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Ojos Azules por Kitana

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 La mansión Kido estaba en medio de un caos tremendo aquella mañana. Al fin había llegado el día de la boda entre Saori y Sigfried, misma que había tenido que ser aplazada por tres meses debido a los compromisos de trabajo de Saori, y dado que Sigfried le había dicho que si se posponía una día más la boda se tendría que conseguir otro novio, Saori estaba dispuesta a que no se presentara ningún impedimento para unirse a su amado Sigfried. 

Milo se encontraba medio histérico preparando a los gemelos para lo que él llamó su gran aparición, ellos llevarían la cola del vestido de novia de Saori.  Shaka lo miraba sentado en la cama luchando por ponerle a los gemelos las pequeñas corbatas de moño que debían lucir para la ceremonia.

- Ay Cass, si no te quedas quietecito mami nunca va a terminar y ya falta muy poco para que empiece la ceremonia.- decía Milo con un pucherito en su bellísimo rostro.

- Deja que yo te ayude amor.- dijo Shaka. – Descansa un poco ¿sí? – le dio un beso en la frente y lo ayudó a levantarse. Con maestría Shaka colocó a los bulliciosos gemelos las corbatas para luego sentarse junto a un sonriente Milo que de inmediato buscó sus labios. – Y ¿cómo están hoy? – dijo Shaka acariciando el vientre de su amor, la pancita de Milo había comenzado a crecer y le encantaban las caricias de Shaka sobre esa parte de su cuerpo.

- Muy bien, estamos muy bien querido, y amándote mucho.- dijo Milo besándolo de nuevo.

- Niños, vayan a buscar a Joao y Alicia, jueguen un poco; ya los buscaré cuando sea hora.- dijo Shaka a los gemelos.

- ¡Esperen!- dijo Milo los gemelos detuvieron su carrera para escuchar a su mami. – Pueden jugar todo lo que quieran pero por amor de Zeus no se ensucien ¿sí? – dijo Milo con carita de cachorro herido.

- Obedezcan a mamá, ¿entendido?

- Si papi.- dijeron los gemelos antes de echar a correr a la velocidad del rayo fuera de la habitación.

- ¿De qué quieres hablar angelito?- dijo Milo.- Por que si quieres hablar ¿verdad?

- Me conoces demasiado bien bichito.- dijo Shaka acariciando la espalda de Milo. - ¿Sabes? Recibí una propuesta muy interesante de Saori.- dijo Shaka abrazando a Milo, quien apoyó su rubia cabeza sobre el fuerte pecho del guerrero de Virgo.

- ¿Y que clase de propuesta fue?

- Quiere que nos quedemos en Japón, tú, yo y los niños.

- Pero… ¿para qué?

- Bueno, necesita de mis especiales talentos para dirigir un nuevo negocio, pensó que soy perfecto para lo que tiene pensado. A mí me parece una idea muy interesante y algo muy bueno para nuestro futuro y el de los niños, ahora que la familia está creciendo debemos pensar en lo mejor para todos.

- Tienes razón… aunque no sé si me voy a acostumbrar a vivir aquí, nuestra isla es un hermoso lugar, pero estoy seguro de que si me lo estás diciendo es porque eso no es solo bueno para ti sino para todos nosotros, ¿cierto?

- Sí, pero nunca haría nada en lo que no estuvieras de acuerdo.

- Y dime, ¿de qué se trata ese nuevo negocio?

- Pues no es nada espectacular, se trata de un lugar de descanso pero en medio de la ciudad, yo me encargaría de ciertas actividades, ya sabes, con mis conocimientos de yoga y medicina ayurvédica, soy el candidato perfecto para el puesto. La verdad es que creo que Saori solo lo hizo por ayudarnos, la pobre cree que nos debe algo después de todo lo que pasamos en la guerra con Hades.

- Sí, creo que ella no ha terminado de comprender que solo hicimos lo que debíamos… en fin, ¿a ti te gustaría quedarte?

- Mentiría si dijera que no, esto es algo que me atrae mucho más de lo que me imaginaba, no es que no sea feliz en Milos, pero quisiera que tuviéramos algo mejor, darles algo mejor a ti y a los niños.

- Entonces quedémonos.

- ¿Estás seguro?

- Si, además Dita y yo tenemos una idea que queremos llevar a la práctica. Ya te contaré después, ahora ve a buscar a los gemelos, ¿sí? Ya casi es hora de la ceremonia y le ruego a los dioses que no se hayan ensuciado.

- Bien, adelántate al jardín, yo me hago cargo de los pequeños.- dijo Shaka sonriendo. Milo se puso de pie y fue a mirarse al espejo, quería ver como le quedaba el traje que llevaba puesto para la ocasión, era blanco, llevaba la camisa desfajada pues ya le apretaba un poco la ropa, ya que su vientre había comenzado a crecer. Se paró de perfil frente al espejo, su barriguita apenas se notaba esta vez, casi tenía cinco meses y su bebé no le causaba ninguna molestia. Se sonrió a sí mismo en el espejo recordando las palabras de su amado Shaka cuando él le decía preocupado que su vientre no crecía, Shaka le dijo que el crecimiento del bebé no era tan notorio como en su anterior embarazo porque era un solo bebé y no gemelos como la vez anterior.  

Sin dejar de sonreír Milo salió de la habitación, bajo la escalera y salió al jardín para encontrarse con Shaka y los gemelos. Para nadie pasó desapercibida la entrada triunfal del hermoso escorpión. Todos lo miraban, algunos de forma amable, como Aioria, otros con descarado deseo, como Kanon y Saga, y otros como  Hyoga, definitivamente con odio.

- Hasta embarazado se ve bien el muy maldito. ¡Lo odio¡- murmuró a Shun el caballero del Cisne.

 - Ay Hyoga no seas tan antipático, si Milo ni siquiera te voltea a mirar y tú dices que lo odias.

- Por los dioses, ¿cómo no voy a odiarlo? Solo míralo, esta de lo más feliz con ese Shaka, y todos estos idiotas no dejan de mirarle el trasero a pesar de que tiene cinco meses de embarazo, y esta tan delgado el idiota y yo que solo llevo tres mírame, ¡estoy hecho un globo!- dijo Hyoga señalando su prominente barriga.

- ¿Tres meses? Yo creí que solo tenías dos- dijo Shun muy extrañado.

- Bueno… oficialmente llevo dos, extraoficialmente son tres.

- ¿Qué quieres decir con oficialmente?

-Pues que si Camus pregunta tengo dos meses, y mejor te explico todo después porque aquí viene mi lindo noviecito, sonríe y disimula.- dijo el cisne propinándole un fuerte codazo a Shun. Camus los miró con desinterés y se sentó junto a Hyoga. No pudo evitar mirar a Milo cuando éste se levantó  para llevarse a los gemelos. Lo encontraba aún más hermoso que antes, lo encontraba arrebatadoramente sensual y se moría de celos solo de pensar que en el vientre del escorpión crecía un nuevo bebé fruto de alguna noche de pasión son Shaka.   

La novia apareció en el pasillo del brazo de Shion, los caballeros tuvieron que reconocer que Afrodita había hecho un excelente trabajo con la diosa, pues no solo se veía hermosa sino distinguida. Milo y Shaka miraban llenos de orgullo a sus hijos, Aldebarán no dejaba de fotografiar a su pequeña Alicia, quien había sido designada “la niña de las flores”, la pequeña sonreía mientras que Aldebarán no dejaba de fotografiarla.

- Vamos Alicinha, sonríe para papá.- le decía el enorme Tauro a su pequeña.

- Ali, querido, quítate de en medio, no dejas pasar a la novia.- le dijo Cora jalándolo del brazo. Milo y Shaka también tomaron algunas fotografías, la mayoría de ellas de los gemelos.

- Se ven preciosos, ¿no lo crees angelito’- preguntó Milo apoyando su cabeza en el hombro de Shaka.

-  No tanto como tu amorcito.- respondió él abrazándolo.  

Para molestia de Camus, las muestras de amor entre Milo y Shaka no pararon durante la ceremonia y mucho menos durante el banquete que siguió a la ceremonia. Camus se dedicó a torturarse con la imagen del rubio Shaka abrazando a SU Milo, para Camus Milo seguía siendo suyo aunque estuviera en brazos de otro.

- Camus, ¿no crees que ya has bebido demasiado?- le dijo Hyoga al ver que Camus se había terminado ya más de media botella de coñac.

- Tú no eres nadie para decirme eso, yo mismo decidiré cuando haya sido demasiado.- le respondió Camus sin dejar de ver a Milo que se encontraba bailando muy acaramelado con Shaka.

- ¿Qué tienes amor? ¿Qué te pasa?- dijo Shaka al notar que Milo se había sobresaltado a causa de algo.

- No es nada amorcito, es que el bebé me esta pateando.- dijo Milo con una preciosa sonrisa. Tomó la mano se Shaka y la puso sobre su vientre, el caballero de Virgo pudo sentir los movimientos de su hijo en el interior de su amado Milo. - ¿Puedes sentirlo?- Shaka solo asentía con la cabeza sin poder ocultar la inmensa felicidad que lo embargaba. Estaban tan concentrados el uno en el otro que no se dieron cuenta de que Camus se acercaba a ellos con una botella de coñac y dos copas en la mano. Estaba muy ebrio ya y no tenía otra cosa en mente más que fastidiarle la noche a la pareja.

- ¡Peero que familia taaan bonita!- dijo con sarcasmo avanzando hacia ellos con un equilibrio bastante precario. Hyoga venía detrás de él intentando tranquilizarlo.

- Camus, por favor deja eso, ya estás muy borracho y estás haciendo el ridículo.- le dijo Hyoga.

- ¡Tú cállate!- le gritó Camus.- Tú no tienes derecho a decirme nada, ¿lo oyes? Nada… por que todo esto que me pasa es tu culpa, solo es tu maldita culpa…. – dijo volteándose y apuntando con el dedo a Hyoga.

- Camus, será mejor que te vayas a descansar.- le dijo Shura.

- No… yo no me voy a ningún lado sin antes brindar con el futuro padre.- dijo al tiempo que sus vacilantes manos servían un poco de coñac en una copa que enseguida ofreció a Shaka, el caballero de Virgo aceptó la copa lanzándole una fulminante mirada a Camus. Milo se aferraba al brazo de Shaka. La tensión iba en aumento, todos miraban al siempre serio Camus en ese lamentable estado.  – Brindo por tu felicidad Shaka, brindo por nuestro queridísimo Milo, el más vil y rastrero de todos los caballeros del santuario. – dijo Camus levantando la botella para brindar con Shaka. El rubio de virgo estaba hecho una furia, no podía creer que Camus estuviera diciendo eso sobre Milo.- Te felicito Shaka, te has quedado a la puta más grande de toda Grecia.- dijo carcajeándose.- Shaka no pudo más, estuvo a punto de estrellar un puñetazo en la cara de Camus, pero Milo lo detuvo.

- Déjalo Shaka, él esta muy borracho y no sabe lo que dice.- dijo Milo.

- Si, estoy muuuuuy borracho, pero eso no quita que tú seas la puta más grande de Grecia.- dijo Camus aproximando su rostro a Milo que estaba casi tan furioso como Shaka. –Sí, esté que ven aquí haciéndose pasar por el ser más inocente y puro del mundo ¡no es sino una maldita puta! Sí, como lo oyen ¡es una gran puta!

-¡Cállate de una vez Camus o no respondo de mí.- le dijo Shaka. Milo apenas lograba evitar que se lanzara sobre Camus, detrás de ellos, Aioria y Aldebarán estaban listos para intervenir si algo sucedía.

- No me voy a callar, nunca vas a poder callarme, ¿entiendes? ¡Nunca! Yo creía que tú me amabas, que no ibas a engañarme nunca… pero no lo hiciste, no me esperaste… ¿con cuantos te metiste? ¿Con cuantos Milo? O mejor dime, ¿con quien no te metiste? Porque estoy seguro de que esos dos engendros tuyos no son hijos de este.- dijo señalando a Shaka.- Y también estoy seguro de que ninguno de estos te defendía por tu linda cara, ¡más bien lo hacían por tu lindo culo!

- Camus, ven conmigo, necesitas descansar.- le insistió Shura al notar que tanto Milo como Shaka habían comenzado a encender sus cosmos.

- No me voy a ninguna parte… no me voy. – dijo Camus evitando que Shura lo apartara de Milo. - ¿De quién son? ¡Dímelo maldito infeliz! ¡Por que no te creo que sean hijos de la ramera con la que vivías! ¿Tú los pariste como ahora vas a parir al hijo de este?

- ¡Estúpido! ¡Aunque estés borracho no te permito que hables así de mi esposa! – gritó Aldebarán sujetando a Camus por las solapas de su saco.

- Mejor vamonos de aquí Shaka, no quiero seguir escuchando a este imbécil. - dijo Milo, tomó a Shaka del brazo, lo jaló hacia la casa, estaba muy avergonzado y muy enfadado, lo mismo que Shaka.  Solo se detuvieron un momento para recoger a los gemelos y luego se fueron a su habitación. 

Con gran dificultad, Aioria y Shura lograron separar a Aldebarán de Camus.

- ¡Llévenselo de una vez o terminaré lo que comencé!- gritó Aldebarán mientras abrazaba a Cora y miraba a sus hijitos que muy asustados también lo abrazaban.

- Hay que sacar a este idiota de aquí. - dijo Aioria furioso mientras él y Shura arrastraban a Camus hacia su habitación. Hyoga lloraba desconsolado en los brazos de Shun.

- Todavía lo ama, aunque este con otro aún lo ama… pero esto no se va a quedar así, que ni crea ese Milo que voy a dejar que me lo quite así como así.- dijo lleno de furia.

 
Notas finales:

hoooolaaaa¡¡¡ espero que les guste este capítulo, ay se me dificultó un poquitín, pero aquí esta ya, espero sus rewiwes y gracias por leerme, bye¡¡¡ = )


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