Era su forma de ser pues en la indecisión se paga cara.
¡Iré!—anunció y un atisbo de decepción relució en los ojos del nivel E que le alegró. Luego se le acercó mucho y agregó—Pero eso no significa que no volveremos a vernos—
En las dos semanas que siguieron todos llegaron a un acuerdo pues los cazadores aunque dolidos por la desaparición de uno de sus mejores cazadores sabían que mantener la paz con Kaname era lo más rentable para ellos.
Naruto decidió muy poco convencido volver a la aldea de la que una vez juró que se convertiría en Hokage. No fue fácil para el tomar la determinación de abandonar a sus nuevos compañeros ya que ellos demostraron por mucho que le querían bien. Pero el no se sentía cómodo con la idea de ser un vampiro entre humanos por más que Kakashi anunciara que podía con le reto.
Mientras en la mansión de los Kaiba el menor notaba que algo distraía la por demás aguda mente de su hermano al que se le pasaban errores por demás vergonzantes de sus empleados en material tecnológico de alta complejidad.
Seto estaba como es de suponer pensando en lo que dejara en la casa de Wheeler. Entre otras cosas su ego. Su mente estaba llena del rubio y aunque no le gustaba aceptarlo era cierto. En su mente imágenes del rubio con su cuerpo desnudo bajo el suyo y sus mejillas sonrosadas hacía presa de su mente constantemente.
Es tal vez por esa razón que el rubio se sentía inquieto y sediento daba vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño. Las pastillas no alejaban de él la sed que le asolaba. Se levanto y con paso somnoliento bajo las escaleras y se puso alerta al oír que alguien tocaba a la puerta. Su hermana se había ido dos días antes y el seguía con la esperanza de volver a verla. Con esa pequeña ilusión se acercó a la puerta mientras sin que lo viera el joven Kiryu hacía su aparición pero al ver de quien se trataba optó por retirarse sin ser visto.
Días antes en el patio de esa misma casa unos ojos verdes estaban fijos en un solo ojo de mirada severa que le devolvía la misma seguridad de que esa batalla sería la final para ambos.
¿Acaso crees chupasangres que vas a vencerme?—dijo el de la escopeta al de la katana perfecta.
¡Ya lo he hecho!—replicó el otro un momento antes de que la mitad de la escopeta del más alto cayera al piso de la altura en que estaban, posados en una rama.
El más alto se sorprendió pero no perdió el ritmo que la situación ameritaba y de inmediato alzó la culata de su arma para enfrentar a su poderoso enemigo. Pero un poderoso lazo enredo ambos brazos del cazador uniéndolos sobre su cuerpo de tal manera que quedó indefenso por unos segundos y miró hacia arriba para localizar a su segundo atacante que resultó ser una joven de largo cabello negro que no reconocía. El sangre pura aprovechó ese momento para penetrar el estómago del otro con su filoso instrumento de batalla.
¡Esto es por Aidou!—le susurró al oído. Luego se apartó del cazador experto para mirarle los segundos que tardo su vista en perder el vigor y su cuerpo derrumbarse despeñándose de la rama en que estaba posado.
Seto arribo a la conocida casa. Bajo de su Porche negro frente a las escalinatas de la casa de dos plantas iluminada por el farol de la calle que permanecía a oscuras aún en las penumbras de una tarde gris. Tocó el timbre en dos ocasiones más nadie contestó a su llamado. Dio dos pasos hacia atrás y miró hacia las sombrías ventanas que parecían ojos negros que le miraban incólumes mientras él permanecía parado bajo la insistente llovizna con su gabán azul.
Naruto caminaba junto a los demás miembros del ex equipo 7 por las calles de Konoha mientras los que los veían miraban con suspicacia al encapuchado del grupo.
¡Tu pinta es la sensación Naruto!—dijo algo divertida la pelirrosada.
No importa. Lo mejor es que no sepan que soy yo—dijo en respuesta el rubio.
¿Por qué dices eso?—preguntó Haruno intrigada.
Pues porque tal vez no me quede lo suficiente para que se enteren que estuve aquí—respondió Uzumaki sorprendiendo a los demás.
Naruto tu dijiste…--exclamó Hatake.
Yo acepté venir y aclarar la situación. De ahí a quedarme… eso ya lo veremos después de que hable con la vieja Tsunade—respondió el jinchuriki.
Tsunade se mostró sorprendida y alegre de que por fin hallaran al desorientado genin pero quedo algo aturdida cuando entre los cuatro intentaron explicarle la razón de que Naruto huyera de la aldea.
Aturullada por el alboroto de voces la poderosa Sannin grito para que se callaran y exigió--¡Díganme de una puñetera vez que diablos es lo que esta pasando!—
¡Naruto es un vampiro!—soltó sin más el Uchiha.
La Hokage abrió grande los ojos al igual que los demás pero al segundo se puso furiosa. --¡¿Creen que pueden venir aquí a tomarme el pelo?!—
Kakashi y Sakura se preocuparon y poniendo sus manos como escudo afirmaron que lo que el otro decía era en serio pero la rubia sospechaba y miro inquisidoramente al joven de la capucha. Sasuke tuvo una idea y sacó su katana. Para asombro de Tsunade se cortó con ella y de su brazo una fina línea de sangre brotó.
La Hokage se puso blanca pero de pronto atisbó a un lado al percibir un movimiento y captó los ojos rojos de Uzumaki. No eran los del kyubi pudo apreciar sino otros distintos pero tan siniestros y peligrosos como los de este. En ellos pululaba un ansia tan grande que conmovió a la sannin de la cabeza a los pies.
La Hokage después de pedir a sus visitantes que la dejaran sola un rato intento meditar sobre lo que le habían dicho. Era algo difícil de digerir. Naruto era un vampiro, además lucía más abstraído.
Los jóvenes y el maestro de ellos caminaban sin un rumbo predeterminado, todavía atrayendo las miradas de los que pasaban cerca.
Mientras Tsunade daba un paseo para despejar su mente por un apartado lar del bosque sin compañía. Entonces oyó decir--¿Con que tu preferido ha vuelto, no Tsunade sama?—
Ella miro sorprendida hacia donde provenía la voz. Y entrecerró sus ojos.
¿Qué hace una rata como tú en Konoha?—preguntó como escupiendo veneno la rubia.
¡Oh Tsunade sama!—dijo el de la máscara para desaparecer en el aire un momento después. –Después de todo yo sé tu secreto—añadió apareciendo de pronto frente a la alerta Hokage que quedó atrapada en su Magenkyo Sharingan.
Para suerte de la líder uno de sus más leales chunin le seguía de cerca por así decir, le seguía como una sombra.
Fue cuando vio lo que el otro intentaba que decidió interferir por el bien de Konoha.
Naruto iba a reclamar cuando de pronto sus ojos se volvieron ascuas y miro hacia el bosque.
¿Qué sucede?—preguntó la ojiverde que iba con él.
¡Sangre!—dijo solamente el jinchuriki antes de salir corriendo hacia el bosque perseguido por los demás.
Antes de llegar supo que se trataba de Tsunade pues logró oírle gritar. Cuando llegó el joven Nara yacía en el suelo y Kisame intentaba despellejarlo con su rasposa espada.
¡Oye cara de pescado!—le grito Naruto para desviar su atención.
¿Naruto?—pregunto sorprendido Shikamaru al reconocer la voz que se escondía en la capucha que rato antes viera por las calles de Konoha.
¡Que inesperado!—dijo con alegre voz el jefe de los Akatsukis.
Mientras Sasuke y los otros habían arribado y reconocido a los atacantes. El Uchiha fue directo por Kisame quien era un combatiente duro de derrotar mientras Toby desapareció gracias a su arte en medio del aire antes de que Uzumaki lograra darle caza.
En medio del combate Sasuke y Naruto quedaron espalda con espalda. –¡Diablos! Va a ser muy difícil atrapar a ese enmascarado parlanchín—dijo el rubio.
Tengo una idea—anunció el pelinegro y cuando Naruto abandonó su pose alerta para girar y escucharlo el otro aprovechó para atravesarle con su espada.
El jinchuriki le miró incrédulamente mientras los demás se percataban de lo que había hecho.
No debemos permitir que atrapen al jinchuriki a ningún costo—dijo el de ojos negros al viento mirando intensamente al otro mientras acercaba un poco más su rostro al del ojos azules que entendió lo que el otro pretendía.
¡Esta me la pagas!—le dijo en un susurro ronco que demostraba su furia el Uzumaki. Alargó una mano hacia el otro y jalándolo por la ropa clavó sus dientes en el Uchiha que sintió una rara sensación recorrerle el cuerpo. Al separarse de su cuello el otro le dijo--¡Mmmm! Tu sangre es muy dulce Sasuke— Esa inesperada confesión provocó otra rara sensación que el joven pelinegro no logró descifrar.
Lo esperado pasó. Cuando Naruto fingió caer muerto el furioso líder de los Akatsukis se fue contra Sasuke. Cuando Naruto le vio desaparecer en el aire cerró sus ojos y dedicó sus sentidos a sentir el calor de las presas que le rodeaban y oír los latidos que le rodeaban que anunciaban el bombeo de la sangre que a un vampiro es la sensación que inspira sus ansias de caza.
En cuanto apareció una nueva y esperada presa se largó tras ella guiado por su instinto. Llegó ante el Akatsuki para total sorpresa de Toby que no pudo reaccionar a tiempo a pesar de ser uno de los shinobis más rápidos del mundo ninja. Antes de que pudiera hacer cualquier movimiento en su defensa los colmillos del rubio se clavaron en su cuello y el aliento se le escapó.
A su alrededor los otros shinobis se sorprendieron y Sasuke aprovechó ese momento para atacar a Kisame quien desprevenido no lo vio venir hasta que estaba atravesado por su espada. Miro al otro y le dijo-- ¿Crees que sólo con eso podrás conmigo, niño?—
No. Es por eso que haré esto—dijo el Uchiha para después sacar su espada del cuerpo del otro y cortarle la cabeza.
Después fue por Suigetsu, que se había convertido en Akatsuki junto con sus compañeros después de separarse de Sasuke, que intento defenderse pero el otro fue más fuerte y consiguió vencerle.
Naruto fue por Juugo que se había convertido gracias a su maldición mientras Sakura peleaba con Karin. Kakashi había sido lanzado por la brutal fuerza del pelinaranja. Tsunade miraba todo pasmada y Nara se la llevaba del brazo.
¡Por más fuerte que te creas no lo eres mas que yo!—sentenció Juugo a Naruto.
Solo necesitas tener sangre en las venas—dijo el rubio antes de clavarle los colmillos y llevarse su vida como lo hiciera antes con la de Toby.
Algo en los ojos del vampiro al soltar a su presa dijo al pelinegro que este se encontraba descontrolado. Como dijera antes Zero el nivel E se encontraba tan ansioso de sangre que su razón estaba nublada.
¡Cuidado!—grito a los demás mientras se colocaba entre ellos y Naruto mientras le miraba a los ojos. Esos rojos ojos que paralizaban.