Capitulo 14
Habían pasado dos meses desde que Pairos abandonara el santuario esta vez si lo habían buscado por cielo mar y tierra, Atenea, Poseidón y el mismo Hades involucrado por sus espectros se avocaron a buscarlo sin éxito, ¿Cómo era posible que un simple mortal pudiera esconderse de los dioses? Se le dio por perdido pues tenían mejores cosas en las que ocupar su tiempo, y además el joven a sus ojos no era tan importante. (Sí, Atenea no iba a andar divulgando ¨es mi caballero de plata y puede engendrar como una mujer¨) En un lugar remoto de difícil acceso una chica castaña con los ojos color miel subía un empinado sendero, venia de un centro de salud, estaba emocionada e incrédula por lo que el medico le había informado, iba a tener trillizos, ¡si!, trillizos!, ¿Cómo? Eso no se lo explicaba pero ella y sus bebes tenían una oportunidad, bueno, pues esa ¨mujer¨ era nada mas y nada menos que Pairos disfrazado, tenia que ser así, lo hubieran matado por ir en contra de la naturaleza y ser una ofensa para dios la existencia de un hombre embarazado, Se había ido a esconder en una población indígena serrana del estado de chihuahua, ¿a quien se le iba a ocurrir buscarlo en semejante lugar?, al parecer a nadie, el ultimo trimestre de su embarazo lo dedico a asentarse en la población, compro un pequeño rancho criador de chivos y productor de leche gracias a unas vacas que venían incluidas en la venta de este, le serian de mucha utilidad, ya que tendría como alimentar a sus pequeños, se preparo lo mejor que pudo para el alumbramiento, estaría solo en su pequeña casa, así no tendría que dar explicaciones ni se vería descubierto en su secreto, mientras todo esto pasaba con la liebre las cosas en el santuario poco a poco se iban serenando, aunque había mas de un caballero que lo extrañaba horrores, y tal vez mas que ni el propio Shura, el caballero de Cáncer, el había sido el primero y tubo oportunidad de poseerlo un par de veces mas, aun estando bajo la vigilancia de Aioros y la custodia de Ikki, a las cuatro brujas amargadas se les había concedido su deseo, deshacerse del castaño, y sin embargo por alguna extraña razón también lo echaban de menos, ya no había planes maquiavélicos para deshacerse del ojimiel ni la diversión de meterlo en problemas con el patriarca, no entendían que había obligado a Pairos a dejar el santuario, alguien que estaba muy confundido con la situación era Radamantys, el juez no se explicaba al igual que los demás la razón de la desaparición de la liebre y la frustración de ya no tenerlo entre sus brazos era grande, ¿Por qué, porque no podía tenerlo solo para el?, la liebre estaba a días de dar a luz, se le dificultaba hacer labores en su rancho, pero el sabia que en este momento estaría completamente solo y tenia que recordarse que debía ser fuerte por sus bebes, nadie le quitaba lo bailado dirían en su tierra, -- ¿Cómo termine en esta situación?, ¡me estoy muriendo de miedo!, -- decía para si mientras las contracciones se hacían mas frecuentes y aumentaban la intensidad de estas, --por fin después de nueve meses estaba dando a luz, no supo como le hiso, fueron horas realmente angustiantes, pero al fin sus pequeños estaban en sus brazos y reconoció en ellos a cada uno de sus padres, el primero tenia un finísimo pelo color azul, sin duda era el hijo de Death Mask, el segundo tenia una pelusita color negro con toda seguridad era hijo de Shura, el tercero fue un verdadero misterio hasta que una semana después abrieron los ojos, Había tenido sus dudas, ¿Shaka, Hyoga, tal vez alguno de los hermanos?, no! eso no!!, Aioros y Aioria eran demasiado honorables para caer tan bajo, resulto que el pequeñito tenia los ojos color de oro, ¿A quien conocía con ese color de ojos?¡¡claro, encajaba muy bien!!, el único que Pairos conocía era al juez del Hades, Radamantys de Wyvern. Cuatro meses después había terminado de tramitar todo el papeleo de las actas de nacimiento de sus criaturas, el vivir en una zona apartada provocaba sospechas de su alumbramiento, tubo que someterse a una prueba de ADN para demostrar que ella los había parido, pero al fin toda su documentación estaba completa y eran ciudadanos ante la ley, casi había pasado un año desde que abandonara el santuario y se preguntaba si la vida en el santuario había retomado su curso, No es que quisiera que lo siguieran buscando, pero tenia necesidades, extrañaba a Shura, a Death y se preguntaba como el juez había hecho para poseerlo, pero en el fondo le estaba agradecido, sin el, ellos no hubieran tenido oportunidad de sobrevivir, El tiempo pasaba rápido y pronto se encontró celebrando el primer cumpleaños de sus trillizos, Dante, Fernando y Raymond Casas Grandes Villanueva eran pequeñitos muy fuertes y sanos, Si los caballeros y el juez supieran que eran padres, sobre todo si Atenea se enteraba que su caballero de plata había sobrevivido el embarazo y tenia trillizos, lo mas seguro es que ardería Troya, Lo mejor era permanecer ocultos,