Los ojos fríos del portador de la escopeta se encontraron con los filosos ojos esmeralda en las oscuras sombras de la noche estrellada.
Kakashi miro a Naruto y le preguntó a Sasuke—Si encontraste a Naruto. ¿Por qué no nos avisaste?—
Debemos volver a Konoha—dijo Sakura.
Naruto salto cerca de Zero y Joey y les dijo—Yo no volveré a ningun lado. Ya le dije a Sasuke que vuelvan ustedes—
¿De que hablas Naruto?—preguntó la pelirrosada.
Este no es su lugar—les dijo el jinchuriki.
Sakura oyó de pronto un grito y miro hasta donde estaba el joven caído y vio como su amigo corría hacia la ventana. Una joven miro desesperada al chico herido y Naruto preguntó a Zero que pasaba.
Es una herida de un arma con magia antivampírica. Morirá a menos que suceda un milagro—le informó Kiryu.
¡Aidou!—grito Yuki arrodillándose al lado del rubio mientras sus amigos tambien conmovidos se acercaban. Las lágrimas caían de sus mejillas y de las de Rima.
¿Antivampírica?—preguntó la única pelirrosada en el lugar.
¡Tengo una idea!—anunció el otro joven rubio de ojos azules en la casa sin hacerle caso a su antigua compañera. De inmediato fue junto a Hanabusa y sacó un kunai poniendo nerviosos a los nobles. Akatsuki se interpuso entre él y su amigo. – ¡Tranquilo, viejo! Solo pretendo salvarlo. No podría hacerle mas daño. ¿Cierto?—le dijo Uzumaki.
Akatsuki miro a su rey que asintió en silencio.
Todos observaron como el jinchuriki se lastimaba un brazo para después abrir la boca del joven clase B que ingirió las gotas cayeron en su boca.
Despertó en su habitación y vio a Rima y a Akatsuki.
¿Qué suerte que ya despertaste?—gritó la joven. – ¡Nos pegaste un gran susto! ¡Aunque el que más no sorprendió fue Takuma kun!—
¡Ta….kuma!—preguntó despacio pues se sentía muy débil el herido.
Si. Jamás lo había visto así. Salio como disparado para atacar a Yagari—respondió la joven.
Aidou se asustó. Yagari era el cazador más fuerte que existía.
¿Qué pasó?—preguntó desesperado.
Rima ensombreció su rostro al igual que Akatsuki y el presintió que algo grave le había ocurrido. Ellos iban a hablar cuando el mismo Takuma entró en la habitación. En sus ojos se vio alivio pero su semblante serio no cambió.
Veo que estas mejor—le dijo.
Ta… …kuma yo…--trató de pedirle para hablar a solas Hanabusa.
Takuma le interrumpió– ¡Entonces me voy!—y se fue antes de que nadie pudiera detenerlo.
Cuando estuvo solo se irguió y como pudo fue hasta la habitación del ojiverde. Entró sin golpear y se encontró cara a cara con Ichijou.
¿Qué haces aquí? Tu…--trató de retarle el otro pero el “Idol” desesperado por sus labios se le acercó y le beso apasionadamente. Takuma no pudo evitar corresponderle.
De pronto el ojos esmeralda alejó su boca de la del otro y abrazándole muy fuerte le dijo al oído— ¡No me confundas…!--
Yo… te esperé… pero Yuki… Yuki me pidió ayuda y…--le dijo débilmente el herido.
¿Estas diciendo que…?—preguntó sorprendido el joven secretario.
Soy tuyo—le dijo antes de cerrar la distancia entre sus labios nuevamente.
El ojiverde estaba tan feliz. --¿Estas seguro de que…?—preguntó y el otro ansioso le interrumpió.
Si. Ya lo había decidido—exclamó el ojos azules abrazando su cuello para aprisionar sus labios de nuevo mientras el otro ceñía su cintura para unir mas sus cuerpos que se sentían mas intensamente calientes.
Unos golpes en la puerta paralizaron el frenesí que se estaba iniciando y mientras Hanabusa se colocaba tras ella el joven Ichijou la abrió.
Era Kaname que le dijo muy serio a su secretario--¡Ven! ¡Debemos hablar de inmediato!—
Takuma iba a pedirle que esperara un segundo pero algo en la expresión del otro le dijo que no lo hiciera. Debía ser algo sumamente importante para que estuviera así. Es por ello que asintió en silencio y le siguió después de darle un vistazo a Aidou.
Kaname le dijo sin rodeos--¿Qué crees que haces?—El joven Takuma lo miro sin comprender. –Toda la casa pudo oler a Hanabusa moverse de su habitación a la tuya. Sabes bien que eso no se puede. Si la familia de él se entera ni yo podré hacer nada por ti—agregó.
Los ojos verdes perdieron su fulgor y bajó la cabeza. –Es que yo… lo amo—dijo.
La mano del rey tocó amablemente su cabeza. –Lo siento Takuma pero sabes que es verdad—le dijo. E Ichijou se resignó que fuera así.
Después de que el rubio saliera Kaname se sentó en sillón algo molesto. La situación entre ambos rubios se le hacía tan familiar, y es que el ya aceptaba que le atraía el cazador de la “Bloddy Rose” y mucho pero era algo que en su posición no debía ni siquiera permitirse en pensarlo. Tomó una decisión y salió de la habitación para bajar las escaleras que lo conducían a otra habitación donde entro sin golpear.
En la recámara estaba un joven de ojos azules recostado que le miro con sorpresa. Él se sentó en la cama a su lado pero de frente a Hanabusa.
¡Debes dejarle en paz! ¡Ustedes no volverán a estar juntos! ¡Ya me he encargado de hacérselo entender a Takuma!—le dijo mirando fijo a Aidou.
¡Tu no eres quién para decidir eso!—exclamó con inesperada rebeldía el joven vampiro tratando de levantarse pero el rey le hizo recostarse de nuevo usando una mano.
¡Te equivocas y lo sabes! ¡Creo que es mejor que vayas un tiempo con tu familia mientras te recuperas! ¡Ten en cuenta lo que tu familia le haría si descubre sus intenciones si descubre lo que pretenden!—sentenció el castaño y Hanabusa supo que no tenía opción. Iría con su familia. Kuran lo separaría de Takuma para siempre. –Ni yo con todo mi poder podría negarles algo que por derecho les pertenece y que yo también debo proteger. El derecho a mantener su linaje y a su venganza. Son nuestros derechos primarios Hanabusa. Y Takuma ya no tiene familia que le proteja—añadió el castaño clavando el clavo final en el ataúd del amor entre los rubios.