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MI CHICO VA A SER MAMÁ por LaYoska

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Notas del capitulo:

Bueno, este capitulo segun lo iba  asubir desde el viernes pasado, porque desde entonces lo tenia listo, pero se me olvido jajaja

 

ya casi llega el final, espero les guste, como siempre habrá un final feliz *w*

 

ojala les guste, disfrute escribir este capitulo.

Capítulo 7:

Las nevadas habían comenzado, los niños corrían con una sonrisa, el espíritu de la temporada llenaba la Colonía, todas las casa mostraban una hermosa decoración navideña… menos una, con las cortinas cerradas, los jardines llenos de nieve, fría y solitaria, dentro de esta, un joven bebía un café, por rutina, por que tenía que comer algo, mordisqueo un bollo, que dejó a la mitad y después de dejar los trastes en una crecida montaña de platos se puso un abrigo, todos los espejos estaban cubiertos, otros rotos, pero no quería verse, no le importaba su apariencia, aunque de vez en cuando debía usar un hechizo para afeitarse, prefería no mirarse a los ojos, aunque sabía que ya no le devolverían un brillo rojizo, no quería ni verse, con pesadez caminó a la chimenea y usó la red para aparecer en San Mungo, vio las austeras decoraciones navideñas e hizo un gesto de desagrado, el solía esperar las navidades con ansias desde la primera que había pasado en Hogwarts… pero ahora… miró la habitación especial, pasando por un par de filtros, les mandó una mirada no muy amistosa a los aurores que cuidaban la habitación de su esposo, porque no estaban ahí para protegerlo… si no para protegerse ellos, entró a la recamara y su vista pasó con pesadumbre del jarrón con flores blancas a la mujer sentada al lado de la cama.

 

-Harry- la mujer, había perdido en unas semanas el bronceado que el viaje al caribe le había dado, pero la angustia le había dejado un semblante aún más pálido que el que tenía normalmente, se levantó y lo abrazó

-gracias por cuidarlo Narcissa- dijo recibiendo el abrazo y respondiéndolo, porque era una manera de darse apoyo en su pena, el chico se separó lentamente, escuchó un golpe en la puerta y vio a su suegro, que igual que ellos dos tenía una expresión gris, aunque el hombre se notaba que tenía unas ojeras más pronunciadas, se miraron y sin palabras se dieron un abrazo, también de apoyo

-vendremos mañana- dijo Lucius, tomando a su esposa de la cintura y caminando a su lado, Harry solo asintió, esbozando una débil sonrisa, las cosas con su suegro estaban mejor, ya que cuando les tuvo que explicar sobre la parte de Voldemort que aún vivía y cómo esta había llegado al cuerpo de Draco, además de haber sido el causante de su accidente, su suegro no sólo lo había hechizado un par de veces, una vez que los aurores le habían quitado la varita, Lucius Malfoy olvido sus modales sangre pura y le había propinado un puñetazo en la mandíbula que Harry no evito, ya que lo creía perfectamente merecido.

 

El oji-verde se sentó al lado de la cama, donde había estado Narcissa, notando que había olvidado una bolsa, vio entonces la cobija que estaba tejiendo la mujer y sonrió, ya había perdido la cuenta de los suetercitos y vestidos que la mujer le había hecho a su niña y su mirada se dirigió a la cama, donde Draco dormía profundamente, siendo auxiliado en su respiración por varios instrumentos, una línea mágica intravenosa lo mantenía con los nutrientes necesarios para él y la bebé… su bebé, acarició el vientre del rubio, sonriendo al sentir una patadita, era lo único que podía hacerlo sonreír y no pudo evitar recordar a su suegra y la preocupación que había tenido porque Draco perdiera a la bebé… y entonces también supo la razón de que su amado fuera hijo único, no era por decisión, Narcissa había tenido cuatro abortos y una niña de veinte días de nacida había muerto en sus brazos, su vientre no era fuerte y eso le había llevado a ella y a Lucius a soportar terribles dolores, por eso tal vez Draco había sido un niño tan sobreprotegido, pensar en eso le hacía pensar en la suerte que tenía él de que su pequeña estuviera bien… un largo suspiro escapo de sus labios, miró el calendario a un lado

 

Dos meses y medio… su esposo tenía dos meses y medio en ese estado, miró el rostro durmiente, pensando en cuanto deseaba verlo abrir los ojos, pero entonces recordó que no importaba si abría sus ojos, unos orbes rojos serían los que le regresarían la mirada

 

*Flashback*

 

Al día siguiente que había llevado a Draco a emergencias estaba con Ron, Hermione, sus suegros y la comisión especial de medimagos, estaba a punto de contarles sobre el ritual cuando Draco despertó, verlo moverse había sido una gran alegría, pero en cuanto abrió sus orbes plata estas de tiñeron de rojo, como sangre derramada en plata líquida, pero a diferencia de cuando pasaba en Harry, no eran unas cuantas betas, la sangre había casi extinguido el color natural de los ojos del joven Slytherin, con un giro se había bajado de la cama, tomando en el movimiento la varita del auror a su lado y les había apuntado, con una sonrisa que había hecho a Lucius Malfoy palidecer y llevarse la mano a la marca casi extinta que se alojaba en su antebrazo, no, ese no podía ser su hijo.

 

-¿me extrañaste Lucius?- la voz de Draco, pero siseante, venenosa y temible había hecho a todos retroceder, apuntaba con la varita a los presentes

-¡Déjalo!- dijo con furia Harry, apuntándole, pero sabiéndose incapaz de hechizar a su esposo, más aun sabiendo que podía lastimar a su hija

-ooh, Harry, no te preocupes, sólo un poco más- dijo con una voz melosa- un poco más y- llevo su mano desde el cuello de Draco, de una manera casi lujuriosa, hasta su vientre, donde clavo la punta de sus dedos- un poco más y renaceré… en el cuerpo de tu hija- y eso había causado que Narcissa casi se desmayara, mientras el rostro de Harry tomaba un color gris enfermizo- una lástima que no sea un varón- dijo con una mueca- ahora apártense- ordenó- déjenme salir de aquí o- se apuntó la varita al vientre- no me importaría quedarme con el cuerpo del joven Malfoy en cambio si esta bastarda muere- Hermione ahogó un grito

-¡no te atreverías!- dijo Harry con su mano temblando, buscaba algún ángulo de ataque en el que no dañara a Draco, pero era imposible

-¿quieres probarme?- dijo con un gesto enloquecido- muchacho estúpido, Cru- pero entonces la voz de Draco regresó- ¡No! ¡No!- mientras una mano apuntaba, la otra le impedía apuntarle a Harry y el moreno vio esos hermosos ojos plata llenos de lágrimas, de dolor…- Harry

-Draco, mi amor, todo va a estar bien- dijo tratando de acercarse a él, pero su esposo retrocedió, con una mirada llena de desolación, una sonrisa triste se apoderó de su hermoso rostro

-no, no lo estará- el rojo comenzó a apoderarse de sus ojos- por favor… cuida… cuida a nuestra bebé… dile… dile que la amé más que a mi vida- dijo con una sonrisa llena de dolor- Te Amo…- y entonces se apuntó al pecho y Harry pudo ver el brillo de un hechizo suicida en la punta de la varita

-¡NOOO!-

 

Pero el hechizo nunca salió por completo, Lucius Malfoy le había mandado a su hijo un Desmaius, mientras una lágrima bajaba por su mejilla y su otra mano sujetaba a su esposa, Draco nunca tocó el suelo gracias a un auror que lo sujeto, con rapidez lo subieron de nuevo a la camilla, los doctores checaron sus signos vitales y los del producto, mientras un silencio sepulcral llenaba el lugar, una vez les informaron que ambos estaban estables Lucius exigió una explicación al igual que los aurores y médicos, entonces Harry miró a Hermione y Ron a su lado, los chicos le dieron su apoyo con un asentimiento, dando inicio al relato del ritual, una vez terminó, fue reprochado por su irresponsabilidad por los doctores, por hacer algo ilícito por los aurores, a más de maldecido y golpeado sin oponer resistencia por su suegro

***Fin Flashback**

 

Harry miró de nuevo a su amado, al que le habían inducido un coma para evitar que Voldemort intentara de nuevo controlarlo, los recuerdos volvieron de nuevo, al saber la situación el pronóstico no era bueno, si la niña nacía, Voldemort tomaría su cuerpo, caso en el que la pequeña recién nacida debería ser recluida del mundo, encerrada e incluso uno había dicho “asesinada”… si no renacía en la niña, tomaría a Draco, que tendría casi el mismo destino, no, él no podría soportar perder lo que más amaba de ese modo, no podía hacerlo, tendría que matarse él mismo después de eso, los medimagos le habían dicho que debía elegir entre su esposo y su bebé, recordaba aún que eso hizo que Lucius volviera a dirigirle la palabra, al apoyarlo en maldecir al que había dicho semejantes propuestas y Hermione se había quebrado en una sarta de reclamos a los “imbéciles, estúpidos e insensibles” aurores, sin ser reprimida ni un poco por su esposo que también les decía sus bien merecidos insultos a los susodichos.

 

Pero una esperanza había aparecido apenas una semana después

 

**Flashback**

 

Harry estaba sentado al lado de la cama, acariciando el vientre de Draco y leyéndole un cuento a su bebé, cuando Hermione entró, seguida de Ron, llevaban tres pesados libros

 

-lo encontré Harry!- dijo la chica, que se notaba no había dormido, su vientre ya estaba abultado y apenas había dejado atrás las náuseas, pero aun así su amiga se había desvelado para ayudarlo, no pudo evitar abrazarla lleno de agradecimiento

-es increíble Harry, esto puede servirnos… aunque es muy difícil- dijo Ron mordiéndose el labio inferior- pero es una esperanza- dijo mirándolo con un brillo en los ojos celestes

-¿qué encontraron?- dijo ansioso

-deberías hablarle a esos imbéciles- dijo la chica refiriéndose a los aurores- aunque me pese, necesitaremos ayuda.

 

Una hora después, aurores, médicos y suegros estaban ahí, escuchando a la castaña

 

-es un hechizo muy muy antiguo, en la época medieval, era normal que almas atormentadas durante las guerras se apoderaran de los cuerpos de mujeres embarazadas- dijo mostrando unos grabados en los libros- ya que su estado las hace mucho más vulnerables que a cualquier otro… V… Voldemort debió saberlo… por eso eligió a Draco sobre Harry- comentó, ignorando las miradas nerviosas, el nombre aún era temido por muchos- ya fuera la mujer después de parir o el bebé, terminaban siendo poseídas completamente al momento del alumbramiento, siendo asesinada aquella parte que tenía al espíritu parasito- dijo, mirando significativamente a Harry- pero encontraron una solución- abrió otro libro, de pociones y uno de hechizos, donde se veía un círculo mágico- se la daba a la madre una poción

-Con esta y un hechizo- siguió Ron porque su esposa parecía cansada por la explicación anterior- se creaba un “segundo producto”… una criatura, un ser extra en el vientre, en el que se encerraba al alma atormentada- dijo el pelirrojo, esperando a que pasaran los murmuros- este ser esta en una placenta aparte, no tiene contacto con el bebé, y tampoco conciencia, es como si se le encerrara, apartado del mundo, hasta el momento del parto, el bebé nace y después el segundo producto, puede ser eliminado

-no es humano, ni siquiera puede vivir, porque sería como un feto mal formado, de ese modo, ambos, madre e hijo son liberados… y ambos pueden sobrevivir- terminó la chica

 

Y por primera vez en mucho tiempo una sonrisa se formó en el rostro de los presentes, una que daba esperanza, que pareció calmar y liberar el peso que todos llevaban en sus almas esos días

 

-¿Cuándo podemos empezar?- dijo Harry con premura en sus palabras

-inmediatamente, el hechizo es laborioso… pero no representa complicación alguna… el problema es la poción- dijo Hermione- es muy difícil, tiene tiempos demasiado exactos

-Si el profesor Snape estuviera aquí no representaría dificultad- dijo Harry con amargura, recordando al hombre, porque ya hacia mucho había reconocido el talento que tenía

-yo la haré- dijo Narcissa con calma, todos la miraron sorprendidos- una mujer de sociedad no tiene muchas ocupaciones- levantó los hombres- estudie una especialización en pociones para matar el tiempo- dijo, quería sentirse útil en esos momentos, quería ayudar a su hijo y su nieta

-Excelente- dijo Hermione- aunque los ingredientes… muchos son… difíciles de encontrar- comentó, por no decir que eran ilegales

-tengo mis contactos- dijo Lucius Malfoy, recibiendo el libro donde se enlistaban los ingredientes, y entonces pasó algo que nadie en la sala hubiera esperado, el patriarca Malfoy reconoció el trabajo de Hermione- Gracias, es usted realmente brillante, veo que mi hijo no se equivocó en envidiarla tantos años de escuela- después de esto tomó la mano de su esposa y se retiró, el color tomate no dejó a la castaña por un largo rato

 

Después de eso habían pasado casi un mes haciendo la poción y preparando el círculo de hechizos, pero para que Draco pudiera tomar la poción debían despertarlo.

 

Estaban en una sala del hospital, asegurada con varios hechizos, en el centro estaba el círculo mágico y la poción se encontraba reposando en una esquina, ya que debía sedimentarse antes de podérsela dar al rubio, que Harry llevaba en brazos, con cuidado lo puso en el centro del circulo dibujado con luz mágica, después de comprobar varias medidas de seguridad, pudieron quitarle el hechizo de sueño a Draco, que abrió sus ojos, Harry vio con tristeza miedo en esa mirada, tristeza, desolación y sintió que su corazón se oprimía, Lucius había tenido razón y en la soledad de la mente del rubio, Voldemort sin duda había llenado su espíritu de miedo.

 

-tranquilo mi amor, tranquilo, todo va a estar bien- decía, sujetándolo mientras él se movía entre el llanto y la lucha de mantener el control por sobre el espíritu vengativo que hacia sus ojos flashear en rojo

-no, no, no- decía entre sollozos

-si, si mi amor- dijo llenando su rostro de besos

-Harry- dijo en un tono tan necesitado de ayuda, de amor, que no pudo contenerse a besarlo, algo que pareció calmarlo un poco- mi amor, escúchame por favor, necesito que sigas controlándolo un poco más

-no, no puedo…

-si, si puedes, por nuestra niña- dijo y sintió que dejaba de removerse en sus brazos, ese había sido el incentivo correcto- debes estar consciente durante la poción y el hechizo amor, yo estoy aquí, yo te voy a cuidar

-como si hubieras servido de mucho antes- dijo la voz siseante, mirándolo con burla, pero después el cuerpo se tensó y Draco volvió a mirar a través de sus ojos- rápido

-si, mi amor- dijo y estiró su mano a Narcissa que acababa de servir la medida de poción para que surtiera efecto, el cuenco era grande, sería como comer un tazón grande de sopa espesa y que parecía tener tejidos derretidos en la misma, pero aun así las bebió, haciendo que Harry recordara la ocasión en que había obligado a Dumbledore beber en la cueva donde habían encontrado el horcrux falso, llegó un punto en el que su amor le pidió parar, llorando y víctima de horribles arqueadas, pero su abrazo y amor parecía motivarlo, por lo que no le importó besarlo una vez se tomó todo el asqueroso liquido

-Harry tienes que salir del círculo- dijo Hermione al ver que este empezaba a brillar

-no, no, no me dejes Harry- dijo Draco aferrándose a él

-no mi amor, no te dejaré, pero no puedo estar en el círculo mientras hacen el hechizo, por favor, yo estaré a tu lado mi amor, resiste, sé que puedes

-… ¿me amas?- preguntó

-más que mí mismo- dijo con total seguridad, sintiendo como aflojaba el agarre a su túnica

-¿todo va a estar bien? ¿Verdad?- dijo con una sonrisa angustiada

-si, todo estará bien- dijo, recostándolo con cuidado, saliendo del círculo sin perder contacto con su mirada, ni siquiera dejo de verlo mientras repetía el hechizo, aprendido de memoria, se perdió en esos ojos que oscilaban entre el plata y el rojo, Draco dio un grito, pero no era su voz, era la de ese ser que quería arrebatarle todo, una voz que maldecía y prometía venganza, teniendo que ser contenido porque al ver que eso no funcionaba había empezado a dañar el cuerpo que compartía con Draco, cada uno repetía el hechizo con fuerza, con esperanza, con necesidad, hasta que el embarazado dejó de resistirse y Harry supo que había funcionado cuando Draco regresó su vista a él y le sonrió antes de perder el conocimiento

 

**Fin Flashback**

 

Suspiró, a pesar de todo los aurores le habían impuesto al coma como una necesidad y ahora lo único que Harry podía esperar era al día del parto, a que Draco diera a luz a su hija, así como a la criatura maldita a la que había obtenido el permiso de eliminar.

 

Había exigido ser él, tenía que serlo, porque no confiaría en que nadie más lo hiciera, habían propuesto destruccios, incendios, una urna, un veneno, pero no, Harry sabía que tenía que ser una maldición, la maldición asesina, la que le daría paz a su vida… no tenía miedo de hacerla, lo único que le deseaba esta vez a ese desgraciado era la muerte, habría vaciado su cámara en gringotts porque le permitieran lanzarle unos crucios antes del Avada, pero apenas había conseguido el permiso de usar rápidamente la maldición asesina, había tenido que conmover corazones en el juzgado, haciendo que se pusieran en su lado, sonrió, su suegro podía hacer discursos muy persuasivos, no le asombraba que se hubiera librado tantas veces de Azkaban, además de que él mismo le había ayudado, poniendo en el jurado madres y padres de familia devotos a su familia, que habían vivido embarazos de alto riesgo, para que pudiera alegar a ese sufrimiento al momento de tener que convencerlos y lo había logrado, obteniendo un permiso solo concedido dos veces en la historia del mundo mágico.

 

-Todo va a estar bien mi amor- dijo a su esposo, acariciándole el rostro y después su vientre- estaremos festejando navidad en casa, en paz- prometió, besando sus labios entreabiertos, sabiendo que cuando Draco despertara debería darle seguridad y paz, mucha paz, porque sin duda Voldemort se había dado a la tarea de quebrar la voluntad de su amado… y aun así lo había enfrentado, algo que llenaba de admiración y amor al niño que vivió- todo va a estar bien

 

Y el esperado día llegó.

 

15 de Diciembre.

 

Harry estaba en casa, la cual había limpiado y arreglado con ayuda de Hermione y Ron, aunque este último no había dejado que su esposa hiciera mucho para no hacer daño a su embarazo, contaba además con un ayudante estrella, el pequeño Ted ponía dulces en las ramas del árbol, con ayuda de su abuela, había un ambiente extraño en la casa, felicidad, al día siguiente estaba programado el nacimiento de la bebé, miedo: al siguiente día también el último remanente de Voldemort sería eliminado ¿y si había reunido fuerzas suficientes para luchar? ¿Y si lograba escapar?, pero no, Harry estaba seguro, que esta vez, por fin, podría estar en paz.

 

Una cabeza apareció en la chimenea apenas se habían sentado a descansar, era Lucius Malfoy

 

- Harry, debes venir… Draco inició labor de parto

-¿qué?- Harry abrió mucho los ojos, totalmente sorprendido, pero no esperó más y fue hacia la chimenea, desapareciendo en un fuego verde.

 

Cuando llegó, el hombre y un medico le llevaron a prisa a una sala de espera, al lado de un quirófano mágico.

 

-¿por qué empezó la labor de parto?- dijo preocupado

-Draco despertó- dijo Lucius mirando a Harry- a pesar del hechizo despertó, dijo un “ya es hora”, en ese momento empezaron las contracciones, los medimagos tampoco lo entienden- dijo el patriarca Malfoy, que movía nerviosamente su bastón entre sus manos

 

Ninguno de los dos sabía que Draco había luchado en su mente no sólo por el control de su mente, sino por arrinconar esa esencia maldita, hacerla empequeñecerse y cuando sus fuerzas flaquearon, recibió la ayuda de la poción y el hechizo, pudiendo contener al espíritu en ese nuevo cuerpo, doblegándolo, juntando todas sus fuerzas para resistir por su hija, esperando al momento en el que estuviera más fuerte para dar a luz, teniendo como motor y esperanza volver a ver a Harry, para poder JUNTOS criar a su nueva familia.

 

-estamos listos- dijo el medimago, dejando pasar solo a Harry al quirofano, , donde ya estaba Draco, aún inconsciente, había cinco aurores presentes, que le ayudarían si no podía derrotar a la criatura, pero por un momento Harry olvido eso, preguntando por su bebe, su esposo, pero el médico simplemente dio inicio a la cesárea mágica, con un utensilio plateado creo una abertura en el vientre, que no dejaría cicatriz, Harry miraba anhelante, preocupado y extremadamente nervioso, apretaba su varita en la mano, teniendo que apartar un momento sus ojos de la escena, porque ver a su amado sangrar le traía muy malos recuerdos, cuando volvió su vista, los médicos sacaban a su hija, estimulándola y un grito, un llanto fue lo que hizo que el valor del moreno regresara, con la misma fuerza con que esos pequeños pulmones clamaban vida, siguió con la mirada a la enfermera que empezó a limpiarla, sonriendo al ver la manita sonrosada levantarse, pero tuvo que regresar su atención a los médicos, que pálidos sacaban una segunda placenta, mucho más pequeña y de ella, con horror extraían a una asquerosa masa de carne, que parecía tener tres apéndices malformados, las venas se veían palpitar, mientras se removía con desesperación, una médico se desmayó, mientras el medimago más experimentado lo ponía en una charola en el suelo, la cosa tenía un ojo, un ojo de reptil… de color rojo, que se movía por toda la sala frenéticamente, Harry le miró, la criatura le regresó la mirada, pero no había en las orbes verdes ni un asomo de lástima, sólo había desprecio.

 

-Avada Kedabra- dijo con la misma frialdad con que el lord oscuro la había dicho tiempo atrás, pero no era una frialdad de indiferencia al matar, era una de justicia, justicia que por fin se completaba.

 

El horrible ojo se cerró para siempre, los aurores incineraron el pedazo de carne, lo recogieron en una urna, que fue hechizada, puesta en un cofre con siete cerraduras y llevado al ministerio, donde lo arrojaron al otro lado del velo de la muerte…por si las dudas…

 

Harry cayó agotado en una silla cercana… había acabado, por fin, cerro los ojos y lloró, no escuchaba nada, no le dolía la cicatriz, no lo acompañaba ese sentimiento de inquietud de la vez anterior que había “derrotado” al Lord Oscuro… sólo había paz… y dicha

 

-mi niña- dijo, levantándose y recuperando todas las energías que había perdido en esos terribles meses, recibió a la pequeña envuelta en una manta rosa, la miró como al tesoro más grande, porque eso era, era su mayor tesoro… su mayor victoria- hola princesa- dijo, acariciándole la mejilla, la niña abrió sus ojos, bajo una mata de cabello rubio, pudo ver unas orbes, que seguramente serían tan verdes como las suyas, se acercó entonces a Draco, que aún estaba siendo atendido por los medimagos, que limpiaban y cerraban la herida-gracias- dijo, besando los labios de su amor, para después, orgulloso y feliz, salir a presentar a la bebé a sus abuelos.

Notas finales:

por ahora eso es todo, espero les haya gustado, recuerden que sus reviews son mi alimento jajajaja

asi que denme de comer !!! XD


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