Capitulo 19
tres hombres que estaban del lado donde había estado Pamela sentada escuchaban indignados los planes del nefasto hombre, Isaac, Aioros, e Ikki no lo permitirían, después de terminada la comida sus respectivos dioses les dieron la tarde libre insinuando que necesitaban un tiempo a solas, hacia poco menos de tres meses que Julián le había propuesto a Saori ser su novia, esta después de pensarlo concienzudamente por una semana acepto y siempre que sus deberes se lo permitían aprovechaban al máximo el tiempo —caballeros, ¿Qué les parece lo que ese rufián quiere hacerle a esa hermosa dama?—decía Aioros Indignado --perverso, por lo que oí saco en conclusión que después de casarse tratara de eliminarla agravando su enfermedad, y en el proceso dejar huérfanos a unos inocentes niños—decía Ikki con rabia contenida —propongo que antes de hacer nada hay que investigarlos tanto a ella como a el—propuso Isaac—quizás estemos haciendo una tormenta en vaso de agua —lo que el general y los caballeros averiguaron del rufián los dejo helados, era un hombre ruin, mentiroso, manipulador, con lazos en el narcotráfico y trasiego de la droga por la sierra, que en mas de una ocasión había eliminado a los antiguos dueños de las tierras que ocupaba actualmente su rancho, un hecho prácticamente desconocido ocurrió cuando Pamela había recién adquirido el rancho, tres meses después de dar a luz y que Daimon, Anahí y Ante entraran a trabajar en la propiedad fueron atacados por un grupo armado de unas 30 gentes con lanza granadas y rifles de alto poder, de la casa todos resultaron heridos mas no de gravedad salvo Ante que tenia un balazo en el abdomen, afortunadamente no intereso algún órgano, del grupo armado nadie sobrevivo, todos fueron muertos en las inmediaciones de la casa y sin posibilidad de huir en sus vehículos ya que les habían ponchado las llantas, ¿Así que el desagradable hombre ya había tratado de matar a toda la familia?, debían protegerlos, Pamela no siempre correría con suerte, además estaban de promedio los niños, durante toda la tarde discutieron y se pusieron de acuerdo en como protegerla de la mejor manera, llegaron a la conclusión que uno de ellos debía acercarse con el pretexto de pretenderla ¿pero quien seria el indicado?, Tomaron la decisión de cortejarla uno a la vez durante esa semana y quien lograra llamar su atención ejecutaría el plan, (ni se imaginaban Aioros e Ikki a quien le iban hacer la corte, ¿si lo hubieran sabido lo habrían hecho de todas maneras?, tal vez Ikki si, ¿o no? Quien sabe) en la cena Pamela estaba vestida con un vestido de lino de dos tonos de café muy claro, unas sandalias color perla y el cabello recogido en una trenza en forma de caracol que remataba con un discreto broche de una estrella de mar, a ella no le gustaba usar maquillaje, salvo lo mas esencial, sus ojos delineados, algo de brillo en los labios y un muy discreto rubor en sus mejillas, A Ikki y Aioros no les paso desapercibido el enorme parecido de Pamela con Pairos, y el deseo de Ikki se encendió y la curiosidad del arquero no se quedo atrás, por su parte Isaac quedo prendado de tan hermosa visión, parecía una de las doncellas de la diosa Calipso, definitivamente si el lograba llamar su atención con mucho gusto estaría dispuesto a llegar hasta donde el plan se lo permitiera —vaya que es una verdadera belleza,-- comentaba a su lado Bian—ni que lo digas, pero yo la vi primero--¿Quién te dio la exclusiva? —Yo—comenzaba a molestarse Isaac—esta bien paz—decía Bian notándolo —iré con nuestro señor a ver que todo este en orden —Isaac solo afirmo con la cabeza sin dejar de mirar a la castaña, ¿y si no era el quien llamara su atención?, no se quedaría con las ganas, una noche, aunque fuera solo una para recordarla el resto de su vida, Isaac no tenia idea de lo que implicaba ese pensamiento por el cual Saga sufría y se alegraba todos los días, ¡Saga que se había auto exiliado del santuario, que jamás entendió como fue que quedo embarazado, y que su diosa nunca pudo o quiso explicárselo!, pero era feliz en Japón, como fuera que hubiera sido Dainac era su todo para el, con sus ojos del color del amatista su cabello castaño y su piel ligeramente apiñonada, se parecía tanto a Pamela y con solo verla recordaba la noche mas feliz de su vida, nunca antes ni después de esa noche se sintió tan pleno, su pequeña era un gran premio de consolación después de haber disfrutado el cielo con todos sus sentidos,( si Saga supiera que Pamela tenia gemelos de el, y si ella se llegara a enterar que Saga tenia una niña de ¨ella¨, y para rematar si Saori supiera que ya casi tenia completa toda la nueva generación de santos dorados, ¡que desmadre!), regresando a La Paz BC Pamela se estaba hartando de una plasta llamada Ramiro Garza, a pesar de ser un hombre atractivo con su mas de 1.80 de estatura facciones muy agraciadas unos ojos cafés intensos y un físico impresionante, no dejaba de ser desagradable en sus modos y manera de comportarse, -- Pamelita chula, no se vaya, hay que ponernos de acuerdo todavía con que programas nos apuntaremos para la introducción de las mesas de trabajo, -- disculpe Ramiro solo tomare algo de aire fresco, no he descansado nada desde que baje del avión, -- la acompaño—no es necesario—insisto—y salieron a los jardines a tomar el fresco—Pamela, voy a ser muy directo con usted, me gusta y quisiera que nos conociéramos mas ¿Qué le parece? —la castaña no se sorprendió con la declaración del hombre pero a ella no le gustaba ni ápice, —yo le agradezco su interés en mi, pero en este momento no puedo pensar en una relación de pareja, mis hijos no la aceptarían, eso ya lo comprobé — ¡lo estaba rechazando muy educadamente! y el, el no estaba acostumbrado a tal cosa, siendo un macho en toda la extensión de la palabra, el vocablo rechazo no estaba en su diccionario, cualquier hembra que el cortejaba siempre caía rendida a sus pies y se entregaba mansamente, pero Pamela no era cualquiera -- ¡mire Pamelita!—se arrepintió de hablarle en ese tono y sereno su voz al ver la furia que destello en los ojos de la castaña —Pamela usted en verdad me interesa, ¿Por qué no puede darme una oportunidad?—porque si llegara hacerlo alguno de los padres de mis hijos no me lo perdonarían, entienda Ramiro habría sido muy fácil para mi dejarles la responsabilidad a ellos y que criara cada quien a su hijo, pero no fue así, yo me aleje, les quite la oportunidad y debo lidiar con las consecuencias, lo siento mucho pero no puedo aceptarlo —Ramiro monto en cólera ahora la castaña iba a saber que a Ramiro Garza nadie lo despreciaba, la jalo del brazo y trato de besarla a la fuerza, Pamela como pudo se soltó del agarre y en el proceso Ramiro rasgo su vestido, volvió a sujetarla de las muñecas tratando de inmovilizarla para que el peso de su cuerpo jugara a su favor, pero la castaña se defendía como una fiera y logro patearlo en el estomago, lo que binó a continuación fue escalofriante, los ojos de Pamela encendidos como carbones por la furia que le dominaba y esa mueca sádica que fue lo ultimo que vieron los de la banda de la Zarca antes de morir, (por si se nos olvidó, hay que recordar que Pairos es un caballero de plata, y matar no le es ajeno) Dejo que el hombre se pusiera de pie para que observara mejor al demonio que tenia enfrente, y entonces Pamela comenzó a hablar con una voz escalofriantemente calmada, Ramiro hubiera querido que la castaña gritara, le insultara pero eso no paso, su voz calmada era lo que le estaba dando pavor —vaya Ramiro, me preguntaba cuanto tardarías en enseñar el cobre, al parecer no fue mucho lo que tuve que esperar, --no entiendo Pamela—creo que ha llegado el momento de quitarnos las mascaras no crees ¨zorro plateado¨--¿de donde había escuchado ella ese apodo? -- ¿de que hablas Pamelita? En verdad no te entiendo—la verdad no creí que fueras tan cínico —Hablo ella con pastosa calma-- ¿a poco crees que no se porque quieres apoderarte de mi rancho? —estaba mudo ¿Qué mas podría saber ella? se aventuro a preguntar con falsa seguridad —te confundes Pamela yo lo único que quiero es que seas mi esposa y aliar nuestras tierras ¿Por qué habría de haber mas? —bueno querido Ramirito, entonces contéstame ¿porque hace una hora tu gente irrumpió en mi casa tratando de llevarse a mis hijos?—no se de lo que estas hablando —empezó a sudar frio, después de que todos se hubieran retirado de la mesa a Ramiro se le ocurrió la grandiosa idea de llevarse a los niños del rancho para obligarla a casarse con el, nada le hubiera costado hacerla que firmara la sesión de la propiedad y dejarla en la calle, pero el quería doblegarla oírla suplicar que la tomara, saciarse de ella y después desecharla como la basura que era, -- contesta Ramiro—no.. no .. se quien dio semejante orden—hasta para mentir eres malo, pero bueno, aclaremos las cosas de una vez te aviso que toooooodos y recalco todos tus pistoleros están muertos, se agarraron a balazos en el sendero que baja hasta la cañada con efectivos del ejercito, el resto de tu gente que estaba en el rancho o se rindió o fue muerta allí mismo, con respecto a los hombres que mandaste a mi casa, su vida depende de ti, y tu alma depende de la decisión que tomes, -- ¿a que te refieres?—tu ya estas muerto Ramiro, la cuestión es ¿te llevas entre las patas a los hombres que todavía están en mi rancho? ¿O les das la oportunidad de salvarse? Tú decides, con la decisión que tomes, condenas o salvas tu alma los matas o los liberas a ellos piénsalo bien —Ramiro toda su vida había sido un desgraciado sin escrúpulos, capas de vender o asesinar a su propia madre, si iba hacer algo bueno por alguien antes de morir, que mejor que salvar a esos pobres desgraciados que las circunstancias habían obligado a tomar ese camino, respiro hondo sabia que Pamela no mentía al haberle dicho todas esas cosas, lo veía en sus ojos, -- ¿Qué respondes?—hacer algo bueno una vez en la vida—Pamela lo tomo como un si—mira bien zorro plateado —llamándole por su alias al delincuente—esto rara vez es contemplado por ojos mortales —se llevo las manos al pecho, cerro los ojos y recitando muy bajito una especie de mantra, el lugar donde tenia sus manos comenzó a brillar con una luz blanca nacarada muy intensa, cuando termino sostenía entre sus manos algo parecido a una perla, en realidad era como la luna llena de esa noche, solo que a escala, resguardándola en las palmas de sus manos Pamela avanzo la poca distancia que la separaba de Ramiro, este no se movió, fascinado con la belleza del objeto, cuando estuvieron frente a frente, la ojimiel introdujo la luna en su interior, increíblemente a Ramiro ni le dolió la intromisión del objeto en su cuerpo —Esta hecho—dijo la castaña—el delincuente Parpadeo-- ¿eso es todo? —no, la perla de Artemisa te juzgara, y cuando lo haya hecho, si resultas culpable elegirá un castigo adecuado para ti, sin perder tu alma en el infierno, nos vemos Ramiro, -- y empezó a caminar rumbo a la playa para despejar sus pensamientos, esperando, o mas bien rogando que esas personas no se hubieran dado cuenta de la energía que libero, se sentía mareada, cansada de tanto ajetreo y sobresalto.