Un brazo impidio que cayera al suelo y en su oído fueron dichas estas palabras desde atrás—Joven, veo que no se siente bien, será mejor que se recueste--.
Dicho esto Sebastian lo introdujo en la habitación mas cercana.
Dentro el rubio se solto de su agarre y sin poder mirarlo a causa de las nauseas le preguntó--¿Qué me has dado?—
--Es solo algo para que descanse mejor—dijo sonriente Sebastian aflojandose la corbata.
Despacio empujo al joven Wheeler hacia la cama que detrás de el estaba y con la misma parsimonia se fue recostando sobre el. --No sabía que era un niño tan malo, joven o sino lo hubiera vigilado mejor—exclamó su empleado para después presionar con sus labios un no querido beso.
Joey sintio ahí mismo su innata rebeldía renacer y con sus dientes desgarró los labios que le dieron el forzado ósculo. La sangre manchó ambas caras y para cuando el pelinegro reaccionó el labio inferior ya había proliferado bastante plasma y furioso profirio una sonada cachetada al hijo de su amo.
En ese momento cierto CEO de azul mirada recorría el pasillo de afuera y se detuvo al oir el golpe.
--¡Maldito bastardo!Te aprovechaste de la situación, pero no soy una presa tan docil como creías.¿cierto?Puede que me gusten los hombres pero tengo buen gusto—dijo despectivo el rubio.
Seto internamente se sintió halagado y a la vez preocupado al oír esto.
Tan furioso estaba Sebastian que no midio de nuevo las consecuencias de sus actos y propinó un so9nado golpe al hijo de su jefe que dio con su cabeza en la pared desmayandose al instante.
Entonces entro Seto y vio lo que estaba pasando y antes de quer el otro siq1uiera volteara a verlo ya que le daba la espalda, le golpeo en la nuca haciéndole perder el conocimiento.
Corrio el inerte cuerpo de encima del ojos mieles y tomo su cara para ver en la situación en que se encontraba. De la comisura de su boca bajaba un hilillo de sangre y una de las lentillas de sus anteojos estaba fracturada.Verlo en ese estado tan vulnerable conmovió sus mas bajos instintos.
Con la lengua lamio de abajo para arriba el hilo de liquido rojo para al final apropiarse de sus ya hinchados labios. Joey desperto entonces y sintiéndose atacado se movio con algo de violencia peese al dopaje al que había sido sometido. Pero de pronto su nariz percibio ese aroma que ya conocía mezcla de mar y canela que conocía.
--Tranquilo perro que ya estas a salvo—dijo una voz a milímetros de su cuello adonde el rostro del otro se había corrido.
--Pues no me lo parece—argumento el otro.
--¡Te deseo!—susurro el otro al oido antes de morder cual leon a su presa en la nuez de Adán.
--Pero…--trató de argüir el rubio conmovido y asustado a la vez.
--Tu fiel empleado esta bien dormido y la puerta cerrada. Es un buen momento. Ademas…--dijo el castaño antes de separarse de el para mirarlo a los ojos--…me lo debes--.
Joey no supo si fue por las pastillas que el taimado Sebastian le diera o por su propia voluntad termino cediendo a los instintos del CEO.
Sus brazos lo rodearon y sus labios respondieron a sus apasionados besos.
Cuando terminaron se vistieron sin hablarse y cuando Seto vio que Joseph observaba sus lentes rotos le tomo de la mano el objeto, lo observo detenidamente y luego le miro a los ojos.—Luces sexy con ellos—dijo y Joseph abrio muy grandes los ojos, sorprendido.—Pero francamente me gustas mas sin ellos—añadió el CEO.
Joseph no sabía que decir y antes de que se le ocurriera que exclamar el castaño propino una patada al tirado Sebastian.
--¡Levantate dormilón!¿No creeras que van a pagarte por dormir, cierto?—le dijo.—Ah y no creas que vas a chantajearnos porque los niños malos a veces hacen malas cosas a los soplones aprovechados como tu—añadió el ojos azules parta después agarrar la mano del rubio y llevarselo de la habitación.