Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

GRECIA VS ROMA por desire nemesis

[Reviews - 62]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

De pronto el príncipe vio como su mejor amigo no solo no era apresado sino que le era dado un caballo para que se transportara.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me habéis traicionado—dijo perplejo el príncipe. Realmente no quería creer que su amigo era un traidor.

 

He buscado lo mejor para mí estando aparte de vos, como vos habéis elegido un camino alejado del mío—le respondió Yami ya montado en su caballo. Miraba a Marco Julio al lado del rubio al decirlo.

 

¡Vos habéis roto la cincha de Marco Julio! ¡Vos rompisteis su silla para que le atraparan, para alejarlo de mí!—dijo el príncipe airado y se le iba a ir encima al otro cuando los soldados tomándolo de los brazos le apartaron mientras el otro se alejaba.

 

A Tulio Aurelio le dieron ropa apropiada, pudo bañarse y comió opíparamente mientras los otros eran conducidos a su cruel destino. Ser vendidos como esclavos los griegos y ser ejecutados los traidores a Roma.

 

Llegados al siguiente campamento al cual arribaron después de trece horas de dura caminata para los prisioneros. Marco Julio, César Augusto, Ácato y Mássimo Antonio fueron separados de los demás y colocados en una especie de carroza enrejada.

 

El “León”miro las estrellas a través de las rejas y dijo—Todo esto es mi culpa. Me han engañado como a un niño. He creído todas las mentiras de Atemu sin dudar--.

 

No teníais modo de dudar—alegó el castaño acercándose por la espalda del otro y abrazándole para infundirle fuerzas en la dura prueba que vendría. Dos pares de ojos los miraban algo incómodos de estar presentes en tan íntima situación. Luego voltearon a mirarse entre sí. Mássimo Antonio quería abrazar al otro pero el recato le ganaba y fue así que el más joven se acercó al cuerpo del ojos verdes insinuando que necesitaba ser abrazado. Los fuertes brazos del centurión se cernieron alrededor de sus hombros en un abrazo cariñoso y protector.

 

Aun con todo lo que ha pasado. Con todo lo que os he hecho. ¿Me infundís aliento?—preguntó con mirada triste el joven griego.

 

Sé que os han confundido adrede gente que contaba con vuestra confianza y también sé que pese a eso vuestro corazón nunca ha dejado de pertenecerme—dijo con voz grave el castaño.

 

El rubio se sorprendió y sus mejillas se colorearon mientras su mente admitía que era verdad. Pese a todo lo que le habían dicho y lo que había visto, algo en él todo el tiempo no dejo que le olvidara ni dejara de ser suyo.

 

Iban a besarse cuando un par de soldados abrieron la enrejada puerta de la carroza. Los cuatro dentro de este se irguieron para mirar a los nuevos ocupantes que fueron derecho al ojos mieles y jalarlo hacia fuera. La mirada abanicada del príncipe puso en acción los sentidos protectores del ex Centurión.

 

¿A dónde le llevan?—preguntó.

 

El soldado lo miro de arriba abajo con evidente desprecio y le respondió—Eso no es de tu incumbencia, escoria—y después escupió al rostro del ojos azules. Para entonces el rubio estaba fuera del carruaje y siendo tironeado por los soldados que estaban fuera de este y que lo llevaron a una tienda muy bien custodiada.

 

¿A dónde le llevaran?—preguntó Mássimo Antonio.

 

Creo saberlo—dijo Plineas apretando sus puños por la impotencia. Se imaginaba quien en todo el campamento estaría interesado en ver a solas al griego.

 

Con que ahora se han volteado los papeles—dijo el de larga cabellera rubia. Tulio Aurelio disfrutaba más que nadie de la victoria romana pues tenía a todos sus enemigos a su merced.

 

Nada dijo el ojos mieles mientras el otro se le acercaba con majestuosas zancadas. Tomo el mentón del príncipe admirando su rostro como si de una obra de arte se tratara.

 

Sígueis teniendo ese carácter tan inquebrantable. ¿No es cierto? Yo os lo quitaré. Dejadme asegurároslo—dijo el Senador.

 

Intento abrazarlo a la fuerza pero el otro se resistió y después de forcejear un poco se cayeron sobre el piso donde rodaron hasta que Ácato logró sacar la espada del otro que se separó en el acto de su rival y se puso en alerta.

 

¡Moriréis vos y moriré yo pero mi carne no la tendréis jamás!—anunció el menor de los dos mirando con llameantes ojos al romano.

 

¡Pensadlo bien! ¡De nada sirve que murais o que muera yo pues de todas formas Marco Julio, su hermano y Mássimo Antonio morirán por la ley romana!—le dijo el pelilargo haciéndolo dudar lo que pudo ver claramente—En cambio si accedéis a mis deseos y me servís de por vida, lograré que tus amigos sean perdonados como lo he logrado antes--.

 

Ácato sabía del poder que ostentaba el otro en Roma y además quería resarcirse por todo el daño hecho al castaño y su familia.

 

Veremos que resulta de todo esto y si cumplís con vuestra palabra podéis estar seguro de que me tendréis de buen grado—le respondió el rubio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuando el joven griego volvió a la carreta el ex Centurión intentó sonsacarle lo que había sucedido pero nada pudo sacar de labios del griego lo que le dio muy mala espina.

 

Llegados a Roma unos soldados rodearon el carruaje y un Decurión dijo— ¡Prended a esos tres!—señaló a todos menos al ojos mieles. – ¡Hemos de llevarlos para ajusticiarles en la plaza pública como los viles traidores a Roma que son!—añadió mientras sus soldados entraban y forcejeaban sacándolos. Ácato se escabulló y comenzó a golpear a algunos soldados que lo prendieron de inmediato, no sin antes recibir unos golpes.

 

¡Dejadlos! ¡Ellos no…!—gritaba como desaforado el joven griego.

 

¡Deteneos!—gritó alguien que llegaba con toda la autoridad de un Tribuno. –Ellos serán llevados al circo. Necesitamos más gladiadores para los festejos de los Idus de Marzo—les dijo el recién llegado y el corazón acelerado del príncipe se aquieto.

 

Fuertemente le tomó el castaño de un brazo y le obligo a voltear para preguntarle luego--¿Qué habéis hecho?—su corazón estaba muy angustiado porque suponía cual era el precio de esa nueva oportunidad gracias a que el otro reclamara antes.

 

Lo necesario—dijo con voz grave el “León”.

 

Entonces Marco Julio y los demás tuvieron la certeza de que el otro había hipotecado su futuro por el bienestar de los tres.

Notas finales:

ESPERO HABERME REDINMIDO

LES GUSTO?

^^

EL PROX CREO QUE ES EL FINAL

PERO NO SE PREOCUPEN TENGO IDEAS PARA MAS FICS

SIEMPRE

Y SINO ESTARA POR UN RATO SOMBRAS DEL PASADO

JA NE


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).