Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

GRECIA VS ROMA por desire nemesis

[Reviews - 62]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

ESPERO Y LES GUSTE

PERDONEN MI DEMORA

ES QUE SOMBRAS DEL PASADO ME HA ATRAPADO

 

Rato después permanecían juntos, acostados en el suelo de tierra y paja. El ojiverde abrazándole fuertemente mientras el otro se miraba en esas esmeraldas que el otro poseía.

 

 

 

 

 

 

 

Llegó a la casa de Tulio Aurelio bajo la luz de la alborada y entró subrepticiamente como lo haría un ladrón en la madrugada pero al querer bajar las escaleras que conducían al nivel inferior o sótano de la construcción se encontró con algo inesperado.

 

¿Sorprendido?—preguntó el senador muy satisfecho de si mismo.

 

El semblante del rubio se ensombreció al verse descubierto, suponía que sobrevendría un castigo.

 

Estoy pensando que sería muy apropiado que una noche un desconocido entrara en ese festejo tal como vos lo habéis hecho y oculto por un manto como el que vos usáis se acercara al ex poderoso Centurión y acabara con su miseria—dijo el otro rubio con mirada penetrante.

 

El miedo hizo presa del corazón del enamorado príncipe y el romano lo vio claramente por lo que sonrió con amplitud.

 

Pero se me ocurre algo que pudiera detener esa aviesa acción—murmuró satisfecho con los resultados de su palabras. El griego lo vio venir. Sabía lo que el otro pretendía a cambio de no hacer matar a su amado castaño. Recordó como le había encontrado y se dijo que si el hubiera sido un asesino su querido ojos azules sería presa fácil sin duda.

 

¡Hablad! ¡Aunque sé de sobra lo que pretendéis!—dijo el hijo de Ares.

 

El otro sonrió más ampliamente. –Aún con todo el tiempo transcurrido seguís hablando como un príncipe olvidando que ya no eres tal cosa. Olvidando que ahora tenéis amo—le dijo antes de abofetearle.

 

Yo solo tengo un amo de  mi destino. ¡Yo!—le espetó el de ojos mieles con su mirada más fiera. Lo que no sabía era que eso era lo que mas hacía hervir la sangre del Senador. Esa mirada miel fiera y esa belleza tan griega como la de la propia Helena, la mujer que hiciera botar mil barcos, era lo que había conquistado el corazón del noble Centurión como elevar la lujuria del déspota Tulio Aurelio.

 

A darte tu lugar lo aprenderéis con el tiempo y a mi me gustará enseñaros pero conozco otro amo para vos y es vuestra debilidad por el noble Plineas, debilidad que casi os lleva a la tumba por un par de veces y que os tiene aquí conmigo y dispuesto a entregarme lo que más valoráis en este mundo. ¿No es así? Vuestro orgullo—exclamó el retorcido ojos verdes.

 

Los ojos  mieles mostraron su tristeza y le dieron la razón mientras este sonreía de manera más que victoriosa. Su lascivia era tan notoria que lo convertía en un ser molesto.

 

En todo el tiempo en que os he tomado ni una vez os habéis entregado a mí por motus propio como lo habéis hecho tantas veces con Marco Julio y eso es lo que yo deseo poseer—declamó el Senador.

 

El príncipe apretó las mandíbulas ante el retorcido castigo porque sabía que en ese acto perdería el respeto a si mismo y la posibilidad de ver a los ojos nuevamente a su adorado romano. Era el peor de los infiernos para un príncipe que se preciara de si mismo y jamás lo haría aunque su vida dependiera de ello, prefiriendo la muerte a la ignominia de ofrecerse como una prostituta a cambio de un pago pero jugar con la sobrevivencia de su amado…

 

El que me entregue a vos no garantiza su sobrevivencia—dijo al ojos verdes.

 

El que muy astutamente contestó—Pero garantiza que su muerte no sea por vuestra culpa. Vos sabéis que en el campo de batalla puede muy bien defenderse pero dormido es muy posiblemente caiga bajo las manos adecuadas--.

 

…era algo con lo que no estaba dispuesto a jugar y el otro lo sabía. No tenía escapatoria.

 

El otro le condujo hacia uno de los cuartos para huéspedes pues en el suyo dormía su propia esposa, víctima de la tizana que el griego preparara para el romano y que este hizo que ella tomara por la total confianza que sentía hacia su marido.

 

Llegados al lecho el ojos mieles se despojó de sus ropajes mientras el Senador hacía lo propio y se acomodaba en este, Ácato se sentó en sus caderas, el disgusto que tal humillación le hacía era evidente en su rostro y tanto lascivamente como retorcidamente le dijo el pelilargo--¿Por qué no cerráis los ojos y pretendéis que soy vuestro amado Centurión? Tal vez así os sea más fácil la tarea de provocarme un intenso placer con esa boquita vuestra que es una verdadera tentación y que el noble Plineas habrá disfrutado en tantas ocasiones--.

 

Aunque el griego obedeció por el bien de su querido castaño no pudo quitar de su cuerpo la sensación adversa de que era otro cuerpo el que estaba tocando. Su cuerpo jamás se estremecería ante el del otro como con el toque de su castaño.

 

Cuando el otro rodó y se colocó sobre él penetrándolo después se oyó un quejido que provocó mas excitación en su ser, el cual supuso era de pleno placer por lo que se sintió triunfador ante su rival, sin saber que tal quejido en realidad significaba que el alma del otro se estaba rompiendo por ese despiadado acto.

Notas finales:

JA NE

^^

A

Y ESPERO MUCHOS REVS CON EL FINAL QUE LES GUSTARIA

QUIERO SABER


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).