--Te escucho—dijo algo confundido e intrigado el pelinegro.
--Un juego de ajedrez que terminará con todo esto—dijo el ojos verdes.
--¡Explícate!—ordenó Lelouch.
--Un juego entre tu y yo.Si yo gano dejas libres a todos los rehenes incluyendome—propuso el militar.
--¡Esto es absurdo!Sabes muy bien que soy un experto en este juego.Nadie ha logrado ganarme desde los 6 años.Es imposible que pierda—dijo el heredero sin heredad.
--Entonces no debieras temerme—dijo el castaño.
Lulu sonrió.—¿Si yo gano que obtengo?—preguntó.
--Tu eliges—dijo el otro en contestación.
--¿Estas seguro de poner la decisión en mis manos?—pregunto el ojivioleta.
--Confío en ti—dijo Susaku firme.
--Esta bien—dijo algo tocado el pelinegro.—Entonces si yo gano tu y el Lancelot me ayudarán a obtener la liberación de Japón.¿Trato hecho?—exclamó.
Lelouch planeó con cuidado cada movimiento aunque no había duda de que el sería el ganador y eso le llenaba de alegría, porque sabía que el ojiverde cumpliría su parte del trato y tanto el mejor piloto britano como la maquina mas perfecta de su enemigo serían suyos, dandole así la innegable victoria.
Hubo un momento en que se perdió en sus ensoñaciones y ese fue el momento indicado para que el castaño hiciera la jugada que hacía rato esperaba.
En un pestañeo estaba junto a Zero y antes de que este lograra reaccionar lo había tirado al suelo e inmovilizado.Si Lulu era el mejor en el juego del ajedrez en el juego de las luchas era Susaku el que se sacaba el premio gordo.
--No lograras escapar.Por mas que me hayas engañado no engañaras a nadie mas—dijo Lelouch decepsionado de si mismo y de su amigo.
--No importa. Tal vez yo no escape pero las princesas estan ahora mismo cruzando la puerta. Y tu aquí, sin poder atraparlas—dijo el castaño sonriente.Estaba apoyado con todo su peso sobre el otro y eso puso nervioso al susodicho.
--Será mejor que te apartes o no tendre piedad contigo—dijo Zero furioso e intranquilo.
--¿A si?¿Y que harás?—dijo el confiado soldado.
--Olvidas lo que puedo hacer—dijo Lulu y antes de que el otro se percatara de lo que el otro estaba diciendo las terminaciones nerviosas de su cuerpo sintieron el impacto del poder del portador del geass.
Quedo rígido sobre el pelinegro mientras este debatía sobre lo que iba a ordenarle.
En otro lugar cierta bruja peliverde sintio un dolor en su viejo corazón.
“¿Qué me sucede?”se preguntó.Sentía un mal presentimiento, como si todo fuera a cambiar para peor.
--Quí…--no pudo acabar la orden porque el aliento se le detuvo cuando su mirada violeta se perdió en los ojos verdes que le miraban expectantes. Deseaba tanto besar esos labios carnosos y sentir el calor de esa piel blanca. Pero no era correcto. Aunque después de todo lo que había hecho. Se había metido en una guerra, dañado a sus amigos y matado a sus hermanos. ¿Podía detenerlo aún lo que era correcto?
Sus labios sintieron un dulce sabor al contactar con los labios del otro y su nariz se lleno del perfume varonil de Suzaku.
--¡Quiero que me hagas el amor!—ordeno.