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IMPOSIBLE RESISTIRSE por desire nemesis

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  Por su parte Seto durmió poco y mal. Estaba inquieto por la cercanía de ese ser que le provocaba tantos incontrolables apetitos y es que podía llegar a enloquecer de nuevo teniéndole tan cerca. Por eso decidió que lo mejor era que al día  siguiente se lo entregaría a su hermana antes de que otra vez cometiera otro terrible acto llevado por sus más bajos instintos.

 

 

  Serenity arribo a la mansión Kaiba mas o menos a la una de la tarde hora en que su novio le pidió que arribara para que el no estuviera presente dijole este admitiendo que el era el real motivo del distanciamiento de ambos.

 

  Cuando vio a su hermana parada en la sala lo único que salio de boca de su hermano fue—El te llamo--.

 

  --Seto solo quiere que arreglemos las cosas entre nosotros—dijo ella.

 

  --No se si lo entiendes pero hablando con ese desgraciado a mis espaldas no  lograras que nos arreglemos—dijo el rubio.

 

  --Lo se pero es que Seto pensó… --dijo la pelirroja pero su hermano la interrumpió.

 

  --Seto, Seto. ¿Es en el único que piensas no es cierto? Esa alimaña me…--exclamo de pronto su hermano.

 

  --¡Tan malo no debe ser ya que estas viviendo con el!—exclamo ella perdiendo la poca paciencia que tenía.

 

  Eso fue suficiente para el rubio que se dirigió a la puerta.

 

  --¿Qué haces?  Estamos hablando—grito la menor.

 

  --No, ya no. Yo me voy. Dejare que la parejita feliz disfrute de su noviazgo. ¡Solo déjenme en paz!—le grito su hermano en contestación. Después cerró la puerta principal de un violento portazo.

 

 

  Se había ido también porque algo le había escocido cuando su hermana insistió en nombrar a  Seto. El pensó que solo era por impotencia, rencor y celos de hermano pero… ¿Seria eso en realidad?

 

  La verdad que el comportamiento del castaño la noche anterior lo había alterado. Quizás  demasiado.

 

  --¡Oye Joey!—le grito su amigo Kuro.--¿Qué te paso que te habías perdido?—pregunto después.

 

  --Me rapto un millonario y me llevo a su mansión—respondió el rubio utilizando la verdad como una gracia.

 

  --¿Y te pidió casamiento?—preguntó el otro siguiéndole el juego.

 

  --No. Solo quería entretenerse conmigo unos días así que lo mande a volar—respondió el de ojos melados.

 

  --¡Bien hecho!—dijo riendo Kuro y Joseph hizo lo mismo en respuesta.

 

  No acababan de reír su gracia cuando una larga limosina negra se paro frente a ellos y la ventana de atrás se abrió solo lo sufriente para que el cabello castaño, la frente blanca y los lagos azules que tenia por ojos el CEO de Kaiba Corp se vieran desde el exterior.

 

  Kuro el amigo de Wheeler paro de reír y abrió mucho los ojos. Lo que vino a continuación le hizo pensar que lo que había dicho su amigo antes no era una broma.

 

  --¿Qué haces aquí?—pregunto el melado.

 

  --Esa debería ser mi pregunta. ¿No crees?—pregunto el castaño.

 

  --Ella te llamo. ¿Verdad?—pregunto cabreado el otro.

 

  --Por supuesto que lo hizo. Sino porque mas vendría a buscar a un pulgoso perro perdido que le da por salir a callejear—dijo molesto Kaiba.

 

  --¡Por mi deja de hacerlo!—dijo el ojos mieles. Ya le dije a ella que se podían ir a la mier**  ustedes dos. ¡No quiero verles más! ¿Acaso eres retrasado y no lo entiendes? ¡Tu eres el ultimo tipo en la tierra al que quiero volver a ver en mi vida!—grito furioso Wheeler.

 

   Kaiba supuso que de ser así no tenia caso querer convencerlo y le hizo una seña a los que le acompañaban. Ellos se bajaron y Wheeler se sintió en el pasado por un momento.

 

  --No. Esta vez no van a llevarme a ningún lado par de soquetes—les dijo el rubio envalentonado por la presencia de su amigo.

 

  Los hombres de traje y lentes negros miraron curiosos al acompañante del rubio y gruñeron.

 

  Dicen que la luz es lo más veloz pero ese día la sombra u obscuro (Kuro) lo fue más veloz ahí.

 

  Y Joey sintió de nuevo el deja vu de verse sentado en la limo de Kaiba custodiado por esos dos zopencos y llevado por el   susodicho ricachón a su mansión.

 

  --Tienes que entrar en razón gato roñoso. No te conviene que yo este allá porque me dan ganas de soltarle toda la sopa a la prensa—dijo el rubio tratando de presionar al empresario.

 

  --¡Hazlo!—lo animo este. –Al fin que nadie va a creerte. Eres un don nadie con una historia fantástica. Trata de decirle a alguien y quedaras como un caza fortunas—dijo muy confiado Seto.

 

  Como odiaba Wheeler a ese idiota. Sobretodo cuando tenia razón y ahora la tenia. Como iba a esperar que alguien le creyera si ni su propia familia lo había hecho.

 

  Se sentía humillado a más no poder porque su tutor era en realidad el hombre que mas daño le había hecho.

 

 

  Llegaron a la mansión y el rubio enfurruñado pretendió subir las escaleras para ir a encerrarse en su habitación. Seto lo tomo del brazo y no lo dejo ir. Sus hombres se habían quedado fuera.

 

  --¡Suéltame!—exigió Joey. Su agarre le traía malos recuerdos. –Mira que no tienes a tus perros guardianes para protegerte—apunto.

 

  --No los necesito. Al único que quiero es a ti—dijo el otro sin pensar realmente en lo que decía porque se refería al mote de perro pero sin quererlo había dicho una frase muy romántica. Solo así pudo haberle dicho algo semejante al rubio se dijo mentalmente.

 

  Joey no salía de su asombro. Oír eso de Kaiba le había provocado un cúmulo de raras sensaciones.

 

  Seto iba a rectificar lo dicho pero se dio cuenta del cambio en el semblante del rubio y se detuvo. Debía averiguar si el rubio pese a lo que siempre alegaba podría cambiar su parecer sobre el. Sabía que de otra manera no podía lograrlo. Si le llegaba a contar que solo se había hecho novio de su hermana para poder acercársele el ojos mieles no se lo perdonaría jamás.

 

  Wheeler se impaciento pues estaba nervioso.--¿Y bien? ¿De que quieres hablar conmigo?—pregunto cortante.

 

  Seto nada dijo, como era ahora su costumbre solo actuó sin pensar y se acerco a esos labios que eran su tentación acorralando al otro contra la pared.

 

  --¿Qué rayos te pasa? Eres el novio de mi hermana. ¡Respétala! ¿Quieres?—dijo el rubio indignado pero la última palabra sonó algo débil para el agudo oído de Kaiba. Acaso al otro de alguna  manera el le atraía.

 

  --¿Qué dirías si te dijera que estoy tentado a dejarla por ti?—pregunto de pronto el castaño clavándole sus azulinas orbes desde muy cerca al otro tanto que el otro se encontraba temeroso por lo que Kaiba pretendía y estaba paralizado por su precaria posición.

 

  --¿Qué? ¿De que… de que hablas?—pregunto el rubio.

 

  Los ojos que le devolvían una descolocada y perdida mirada melada le provocaron una intensa necesidad de apoderarse de los labios rojos y semiabiertos del otro.

 

  Joseph frunció el entrecejo y pregunto--¿Estas  loco?—

 

  Acercándose aun más de golpe, tanto que sus rostros casi se rozaban Seto admitió—Si, loco por ti--.

 

   Joey trato de empujarle pero de pronto sus manos ya no tenían fuerzas.

 

  --Deja de hacer esto—dijo el ojos mieles furioso consigo mismo porque la cercanía del otro y sus palabras le habían afectado.

 

  --¿Dejar de hacer que?—pregunto el  castaño haciéndose el  inocente.

 

  --Tú sabes lo que haces, no te hagas—dijo el rubio.

 

  --Si, lo se. Trato de seducirte—dijo el  de ojos de cielo.

 

  --¿Acaso eres idiota o que? Ya te dije que respetaras a mi hermana—dijo Wheeler tratando de sonar mas indignado de lo que realmente estaba.

 

  --En este momento no me importa nada—dijo Kaiba y se lanzo por sus labios. Primero fue un beso tierno, lleno de deseo contenido y de probar  un terreno  enemigo, luego poco a poco la boca del rubio se abrió y el castaño fue por mas, lo que probo  le resulto tan delicioso que su beso se volvió voraz y salvaje y empezó a morder el labio de abajo del ojos mieles obteniendo un leve quejido que erotizo mas el ambiente.

 

  Su lengua se introdujo en ese espacio del que siempre salían insultos hacia el y disfruto vejando ese santuario a su enemistad. Su mano derecha se enredo y masajeo con énfasis el cabello de su coronilla mientras su brazo izquierdo se cerraba sobre su cintura acercando sus cuerpos mientras un calor intenso se adueñaba de los mismos.

 

  --Me gustas—dijo el castaño cuando se separo un momento a respirar dejando en shock al otro y después de posesionarse de nuevo de esos labios, que eran su locura, con frenesí agrego—Me gustas tanto… que creo que te amo--.

 

  La cabeza de Joey comenzó a girar. ¿Qué cosa había dicho Kaiba? Entonces se aterrorizo e hizo lo que le dictaba su instinto. Empujo lo más fuerte que pudo al otro y salio corriendo rumbo a su habitación donde se encerró con llave.

 

  Seto sonrió feliz. Había hecho un gran progreso. Ver al rubio ruborizado así no tenia precio.

 

  Era de mañana y Joey no había dormido mucho y por los acontecimientos de la noche anterior. Dudaba  de bajar aun cuando alguien toco a su puerta.

 

  --¿Quién es?—pregunto de mala gana pues podía ser el castaño que volvía a molestarlo.

 

  --Soy yo, Mokuba—dijeron desde el otro lado.

 

  “¿Mokuba?” se pregunto consternado. Por lo que sabia el chico permanecía en un campamento de verano muy exclusivo al que su hermano le había mandado.

 

  De inmediato abrió. –Moki no tenia idea de que habías llegado—le dijo el rubio.

 

  --Lo se—dijo sonriente el menor. Acabo de hacerlo y desayunando con mi hermano me entere de tu presencia aquí—le informo.

 

  --Me alegro de que estés aquí. Quizás así tu hermano se calme—pensó en voz alta el rubio.

 

  --¿Calmarse?—pregunto el menor de los Kaiba intrigado.

Notas finales:

espero les guste este cap

creo que se me acabo la inspiracion por un rato

hice otro fic ^^

muy hard

llamado okane ga nai

creo que los amantes del puppy lo disfrutaran


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