Capitulo 15
--señora Pamela?,--salió de sus pensamientos
-- dime Juan—el embarque esta listo, solo falta su firma para que parta a la capital del estado
—su pequeño rancho había prosperado tenia a dos peones trabajando para el, mas bien ¨ella¨ y las ganancias eran suficientes para invertirlas en otros negocios,
Dos meses después de haber cumplido años sus hijos tubo que hacer un viaje a la capital del país para gestionar un financiamiento en el Banco rural, pues en la capital de su estado no pudieron liberarle el crédito,
Por maldición o bendición tres caballeros estaban de misión en esa misma ciudad, Dhoko, Saga y Milo se encontraban cumpliendo las órdenes de la señorita Kido, como representantes de la fundación que ella dirigía,
Fue en el Zócalo donde el caballero de libra diviso una cabellera castaña que reconocería donde fuera, sin decirle a los demás, invento una escusa y procedió a seguirla,
Pamela por su parte llegaba a la matriz del banco del gobierno dirigido a financiar a el campo, permaneció en su interior alrededor de tres horas, cuando salió iba muy contenta, el crédito había sido aprobado y el dinero se le entregaría ya liberado en el banco de su estado,
Tan distraída estaba que no se dio cuenta que alguien se paraba a sus espaldas, dudo un poco ¿y si no era Pairos? La persona delante de el iba vestida con una falda tres cuartos con abertura atrás de unos 20cmts en mezclilla azul marino una blusa color azul muy clarito, y un saco en el mismo tono que la falda, unos zapatos no muy altos sin llegar a ser zapatillas bastante elegantes, y el cabello recogido con una peineta grande de medio lado, respiro hondo y procedió a abordar a la dama,
-- buenas tardes preciosa, me preguntaba ¿Cómo una hermosura como usted no esta acompañada de un caballero?
—Pairos no volteo de inmediato por un momento se congelo, conocía a la perfección la voz que se estaba dirigiendo a el, tenia que reaccionar rápido al parecer no lo había reconocido,
-- disculpe señor, no acostumbro hablar con desconocidos,
-- perdón bella dama permítame presentarme mi nombre es Dhoko, mucho gusto
—bueno había que reconocerlo, el caballero de libra era muy educado, tal vez si jugaba bien sus cartas satisfaceria esa necesidad de estar íntimamente con alguien, ¿Cuánto tiempo había pasado desde la ultima vez?
—buenas tardes señor Dhoko, mi nombre es Pamela Casas Grandes, ¿y sus apellidos cuales son?,
-- quería meterlo en apuros, sabia perfectamente que los dorados y casi todos en el santuario no tenían, el de libra se sintió incomodo, nunca antes había tenido que dar un apellido, solo con su nombre bastaba, y aquí estaba esta mujer que se parecía tanto a Pairos preguntándole por el,
-- mi apellido bella dama es Lao
—buena jugada, pensó la ojimiel—bueno señor Lao fue un gusto haberlo conocido, adiós
--¿como? ¡Tan rápido lo estaba despachando!—alcanzo a reaccionar antes de que la castaña terminara de tomar un taxi y abordo antes que ella pudiera protestar
—A la zona rosa-- indico el chino a el taxista-- ¡Oiga,¿ que le pasa?!—protesto la joven dama al peli rojo
—nada preciosa solo que te estoy invitando a comer
—ella lo fulmino con la mirada y ya no dijo nada hasta que llegaron a dicha zona, la condujo hasta un restaurante cinco estrellas y ordeno la comida, estaba divertido por la falsa molestia de ella,
Había que admitirlo, tal vez no era Pairos pero era muy entretenida, entablaron una conversación bastante amena y el vino empezó a correr discretamente, Dhoko esperaba poder embriagar a Pamela y así comprobar sus sospechas,
Por su parte Pairos esperaba un descuido del de libra y poder escapar de la situación, en principio la curiosidad lo había orillado a seguirle la corriente al pelirrojo pero a estas alturas no estaba segura que era lo que este quería,
La convenció de subir a una habitación, ya que el restaurante estaba en la planta baja de un hotel también de cinco estrellas, fingió sentirse mal y le pidió ayuda a su acompañante para llegar a su recamara, cuando estuvieron en la habitación Dhoko decidió atacar y enfrentar a la supuesta dama
—deja de fingir—dijo el de libra
-- ¿de que hablas? Acabo de conocerte—así que sus sospechas se confirmaban Dhoko casi estaba seguro de que era él.
—Pairos se que eres tú—agarrándola de los brazos y antes de que pudiera reaccionar, buscaba entre su cabello el broche horroroso que era delta 1, pero no encontró nada, estaba seguro que era él y lo miro directo a los ojos,
Grave error, los ojos de la liebre comenzaron a brillar en un hermoso tono lila, el color de estos cambio a un hermoso amatista y el pelirrojo ya no supo más,
a Pairos jamás le gusto usar el poder que poseían sus orbes, producto de la luna alojada en su interior que era la fuente de poder de los constructores de delta 1 y el cosmos emanado de el, pero esta era una excepción,
El caballero de libra estaba en sus manos y no desaprovecharía la oportunidad, satisfacer su necesidad y de paso le sacaría información a un caballero dorado,(y es que en honor a la verdad después de probar a un caballero dorado, no quieres menos de tus futuros amantes)
-- Dhoko,-- le dijo dulcemente mientras deslizaba una de sus manos por el torso de este encima de la ropa
-- ¿viniste solo?—no
-- ¿Quién te acompaña?—Milo y Saga
-- ¿a que vinieron?—asuntos de la fundación Kido
-- ¿cuanto tiempo se quedaran?—una semana
—mientras lo interrogaba iba desnudando al chino hasta que la ultima prenda cayo siguió sacándole información, apago el celular de Dhoko pues no quería distracciones y lo recostó en la mullida cama,
comenzó a besarlo en los labios y el pelirrojo correspondió, las caricias fueron aumentando de intensidad y el castaño poco a poco fue cediéndole el control del acto sexual al chino, fue hermoso, una entrega apasionada y romántica, aunque no recordaba bien todo lo sucedido, la dama era fuego puro, lastima que se hubiera embriagado tanto quería volver a verla,
Por su parte Pairos suspiraba aliviado, Dhoko no recordaría su encuentro y en cambio si una aventura con una mujer muy hermosa llamada Pamela,
Dos días después Pairos se paseaba cerca de la fundación, había trazado un plan, aprovecharía a los tres caballeros para poder quedar embarazado de nuevo, quería mas hijos y ellos se los darían,
Milo fue demasiado fácil de abordar, fingió tropezar y antes de tocar el suelo un fuerte brazo la sostenía de la cintura,
--¿esta bien señorita?—si muchas gracias
—levanto la vista y se encontró con unos preciosos ojos color amatista y se perdió en ellos
—permítame invitarle el almuerzo como agradecimiento—dijo ella
—no tiene porque—insisto, por favor—solo porque es una dama muy agradable
—contesto el, tomaron un taxi y se dirigieron a una zona exclusiva de la ciudad, se presentaron e iban charlando de banalidades hasta que se detuvieron en un pequeño restaurante, muy acogedor, entraron y ordenaron la comida,
En todo ese tiempo Milo no había podido apartar su mirada de esos preciosos ojos amatista, almorzaron tranquilamente al terminar ella tomo la iniciativa y entraron a un hotel, ella pago en efectivo sin que el se diera cuenta no quería que la pudieran rastrear,
Subieron a la habitación y como ya había pasado con Dhoko la liebre le saco información a el escorpión, tuvieron sexo desenfrenado y después el solo podía recordar que la mujer había sido fenomenal en la cama, lastima., quería volver a verla,