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GRECIA VS ROMA por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Y AQUI ESTOY CON ORO CAP

^^

Tres meses habían pasado de tal día. Pero en ese tiempo encontró refugio en un nuevo amigo. Uno que heredara de su hermano mayor como este le dijo en los primeros días de conocerse. Nada le dijo de su aflicción pero el otro lo percibió claramente por el comportamiento tanto del senador como de su sobrino político. Su muda comprensión caló hondo en el joven y después de un tiempo el acercamiento entre ambos se hizo tan evidente que ninguno de los dos hubo de disimularlo más pero si escondían su relación es porque el menor temía las represalias de su tío.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Llego a la tienda en que se guardaba ahora al prisionero por pedido del Centurión Mássimo Antonio y allí se vieron después de esa para ellos larga ausencia. Los ojos azules lo miraron impactados.

 

¿Qué?—pregunto el ex Centurión.

 

He venido por vos. ¿Habíais creído que os dejaría aquí? ¡Vamonos!—dijo el griego y tomándole la mano intento irse pero el otro hizo fuerza para detenerlo. El rubio lo miro sorprendido.

 

Hay algo que debo deciros primero—dijo gravemente Marco Julio.

 

Al oír ruidos en la tienda uno de los soldados encargado de la custodia del prisionero entro en ella encontrándose con el intruso.

 

Ambos sabían que debían reaccionar rápido o el otro daría la alarma pero la sorpresa se la llevaron los tres cuando las trompetas anunciaron un ataque al campamento.

 

El rubio reaccionó primero matando al soldado en el acto con su espada y luego encargándose de  su compañero ni bien este entro.

 

Los dos salieron para encontrar el antes sereno campamento en un caos de sangre y muerte.

 

En ese instante el castaño no pensó en nada más que en su pequeño hermano que se encontraba en ese tumulto muy posiblemente peleando por no morir.

 

En su desesperación dejo a Ácato tras de si y partió después de bajar a uno que pasaba en un caballo y subirse en el. El griego se quedó en medio del gentío mirándole sorprendido. Después de haber ido por él a liberarle poniéndose en peligro por el romano el otro le dejaba y se iba como si nada. Aun algo desolado Ácato subió a un caballo sin jinete y partió en busca de una explicación.

 

Yami oteaba el mar de gente buscando una cabeza rubia. El tricolor en su propio campamento sintió hervir la sangre cuando el rubio después de amenazarle con su arma fue tras el romano. Sabía que lo encontraría. Algo se lo decía y si el otro llegaba a estar enterado de lo que sucedió en la última batalla y se lo decía al príncipe perdería a su amigo para siempre. No lo permitiría, mientras el pudiera evitarlo lo intentaría con todo lo que tenía. Es así que ideo un ataque al campamento romano. Lo que Yami no sabía es que cercano estaba otro campamento de las huestes romanas.

 

Mientras miraba sobre las cabezas de los que luchaban buscando a su hermano vio algo que atrajo toda su atención. El culpable de que estuviera ahí y de seguro el que incitaba esta batalla que podía acabar con la vida de César Augusto.

 

Era tanto su odio en ese momento que toda la fijación del castaño se volvió hacia el cercano objetivo de cabello extravagante y cargo como una fiera contra el lugarteniente de su amado príncipe.

 

Yami se defendió y la lucha se volvió intensa. Desde lejos el “león del Leoponto” les vio y consternado de que lucharan de tal forma entre una batalla en la que debían estar unidos se dirigió a ellos.

 

¡Cesar Augusto!—grito una voz conocida para Marco Julio en medio del tumulto y el ojos azules volteó para ver a su hermano que se sostenía el estómago que estaba manchado de sangre.

 

Victima de su sobre protectora naturaleza el romano fue en pos de su hermano al mismo tiempo que Mássimo Antonio llegaba a él y le abrazaba de forma protectora con un brazo para atraerlo a su caballo mientras con la otra blandía su corta espada para defenderse de todos los soldados griegos que les rodeaban y que al ver un Decurión y un Centurión prácticamente indefensos se lanzaron como hienas sobre una presa herida.

 

Entonces el castaño se detuvo entre ellos y la multitud. – ¡Llévatelo! ¡Yo me encargaré de ellos!—dijo a su ex colega que le miro por un momento para luego asentir y llevarse al herido Decurión.

 

Al verlo pelear contra sus soldados el ojos mieles quedo impactado y el egipcio vio ahí su oportunidad de volver las cosas a su favor.

 

¡Miradle! ¡Os dije que nos traicionaría! ¡Es un romano! ¡Ellos no van contra Roma! ¡Os ha engañado! ¡Me atacó a mí y ahora ataca a nuestras tropas para defender a los suyos! No dudo de que su detención por parte de ellos en la batalla fuera una estratagema para pasarles información sin que nos enteráramos. De no haber atacado hoy nunca lo hubiéramos sabido—dijo el pérfido Atemu.

 

Marco Julio sintió cierto pesar de repente y al levantar su vista mas allá de los soldados griegos que abatía vio al ojos mieles que le miraba con gran tristeza y a su lado y un poco atrás el de ojos violetas sonreía triunfador. Ya podía adivinar que el otro aprovechaba su eventual insurrección a su favor.

 

Los romanos junto al castaño al ver que este abatía a los contrarios le apoyaron y no le dañaron. Eso fue lo que para el rubio selló la cuestión.

 

Marco Julio le había engañado. Todo ese tiempo solo le había dicho mentiras. Tal vez el precio de su libertad era lograr su confianza para destruir a los griegos desde dentro.

 

El ojos mieles desvió su vista hacia los ojos violetas y firmemente le dijo— ¡Anuncia la retirada! ¡Ya nada tenemos que hacer aquí!—

 

El otro asintió y lo siguió cuando volteó su caballo no sin antes lanzarle una última mirada al castaño.

Notas finales:

ESPERO NO DECEPCIONAR

SIN MAS ME VOY A SUS REVS

JA NE

^^


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