Capitulo 29
--a la mañana siguiente en el santuario, un muy feliz italiano casi brincaba de alegría, por fin su tormento de casi tres años se había acabado, Afrodita había terminado con el y habían quedado como amigos, ¿Qué mas podía pedir?, (ser dueño de Pairos, ¡que mala soy!, la liebre no puede pertenecerle a una sola persona), decidió no esperar mas tenia que saber cuanto antes que era eso tan importante de lo que quería hablar la cabra, ingreso a capricornio con paso firme.
--¿Shura, estas despierto?—pregunto con voz firme, el aludido salió de su recamara con una estampa digna de concurso de fotografía, el cabello revuelto los ojos adormilados con su piyama de dos piezas color arena y arrastrando la bufanda cual mantita de niño de cuatro años, apenas si pudo contener la carcajada que pugnaba por abandonar su garganta, Death no se distinguía por ser discreto, pero se esforzó por no poner de malas al de capricornio, tenían un asunto importante que tratar, por lo menos así lo había dejado ver Shura.
--Pasaron horas y seguían sincerándose el cangrejo y la cabra, claro que el primero jamás le diría al segundo que lo habían encontrado en Londres el juez y el,
--Seamos realistas Shura, no puedes pretender que te ayude a encontrar a Pairos y que te lo quedes tu solo,¡¡Quiero mi parte!!,
-- ¡¡Pairos no es ninguna cosa que se pueda repartir!!,--decía muy molesto Shura
--en eso estoy de acuerdo, --tercio el juez que iba ingresando a los aposentos de capricornio curioso por los gritos de ambos caballeros,
--¿Qué haces aquí?,-- pregunto algo desconcertado el de cáncer
--Por si se te olvida, soy el embajador del inframundo ante el santuario, y con respecto a porque me entrometo en ´su´ amena charla, es por que sus gritos se escuchan hasta la entrada del templo, este tipo de temas debería ser tratado con mas delicadeza fuera de los muros de algún templo, es mas fuera hasta del mismo santuario, les propongo seguir la charla en mi mansión, fuera del alcance de oídos indiscretos,
--ambos caballeros se miraron a los ojos, vieron directamente al juez al rostro, se volvieron a mirar y asintieron afirmativamente—aceptamos Radamantys, ¿te parece seguir esta conversación dentro de dos días?—perfecto—contesto el juez
--Mientras tanto al otro lado del mundo una muy cansada castaña despierta ya al filo de medio día, ha tenido un sueño erótico muy realista y eso la pone de buen humor,
--Señora, ¿esta despierta?,--llaman a su puerta, es Ante que le trae el desayuno, o mas bien la comida,--pasa Ante, ya estoy despierta y muriéndome de hambre—comenta con buen humor y una picara sonrisa
--¡Que bueno que se este recuperando!, los niños no han dejado de venir a verla mientras estaba dormida, hasta Daimon estaba algo ansioso por su actitud—estoy bien, solo necesitaba procesarlo, la verdad no es fácil, te sucede una vez y te sobrepones, pero cuando te sucede de nuevo es algo mas complicado,-- ¿quiere decir que ya la habían violado?, --no en el estricto sentido de la palabra, pero sí, algo parecido a eso, comento tristemente.
--Se sobre puso y retomando su buen animo se dispuso a retomar las riendas de su vida, estaba casi segura que pronto confirmaría un nuevo embarazo y eso la tenia inquieta por el hecho de no saber si había sido uno o dos, o si se aventuraba mucho hasta tres atacantes, segura estaba que por lo menos con Bud aseguraba un bebe, pero ¿y los otros dos? Y eso la tenia nerviosa, no podía darse el lujo de dejar a sus hijos huérfanos.
--Ya habían pasado dos semanas desde que saliera del hospital y los primeros síntomas de que estaba en cinta no se hicieron esperar, tendría que pasar por lo menos un mes para confirmar sus sospechas y a partir de allí dos meses mas para hacerse una ecografía, por alguna razón se sentía tranquila a pesar de la incertidumbre, algo dentro de ella le decía que todo saldría bien.
--En lugar de dos días habían pasado cerca de dos semanas para que pudieran reunirse, el tiempo se acortaba y la boda estaba mas cerca, así que el santuario estaba de cabeza, y el tiempo libre para los caballeros era escaso,
--¡Por fin!, --soltó como una especie de bufido el de cáncer—ya estamos los tres reunidos—Así parece pero el tiempo es escaso y debemos finiquitar este asunto lo mas pronto posible—comentaba impaciente Shura—me parece bien—comento el juez,
--¿con que quieres que te ayudemos?—pregunto Death
--necesito hacerme de un libro de la biblioteca personal del patriarca
--¿sabes como se llama el libro?,-- la luna de plata—el juez se quedo pensativo y decidió hablar,
--no tiene caso tratar de inmiscuirse a el templo del patriarca, ese libro se encuentra en el palacio de justicia en el Tartaro,
--¿Por qué un libro personal del patriarca esta allá?—pregunto curioso el canceriano,
--forma parte de las pruebas que aporto la defensa en el juicio que se le sigue a la antigua amazona de la liebre, su delito según el expediente es traición a la diosa Atenea,
--¿Cómo sabes tu todo eso?—pregunto Shura inquieto
--soy un juez, debo estar al tanto de lo que pasa en el palacio de justicia,--¿tu llevas ese caso?—no, creo que es Aicos quien esta juzgando a la amazona,--¿pero porque la están juzgando hasta ahora?—recuerden que ya esta muerta, para el alma el tiempo es inexistente.
--Basta de divagar, ¿Cómo haremos para hacernos del libro si esta en el averno?—dijo un contrariado cangrejo—eso tendrán que dejármelo a mi, son mis terrenos, debo averiguar que tan avanzado esta el juicio y que tan importante es el libro como prueba,-- tendremos que ser pacientes—comento a lo ultimo la cabra,-- se despidieron, intercambiaron números telefónicos para estar en contacto y hacerse del libro lo mas pronto posible,
--como siempre Cronos es implacable en cuanto al paso del tiempo se refiere, sin darse cuenta, habían pasado prácticamente seis meses, la mitad del tiempo para celebrar la boda de Atenea con Poseidón, y he aquí que buscando un regalo especial y único para su señor y la futura esposa de este Isaac fue a dar a la sierra de Chihuahua, y como el burro que toco la flauta, encontró por casualidad a Pamela pero la encontró embarazada, era lógico, ¿Cuánto tiempo había pasado desde que fue suya?, dos años y algo mas, iba a darse la media vuelta dispuesto a dejar que siguiera su vida pero un pequeña charla de dos señoras que estaban justo detrás de el lo hicieron desistir de tal cosa,
__Deberás que la familia de Merak debería obligar a Bud a que se hiciera responsable de sus actos,
--¡de eso nada comadre!, ella siempre a sido independiente y a sacado a sus hijos sola sin necesidad de un hombre a su lado
--tal ves tenga razón comadre, pero corre el rumor que este embarazo es de alto riesgo, necesita quien le ayude a llevar el rancho y sus otros negocios,
--¿entonces es por eso que contrato mas gente para resguardar su casa?
--¿vaya usted a saber?, pero dicen que su primo este…. El que se fue de mojado ¿Cómo se llama?..... ¡A si este Filiberto! la culpa de la misteriosa muerte de Ramirito, y juro hacerla pagar,
--mientras el condenado de Filiberto no quiera cobrarse con los niños, siempre fue de mala entraña la bala perdida esa
--miro su reloj una de las señoras
--¡que tarde es, ya me voy comadre sino no termino de hacer la comida a tiempo para cuando llegue mi viejo a comer!
--yo también me voy o las tortillas estarán frías para cuando llegue a la casa
--Así que se llamaba Bud el desgraciado que se había atrevido a dejar sola a tan hermosa doncella, se veía divina con su pancita, ya muy, muy notoria por cierto, y decidió no alejarse de nuevo de ella, porque estaba muy consiente de haber huido de lo que sentía por esa mujer, habían sido dos años, dos largos años de lamentarse por su cobardía y estaba dispuesto a aprovechar la nueva oportunidad que se le presentaba,
--en Grecia un muy contento Ikki recibía las primeras noticias fehacientes de Pamela, no eran rumores ni conjeturas tenia en la mano fotos de la castaña con una pancita un poco mas grande de alrededor de seis meses mas o menos, al igual que Isaac pensó en un principio dejarla en paz pensando que ya estaba casada, pero al enterarse que el padre de la criatura o criaturas la había dejado sola con semejante responsabilidad no lo dudo mas, el la protegería a ella y a sus pequeños, y trataría en lo posible reparar el daño que le había causado al hacerla suya a la fuerza,
--un poco mas de seis meses y el juez no hallaba como pedirle el libro prestado a su compañero y amigo Aicos sin levantar sospechas, el libro en si era una prueba contundente de los dichos de la amazona sobre su inocencia, a pesar de demostrarse tal cosa el libro quizás permanecería en el juzgado alrededor de dos años y medio, y paciencia era lo que empezaba a escasearle a los caballeros y el juez,