en consecuencia el pequeño estaba cada vez más aclimatado a la pequeña casa del matrimonio, dejó al minino, saludando después a Hermione que los recibió con un abrazo, preguntándoles después cómo iba el embarazo, el rubio sonreía, porque después de Pansy era la que más le preguntaba y le daba consejos para superar los malestares, bueno, Granger hacia eso, a Pansy la mataba de risa verlo regresar su desayuno y las crónicas de sus cambios de humor.

 

-tomen asiento, disculpen el ruido, acaba de regresar de dejar un paquete importante- dijo Hermione al notar que volteaban a ver a Pig, la lechuza de Ron, que aunque había crecido un poco parecía seguir teniendo el mismo temperamento escandaloso de siempre

- no te preocupes- dijo Harry divertido

-a él sí que dejaría que Crooshanks se lo comiera- comentó con fastidio el alto pelirrojo aunque adoraba a su lechuza.

 

Platicaron un poco y después Hermione sirvió algo de comer, se ponían de acuerdo con ellos sobre la boda que sería en un par de meses, tanto Harry como Draco eran sus padrinos, ambos les habían ayudado en elecciones e incluso el moreno le había dado un “préstamo” a Ron que no pensaba cobrarle, los chicos parecían ilusionados con su boda y aunque ya vivían juntos se veían felices por hacerlo legal, Ron había tenido que hacer los trámites de la iglesia y en ese momento se ría de que el caminar sobre el agua, transmutar agua en vino y curar heridas fueran considerados milagros, Hermione giraba los ojos, sus padres habían insistido con que se casaran por la iglesia aunque la chica no estaba del todo feliz, pero no podía negar que le hacía ilusión entrar con un vestido blanco a la hermosa capilla que habían elegido, Draco platicaba recargado en el hombro de Harry, con una de sus manos descansando en la pierna del moreno, después de comer concordaron algunas fechas, el siguiente mes empezaban a estudiar sus especialidades, a excepción del rubio que quería esperar un año,  quería cuidarse en su embarazo, disfrutarlo sin las presiones de tareas, estudios, además de que algunas pociones (ya que el quería ser pocionista) eran tóxicas en su estado, ya entrada la noche se retiraron a su casa, en el camino la mano de Draco había vuelto a su posición, pero poco después se movía de arriba abajo en la hombría de su esposo, mientras le besaba y lamia el lóbulo del oído, con toda la intención de provocarlo y lo estaba logrando, ya que Harry tenía que hacer un esfuerzo sobre humano para estacionarse correctamente frente a la casa, una vez hecho esto apagó el motor y volteó para reclamar sus labios de manera posesiva.

 

-eres demasiado travieso- le dijo con la voz entrecortada cuando se separaron

-bueno, es tu culpa, por ser tan guapo- alcanzó a mencionar Draco antes de darle otro beso, bajaron del auto y en cuanto pasaron la puerta Harry la cerró con llave y apretó contra la misma a Draco, dándole de nuevo un beso demandante y más que apasionado, quitándole la camisa con manos desesperadas y deseosas

-nnnh ahhh Harry- gimió el rubio, le encantaba provocarlo de ese modo, le gustaba que le hiciera el amor suavemente, pero también a veces no podía resistirse a la necesidad de sexo salvaje y apasionado, que era lo que más le pedía su cuerpo en ese mes de embarazo

-aahhh desvísteme- casi le ordeno, una manera imperante que tenía de hablar en momentos como ese que ponían a Draco muy caliente, se desnudaron en segundos, ayudándose incluso de su magia para dicha tarea, sus cuerpos se friccionaban con necesidad mientras su manos recorrían el cuerpo del otro, el oji-plata jadeaba mientras sentía los firmes músculos de su esposo, la ancha espalda que se tensaba mientras le besaba y succionaba en la manzana de adán, Harry apretaba sus nalgas, colando uno de sus dedos para hacer círculos en el ano de su amante, mordiéndole el oído y el cuello, donde le encantaba dejar marcas de besos, había incluso unas de su encuentro anterior que reforzó con otra mordida, antes se contenía pero últimamente Draco era insaciable y ese tipo de muestras de cariña lo ponían en el humor correcto, pronto los besos y restregones no eran suficientes, necesitaban más- ven acá- casi gruño el ojiverde, llevándolo al estudio, donde quitó las cosas de la mesa con un movimiento de su mano… no era la primera vez que Draco veía a su esposo hacer magia sin varita, algo que le asombraba, pero nunca había preguntado y entonces pensó en otra cosa por la que nunca preguntaba, teniéndola presente justo frente a él cuando Harry lo recostó en la pulida superficie de madera, gimió al sentir el hechizo lubricante llenar su conducto con una sensación líquida y cálida, miró la causa de su intriga, pero también excitación, eran esas vetas carmesíes en los ojos de Harry, pequeñas líneas color sangre que marcaban los esmeraldas cuando lo tomaba de manera desesperada y animal-abre las piernas

-nnnh ssiii- dijo tomando sus muslos, ofreciéndose por completo a Harry que apenas y lo preparó unos segundos antes de entrar en él, moviéndose desde el momento en que había entrado la mitad, aprovechando ese vaivén para entrar por completo, no se recargaba en él para no lastimar al bebé, pero entraba y salía de él a una velocidad que le hacía gritar de placer, se abrazaban, recorriendo las pieles ajenas, con manos y besos húmedos, perlados por completo en sudor mientras se entregaban a una sesión de sexo por demás magnífica, Draco sentía a Harry contenerse un poco cuando le llenaba el cuello de besos y aceleraba aún más, incorporándose y cambiando el ángulo de las embestidas, lo jalo hacia él, haciendo que subiera una de sus blancas piernas al hombro del más alto, lo penetraba de lado, mientras el rubio no dejaba de gemir y de mover su propia cadera, buscando más profundidad, arqueándose cada vez que su próstata era golpeada, no tardaron en correrse, en un clamor de éxtasis del que tardaron en recuperarse, Harry sonriendo mientras Draco se perdía en sus orbes completamente verdes de nuevo

-ahhh eso fue maravilloso- dijo dándole un beso suave

-nnh si, sin duda… ahhh Harry- sintió la necesidad de preguntar, pero de nuevo se quedó callado, sonriéndole- Te Amo

- y yo a ti, Draco- dijo con adoración, mirándose en sus hermosos ojos plateados.

 

********~~~~~~~~~~~~~~~~**********

 

Los días pasaban así, entre visitas, paseos y sesiones de sexo apasionado, aunque eso se había suspendido por tres días, Harry había salido a hacer sus trámites para entrar a la escuela y regresaba algo tarde, además de cansado así que Draco respetaba esto a pesar de sus ganas, que soportaba tocándose él mismo, aunque claro, no era lo mismo y cuando pensaba que por fin iba a poder saciar sus deseos una vez Harry había terminado sus trámites, tenían las pláticas como padrinos en la iglesia muggle, platicas que eran de lo más aburrido, pero el moreno le había hecho considerar que sus amigos se habían dado a la tarea de buscar una capilla donde aceptaran que sus padrinos fueran dos hombres, algo que le había convencido, la plática de ese día era en la noche y el día siguiente temprano en la mañana, por lo que se quedarían a dormir con los próximos esposos, así que no habría acción esa noche porque sabía que a Harry no le agradaría hacerlo en la habitación de huéspedes que estaba al lado de la recamara principal de Ron y Hermione… aunque eso no le impedía coquetearle o provocarle, más porque las clases de su amor empezaban unos cuantos días después.

 

-Draco- le susurro a modo de reclamo al oído- compórtate amor- le dijo después de haber sentido la mano de su esposo deslizarse bajo la camisa a acariciarle la espalda el segundo día de las pláticas, la noche anterior había hecho algo similar, le había susurrado al oído todo el tiempo, además de acariciarle la nuca y haberle acariciado la entrepierna usando como excusa que tenía que pasarle una canasta con unos impresos necesarios para la plática

-sssi?- dijo de manera muy sugerente su rubia perdición, que se recargaba en su pecho mientras su mano seguía acariciándole la espalda

-Merlín- volvió a susurrar, separándose un poco, estaban de pie, le puso frente a él, abrazándolo por detrás mientras le sujetaba las manos al frente para que se estuviera quieto… un movimiento muy equivocado, ya que después de apenas unos segundos Draco restregaba su traserito contra la naciente erección del ojiverde, que agradeció que estuvieran pegados a la pared y nadie los mirara ya que todos los demás padrinos de bodas próximas estaban concentrados en el sacerdote que daba un sermón sobre el consejo que representarían ellos para la pareja que les tocaba apadrinar y demás tonterías que Harry ya no alcanzaba a comprender por pensar en la cálida sensación que inundaba sus sentidos, el aroma del peli-platino lo inundaba, sintiendo cómo su naciente erección se acomodaba justo entre las nalgas de su amado, casi escuchaba a todo su cuerpo gritar, exigiendo tomar con salvajismo ese cuerpo que se ofrecía de ese modo, debía hacerlo debía “darle una lección”, fue como un susurro en su cabeza lo último que escuchó, apenas y pudo despedirse cuando el grupo empezó a esparcirse, no podía más, tomando de la mano a Draco lo jaló, buscando un lugar dónde poder saciar sus necesidades con su esposo, que sonreía triunfante después de la sorpresa ya que Harry lo tomaba de la muñeca con un poco más rudeza de la normal hacia un confesionario grande, una vez dentro el moreno puso un hechizo para cerrarlo, otro para insonorizar y un último para ahuyentar a quien se atreviera a acercarse, una vez hecho esto besó con fuerza a Draco, que al final tuvo que estirar su cuello por algo de aire, sintiendo el cuerpo ferviente de atención pegarse al suyo, los besos en su cuello, nada delicados, al igual que las manos que le habían abierto los pantalones y se habían colado para acariciar sus glúteos le tomaron por sorpresa, pero se dejó hacer, cerrando los ojos y aferrándose a los hombros de Harry, gimiendo en su oído en un modo de provocarlo un poco más, pronto percibió dos dedos intentando forzar la entrada en su ano, el moreno gruñó algo y sintió el hechizo lubricante de nuevo, seguido de los intrusos que se hundieron hasta los nudillos

-aaaaaah! Aah, Harry aaah- con la otra mano el aludido le abrió la camisa, poniéndose a chupar y morder sus pezones- aaah aaaahaaa ssiii aaa mas mmmmaaaas aaah- movió sus manos para abrir el pantalón de su esposo, metiendo una de sus manos para acariciar la carne ardiente y dura que se apresaba contra la tela, masturbándole con deseo, imaginando que los dos dedos que se abrían y cerraban dentro de él eran ese falo impresionante, lo quería y como si leyera su mente escuchó a Harry decir un

-¿la quieres? Asegúrate de chuparla bien- antes de soltarlo, a pesar del poco tacto para pedirle Draco se arrodilló frente a él, en la oscuridad del lugar, para lamer el miembro de su esposo, metiéndoselo a la boca, gimiendo cuando sintió al otro empujarle la nuca, haciendo que le tocara el fondo de la garganta, levantó su mirada y aunque no pudo ver nada supo que Harry estaba sumamente excitado cuando le obligó a acelerar la velocidad de sus mamadas, algo que le hacía sentir excitado, aunque un poco extrañado, tomó una bocanada de aire cuando le hizo soltarle, jalándolo un poco para tenerlo de pie frente a él, besándole sin compasión, pero si con mucho deseo, cuando el beso terminó y lo tuvo a sí de cerca Draco notó algo que le hizo sudar frio por un segundo, los ojos de su amado no tenían esas vetas rojas, ya no eran sólo unas vetas, un halo rojo rodeaba la pupila negra de su esposo y solo la mitas de su iris era verde, en su estupefacción no pudo decir nada ni oponer resistencia cuando el otro lo volteó hacia la pared- levanta bien- dijo sujetándole la cabera obligándole a elevar su cadera, el rubio volteó intentando decir algo pero

-AAAAAAAAAAAAAAAAH- entonces grito, un grito de dolor que salió desde el fondo de su garganta cuando lo penetró de un único y sólido golpe, jalándole el cabello le hizo mirar hacia la oscuridad frente a él, su próstata fue golpeada con semejante violencia que se corrió en ese mismo instante, intentando aferrarse con las delicadas uñas de la madera que recubría la pared y haciéndose daño en el proceso, apenas recobraba consciencia cuando sintió las manos que le aferraban la cadera con fuerza, temblar

-no… no… Draco- el nombrado sintió el pene de Harry salir de su interior, hasta entonces sintió que la semilla de su esposo lo había inundado, su vista se nublaba mientras Harry lo volteaba y le abrazaba, hincándose en el suelo mientras lo sujetaba, sus piernas no le respondían, intentó mirar al pelinegro, pero este le sujeto la nuca mientras otra mano le rodeaba la cintura, no le dejaba moverse y supo porque, los temblores de Harry le indicaban que estaba llorando

-es… estoy bien- dijo con su voz lastimada por el grito anterior y el dolor punzante que aún sentía, el moreno negó con la cabeza

-perdón, perdóname mi amor… per dí… perdí el control, perdóname- dijo aún sin dejar que lo mirara al rostro, Draco no entendía que pasaba, no sabía exactamente que había sucedido, pero no quería preguntar, sentía que su esposo se culpaba, temblaba aterrado pero… ¿era por el daño que le había hecho? ¿o por lo que habría podido hacerle si no hubiera recuperado el control? Esto lo hizo estremecerse.

 

Pero no hubo oportunidad de preguntar, su esposo lo limpió, le lanzó un hechizo calmante, le acomodó la ropa con un hechizo y acomodo la propia, llevándolo en brazos le encargó a Harry y Hermione que los esperaban que lo llevaran a casa, se dio la media vuelta y desapareció sin contestar a preguntas, al llegar a su casa, Draco no tardó en quedarse dormido, con mil preguntas en la cabeza y una terrible sensación de tristeza e ignorancia.

 

 

Notas finales:

muajajjaajjaja inesperado? puesi muajajajaja los dejo en emocion


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