YO DESIRE NEMESIS ADMITIRE LO SIGUIENTE…
HE UTILIZADO ENGAÑOS Y LOS SEGUIRE UTILIZANDO EN MI PROVECHO.
EL FIN ES SORPRENDEROS. LLEVARLOS A CONCLUSIONES ERRONEAS Y DESPUES SALTAROS CON LA SORPRESA EN LA CARA.
ES MI ALMA DE SHINOBI. EL ENGAÑO ES MI TECNICA PREFERIDA. SOLO ESPERO QUE DISFRUTEN LAS CONSECUENCIAS.
XD
Está muy mal doctor. Al parecer se ha desangrado—dijo una joven ayudante que de pronto recordó que Uzumaki Naruto lo había traído. Volteo a verlo pero este había desaparecido.
Kaname se quedo hasta tarde esa noche en su despacho. Como siempre bien asistido por su secretario Ichijou Takuma que le observó frotarse las sienes a las 3 menos cuarto de la madrugada.
Será mejor que lo dejemos para mañana, Kuran sama. No puede seguir, se le nota a leguas—dijo el joven rubio.
¡Yo decidiré si puedo seguir!—anunció el rey con el malhumor que le caracterizaba los últimos días. Nadie en la casa sabía la causa de esto excepto por el propio Kaname que insistía en obviarla haciendo que se convirtiera aunque él no lo quería en una pesada carga.
El dueño de su malhumor tenía nombre y apellido.
Kiryu Zero.
Aunque un ser tan orgulloso como Kuran Kaname jamás lo admitiría.
¡Disculpa mi exabrupto Takuma! ¡Estoy siendo víctima de la tensión!—argumentó el sangre pura.
¡No hay cuidado Kuran sama!—respondió serio el otro.
El otro vampiro había advertido que desde que separara a su fiel amigo de Aidou, su trato se había vuelto más frío. Ya no era aquel sonriente ayudante que parecía siempre de mal humor. En su mirada podía verse la opacacidad de la tristeza. Quizás eso le llevo a decir las palabras que siguieron. Quizás deseaba recuperar la amistad que Ichijou siempre le prodigó, a tal punto de ir contra su propia familia por él.
¡Takuma! Sobre ese asunto. ¡Quiero que sepas que te comprendo!—le dijo.
Al principio el rubio pensó que solo se trataba de palabras vacías de contenido, hasta que poco a poco se dio cuenta que podían tener otro sentido.
¿Comprenderle? Pero si el tenía a su Yuki junto a él. De hecho estaban haciendo los arreglos para la pronta boda de ambos.
Es entonces cuando cayó en la cuenta de otra cosa.
Lo esencial que para los planes de Hio parecía la presencia de Zero.
Una respuesta apareció en su mente pero la descartó por descabellada. Su intriga pudo más y levantó la mirada de los papeles que sostenía para fijarla en su rey que al notar la vista en él clavada levantó sus ojos.
Borgoña y verde se encontraron por un fugaz momento y entonces Takuma entendió.
Todo estaba ahí. Solo había que fijar cuidadosamente la vista.
Kaname estaba pasando por algo similar a él pero tal vez más imposible. El rey de los vampiros enamorado de un nivel E, de uno de estirpe de cazadores. No había nada más dispar ni imposible.
Y cayó en la cuenta que no le había pedido más de lo que él mismo estaba dispuesto a sacrificar.
Se sintió mal. Por Kaname, por él, por todo. El había juzgado mal al sangre pura. Creyó que era un déspota, un maníaco que no entendía por lo que él estaba pasando.
¡Que equivocado estaba!
Algo en su mirada advirtió a su rey que algo le estaba ocurriendo.
¡Ichijou! ¿Estas bien?—preguntó pues el otro había perdido el color.
No es nada—dijo el de ojos verdes. –Creo que yo también estoy cansado. Terminaremos esto mejor mañana, su majestad. Estaremos más descansados—arguyó el secretario.
A regañadientes Kaname le dio la razón pero en verdad dudaba de que pudiera descansar.
Se llamaba Sara y era la nueva cara de los productos de KC. Se conocieron en una rueda de prensa porque a Kaiba no le interesaba confraternizar con sus empleados. Ella ya era toda una top model y por ello le había costado una pequeña fortuna al imperio de Seto el contratarla.
El quedó gratamente sorprendido al descubrir con unas palabras, mientras esperaban para entrar al salón de prensa de su edificio principal, que ella no era como esas modelos cabeza huecas que había conocido con anterioridad.
De hecho estudiaba economía en una prestigiosa universidad, la carrera de modelaje la inició para pagar sus estudios que ahora realizaba libres con ayuda de tutores. Era lista y linda.
¿Qué mejor para olvidar al perro?
Wheeler había desaparecido dos días antes. Es cierto. Pero el castaño sabía que muy probablemente no le vería más. De hecho lo sabía desde que abandonó esa casa. El encontrarla vacía solo era una verificación. Lo que le molestaba era no saber si su desaparición se debía a su voluntad o por culpa de esa estúpida guerra en la que se había involucrado. Eso era lo que en realidad le mantenía al pendiente del rubio.
Eso y…
Ya había estado en dos ocasiones con la preciosa modelo y en ambas oportunidades al final, cuando había abierto los ojos previo al orgasmo, la cara que esperaba ver debajo de él había sido el rostro de Joseph.
Maldición. Aún no olvidaba el sabor de su piel y la gozosa sensación de sus colmillos clavándose en su cuello. Había algo tan animal y sexy en eso que lo excitaba hasta la locura.
A la siguiente noche.
Aidou entro muy confiado en su recámara y procedió a quitarse camisa y chaqueta para cambiarse por el pijama cuando de pronto notó algo diferente en la habitación.
Sobre su bureau estaba un fino sobre blanco. Se acercó para mirarlo con detenimiento. Al dorso en bella caligrafía estaba su nombre. Lo abrió con premura pues sabía con certeza de quien era esa letra y presentía un adiós.
Sus sospechas eran acertadas descubrió al leer la corta esquela. Y descubrió aún más.
Mi querido Aidou:
Escribo estas palabras pensando en que es inútil que quiera apartarte de esto. Sé que debes saber la verdad y lo que los bajos instintos me han orillado a cometer. Si debo enmendar mis errores debo comenzar contigo.
He caído bajo debido a la furia que el mandato de nuestro rey me produjo y durante esa furia he sido seducido por la traición en un vano intento de tenerte conmigo me he hecho de veras indigno de estar a tu lado. Debo anunciarte que tanto Hio Shizuka como Cross Kaien están vivos. El espadachín legendario ahora es un nivel E y esta al servicio de la sangre pura que solo desea vengarse de Kaname.
Vé y adviértele. Es mi deseo pues no me considero con fuerzas de decírselo yo mismo. Recientemente me he enterado de que él comparte de manera muy sincera nuestro padecer y debido a eso me arrepiento de lo que mis actos han llevado a que se cometa. Para eso es necesario que te diga también que han hecho de Zero su prisionero ayudados por mí y que nadie de la casa Wheeler se ha percatado debido a los ardides de Hio que yo he ayudado a llevar a cabo. Piensan usar al cazador contra Kuran después de dejarle llegar a su mayor estado animal.
Hio se oculta en la Academia Cross. ¡Cuídense! ¡Cuídate!
Dile que lo siento a nuestro rey. Que en verdad lo lamento porque solo hasta ahora me doy cuenta del dolor que pude causarle y que he decidido tratar de remediarlo. Sabes bien querido Aidou que ese es el fin de esta carta.
Esta carta es un adiós.
Solo espero que seas dichoso en lo que el futuro te depare si es que no estoy ahí para ser parte.
Atte.
Takuma
Los ojos de Aidou estaban muy abiertos cuando termino de leer la carta del ojiverde y su corazón que por un momento enlenteció su latido, galopó después cual corcel desbocado al entender el fin último de todo lo que había leído.
Miro a su alrededor como enloquecido. Tomó su chaqueta y se marchó de la habitación sin mirar atrás, con la carta de Takuma y una dirección en su mente. La mansión Kuran.
¿A que has venido?—preguntó el rey al de ojos azules una vez entro este en su despacho sin anunciarse.
Aidou miró como enloquecido el lugar antes de preguntar--¿Y Takuma?—
Él, para tu suerte, no está—le respondió el castaño.
Desde cuando salió—preguntó el rubio.
Desde esta tarde. Hanabusa ya hemos hablado de esto—dijo el sangre pura.
¡No se trata de eso!—grito el joven enfureciendo a su rey. ¿Como se atrevía Aidou a gritarle?
¡Esta en peligro!—afirmó el rubio tan convencido que la furia del otro desapareció al instante. Pensó que tal vez la familia de Hanabusa se había enterado de todo y lo había atrapado.
Les dije que eso entre los dos nada bueno traería pero insistieron en no hacerme caso—dijo el de ojos borgoña.
¡No es eso! ¡Hio esta viva!—grito el noble. --¡Lee esto!—le dijo a su rey.
Este tomo de sus manos la carta y comenzó a leerla. Al leer el primer párrafo se estremeció de furia pues su leal amigo afirmaba haberle traicionado. Al llegar al final estaba petrificado. Takuma de alguna manera había adivinado lo que él sentía por el peliplateado y eso le había llevado a arrepentirse de su traición. Y ahora corría en pos de la muerte para lavar sus culpas pues él sabía muy bien que si había un espadachín capaz de hacerle frente ese era Kaien Cross. Y no solo eso.
Zero.
Era su prisionero y lo mantenían alejado de cualquier forma de alimentación para que su hambre fuera mas fuerte que el hechizo que le protegía de ser un animal sediento de sangre.
Con semblante grave devolvió la carta a Hanabusa. --¡Quema eso!—le ordenó. –Solo traerá problemas—acotó. – ¡Avisa a los demás! ¡Nos vamos de cacería!
El otro asintió y desapareció por la puerta.
El cerró una carpeta que estaba sobre su escritorio y con semblante repentinamente cansado apoyó ambas manos en él pensó en que era lo que realmente sentía por el ojivioleta.
Pronto tendría respuestas a esa pregunta.