-Dime Sae, ¿Hay algo más hermoso a parte de apreciar como los arboles envejecen y luego sus hojas abandonan el lugar donde fueron concebidas? - murmuro sonriendo melancólicamente.
-Ver como vuelven a crecer en primavera.... Señorita -
Una suave brisa azoto con delicadeza el rostro de Jong, nuevamente los pensamientos inundaron su mente.
-Dime...- se volteo levemente mirando la cara de aquella muchacha - ¿Como es el Príncipe Kyuhyun? - pregunto con curiosidad.
-El señor... es algo especial, pero es una persona muy amable - Jin sonrió abiertamente - usted aun no se ha reunido con el ¿no es así? -
-No he tenido la oportunidad - levanto su vestido caminando hacia la joven.
-Estoy segura de que el Señor estará encantado, es usted una Joven muy hermosa - sonrió ante el alago.
-Espero así sea... - murmuro paseando por las orillas del gran lago, divisando los pequeños peces que nadaban libremente por las aguas.
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-No es una persona peligrosa - defendió la mujer exaltada.
-Estaba abandonada en el bosque, no conocemos su naturaleza, ni siquiera nos ha dicho su nombre, no la he visto pero no puede ser alguien en la cual podamos confiar - aseguro el Rey con tono duro y serio.
-Confía - la voz de la Reina fue clara y fuerte.
-Soo... - murmuro el hombre derrotado - es peligroso -
-Young Woon, la chica esta desorientada, es hermosa, seguramente si la dejamos a su suerte terminara sirviendo en el hogar de un ministro de edad avanzada - el suplicante tono de su voz termino por convencer al Wang.
-JungSoo, si esa joven se queda, quiero saber todo de ella y como fue a parar al medio del bosque con heridas en su cuerpo -
-Lo sabrás... - la mujer se acerco al gran cuerpo de su esposo y lo abrazo con fuerza.
-Y tu... ¿te encuentras bien?, solo avísame si sientes el más mínimo dolor - susurro el hombre acariciando la mejilla de su amor.
-Estoy bien, no te preocupes - se dejo acariciar su rostro sonriendo.
-Jeonha - susurro Young besando los labios de esa persona que arranco su corazón y lo hizo latir nuevamente.
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Su vista fue interrumpida por el repentino movimiento de la chica.
Sus cinco sentidos volvieron nuevamente a cumplir sus respectivas funciones, fijo su vista en aquella hermosa espalda, la chica se movía lentamente junto a su criada.
-Es realmente una belleza...- murmuro Changmin sin despegar la vista de Jong.
Kyu carraspeo con molestia, llamando así la atención de su amigo.
-Vamos, necesito hablar con mi padre - dicho esto volteo caminando hacia los interiores del palacio.
El más alto lo siguió notando el repentino cambio de humor que experimento Hyun en solo unos minutos.
Caminaron por los largos pasillos, al llegar a los aposentos del rey Kyu abrió con lentitud.
-Señor - su padre se encontraba sentado frente a una pequeña mesita con unos recipientes sobre esta, a un lado del Rey se encontraba su madre, la cual sonreía como normalmente hacia - he venido a dejar mis conclusiones sobre la supervisión a la cual fui encomendado - continuo acercándose a sus progenitores.
-Muy bien, tengo otra tarea que darte - informo el hombre - estarás a cargo de nuestra nueva huésped, investigaras su nombre y origen, eso es todo - dictaminó bebiendo de una elegante taza.
-Entendido... - susurro sintiendo como su corazón se comenzaba a agitar y su estomago temblaba de ansiedad.
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-Señorita, tome asiento por favor - le indico la criada.
-Young...- sonrió ante la mirada de duda de la joven - mi nombre, no me agrada que me llamen "señorita", tan solo dime Young - explico tomando asiento en una pequeña silla.
Sae se sonrojo levemente, haciendo que la sonrisa de Jong se ensanchara aun más.
La muchacha con delicadeza tomo con sus manos los pies de woon, luego con un ungüento masajeo las heridas de aquella zona.
-Auch…- se quejo ante el ardor que aquella curación le causaba.
-Oh, perdone – se disculpo Sae alejando rápidamente las manos de aquellas laceraciones.
-No te preocupes, es normal que duela – Jong le sonrió y le incito a proseguir con la curación.
Luego de algunos minutos ambas caminaban por los pasillos hacia la habitación en la cual se hospedaba Woon.
Con lentitud caminaban, escuchando los leves ruidos del interior mezclados con los intensos sonidos del exterior, cada paso que daba hacia que su rostro se deformara de manera casi imperceptible mostrando una mueca de dolor.
Levanto la vista y diviso a unos hombres altos frente a su cuarto, no podía divisar sus rostros y el miedo, de manera inconsciente comenzó a ocupar un espacio en su mente.
“¿Q-quienes?” se peguntaba disminuyendo el paso, al parecer SaeJin logro captar el nerviosismo que emitía aquella joven y se encamino frente a ella, por el vestuario de aquel hombre podía deducir que era el Príncipe Kyuhyun.
-Señor – levanto el tono de su voz tratando de llamar la atención de esos jóvenes altos y atractivos - ¿Desea algo? – pregunto rápidamente al estar frente a frente.
“E-es el…” diviso sus ojos y sus rasgos, era el chico que lo salvo, un gran alivio recorrió su cuerpo y relajo sus músculos faciales.
-Oh, B-buenas tardes – Kyuhyun se inclino levemente junto a Changmin.
Ambas mujeres se inclinaron en respuesta.
-La verdad, queríamos indicarle que desde hoy nosotros seremos sus escoltas y estaremos a cargo de usted – hablo el mayor hacia Jong, el cual avanzo con cuidado – Señorita… -
-Young…- contesto rápidamente de forma tranquila.
-Mi nombre es Kyuhyun y el es Changmin, si necesita de nuestra ayuda, estaremos encantados de servirle en algo – explico el príncipe sonriendo.
-N-no es mi intención molestarles – murmuro Woon sonrojándose levemente, aquella voz armoniosa y grave le hizo perderse unos segundos, además, aquella mirada que el chico alto mantenía en su persona le hacía sentirse incomodo.
-No lo hará – puntualizo Kyu divisando aquel largo cabello y esas mejillas que en aquel momento se encontraban levemente sonrosadas.
-M-muchas gracias – se inclino nuevamente mostrando su gratitud.
-Muy bien, en este momento le dejaremos descansar, mañana le mostraremos el pueblo y el resto del palacio – sonrió nuevamente, luego se inclino y se perdió por los pasillos.
Jong entro a la habitación y se acomodo en una almohada frente a un espejo, tras el se situó SaeJin peinando con delicadeza los finos cabellos azabaches del joven.
-Tenías razón… Sae – sonrió tímidamente mirando su reflejo – el Príncipe Kyuhyun es muy amable…-