-¿Seguro que le dijiste que a las ocho?- dice Shion consultando una vez más su reloj mientras se pasea alrededor de su motocicleta nueva.
- Mejor siéntate, ya conoces a Dohko. – le dice Mili. Me siento extraño, aquí en medio de ellos, listo para viajar a no sé donde. Milo me abraza y recargo mi cabeza en su hombro. Sus brazos fuertes y protectores ciñen mi lindo cuerpecito. Me siento tan mal… no sé que hacer ahora… no dejo de pensar en Hyoga, en lo enfermo que estoy, en que quiero verlo antes de… Creo que aún no dejo de amar a mi patito, aunque también creo que amo a Milo. – Cam, ¿te sientes bien? – dice Milo al notar que me he mareado.
- Sip, no tienes que preocuparte.- le digo con mi mejor sonrisa falsa.
- ¿Estás seguro?
- Si, estoy bien, pero tengo hambre.
- Hey cuidado Scorpio, el chico podría estar embarazado.- dice Shion riéndose.
- No seas imbécil Shion, es hombre, ¿cómo va a estar embarazado?- dice Mili un poco molesto por las payasadas de Shion.
- Cálmate niño rudo, solo era una broma.
- Apláquense los dos, ahí viene Dohko.- dice Shaka sin dejar de mirar a Mu. Ay ese Mu es monísimo, pero un poco tontito, no se atreve a acercarse a Shaka por culpa de Mili.
- ¿Se puede saber donde carajos estabas? Llevamos esperándote casi una hora infeliz.- dice Shion golpeando en la cabeza al tal Dohko.
- Mejor no te digo porque te vas a enojar corderito. – le responde. Es muuuuuy guapo. Es un delicioso chico de piel canela y cabellos oscuros, bastante sexy, aunque no tanto como Mili. – Bueno ya llegue ahora vamonos, esta haciendo frío.
- Si vamonos, ya se me congelo el trasero.- dice Shion sin dejar de estar molesto.
- Cam, ¿seguro que estás bien? –me dice Mili acariciando mi rostro.
- No te preocupes por mí, estoy bien Mili, de verdad. – le digo abrazándome a su fuerte pecho.
- Oye bicho, ¿quién es la lindura? – dice Dohko acercándose a nosotros.
- Él es Camus.
- Ah ya veo… eres toda una belleza.- me dice con una coqueta sonrisa adornando esos gruesos labios que gritan por ser besados. Ay lástima que no pueda pensar en eso ahora.
- Esa belleza para tu información ya tiene la marca de Scorpio. Así que ni se te ocurra. - dice Shion.
- Bueno ya vamonos.- dice Dohko subiendo de nuevo a su moto. Me subo junto a Milo, ay dioses, solo espero salir vivo de esta. Al fin hemos llegado al condenado estadio donde se supone que será el concierto de los amiguitos de mi Mili. Me siento muuuuy mareado, quizá debí venir con Afro y los chicos, habría sido un viaje más tranquilo. Pero Mili quería que conociera a Dohko fuera del concierto, no sé porque, el tipo sencillamente me ignoró. En fin, aunque sea hermoso no puedo caerles bien a todos, por ejemplo Misty, ese oxigenado sí que me odia. Y todo es porque Mili me adora y a él lo ignora, ja, es obvio, yo soy más lindo y Misty solo es un gran looser.
Al fin llegamos al condenado estadio, Milo tendría que tomarse unas clasecitas de manejo… a mí me pareció que íbamos a estrellarnos en más de dos ocasiones. Al llegar a la entrada nos encontramos a Mime, Afrodita, Aioros, Aioria y por supuesto a Shura. Mientras Milo lleva a su adorada moto al estacionamiento yo voy a reunirme con los chicos.
- ¡Hola a todos! – grito corriendo a abrazar a Afrodita, como de costumbre el que me pesca en sus brazos es Aioros.
- Ay te tardaste años Cammie, pensamos que ya no venías. – dice Afrodita saludándome con el acostumbrado besito en la mejilla. – Oye por cierto, quién era la hermosa criaturita de cabellos verdes. – me dice esto último en voz baja.
- ¿Él? Ah si es Shion, no te preocupes al rato los presento a todos.
- De saber que Milo tenía amiguitos tan interesantes habría cultivado esa amistad.- dice Aioros, Shura lo mira con molestia. – Es broma queridito, anda ven y dame un beso.- dice adoptando esa pose de niño angelical que deshace a cualquiera, en especial a su novio.
-Te digo algo Cammie, Aioros tiene razón.- me dice Mime en voz baja, los dos nos reímos.
- Apúrense que va a comenzar el concierto.- dice el hermano de Aioros, el pequeño Aioria, es tan lindo, el peque me gusta pero jamás me le acercaría porque si lo hago Aioros me mata. Es que es tan tierno el niño, pero no sé… últimamente por más que busco, no encuentro a nadie que sea mejor que Milo, ni siquiera Hyoga, ¿qué me pasa?
Bien, a olvidarme de pensar, la verdad es que eso de pensar las cosas no me gusta demasiado… es mejor no pensar y solo sentir, sip, así no me preocupo por las consecuencias que pudieran tener las cosas que hago. Si me detuviera a pensar las consecuencias de cada cosa que hago probablemente me quedaría en casa solito y aburrido.
Nos hemos reunido con Mili y sus amiguitos en los camerinos. Afrodita no deja de mirar a Dohko. Conociendo a mi querido Afro, seguro que va a terminar en los brazos de ese chico malo. Afro siente debilidad por los chicos malos. Eso es obvio para cualquiera considerando que su último novio fue un chico muuuuuy dark que hasta a mí me daba miedo. Pero sí él lo disfruta, a mí que me importa. Aioria está feliz, al parecer tenía mucho interés en venir a este concierto. Lo único que me incomoda es que en este maldito concierto estarán Ikky y su tribu de babosos, ellos también van a tocar esta noche, claro antes que los amiguitos de Mili porque ellos no son tan cool ni tan geniales como Shion y compañía. Según dijo Aioria, que está mejor enterado que yo de estas cosas, el grupo de Ikky siempre está compitiendo con el de Shion. En realidad a mi eso me tiene sin cuidado, solo vine porque Mili me dijo que después habrá fiesta. Entre las mil y una cosas de las que no me ocupo esta el tipo de música que los amigos de Mili tocan.
- Hola precioso.- me dice un tipo de cabello azul oscuro y con pinta de asesino.
- Please, no seas bobito y déjame en paz, ¿sí? – le digo, al verlo me doy cuenta de que este chico es más del tipo de Afro que del mío.
- Oh vamos, no me digas que mami no te da permiso de ir a jugar. – me dice el muy idiota con una sonrisa burlona.
- Mira darling yo no necesito permiso de nadie para ir a jugar, cuando quiero jugar lo hago y ¿sabes? Tú no eres el tipo de chico con el que me gusta jugar, sorry, así que ciao¡¡¡ - digo alejándome en dirección de donde Mili se encuentra observando con cara de pocos amigos.
- ¿Qué te dijo ese idiota? – dice Milo sin dejar de mirarlo.
- Nada que deba preocuparte cosita rica, mejor vamos con tus amigos.
- No, eso lo hacemos después ahora me va a oír ese imbécil. – dice apartándome un poco. Se acerca al chico ese y le da un empujón. - ¿Quién te crees que eres para meterte con él? – dice Milo muy enfadado.
- ¿Yo? Pues déjame pensarlo un segundo… ¿su cuñado? – dice el otro chico cambiando su expresión desafiante por una franca sonrisa.
- ¡Ven acá maldito infeliz! ¿Por qué no me avisaste que venías? – dice Mili abrazando al muchacho.
- Pues porque quería sorprenderte so tonto. Además como ya eres un cotizado modelo nunca tienes tiempo para tu hermano, ni siquiera me dijiste que tenías novio. – dice el chico sin dejar de sonreír.
- Él no es mi novio.- dice Mili con algo de tristeza.
- Pues a mi no me lo pareció, si no fuera tu novio no habría intentado detenerte cuando creyó que íbamos a pelear. – me he acercado un poco, Mili me sonríe.
- Deja que te presente. – dice tomando mi mano. – Camus, él es mi hermano Emmanuel; Emmanuel, él es mi amigo Camus.
- Llámame Death Mask, odio mi nombre, además todos me llaman así, todos menos mi hermanito.
- Como digas Masky. – le digo con mi sonrisita atrapa corazones patentada. Milo se ríe divertido al ver la expresión de su hermano al ser llamado Masky.
-¡Hey Scorpio, ven aquí¡ - dice Dohko al parecer esta molesto, y ese chico que está detrás de él es enooooooorme y tiene cara de ser un maldito. Milo me arrastra para que lo acompañe junto a su amigote. Francamente con esa cara Dohko da miedo y yo no quiero morir antes de tiempo, aunque siendo sinceros sé que tengo los días contados por culpa de esa infame enfermedad que tengo. Milo me prometió no decirle nada a nadie, fue el único modo que tuvo de convencerme de aceptar el dichoso tratamiento. No sé si sea lo mejor, al hacer esto solo le estoy creando falsas esperanzas a Mili y no quiero hacerlo sufrir más.
-¿Qué demonios quieres Dohko? – le dice Milo un poco molesto. El enorme sujeto detrás de Doky me mira raro, no sé como que me siento un bicho de laboratorio, ¿será que se nota que estoy enfermo? espero que no, hoy me puse de lo más lindo para salir con Mili, no quiero parecer enfermo.
- El puto de Argol acaba de decirme que deja el grupo, ¡maldito infeliz! Antes de ser parte de Solid Gold no era nada, ¡nada! – uy si que está enojado, ay dioses, no es que no me guste ser el centro de atención, pero el como me mira realmente me da ansiedad.
- ¿Y eso a mi que demonios me importa? – dice Milo abrazándome al notar que me están mirando de esa forma rara. – Lo del grupo es cosa tuya y de Shion, eso ya lo habíamos hablado hace tiempo. Me sacaste porque según tú no era bueno tener a un vocalista que se drogaba a cada minuto, ¿no es cierto? Y si ahora ese imbécil te ha dejado botado en pleno concierto, lo siento pero ese no es mi problema. – dice Mili con ese tonito de “soy malo y no me importa el mundo”, pero parece que Doky es todavía más malo que él.
- Mira Scorpio, yo sé que no terminamos bien hace años, pero te lo pido como amigo, ayúdanos, no tenemos a nadie más que a ti.
- Ya te dije que ese no es mi problema, cuando me corriste del grupo dijiste que no me metiera en tus asuntos, ahora solo estoy haciendo lo que tú amablemente me pediste. – dice Mili con una sonrisa.
- Eres un condenado cabrón, ¿qué quieres para convencerte de ayudarnos?
- Nada, no voy a hacerlo Dohko, entiéndelo, siempre hemos sido amigos, aún después que me botaste cuando más te necesitaba. Pero lo del grupo eso sí que no lo vuelvo a hacer. Nunca voy a pararme de nuevo en un escenario.
- Error bicho, error. – dice Shion. – Tú me debes un favor. Así que o haces esto o te enfrentas a las consecuencias. – dice acercándose a Mili.
- Que poca madre tienen los dos. – murmura Milo. – Esta me la pagas Shion, te lo juro que me la pagas.
- Lo dices como si pudieras hacerlo de verdad.- dice Shion mirando a Mili con burla. – No te pongas así Scorpio, todos sabemos que te mueres de ganas por estar arriba del escenario de nuevo. Siempre supimos todos que lo que te apasiona es cantar; aunque ahora te dediques a ser el sueño de todas las nenas y uno que otro nene, siempre vas a ser Scorpio, el vocalista de Solid Gold.
- No quiero hacer esto, ¿sí? No quiero. Además ni siquiera se me las malditas canciones.
- Yo seré tu apuntador. – dice Shaka. Esa sonrisa creo que ha logrado calmar a Mili, yo no sé que hacer.
- Déjenme en paz, yo no quiero hacer esto. – dice Milo dándonos la espalda a todos. Lo sigo a cierta distancia, lo veo entrar al baño y voy detrás de él. ¿Por qué? No sé, pero quiero estar con Mili y hacer que se sienta bien, nunca había visto esa tristeza en sus lindos ojitos azules… de hecho sí… está tarde cuando le dije que si muero quiero que me sepulte junto a Claude.
-¿Estás bien Mili? – le digo poniendo mi mano en su hombro. Él me mira y siento que me pierdo en sus bellos ojitos. Es tan hermoso.
- No te preocupes por mi Cam, se me pasará.
- ¿Por qué tan triste?
- Por cosas del pasado, cosas que creí que estaban olvidadas. No te preocupes, te contaré cuando lleguemos a casa.
- Quiero que me cuentes ahora. – le digo tomando su mano.
- Está bien… nunca creí que te interesara tanto.
- Me interesas más de lo que te imaginas lindo, eres mi Mili y yo… bueno tú me importas mucho.
- Gracias Cam.
- ¿Me cuentas o le pregunto a alguno de esos?
- No te van a decir nada, esto es algo que solo yo sé. Verás… yo estuve muy enamorado de mi primo, de Shaka. Le dije lo que sentía y él me rechazó, ya estaba saliendo con Ikky y pues yo salía sobrando. Me dio por beber y drogarme, cada noche, cada día me metía todo el alcohol y drogas que encontraba en mi camino. Hice demasiadas cosas estúpidas. En aquél entonces yo era el vocalista del grupo y segunda guitarra. Todas las cosas que hacía para olvidarme de que Shaka pasaba las noches con el maldito Ikky hicieron que pronto dejara de rendir en todos los aspectos, no dormía, no comía, me drogaba donde fuera y a la hora que fuera. Antes de eso yo era el más puntual del grupo en los ensayos y en las presentaciones. Pero las borracheras que me ponía, al principio con Shion y después solo, me cambiaron totalmente. La verdad es que no podía más, me estaba encerrando en mi mismo, no hablaba con nadie y seguía sumiéndome en mis vicios. Me presentaba a los ensayos y hacía mi mejor esfuerzo en el escenario, pero no bastó para Dohko y me echó del grupo, dijo que no podía seguir en el grupo mientras me siguiera comportando como lo hacía. De un momento a otro me vi sin nada de lo que consideraba mi vida, el grupo era todo para mí, era mi sueño. Le importó muy poco que yo fuera además del vocalista, el que componía las canciones. Simplemente me echó. Lo acepté porque al parecer todos estaban de acuerdo y me alejé de esto. Me sumí todavía más en el alcohol y las drogas. Pasó un año, para entonces mi vida era un verdadero asco. Shaka ya estaba viviendo con Ikky, al grupo le iba excelente sin mí, mi familia me había dado la espalda, excepto por Emmanuel, no me dirigían la palabra. Me prometí a mi mismo que no regresaría al grupo ni a la música, había perdido la ilusión. Era mi sueño… y lo eché a perder. Ahora ya no sé si me interesa o no. Además no me sentiría bien cantando todas esas canciones que compuse hace años. Las escribí para Shaka… malditas canciones de amor, jamás se dio cuenta de que eran para él. – dice Mili con una amarga sonrisa.
- Ya entiendo… no lo haces porque todavía estás enamorado de ese niño tan lindo… no te culpo.
- No Cam, eso no es cierto. Yo te amo a ti, esa es la verdad. Y si no quiero hacer esto es en gran parte por Dohko. Él era mi mejor amigo, ¿sabes? Yo estaba convertido en una basura, una piltrafa y jamás se presentó ante mí para tratar si no de ayudarme, al menos para saber como estaba. Por eso es que no quiero volver a tocar con ellos. Me abandonó cuando más lo necesitaba. Podemos ser amigos, pero ya no haremos música juntos, además eso se acabó para mí. Ahora soy modelo, como tú y Afro y los demás, ustedes me dieron una nueva perspectiva de la vida. Cuando te conocí, supe que por ti podía olvidar el pasado, que gracias a ti al fin me sentía completo de nuevo y que ese sueño perdido ya no me hacía falta, ¿entiendes? Tú eres más importante para mí de lo que pudiera ser cualquier otra persona.
- Pero si de verdad ese era tu sueño… ¿no deberías intentarlo una última vez? Algo así como una despedida de todo eso que es tu pasado.
- ¿Sabes? Hay más cosas aquí de las que me imaginaba, y por eso te amo todavía más. – dice poniendo su mano en mi pecho. – No quiero perderte Cam.
- Ni yo a ti Mili. – me abraza y yo busco sus labios, de verdad me ama… no puedo creerlo, él de verdad me ama.
- A mí nunca vas a perderme, te voy a amar hasta el último día de mi vida Cam.
- Mili… yo… creo que…- él pone un dedo sobre mis labios y me sonríe.
- No te preocupes por mí, entiendo que no sientes lo mismo que yo, pero al menos me dejas estar a tu lado, y eso para mi es suficiente. – me acaricia el rostro y después vuelve a besarme. Es tan lindo… so sweet, solo espero vivir lo suficiente como para llegar a enamorarme por completo de él, aunque el amor de alguien como yo no le sirva para nada.
Shaka se acerca a nosotros, se ve preocupado, no sé que va a hacer Mili pero supongo que este lindo chico debe quedarse a su lado y hacer que se sienta mejor. Lo abrazo mientras Shaka nos mira, no sé porqué abrazo a Mili… pero se siente tan bien…
- Oye Milo, yo… quisiera pedirte que…
- No te preocupes, ya se encargaron de convencerme, pero diles que esta será la última vez que lo haga.
- Gracias Camus. – dice el lindo rubiecito mirándome con una sonrisita dulce. Es extraño, pero empieza a caerme algo mal.
- De nada.- digo con mi sonrisita falsa.
- Entonces vamos a que te cambies Milo. – dice jalando a Milo hacia donde el resto del grupo espera. Ay dioses, ¿Por qué siento que estoy empujando a Mili directo y sin escalas a los bracitos de ese bobito de Shaka? A veces eres un poco tontito Camus. Mira que dejar al sexy Milo cambiarse junto con Shaka y el pervertido de Shion, creo que mejor lo alcanzo. De camino al camerino me encuentro a mis amiguitos, los había perdido de vista.
-¿A dónde vas? – me dice Dita.
- A evitar que ese insignificante me quite a Mili.- digo sin pensar. ¿Por qué dije eso? Ay dioses últimamente mi boca está menos conectada a mi cerebro que de costumbre. Nota mental: no volver a decir nada semejante frente a Dita, seguro que me va a acosar con preguntas, y Aioros no va a dejar de burlarse de mí, si no fuera mi amigo hace mucho que le hubiera dicho lo que se merece por ser tan pero tan looser.
Cuando logro colarme al maldito camerino me encuentro con que Milo esta furioso… y sin camisa.
- ¡Te digo que no voy a ponerme esa cosa! ¡Es una completa mariconería! – grita arrojándole algo muuuy rosa a la cara a Shion.
- Bicho, déjame decirte un par de cosillas. – le dice Shion.- La primera es que en esta habitación nadie puede decir que no sea un maricón, segunda es lo que iba a usar Argol y si no te gusta pues sal sin camisa.
- Eres un desgraciado Shion. – dijo Milo mirándolo con odio. – Y si no me consigues ropa decente no salgo, ¿entendido? – quien diría que Mili puede llegar a ser tan caprichoso. Es tan lindo cuando hace berrinche… me dan ganas de besarlo.
-Está bien, está bien. Vamos a hacer algo, Dohko dale tu chaleco y ya se acaba el problema. – dice Shion. El temible Doky se acerca y le da el chaleco a Mili para que cubra ese delicioso tórax. Me siento un poco extraño haciendo esto, jamás me había sentido así de inseguro con nadie, ni siquiera con mi patito; es extraño, no sé que me sucede. Es que con Mili nada ha sido normal. Desde que lo conocí no ha habido nada normal entre nosotros.
Al fin es hora de que el fabuloso grupo de Shion y compañía suban al escenario, aunque esta vez sería más bien, Mili y compañía. Me he reunido con mis amigos, Afrodita, Aioros, Shura, Aioria y Mime están junto a mí en el backstage. Aioria esta feliz, ya ha reunido no sé cuantos autógrafos de tipos a los que yo jamás había oído mencionar pero que al parecer el minino adora. A mi me da igual, la verdad es que solo estoy aquí por Mili, si por esa hermosa criatura de ojos azules y esa melena rebelde que le llega a la cintura y más allá. No sé que me pasa con él. No he dejado de amar a Hyoga pero lo que siento por Milo es… demasiado fuerte como para pasarlo por alto.
- Cammie, por todos los dioses habidos y por haber no voltees. – me dice Dita poniéndose detrás de mí.
- Ay Dita, no empieces con tus jueguitos. – le digo y lo empujo para que se haga a un lado. No lo puedo evitar, tengo que mirar, soy el ser más curioso y hermoso del mundo. Aparto a Dita y a Aioros que se empeñan en no dejarme ver. Pero al fin consigo, mi sonrisa victoriosa de marca registrada se borra por completo al ver que mi patito esta apoyado en una pared y el insípido de Kanon esta prácticamente encima de él.
- Ay Dita, ¿por qué siempre tienes que hacer estás cosas? Sabes que Cammie es demasiado curioso. – dice Aioros medio molesto con Dita.
- Ay bueno ya, ¿y ahora qué? – dice Mime.
- Voto por golpear a Dita.- dice Aioros.
- Y yo voto porque te calles y le hagamos caso a Cammie. – dice Dita abrazándome. – Tranquilo lindo, ese idiota no merece que te pongas mal por él. Además tú ya tienes a tu Mili, ¿verdad chicos? – me obliga a voltear a mirar a los demás… esto si ha sido demasiado para mi pobre y resquebrajado corazoncito… definitivamente el patito se ha olvidado de mí y me remplazo por la copia pirata de Saga. ¿Qué puedo hacer? La verdad es que ya no tengo tiempo ni ganas de seguir peleando por el amor de alguien al que obviamente le importo muy poco. Nunca debí hacerme ilusiones absurdas, ni con él ni con nadie. Debería saber que las putas como yo no tienen derecho a soñar. Mis amigos comienzan a decir una serie de tonterías y payasadas, de esas que siempre me arrancan una sonrisa, pero ni siquiera sus ridiculeces me hacen sentir mejor.
Él ni siquiera me vio… ¡qué especial debí ser para él! Bah¡ no debo pensar más en él y concentrarme en mi lindo, sexy, erótico, apasionado y sumamente hermoso Mili, si… es tan guapo que quita el aliento y lo mejor de todo es que me ama, sí ama a esta desgracia de persona, aún sabiendo todo lo que sabe de mí, me ama. Y yo creo que comienzo a amarlo también.
-¡Ya va a salir Solid Gold!- grita Aioria sacándome de mis ¿pensamientos? Las luces se apagan por un momento y entonces se escucha una voz que anuncia a Mili y compañía.
- Saludos París¡¡¡¡ - y la multitud grita, ay que tonto -¿Listos para recibir a la banda más ruda de la tierra? – se escucha un grito de si, Aioria grita igual que todos los de allá afuera - Directamente de los confines de Grecia, con ustedes ¡¡¡Solid Gold¡¡¡¡, en la batería… el ángel de las alas rotas, ¡Shaka Scouros! – se escucha entonces un redoble de tambores y las luces iluminan al rubiecito de pesadilla, ay se ve tan mono con esa condenada sonrisa hipócrita - En el bajo, el mejor amigo de las chicas, Shion Neroulos¡- un solo de bajo por parte de Shion y las luces lo iluminan también - Como primera guitarra, el más buscado, el enemigo público número uno, ¡Dohko Poulantzas! – umm ese Dohko no es tan malo. Ay que emoción aquí va Mili - Y completando la alineación de esta noche, la mítica guitarra y voz de Scorpio!!!!! - wow, sí que se ve hermoso, ay Mili estás tan lindo que dan ganas de comerte.
- ¡Buenas noches París! ¿Están listos para destramparse con nosotros? – dice Milito hermoso tomando el micrófono, voltea a mirarme y me sonríe, está feliz, de verdad que esto es su sueño. La primera canción de esta noche es… - y comienza a cantar…ay que voz tan sexy tiene, una maldita canción de amor que seguro compuso para su estúpido primo.
Milo no deja de mirarme mientras canta, es tan hermoso… y yo soy tan idiota porque no puedo dejar de llorar mientras pienso en mi patito… tengo que sacármelo del corazón, debo hacerlo y dejar que Mili lo invada, solo así dejará de doler.
Algunas canciones después Mili se acerca un poco a donde estoy y me sonríe. No cabe duda de que esto lo hace feliz… y pensar que lo dejó todo por ese rubio insípido de su primo. Ay, es que Mili es tan romántico. Y yo lo amo… ¡ay dioses¡ ¿lo dije o lo pensé? No Camus, no pienses, no es bueno ni sano pensar, mejor vive el momento, si, eso es lo mejor, vive el momento que ya te quedan bien pocos.
La vocecita hermosa de Mili se escucha demasiado sensual a mis pobrecitos oídos…
- Gracias París¡¡¡ Solid Gold se despide con esto que se llama… In this arms… es solo para ti Cam…
You want commitment
Take a look into these eyes
They burn with fire, yeah
Until the end of time
I would do anything
I'd beg, I'd steal, I'd die
To have you in these arms tonight
Baby I want you like the roses
Want the rain
You know I need you
Like a poet needs the pain
I would give anything
My blood my love my life
If you were in these arms tonight
I'd hold you
I'd need you
I'd get down on my knees for you
And make everything alright
If you were in these arms
I'd love you
I'd please you
I'd tell you that I'd never leave you
And love you till the end of time
If you were in these arms tonights
We stared at the sun
And we made a promise
A promise this world would never blind us
These were our words
Our words were our songs
Our songs are our prayers
These prayers keep me strong
And I'd still believe
If you were in these arms
I'd hold youI'd need you
I'd get down on my knees for you
And make everything alright
If you were in these arms
I'd love youI'd please you
I'd tell you that I'd never leave you
And love you till the end of time
If you were in these arms tonight
Your clothes are still scattered
All over our room
This old place still smells like
Your perfume
Everything here reminds me of you
And there's nothing I wouldn't do
And these were our words
They keep me strong
I'd hold youI'd need you
I'd get down on my knees for you
And make everything alright
If you were in these arms
I'd love youI'd please you
I'd tell you that I'd never leave you
And love you till the end of time
If you were in these arms tonight
If you were in these arms tonight
If you were in these arms tonight
Baby!
Like the roses need the rain
Like the seasons need to change
Like a poet needs the pain
I need you, In these arms tonight
- Gracias París… gracias Cam. – dice Mili y abandona el escenario en medio de los gritos histéricos de un montón de gente.
- Ay Cammie, yo me derretiría si alguien hace eso por mí. – me dice Mime abrazandome… no necesita decirlo… ya estoy derretido por Mili, hace un buen rato que estoy derretido por ese hermoso niño que viene hacia mi con la sonrisa más grande de la historia… es tan hermoso.
- ¿Qué te pareció? Me atoré un poco con las canciones nuevas pero creo que estuvo bien, ¿tú que opinas?
- Cásate conmigo. – digo, Mili me mira confundido.
- Cam, no es gracioso, déjate de bromas.
- No es broma, cásate conmigo. – dioses que estoy haciendo… pero bueno actuar sin pensar es mi especialidad ¿cierto?