Capitulo 11
Tan perdido estaba en sus recuerdos, que no se había percato que era la primera noche que pasaría en su pequeña embarcación en mar abierto.
Tenia que tocar tierra lo mas pronto posible, para esas horas Atenea ya debería estarlo buscando por cielo, mar y tierra, se seguro los generales marinos ya estarían buscándolo en el mar, Chrisna, Eo y bian debían estar preocupados.
Le chocaba preocupar a la gente que era importante para él, quizás había sido muy impulsivo al abandonar el santuario, ¡pero es que dolía tanto! Que no creyó soportar las burlas de los cuatro jinetes del apocalipsis como le llamaba el a la partida de brujas recelosas que eran el de Piscis, Acuario, Virgo y contra todos los pronósticos Tauro, el siempre simpático y bonachón Aldebarán era una persona muy pero muy distinta cuando creía amenazadas las cosas que amaba, en este caso Mu.
Ya un poco mas calmado Pairos analizaba las cosas muy fríamente, el de cáncer no estaba alardeando de haberlo desvirgado, como en un principio se lo había intentado hacer creer Shaka,
¡Estaba tan enojado!, que no reparo en el pequeño resplandor de cosmos que salía por detrás del de Virgo y el perfume a rosas para hacer parecer verdadera la ilusión, ¡¡maldita sea!!, ¡me engañaron como un niño!,
Si ya llevaba dos años conociéndolos como se las gastaban con el, Camus y Aldebarán habían cooperado con el plan distrayendo a los caballeros que por lo general siempre acompañaban al castaño,
Una hora era todo lo que necesitaban para deshacerse de la pequeña cosa detestable, por que si….. lo odiaban a morir sin fundamento, el nunca les hizo nada, tampoco les quito nada, y aun así le detestaban con el alma.
Mientras la liebre pensaba y repasaba mentalmente todo lo acontecido un muy feliz Radamantys había encontrado la oportunidad por la cual había esperado dos largos años, ahora la carrera era contra reloj, quien encontrara primero a la liebre se quedaría con ella, y ese pensaba se él.
En el santuario la conmoción no tardó en dejarse sentir, Pairos no aparecía por ningún lado, y los mas felices por todo aquello eran las cuatro brujas, Kanon ya había mandado avisar al santuario marino y a su ex novio, a pesar de tener varios mese de haber roto su relación, habían quedado como buenos amigos, y al castaño lo querían como un hermano menor.
Saga sabia perfectamente lo que había pasado con la liebre, el había colaborado con la ilusión de Shaka y en esos momentos se preguntaba si había hecho lo correcto, su hermano estaba sumamente angustiado. Casi al borde de la histeria, Mu no dejaba de pasearse de un lado a otro de la sala, Kiki lloraba de la angustia en silencio, el maestro de libra estaba mas pensativo que de costumbre y Milo lo miraba como si quisiera matarlo.
Mas extraño aun, cuando Camus fue abrazar al escorpión este lo rechazo abiertamente--¡No me toques!—pe…pe…pero Milo--¡te he dicho que no me toques!, se perfectamente que tu has tenido que ver algo en todo esto, no tengo pruebas, ¡pero oye bien esto Camus, le pasa algo a Pairos yo nunca, nunca te lo perdonaré!!, esto hiso replantearse a las cuatro brujas y el novio de una de estas ¿si habría sido buena idea haber ejecutable ese plan para deshacer de la pequeña cosa detestable?
Empezaba a partírsele el corazón al de tauro, ver reflejada la angustia y desazón en los ojos de Mu y el no quería eso, Afrodita salió discretamente del templo de Géminis rumbo al suyo—Diablos—pensaba—si DM se entera que todo fue idea mía lo perderé para siempre, Camus y Shaka ya están metidos en problemas, si Milo y Kanon comprueban sus sospechas, Aldebarán, Saga y yo estaremos metidos en un gran lio, no quiero pensar que nos hará el patriarca.
--Death, alguna noticia?—no, ninguna—Pairos ya había alcanzado tierra, no sabia donde estaba pues había navegado veinticuatro horas completas a la deriva, no tenia idea de donde se encontraba.
Pero por lo menos ya estaba fuera del agua, escondió muy bien su embarcación y tomo rumbo al oeste siguiendo la playa, con suerte encontraría un pueblo o asentamiento de pescadores par preguntar donde estaba, camino cerca de dos horas y cuando estaba a punto de desesperarse vio a lo lejos pequeñas construcciones,
Suspiro aliviado, quince minutos mas tarde estaba en la entrada del pueblo, las ropas de los aldeanos eran túnicas largas de colores muy claros y turbantes en sus cabezas a modo de sombrero.
Entro a una tienda de pieles y pregunto donde estaba,--disculpe señor me separe de mi grupo de excursión y no se donde me encuentro, ¿podría ayudarme? --¡turista!—pensó el dueño de la tienda—estas en Cismad, y la ciudad mas cercana esta a cinco horas de camino pequeño, no debiste separarte de tu grupo, si algún bandolero se entera que estas solo no dudara en secuestrarte y te venderá como esclavo, la frontera con Egipto no esta lejos, y un poco mas allá Arabia, que es donde van a parar la mayoría de turistas que secuestran. --Algo preocupado el castaño pregunta en voz baja si hay algún transporte que valla a la ciudad, --lo siento jovencito --explico en el mismo tono el dueño --hay un transporte pero sale al amanecer tendrás que pasar la noche aquí, hay una pequeña posada en frente de la plaza de allí sale el camión a la ciudad, --gracias—dice el castaño --Al ir cruzando las calles se da cuenta que llama mucho la atención de los lugareños, --buenos días—saluda el moreno al entrar a la posada --buenos días joven ¿en que le puedo ayudar? --necesito alojamiento por un día --lo único que tengo es una cama disponible en una habitación doble si al inquilino no le molesta puede usted ocupar la cama libre --el castaño acepto la propuesta del gerente y afortunadamente el huésped ocupante acepto, al tocar la puerta de la habitación ¿cuan grande fue su sorpresa?,