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SOMBRAS DEL PASADO por desire nemesis

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Notas del capitulo:

HE DECIDIDO UNIR TRES ANIMES QUE AMO EN ESTE FIC

 

HABLO DE YUGI-OH, VAMPIRE KNIGHT Y NARUTO

                                                  

ESPERO LES GUSTE LO QUE SALDRÁ

SETO X JOEY

KANAME X ZERO

SASUKE X NARUTO

Ellos… ellos no eran gente, Yugi—le respondió su amigo después de voltear a ver los ojos de su pequeño amigo. Luego se giro y se fue mientras una pelinegra se unía a su grupo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Joey estaba deprimido y se le notaba. Pero aun así asumió el liderazgo de lo que ahora se denominaba la resistencia E.

 

¿Quieres que creamos en verdad que tenemos oportunidad contra ambos bandos? Con los cazadores lo entiendo, son humanos normales aunque estén muy entrenados son como nosotros, sabemos como piensan porque nuestras familias eran iguales, pero los Sangre pura y los nobles…--dijo su primo.

 

Los sangre puras y los nobles son aquello que más odiamos y que nuestras familias han cazado por generaciones. ¡No lo olvides!—dijo la voz de un recién llegado. Este estaba a la espalda del ojoazulado por lo que ninguno de los dos pudo verlo hasta que este volteó.

 

Una sonrisa amable apareció en el rostro del rubio al reconocer al serio personaje que se presentaba ante él. –¡Gusto en verte Kiryu!—dijo.

 

El otro solo lo miró con sus ojos violetas y preguntó con su característica seriedad. Luego levantó su amada “Bloddy  Mary” una pistola semi automática de color plateado y con una rosa labrada y apuntó al ojos mieles que lo miró serio. --¡Respóndeme Joseph!—le ordenó sin que le temblara el pulso y con su mirada mas dura. --¿Asesinaste a Cross?—preguntó después.

 

¡Sabes que no lo hice! Si lo creyeras no estarías simplemente apuntándome primo—le respondió el otro. Le llamaba así pese a que fueron criados por el mismo hombre      porque ambos tenían hermanos propios.

 

¡Quiero que me contestes! ¡Quiero oírte decirlo!—dijo el peliplateado.

 

¡Yo no lo maté! ¡Alguien quiere esta guerra!—respondió el rubio.

 

Y tú vas a darle el gusto. ¿No?—preguntó el de ojos violáceos bajando su arma.

 

¿Y qué rayos quieres que haga? ¡No me dejan opción!—se quejó Wheeler.

 

¡Claro que tienes opción! ¡Encuentra al verdadero culpable y limpia tu nombre!—dijo

 

 

 

 

Kiryu.

 

¿Dices mientras intento evitar que ambos bandos me maten?—preguntó el ojos mieles.

 

¿Es demasiado para ti o qué?—preguntó Zero levantando una ceja.

 

Los ojos de Joey se entrecerraron por el desafío y el otro sonrió. Ya lo tenía. Wheeler no podía soportar ser subestimado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Bienvenido!—saludó Kaiba al visitante. No le había invitado al torneo porque según sabía el otro no gustaba de los duelos pero al parecer se había equivocado porque ahí estaba.

 

Gracias—dijo el distinguido visitante. –Tenía  curiosidad por ver esto—añadió señalando la pista de duelos.

 

Bien. Le he preparado un palco privado que…--dijo Kaiba pero para su disgusto fue cortado por el otro.

 

Me temo que me he tomado la libertad de usar su nombre para reservar unos asientos en primera fila—dijo el otro castaño.

 

El rostro de Seto se puso serio y exteriorizó sus dudas--¿Entonces… por qué ha venido hasta aquí?—puntualizó hablando de el palco privado de KC.

 

Quería encontrarme con usted a solas. Se dicen muchas cosas de usted, Kaiba, quiero saber que tan ciertas son—dijo el de ojos café.

 

¿Qué pretende Kuran?—preguntó Kaiba.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estaban sentados en la primera fila. Después de un rato de mirar el duelo por el campeonato entre Kaiba y Yugi, cosa que el rubio no pudo evitar, los vio y su corazón dio un brinco.

 

No podía ser cierto. Ella no podía estar ahí junto a ese sangre pura, más que nada deseó al ver sus perfiles mientras cinco filas más adelante ellos conversaban animadamente. Su mente debía estar jugándole una mala pasada. ¡Que no sea ella! ¡Que no sea ella!, le pedía al cielo pero estaba seguro de que esa pelirroja junto a Kuran Kaname era su hermana.

 

Era la trampa perfecta. El no podía hacer nada en ese estadio lleno de gente y además estaba solo contra un sangre pura y los chupasangres nobles que le acompañaban. Estaba perdido y lo sabía, y lo llenaba de frustración el saberlo. De seguro el castaño sabía bien que el estaba allí.

 

Lo mejor sería hacer eso rápido antes de que Serenity corriera algún peligro. Ella era aún una joven inocente que nada sabía de la herencia paterna ni de la existencia de los vampiros.

 

Se levantó de su asiento pero una mano desde atrás lo obligó a volver a él.

 

¿Qué crees que estas haciendo?—preguntó Vladimir, su primo. El otro volteó a verlo. --¿Creíste que te dejaríamos aquí solo?—preguntó después con una media sonrisa. A un lado de este estaba Alexa su prima de largo cabello negro y al otro estaba Zero que miraba penetrantemente a Kaname.

 

¡El debe saber que estamos aquí! ¡No sabe quienes somos pero si cuántos!—dijo el peliplateado refiriéndose al sangre pura.

 

Joey volvió su mirada al otro. –Aún así nada cambia. Tengo que entregarme o le hará daño—dijo el ojos mieles hablando de su hermana.

 

¡Idiota!—le dijo Kiryu. Pero en su interior le comprendía. Era su hermana. Además Kaname y Yuki estaban ahí.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El estadio se vació después de la tórrida derrota sufrida por el castaño dueño de KC.

 

Kiryu se fue con la multitud como los primos del rubio que se quedó ahí sentado.

 

Kaname se levantó de su asiento y dio su mano a su princesa para ayudarla a levantar y luego volteó hacia la pelirroja. Pretendía hacer lo mismo cuando un grito le detuvo.

 

¡NO LA TOQUES!—gritó el Joseph levantándose de su asiento. Kuran volteó y le sonrió al que esperaba.

 

¡Hermano!—gritó Serenity felíz de verle e ignorante de en medio de que estaba.

 

¡Déjala ir! Ya estoy aquí—dijo el rubio. La pelirroja les miró a ambos repentinamente nerviosa.

 

¡No veo a que viene eso, Joseph! ¿No podemos conversar todos juntos?—preguntó el castaño fingiendo ignorancia.

 

Los ojos asesinos que le miraban dejaban en claro lo que iba a decir--¡Deja ya de fingir! ¡Serenity vete ya! ¡Esto vamos a arreglarlo entre nosotros!—

 

Aidou estuvo a punto de gritarle al rubio. ¿Cómo se atrevía a hablarle así a Kaname? Pero Ichijou lo detuvo con una mano y le señalo que callara.

 

La chica estaba entrando en pánico y el sangre pura advirtiéndolo decidió que sería lo mejor hacerlo como decía el rubio.

 

¡Yuki acompáñala por favor!—pidió y la chica que estaba preocupada por la joven asintió pero antes que lograra siquiera dar un paso la voz de Wheeler la detuvo.

 

¡Mi hermana no ira con ella a ningún lado!—dijo.

 

¿Al final que es lo que quieres?—preguntó Kaname.

 

¡Que te mueras!—le grito al rostro lleno de frustración y odio. Odiaba a los vampiros. Después de todo fue una de ellos, Shizuka, la misma que mato a los padres de Kiryu y a sus tíos, la que mató a su padre y les convirtió en vampiros de clase baja, a él y a sus primos.

 

Entonces Aidou no se controló más y Takuma no logró reaccionar a tiempo. La mano de Hanabusa se levantó y entonces un disparo se oyó, la bala pasó a milímetros de la cabeza de Kuran y paso junto a los dedos del rubio.

 

“Solo alguien podría disparar así”, pensó el castaño, miro hacia atrás y allí lo vió. Parado entre dos pilares a cientos de metros sostenía en su mano a su adorada vengadora.

 

 

Al momento el rubio de ojos verdes conocido como Takuma Ichijou apareció a su lado y su katana rozaba la piel de su cuello acariciando su nuez de Adán. Kaname sonrió sintiéndose vencedor.

 

¡Somos más que ustedes! ¡Ríndanse y tendrán un final pacífico!—dijo Aidou con su tono más teatral.

 

Un encapuchado que además tenía la mitad inferior del rostro tapado se presentó de pronto junto a Kaname.

 

Yo que tu volvía a hacer mis cuentas—dijo este.

 

Desde el palco superior un castaño de ojos azules miraba con intriga la reunión. Pero otros ojos además de esos vigilaban la escena.

 

¡Esto esta raro!—dijo por segunda vez Sakura.

 

Siempre has tenido talento para decir lo obvio—dijo Sasuke con mirada aburrida. A ella le dolió el comentario mientras que Kakashi miraba al recién llegado. La forma en que este se había presentado era muy familiar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fue en la última misión. Su contrincante era una tipa muy rara que lo atacó de improviso. Aunque el era muy fuerte y rápido la mujer lo sorprendió y de alguna forma lo desmayó, cuando despertó sintió dolor de cabeza y descubrió unos pequeños piquetes en su cuello. De seguro esa bruja lo había pinchado con algún anestésico para poder llevarlo con Madara.

 

Pero si era así… ¿Por qué lo había dejado en medio del camino?

 

Después de unos días de estar en Konoha un fuerte dolor lo atacó. Estaba solo en una callejuela y este llego sin previo aviso haciendo que aunque era un ninja fuerte se doblara y terminara arrodillado en el suelo con sus manos crispadas en el piso.

 

Algo dentro de él que no era el biju estaba retorciendo su interior de manera dolorosa y a la vez su mente se nublaba por una desconocida necesidad.

 

De pronto oyó pasos en esa noche estrellada y miro en la dirección de la que venía el sonido. Una joven venía con las compras por esa callejuela oscura.

 

Su mente se nubló por completo…

 

Lo próximo que supo es que estaba a un lado de la joven que yacía ensangrentada. Dio varios pasos hacia atrás antes de comprender que él la había matado.

 

¡¿Por qué?!

 

Ella estaba tendida. Tal vez no había muerto. Se acercó a oscultarla. ¿Por que tenía ese gusto raro en la boca? ¿Era sabor a sangre? Tal vez ella lo había atacado. La miro de nuevo y ahí noto esas pequeñas marcas en su cuello como las propias. Vio las gotitas de sangre salir de los pequeños hoyos y tragó saliva inconscientemente.

 

Entonces… lo supo… supo lo que era… lo que había hecho… y se horrorizó.

 

Se cayo de traste mirando a la joven que yacía inmóvil y se imagino como le mirarían todos una vez que supieran. Todo su esfuerzo por ganarse a la aldea, su sueño de ser Hokage, todo se había ido al infierno. No. No podría enfrentarlos. Se sentía triste y dolorido pero sobretodo horrorizado.

 

Entonces decidió abandonar Konoha para siempre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tsunade les llamo a su presencia.

 

Un shinobi de  la aldea escondida entre las nubes vio a Naruto en una ciudad llamada Domino. ¡Vayan por él!—ordenó la Hokage.

 

Sakura, Sasuke y Kakashi se aprestaron a partir.

 

Cuando descubrieron que Naruto había desaparecido pensaron que Madara lo había atrapado y fueron en pos de él. Un día le encontraron y le exigieron lo devolviera y observaron como este se sorprendía.

 

Pero si Madara no lo tenía… ¿Quién y por qué?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los ojos de Kaname se volvieron rojizos ante el individuo y estos optaron por portar el mismo tono carmesí pero con una variación tenebrosa, sus pupilas eran una fina línea vertical.

 

¿En verdad quieres atreverte con fuerzas que no conoces jefecito de pacotilla?—preguntó el de la capucha.

 

Kuran no solo se puso furioso por el insulto sino por la insinuación de que el otro era más fuerte que él y sin medirse lanzó varios bancos de las gradas sobre el recién llegado que los esquivó con ágiles saltos.

 

Takuma dejo entonces a Zero por una presa diferente y el pelo plateado se sintió libre de ir por Kaname pero por el momento el castaño no estaba interesado en él y se alejó tras el encapuchado sin siquiera mirarle.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

      La batalla entre los tres fue interesante e impactante pues ninguno de los golpes de Ichijou lograba darle pero destrozaba todo a su paso y Kaname utilizaba todo su poder con el objetivo de alcanzarle sin éxito.

 

Aidou estaba mas interesado en lo que podría sucederle a Kuran sama que lo que estaba sucediendo a su alrededor. Solo su vista se desvió de ellos cuando vio por el rabillo del ojo un movimiento por parte del de momento liberado rubio que acudió con su hermana separándola de Yuki e  intento llevársela cuando un viento helado surcó su lado porque el en un instante presintiendo peligro se movió hacia el lado contrario al que iba empujando a su hermana contra la castaña.

 

¿A dónde crees que vas?—preguntó Hanabusa. Con sus ojos azules fijos en el otro rubio. El noble era bien conocido por su helado poder y su irascible carácter que lo hacían un enemigo a evitar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sasuke solo buscaba evitar a Sakura y su insistencia en hablarle de forma devota. Tanta melosidad lo aburría, no, lo asqueaba. Estaba harto de oirle preguntarle que si estaba bien, que si quería otra cosa de comer, etc., etc. Estaban de misión, no era una cita. Y Kakashi no le decía nada por lo que desapareció mientras dormían.

 

Estaba en un techo como era su costumbre cuando vio a tres hombres saltando techos. Los hubiera tachado de simples ladrones y se hubiera vuelto a ver a otro lado de no haber visto el brillo de una katana al ser esgrimida, ese simple hecho capturó su atención y decidió acercarse.

 

Vio como otro de los participantes elevaba su mano derecha y al mismo tiempo un gran pedazo de material se alzaba en el aire y luego imitando el movimiento de la mano se lanzaba en pos del tercero, un encapuchado que de un salto lo evito. Pero el estaba interesado en el de la katana y su particular estilo. Además por sus movimientos y saltos saltaba a la vista que era alguien muy fuerte. La posibilidad de enfrentarse a un digno oponente en vez de aburrirse como una ostra fue demasiado interesante para Sasuke Uchiha.

 

De pronto un nuevo participante se presentó ante Takuma que le miro extrañado. Sasuke solo lo miro con su katana preparada para asumir los golpes que vendrían. No le importó lo que hacían detrás de él los otros.

 

¿Quién eres tu?—preguntó el rubio.

 

Tu nuevo contrincante—dijo Uchiha con una sonrisa de lado.

 

Kaname percibió que de pronto el encapuchado detuvo todo movimiento.

 

¡No podía ser! ¡Esa voz!, pensaba Naruto muy sorprendido. El otro estaba a sus espaldas así que debía voltear para verlo pero Kuran estaba frente a él y quitar la vista del sangre pura podía derivar en su muerte.

 

No sé quien eres pero esta no es tu pelea—le dijo con voz grave Uzumaki para no ser descubierto.

 

Si es o no mi pelea eso lo decido yo—dijo el confiado pelinegro.

 

Naruto se molestó y al hacerlo perdió concentración. Kaname lo notó y lo uso a su favor. En un segundo un fino cable de electricidad se enredó en los pies del encapuchado levantándolo en el aire y empujando así al que detrás tenía.

 

Uzumaki sacó rápido su kunai y cortó el cable soportando la descarga que lo golpeó y llevó varios metros atrás arrastrando al azabache con él.

 

Quiso ocultar su arma para que el otro no la viera pero debido a sus doloridos miembros no pudo hacerlo a tiempo y Sasuke lo vio. Los penetrantes ojos negros se clavaron en la nuca del otro que intento alejarse para que no lo reconociera. Kaname soltó su malévola energía contra los atrapados contrincantes sin saber que uno de ellos era humano. Para protegerse de tal ataque el rubio debió usar su velocidad se llevo consigo al otro. La energía los perseguía por lo que Uzumaki optó por detenerse y usar sus más conocidas técnicas.

 

Primero los kagebunshin revelándole a Sasuke que no solo era un ninja sino que era de Konoha y por último admitiendo mudamente quien era con el Rasengan Shuriken que se estrelló contra la poderosa energía roja ocasionando una violenta explosión que dejo a todos desperdigados por la zona.

 

Kuran adolorido y frustrado, a la vez que un poco temeroso de su, hasta ahora, tan estable futuro, se alejó cojeando y sangrando de una pequeña herida en su cabeza, ayudado por Takuma.

 

Sasuke había quedado boca abajo y se levanto para mirar a su alrededor y vio al encapuchado que sabía ahora que era Naruto. –Así que aquí estabas—dijo.

 

¡Escuchame bien Sasuke! ¡Aléjate de mí y no vuelvas a buscarme!—exclamó Uzumaki.

 

¡Sabes bien que eso no lo decido yo, Naruto! ¡La Hokage dio orden de llevarte de vuelta! No me importa lo que te haya sucedido para que te vayas pero sabes que no te mandas solo, tú le perteneces a Konoha—dijo el azabache.

 

Es gracioso como las cosas se han dado vuelta Sasuke. Hace unos años era yo el que te decía eso—dijo el rubio y el otro pudo sentir la tristeza en su voz.

 

Naruto intentó alejarse saltando de edificio en edificio pero el otro lo perseguía casi alcanzándolo. El Uchiha era muy bueno y él sabía que tarde o temprano lo alcanzaría y él tenía que volver con sus amigos. Así que se detuvo y espero al otro que hizo lo propio y lo miro expectante.

 

No te metas en esto. No es cosa tuya—le dijo el ojoazulado.

 

Como dijiste… es gracioso que me digas eso tú a mí—dijo el de negros ojos.

 

Naruto intentó replicar pero de pronto sintió una presión en una de sus muñecas y vio en ella una especie de esposa que lo unía a la del pelinegro.

 

¡Lo siento pero vendrás conmigo te guste o no!—dijo Sasuke con cara de vencedor.

 

El rubio se enfureció y con su gran fuerza puso de golpe al otro contra la pared de una salida de escalera. Sus ojos rojos refulgían en la penumbra de su capucha.

 

¡No tienes idea de lo que pasa!—dijo Uzumaki.

 

Ni me importa—contestó Uchiha.

 

Serio el otro acercó su rostro al del poseedor del sharingan y abrió su boca para hablar y entonces… se quedo muy quieto. Ese inconfundible aroma lo hizo tragar saliva. Por la explosión Sasuke se lastimo en un oído y el hilillo de sangre que bajaba por el costado del cuello lanzaba el más tentador perfume para un vampiro.

 

¡Aléjate de mí!—chillo de pronto el rubio.

 

El azabache se descolocó por la repentina reacción del ojos azules. El otro tironeó enloquecido de las esposas.

 

Naruto. ¿Qué diablos te pasa?—preguntó Uchiha.

 

De pronto los ojos rojos de Naruto se transformaron pues sus pupilas ya no eran una raya. Sasuke presintió que pasaba algo extraño.

 

Te dije que te alejaras—dijo el rubio. –Debiste hacerme caso—añadió.

 

Entonces sintió algo en su nuca.

 

Como no te detengas te mato—dijo Zero con la punta del canon de la Bloddy Rose apoyada en la nuca del otro.

 

¿Tu quien eres y que le sucede a Naruto?—preguntó Sasuke entre cabreado y extrañado.

 

El peliblanco le miro con una ceja alzada.--¿Ustedes se conocen?—preguntó.

     

      Naruto solo miraba en silencio al pelinegro, poniéndolo nervioso.

 

¡Vámonos Naruto!—ordenó Zero.

 

El mencionado solo levanto la mano para que viera que estaba encadenado al otro.

 

¡Suéltalo!—le ordenó Kiryu al azabache.

 

No hasta saber que pasa—dijo el otro sin un ápice de temor lo que confundió al cazador-vampiro.

 

El ojivioleta sabía que de seguir así Naruto perdería el poco control que le quedaba. A él mismo le costaba conservarlo con ese dulce olor en el aire, así que viendo al chico tan centrado y por su propio bien le dijo—No es muy saludable estar encadenado a un vampiro estando herido.

Notas finales:

^^

ESPERO LES GUSTE MI IDEA

MATA NE


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