Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MI CHICO VA A SER MAMÁ por LaYoska

[Reviews - 65]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, hoy tocan los dos ultimos capitulos, que espero les gusten

Capítulo 8: Lilyan Victoria Potter-Malfoy

 

La habitación del hospital era blanca, con enormes ventanales que permitían ver el cielo, hermoso, al igual que el paisaje, en la mesita al lado de la cama había un jarrón, con enormes flores blancas, al igual que en cada superficie que podía ser llenada con flores, a su consideración eso era demasiado, pero sabía bien que esa era una muestra de gratitud de su esposo, una risa lleno el aire, sorprendiéndose de que era su propia risa, ya casi había olvidado que se sentía sonreír, pero sonreía

 

Draco Potter-Malfoy sonreía, en una cama alta, de sábanas blancas, con un pedacito de vida en sus brazos, el rubio aún estaba pálido y su semblante era cansado, pero feliz, sumamente feliz.

 

-mi princesa- dijo, sonriendo a la beba que estaba en sus brazos, aún era extraño, no se tenían muchos registros de eso, pero el rubio había podido producir leche y en ese momento amamantaba a la niña- tienes el apetito de tu padre- dijo riendo, ya que a pesar del milagro ocurrido su leche era insuficiente para el hambre de Victoria- Victoria- dijo con ensoñación, no hubiera podido pensar en un nombre más perfecto para la niña, que en sus últimos meses de gestación había compartido el vientre con Voldemort mismo, con el riesgo de que absorbiera su alma o su magia, pero su hija había sido lo suficientemente fuerte

-hola- dijo Harry desde la puerta, donde estaba recargado

-¿Cuánto llevas ahí?- preguntó el rubio algo sorprendido

-no mucho- contestó, acercándose con una pañalera rosa

-hoy… hoy nos iremos- mencionó con sorpresa y alegría mezcladas

-sí, Feliz Navidad Draco- dijo el moreno, besando esos dulces labios, sintiendo que había necesitado tanto de esa caricia que el tiempo sin poder hacerlo había sido una tortura, pero ahora todo era esperanza, el proyecto de un mejor futuro- Te Amo

-Lo sé- dijo sonriendo- y yo Te Amo a ti- respondió con un segundo beso, luego ambos miraron a su niña

-¿cómo está?- dijo acariciándole el mechoncito rubio que caía dócil sobre su frente, al menos no tendría su cabello rebelde

-muy bien- dijo Draco mirándola con ternura

-es perfecta- dijo sencillamente Harry, haciendo sonreír a su esposo- gracias mi amor- Draco se rio

-me lo has dicho ya muchas veces, al menos esta vez no traes flores

-¿quién dice que no?- dijo y apareció una Lilia, haciendo reír a carcajadas a Draco.

 

Dos horas después dejaban el hospital, acompañados de Lucius y Narcissa, que cargaba con una enorme sonrisa a su nieta, que iba envuelta en la cobija que ella misma había tejido, la cual tenía un hechizo que regulaba la temperatura de la pequeña, subieron al carruaje, que los llevó a Malfoy Manor, Narcissa había insistido en que pasaran ahí el primer mes de la niña, donde tenían servidumbre y ella podía cuidar de su hijo y nieta, ni Harry ni Draco tuvieron corazón para decir que no, Harry porque sentía que se los debía a sus suegros, Draco porque quería estar cerca de su mamá debido a todas las dudas que pudieran surgirle con respecto al cuidado de Lilyan Victoria, Lilyan en honor a la madre de Harry, la mujer más valiente, que había enfrentado a Voldemort por amor a su hijo.

 

Una vez llegaron a Malfoy Manor, se encontraron con una calurosa bienvenida, de parte de los Weasley (Narcissa insistió en invitarlos, Lucius ya no los repudia tanto por la ayuda que dieron Hermione y Ron), Andromeda y Ted, pasaron todos juntos a la sala, donde la pequeña fue presentada.

 

-Wow- dijo Ron con una sonrisa enorme- está hermosa- dijo sonriendo el pelirrojo, que solo la había visto de recién nacida y ahora, sin el hinchazón normal al momento de nacer, podía ver que Harry tenía razón y la niña sería igual a Draco, después de pasar por casi todos los brazos, fue retenida por su abuelo, que sin perder su elegancia, la miraba con adoración y Hermione estaba segura que cualquier periódico o revista hubiera matado por una foto del frío Lucius Malfoy, con una expresión de total ternura en el rostro.

 

Festejaron ahí mismo la cena de navidad, Draco parecía feliz, su mansión nunca había estado tan alegre, Ted miraba a la niña con una curiosidad enorme, tal como había visto a Constance, el pequeño de Fleur y Bill, el niño hacía preguntas sobre si podría jugar con ellos cuando crecieran o cuando irían a la escuela, por otro lado, Narcissa y Molly llenaban a los nuevos papás de consejos y advertencias, a la hora de amamantar a Victoria, Draco preferió ir a su habitación, algo avergonzado de hacerlo en público, Fleur podía darse ese lujo, pero él no, para él ese momento era especial y lo quería hacer en paz, acompañado de Harry, que le acariciaba el hombro y le ayudaba a sujetar a la niña, a completando después la ración con una formula especial, bajaron al abrazo y brindis a la media noche, recibiendo y dando buenos deseos, pero después Draco se excusó, estaba agotado y aunque la cesárea mágica tenía una recuperación muy rápida, aún no se recuperaba del todo de los dos meses y medio que había pasado prostrado en una cama y sus músculos se fatigaban fácilmente, Harry despidió a los invitados, que no tardaron mucho en irse, subió las escaleras con sus suegros, deseándoles buenas noches y agradeciendo que les permitieran estar ahí.

 

Al entrar al cuarto vio a Draco que estaba recostado, pero no dormía

-¿pasa algo mi amor?

-no escucho nada- dijo el rubio con una sonrisa y Harry supo a qué se refería

-lo sé, yo tampoco- dijo quitándose la ropa y poniéndose la pijama, entrando bajo las cobijas para abrazarlo, mirando de reojo la cuna que estaba al lado de la cama y donde Victoria dormía profundamente

-entonces ¿acabó?- preguntó, mirándolo a los ojos, con esa necesidad de amor y seguridad que había visto Harry al momento del hechizo

-acabó- dijo esta vez completamente seguro, besando a su esposo- descansa mi amor

-descansa mi amor- repitió Draco, acurrucándose a su lado, en busca de un merecido descanso.

 

*****9 meses *****

 

La casa del matrimonio había cambiado bastante, ahora los juguetes eran visibles en la sala, la silla alta en el comedor y una reja mágica en la escalera delataba la presencia de la bebé, que en ese momento estaba gateando sobre una superficie suave que el rubio había conjurado, leía un libro mientras revisaba de reojo a la niña, ella solía jugar en esa zona, arrastrando peluches, pelotitas y una muñeca por toda la estancia, con cuidado se sujetaba de los sillones y se ponía de pie por unos segundos, Draco sonreía, se preguntaba cuando empezaría a dar sus primeros pasos, la niña tenía un vestidito corto, de mangas largas, un suéter tejido y unas mallas con pequeñas hadas bordadas, balbuceaba estruendosamente y comía todas las frutas que su “mamá” le daba, tenía el apetito de Harry, porque no importaba lo que le diera, la niña devoraba todo, salvo el hígado, ella había demostrado su disgusto por esa comida en especial vomitando la camisa favorita de su padre.

 

[Click] se escuchó en la chimenea

 

-¡pha pha!- chilló la niña, mirando a Harry salir de la chimenea dio un grito de emoción, gateando con toda la velocidad que le daban sus piernitas, pero su emoción no era nada comparada con la de Harry

-¿oíste? ¡Me dijo papá!- dijo con una alegría desbordante, Draco veía sorprendido mientras Harry tomaba en brazos a su beba

-pha pha – repitió, abrazando con torpeza la cabeza del hombre

-oooh, Merlín mi princesita hermosa- dijo besándole sus mejillas, entonces su sonrisa se borró al ver a su rubio cruzado de brazos- ¿Qué pasa?

-¡que chiste! Yo la cuido casi todo el día y a ti te hace fiesta- exclamó con el ceño fruncido

-ooh, amor, no te pongas celoso

-no estoy celoso- se defendió

-no, claro que no- dijo riendo y dándole un beso en la mejilla- auch- su niña acaba de jalarle el cabello, reclamando por atención- a ver señorita- la bajo a su corralito- también a mamá le tocan mimos, no solo a ti- dijo y acto seguido besó apasionadamente los labios de su esposo, que aunque aún estaba molesto no desaprovecho la oportunidad de responder esa caricia

-mmm mm nnh, me parece un intercambio justo- dijo sonriendo y recibiendo otro beso, al separarse vio a Victoria que los miraba con un puchero de molestia-no hagas esa cara- y le dio otro muñeco, algo que hizo que se olvidara del momento

-oh, em cambia por un pingüino de felpa- dijo sentido el moreno, riendo después para volver a besar a Draco- ¿cómo estuvo tu día mi amor?

-bien, las clases del primer semestre son sencillas, mi padrino me enseño mucho de lo que los profesores exponen- dijo levantando los brazos y quitándole importancia - ¿y qué tal te fue a ti cielo?

-bien, no nos dejaron demasiados deberes y el club de duelo es fantástico

-mmmh y se siente fantástico- dijo Draco divertido, pasando sus dedos por ahora más firmes abdominales de Harry

-¿ah, sí?- dijo coqueto, muy cerca de sus labios

-oooh ssi- musitó con una sonrisa, dándole otro beso que prometía una noche activa una vez su princesa durmiera

-mha mha – el llemado hizo a ambos voltear al corralito, donde Lilyan de pie le estiraba una mano a Draco- mha mha- repitió flexionando sus rodillas un par de veces

-ooh, mi corazón- dijo deslumbrante el rubio, cargando a la niña, que parecía feliz de volver a tener la atención para ella sola- ¿qué pasa?- dijo al notar a Harry mirándoles con seriedad

-… mi hija..- dijo y luego se puso las manos en la cabeza- ¡Va a ser UNA SERPIENTEEE!- exclamó, tirándose de rodillas al suelo ahora que había notado esa dulce sonrisita de “siempre logro lo que quiero”

-oh, yo siempre lo supe- dijo Draco con la misma sonrisa, llevándola a tomar su colación de la tarde, dejando a su esposo sumido en la desesperación

 

--- 4 años ----

 

La Mansión Malfoy estaba engalanada en una fiesta de cumpleaños, ese día Lilyan Victoria cumplía cuatro y como había sido el arreglo la fiesta les tocaba a sus abuelos, se turnaban por año para festejarle a la pequeña, un año era una fiesta privada, solo con amigos y familiares y al otro, se hacía una fiesta de sociedad, con socios de la familia, así como celebridades del mundo mágico.

 

-¡Abu!- la festejada, con un cabello rizado rubio, ojos verdes y un bello vestido color nácar se arrojó a los brazos de su abuelo, dejándose cargar con sus hebras doradas confundiéndose con el cabello algo más platino del patriarca Malfoy- Grashas por la festa- dijo con una sonrisa adorable, misma con la que había conseguido un gato angora con pedigree por parte del hombre

-de nada, lo mejor para mi niña- dijo dándole un beso en la mejilla, haciéndola reír, al ser bajada corrió hacia su abuela, dándole también las gracias, emprendiendo después la carrera hacia el castillo inflable mágico con Danessa, la niña de Pansy, que había sacado su negro cabello… y sentido del humor

-vamos a tirarle ponche a Gregory- dijo la pequeña serpiente, que le había agarrado gusto a jugarle bromas al niño del matrimonio Longbottom- Lovegood, un año menor que ellas

-eso no se hace- exclamó Hugo Weasley, corriendo detrás de ellas para intentar detenerlas, el cabello del niño era un revuelo de rizos mucho más dóciles que los de Hermione, pero tan rojos como los de Ron, algo que había causado una risita de parte de Draco, al ver la cabecita de fuego alejarse

-si te ríes es que ya te sientes mejor- dijo Draco, el cabello le caía casi hasta los hombros, generalmente revuelto y dándole una apariencia “muy Sirius”, ahora estaba sujeto en una coleta baja, Draco a su lado llevaba el cabello largo cayéndole por un hombro, aunque no tan ordenadamente como Lucius Malfoy, lo que le daba un aire de libertad, además de que enfatizaba los rasgos algo más femeninos que había adquirido en esos últimos meses de embarazo

-sí, me siento mejor- dijo acariciando su vientre de siete meses

-¿cómo está?- dijo acariciándole un poco, su niño le daba algo de problemas a Draco, ya que era más pesado e inquieto que Victoria

-bien, ya por fin me da un poco de tregua- dijo riendo un poco

-el pequeño Sirius es tremendo- dijo con orgullo, feliz de que Harry le permitiera nombrar así a su hijo… aunque había tenido que aceptar que llevara otro nombre que no le había agradado tanto

-sí, Hyperion tiene mucha energía- dijo el rubio, escuchando como su esposo suspiraba, era el nombre no sólo de un titán, ser mitológico que le recordaba cada patada de su hijo, sino también era uno de sus más celebres antepasados

-¡Padrino!- Ted entró a toda velocidad, siendo recibido por los brazos de Harry

-¡Hola! ¡Al fin te veo!- dijo más que feliz, ya que su ahijado había ido de viaje con su abuela hace unos días

- ¡Nino! – Exclamó abrazando con más cuidado a Draco, para después hablarle al bebé en su vientre- ya nace pronto, estoy cansado de jugar a la “casita”- le dijo a modo de confidencia, haciendo reír a Draco abiertamente- ¿puedo ir a jugar?- dijo mirando a su abuela

-claro que si cielo- respondió la mujer, viéndolo alejarse hacia donde estaba Fleur, robándole a su hijo antes de que ella pudiera decir nada, Ted tenía manía de arrastrar a Constance a todas sus travesías y el menor era más que feliz de seguirlo y huir de los modales que su madre trataba de imponerle, algo en lo que no tenía mucho éxito también por influencia de Bill y George, después de todo, como ellos decían “niño sin rodillas raspadas, ropa rota y lodo en los zapatos, no es niño”

 

La fiesta continuó entre risas y juegos, hasta que uno de los niños invitados osó no sólo jalarle el cabello a la festejada, sino pegarle una asquerosa cantidad de chicle en los rubios caireles, no hubo necesidad de padres o abuelos de defenderla, una mirada hizo que todos y cada uno de los vasos explotaran, Harry tuvo que correr a salvar al niño de su hija, que ya había partido un par de narices sin siquiera tocarlas.

 

Victoria había realizado magia “accidental” desde los tres años, aunque a los cuatro a veces a Draco le parecía que era totalmente intencional, su niña era sumamente vengativa.

 

-¡Victoria!- le llamó y la niña por fin despego sus centelleantes esmeraldas del asustado niño, la pequeña volteó a verlo con un puchero para después ponerse a llorar, sujetando su cabello que tenía aún la pegajosa golosina rosa- ven acá- dijo, mirándole el cabello, un suspiro salió de sus labios, apartándola a la mesa donde estaban, con ayuda de Narcissa y algunos hechizos pudieron al fin quitarle el horrible chicle

-me arruinó el cabello- dijo con una carita de diva indignada que casi le causa un ataque de risa a Harry

-eso no es cierto- le dijo- te ves hermosa, además, si dejas que algo así te arruine el día toda la fiesta sería un desperdicio- sonrió al ver que su gesto se relajaba- mejor ve a divertirte y si le haces algo a Timothy no te daré tu regalo

-bien- dijo resignada, volviendo con Danessa que ya estaba ideando la venganza y pareció desilusionada cuando supo que no podía llevar a cabo su maquiavélico plan

-nuestra niña es una serpiente- dijo Draco abrazando a su esposo

-ahhh lo sé, pensé el quidditch la animaría a ir a Gryffindir- suspiro- pero creo que su destino ya está marcado- dijo con fatalidad, haciendo reír a su embarazado rubio

-es una gran guardiana ¿sabes?- dijo al recordar como jugaba quidditch (sin escobas por supuesto) con Harry en el jardín, usando unos postecitos a su altura

-si… Sirius, ya oíste, tú tienes que ser Gryffindor, no me falles- dijo, acariciando la barriguita y recibiendo una patada

-Te Amo- dijo Draco con una dulce sonrisa

-y yo a ti mi hermoso Dragón- menciono con ternura en sus ojos.

Notas finales:

y sigue el epílogo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).