Son las doce, me siento en la banca del parque a esperar a que mi mejor amigo llegue. No sé que hacer, no sé que pensar. En los últimos días no he hecho sino cometer error tras error y Camus esta cada vez más lejos de mi alcance. No se ni siquiera como fue que termine en la cama con el hermano de ese Saga. Lo último que recuerdo es que estábamos bebiendo con Orpheo y Saga en un bar. Casualmente Orpheo y yo los encontramos ahí, Saga se acercó a conversar con Orpheo y comenzamos a beber juntos. Su hermano me pareció simpático y estuvimos conversando. La verdad es que no me acuerdo ni siquiera como fue que llegamos al departamento. Soy un verdadero idiota. Y lo peor es que Camus tuvo que venir justo al día siguiente y encontrarme en la cama con el hermano de Saga. Estoy tan avergonzado. Ni siquiera sé como se llama. Soy un reverendo idiota. Camus ni siquiera me dejó explicarle nada, pero noté que algo en él se rompía., algo que es imposible de reparar... desearía poder hacer algo por él, algo por salvar lo que teníamos, yo lo amo y se que él también me sigue amando a pesar de que al parecer ahora está con ese Milo. Según me dijo Sahorí él y Camus solo son amigos, pero no me olvido de que Misty me dijo que ellos dos se acuestan. ¿Y si Camus me estuviera dejando de amar? No puedo creer que eso suceda, no puedo permitir que eso suceda.
He actuado como un idiota, no puedo ser más imbécil de lo que ya he sido. Al fin veo aparecer a Shiryu.
- Disculpa la tardanza. - dice sin dejar de sonreír.
-No te preocupes.
-Te ves muy mal.
-Es que estoy mal.
-¿Camus de nuevo?
- Camus y mis estúpidos errores.
- Cuéntame que paso.
-Anoche me acosté con alguien, ni siquiera sé como se llama, Camus fue al departamento en la mañana y nos encontró todavía en la cama.
- ¿Qué hizo Camus?
-Él lo conoce y al parecer tienen o tuvieron algo que ver, se gritaron cosas horribles. Además creo que Camus se dio cuenta de que leí su diario. Eso lo puso tan furioso como nunca lo había visto. Me dijo que eso era privado.
-Tuvo razón, te advertí que no era buena idea eso de leer su diario.
- Pero si no lo hubiera leído no me habría enterado de todo lo que pasó en su vida antes de conocernos. Su vida era terrible. No te imaginas todo lo que tuvo que pasar.
- Tal vez tengas razón en eso pero sí él se guardó esas cosas solo para él entonces no creo que sea algo que quiera contar. Si de verdad su vida ha sido tan difícil, no ha querido contarte porque no quiere que sientas lástima por él.
-Yo jamás sentiría lástima por él, y eso debió saberlo.
- Tal vez debió saberlo, o tal vez habría preferido que se lo dijeras. No sé, Camus es algo distinto al resto de las personas que conozco, lo que sí se es que esa actitud suya de pasar por encima del mundo no es sino un mecanismo de defensa; la verdad es que siempre he creído que no te era infiel porque no te amara, sino porque no se ama lo suficiente a sí mismo.
- Nunca lo había visto de esa forma. - es verdad, nunca se me había ocurrido pensar que todas sus actitudes de niño mimado fueran solo una pantalla para ocultar al verdadero Camus. Siempre lo consideré un niño caprichoso, alguien que exigía amor a cambio de nada, que equivocado estaba.
- Lo mejor que puedes hacer ahora es darle tiempo, dejarlo ordenar sus ideas y tratar de no pensar demasiado en el asunto. Camus es bastante cabeza dura por lo que sé, y si de verdad le importa verte con otro pues no querrá ni hablar contigo.
- En eso tienes razón. Cammie no es una persona fácil de tratar, tal vez los únicos que lo entiendan sean sus amigos de la agencia, pero creo que ni a ellos les cuenta todo. Quizás ese Milo si lo conoce bien...
- ¿Milo? ¿No es ese el chico con el que vive ahora?
- Sí, por eso es que me siento tan mal. Se refugió en ese tipo cuando terminamos, ¿te das cuenta? Además de estarse acostando con él, creo que se esta enamorando de ese Milo.
- No puedes estar tan seguro, Camus no es tan vanal como para enamorarse del primero que se le presenta.
- Es solo que... ellos se veían desde hace tiempo. Reconocí de inmediato el aroma de la loción de Milo. Al menos llevaban un par de meses viéndose, Camus siempre llegaba oliendo a él.
- Lo que tratas de decirme es que piensas que Camus no te dejó por serle infiel sino por ese Milo.
- Exactamente.
- Entonces es más complicado de lo que parece.
- Cierto... y no sé que hacer. Por una parte estoy seguro de que aún siente algo por mí, que todavía me ama, de no ser así le hubiera sido indiferente encontrarme con otro. Pero por otra parte siento que con ese Milo ya ha encontrado lo que yo no pude darle, él lo comprende, él no le pide explicaciones. Ese tipo debe ser exactamente lo que él necesita, una máquina sexual, el mejor en su cama, un buen confidente, él lo dice en su diario. Eso es lo que siempre ha buscado. Contra su hombre ideal no puedo competir.
-Hyoga, no puedes pensar eso, además con independencia de que ese chico sea todo lo que Camus busca en un hombre, Camus te ama a ti y no a él.
- Pues yo no estoy muy seguro de que así sea. ¿Sabes? Una vez hablé con él, debe ser un muy buen tipo o uno muy cínico, me dijo que no dejará ir a Camus, que él me necesita. Y creo que esta tanto o más enamorado de Camus que yo.
- Las cosas son muy complicadas Hyoga, por eso te digo que lo mejor es darle tiempo, no lo busques, deja que ordene su vida y después tendrás tu oportunidad con él.
- Tal vez sea lo mejor... esta noche mi hermano tiene un concierto, quiere que vaya, no estoy de ánimo, pero por lo que sé, los amigos de ese Milo son los de Solid Gold, así que tal vez Camus esté por ahí, aunque no lo creo, a él no le gusta esa música. De cualquier forma iré, Ikky no me perdonaría si no voy a verlo. Creo que invitaré a Orpheo, él es fan del grupo de Ikky.
-¿Crees que también vaya tu hermano Shun? - pregunta Shiryu tratando de aparentar naturalidad.
-Supongo que sí, él jamás dejaría plantado a Ikky, tú sabes que ellos se adoran. Shun no le fallaría. - entonces Ikky no estaba tan equivocado al creer que Shiryu se interesa en Shun. - Sí quieres acompañarnos puedes venir; claro, si es que no tienes nada mejor que hacer.
- Pues la verdad, si me gustaría, quiero escuchar al guitarrista de Solid Gold, dicen que es muy bueno.
- Creí que no te gustaba esa música.
- Y así es, pero tú sabes que no pierdo la oportunidad de escuchar a un buen músico.
-Como tú digas, entonces paso a recogerte a las siete para irnos juntos al estadio.
-Está bien. - dice Shiryu con esa sonrisa pacífica tan suya.
- Te veo más tarde, quedé de llamar a Orpheo después de su ensayo
- Ten cuidado, parece que Orpheo está más que interesado en ti, ¿Cuántas veces se han visto desde que él está en París?
- Pues nos hemos visto casi a diario. Creo que exageras amigo, Orpheo no está interesado en mí, solo somos buenos amigos y ya.
- Sí tú lo dices.- no creo que Shiryu esté muy convencido de esto, yo pienso que exagera un poco, pero... ¿y si de verdad Orpheo esta pensando en mí más que como un amigo? No lo creo, aún está muy dolido por su rompimiento con su último novio.
Vuelvo a casa después de meditar un poco sobre lo que Shiryu y yo hablamos. No quiero comenzar a imaginar cosas, mi mente está demasiado inquieta pensando en Camus, en que Camus de seguro estará revolcándose con ese Milo y de que definitivamente he sido reemplazado por ese tipo. No puedo creer que esto nos esté pasando a nosotros. Yo lo amo tanto... y él a mí, pero ahora creo que el tal Milo me está ganando la partida. No lo puedo ocultar, estoy furioso y muy celoso. Siempre supe que Camus no me era completamente fiel, siempre supe que había otros, pero ninguno era permanente. Siempre se iba con alguien diferente, y por lo que sé ha estado viviendo con Milo desde que se fue de casa hace más de un mes.
Sé que no he hecho las cosas muy bien últimamente, que nunca fui la persona que él necesitaba, pero lo amo y eso no va a cambiar. Me aterra pensar que todos estos errores míos y su intransigencia nos separen definitivamente. ¿Y si está enamorado de Milo? ¿Qué pasará con nosotros si es que eso es cierto? No puedo ni imaginar que él haya dejado de amarme, pero mi corazón me dice que es exactamente lo que pasará. Él esta olvidándome en los brazos de ese Milo.
Cuando supe quién era él me sentí furioso, se necesitaría ser muy cínico para aconsejar al novio de tu amante, pero él lo hizo, es obvio que está enamorado de Camus, al menos eso es lo que yo creo.
Milo... es demasiado guapo y sensual, demasiado como para competir con él. En pocas palabras es el hombre ideal de Camus, alguien que disfruta del sexo tanto como él, alguien que no lo juzga, alguien que puede entenderlo con solo mirarlo, alguien que lo entiende sin necesidad de preguntar y que puede seguir a su lado sin hacer preguntas. Eso es Milo p ara Camus, y ahora yo solo soy el que lo traicionó, espero poder hablar con él algún día, que me escuche y me perdone porque yo no puedo vivir sin él.
Me siento el ser más vil y rastrero que existe sobre la tierra... a pesar de todo lo que me hizo, no creo que se merezca nada de lo que he hecho. Es un poco testarudo y a veces muy infantil, pero aún así lo amo y no puedo pensar en nadie mejor para compartir mi vida. Solo espero que mis hermanos no se enteren de todo lo que está pasando o son capaces de armar un escándalo. A veces son demasiado sobreprotectores.
Me encierro en mi habitación para poder practicar un poco, no dejo de pensar en Camus, tengo que hablar con él, tengo que decirle que necesito tenerlo junto a mí y que no puedo vivir sin él.
Sin pensarlo demasiado, tomo el teléfono y marco a su celular. Escucho el maldito timbrar del celular de Camus y cuando finalmente pienso que va a contestar, lo único que escucho es una grabación de su voz invitándome a dejar un mensaje.
-"Hola, soy Cammie, como podrás darte cuenta, tengo mejores cosas que hacer que contestar el teléfono, así que si no quieres ser un looser, deja tu nombre, tu número y quizás, si no estoy muy ocupado, te llamaré más tarde, ¡¡¡ciao!!!!"- es lo que dice su buzón. No sé que hacer, si dejar el mensaje o colgar, creo que le dejaré un mensaje.
- Hola Cammie, soy yo... de nuevo, por favor llámame, tenemos que hablar. Por favor Cammie, necesito aclarar algunas cosas contigo, te amo. - digo y cuelgo en cuanto queda registrado el mensaje.
Desearía poder decirle todo lo que siento de frente y no a través de un frío mensaje telefónico, pero no tengo más opción que hacerlo así.
Estoy cansado, tengo demasiado sueño. Creo que dormiré un poco antes de reunirme con Shiryu y mis hermanos, me siento muy inquieto, solo espero de poder ver a Camus allá. Aunque seguramente estará del brazo de Milo, no me importa, tendré que arreglármelas para poder tener un minuto con él a solas. Ya encontraré la forma de poder hablar con él, debo hacerlo, ya no aguanto más estar lejos de él.
Después de dormir un poco y bañarme, me visto para salir a encontrarme con mis hermanos y mi amigo. Llego justo a tiempo para recoger a Shiryu, se supone que mis hermanos y yo nos veremos en la entrada del estadio. Últimamente le ha ido muy bien al grupo de Ikky, espero que esta noche les vaya igual de bien, seguro que estará de mal humor; como siempre que tiene que encontrarse con los de Solid Gold . Desde que terminó con Shaka, cada vez que se encuentra con ellos seguro que hay pelea. Nunca ha querido decir las razones por las que pelean, a mi me parece que es por Shaka.
Escuchó el claxon del auto de Shun, ya me espera. Bajo corriendo las escaleras. Aún tenemos que recoger a Shiryu y a Orpheo.
Mi hermano y yo nos dirigimos hacia el sitio donde recogeremos a mis amigos. Hemos llegado, dejamos el auto y caminamos hacia ellos.
- Tu amigo es muy guapo. - me dice Shun echándole una mirada a Orpheo,
- Pues sí, pero trata de no meterte con él ¿sí?
- ¿Tienes algo con él?
- No pero...
-Pero te gusta, ¿no? - quien mirase a mi hermano no diría que es tan fácil. Aparenta ser muy inocente, pero nada más lejos de la verdad, el muy cínico hasta se sonroja, quisiera saber como lo hace. - Sí que te gusta, ¿él es el chico por el que dejaste a Camus?
- No fue por él que lo dejé.
- Pues a mí me parece que sí, te encontró haciéndolo con él, ¿o no?
- Si, pero...
-Pero nada hermanito; aunque debo reconocer que tienes un gusto excelente, es casi tan hermoso como Camus.
- ¿Siempre te tienen que gustar los chicos que salen conmigo o que? - le digo un poco molesto, Shun solo me lanza una risita cínica.
- ¿Lo dices por Camus?
- Por Camus, por Isaac, por Jabu y por todos los demás.
- Ay hermanito pero que quisquilloso. Además nunca intenté nada con Camus.
- Pero con Isaac sí, y tú sabías que iba muy en serio con él. Yo lo amaba y tú casi te acuestas con él.
- No es mi culpa que tus novios sean tan fáciles. - no puedo responderle lo que se merece, aún así, lo quiero, es mi hermano. Orpheo y Shiryu ya están con nosotros.- Hola Shiryu.- le dice Shun con franca coquetería, odio que haga eso. - Tú debes ser Orpheo, mucho gusto. Yo soy Shun, el hermano menor de Hyoga. - dice tendiendo su manita hacia Orpheo que lo mira sin entender.
-Eh, si, mucho gusto. - dice Orpheo estrechando la mano de mi hermano.
- Será mejor que nos vayamos de una vez o llegaremos tarde; Ikky se va a molestar sí es que no llegamos a tiempo. - digo para apartara a mi hermano de Orpheo.
Los cuatro nos acomodamos en el jeep de Shun, esto no parece ser tan buena idea como me lo pareció al principio. Pero no entiendo como es que me preocupo tanto por Orpheo... a mi hermano lo conozco bien, a todos puede engañarlos con esa carita inocente pero no a mí. Creo que la única cosa en el mundo que de verdad le afecta es que alguien le diga que parece una chica o que Ikky lo regañe, fuera de eso es tan fresco como lo es Camus.
Hemos llegado al estadio, Ikky nos espera en la puerta con uno de sus amigos, ese que se parece tanto a Shiryu, no me acuerdo como se llama. Es gracioso, los compañeros de Ikky se parecen mucho a nosotros.
-Al fin llegan. - dice Ikky - Hola hermanitos. - dice abrazándonos a mí y a Shun. - Pasen y acomódense donde puedan; ya vamos a salir. - él y su grupo se dirigen al escenario, nosotros nos quedamos donde estamos para disfrutar del show, Orpheo es quien está más emocionado.
Shiryu se acerca a mí, no parece muy contento con los coqueteos que Shun le dirige a Orpheo.
- ¿Sabes cuando van a salir los de Solid Gold? - me dice
- Creo que después de mi hermano y su grupo. - le digo sin evitar mirar hacia donde Camus se encuentra abrazando a ese tal Milo.
Mi hermano ha vuelto, esta de mal humos, eso solo significa que no le gustó que Solid Gold sea quien cierre el concierto.
- En cuanto termine de cambiarme nos largamos de aquí, no quiero encontrarme con esos payasos de Solid Gold. Hyoga, ven que quiero hablar contigo. - dice y me aparta un poco de los demás. Mientras tanto Shun se encarga de flirtear con Shiryu y Orpheo indiscriminadamente, a veces no lo soporto.
- ¿De que se trata Ikky?- le digo a mi hermano.
- Pues del idiota de Camus, está con Scorpio.
- ¿Y quién es Scorpio?
- Hyoga, ¿debajo de que piedra has estado viviendo? Scorpio era el vocalista de Solid Gold hasta que le dio por la bebida y lo cambiaron por Argol, pero sí el tipo es más famoso ahora que antes, es modelo igual que tu amorcito., trabaja también para Sahorí, es ese tipo de cabello azul, el que tiene un tatuaje enorme en el brazo. Pero si ese idiota no pasa desapercibido para nadie, además es primo de Shaka, tal vez te acuerdas de él por eso.
- ¿De Shaka?
- Si de Shaka. Por lo que se es su primo favorito. Ah, y algo más allá atrás esta un tipo que pregunta por ti, dice que se llama Kanon y que te conoce muy bien, a mi me pareció que está medio loco, pero lo dejé pasar porque me dijo que es amigo tuyo.
-Kanon... - veo la enorme sonrisa de ese Kanon mientras se aproxima, creo que me he han subido los colores hasta las orejas; ¿cómo supo que Ikky es mi hermano?
- Hola. - dice, no puedo evitar recordar la última vez que nos vimos, lo furioso que estaba con él por la forma en que trató a Camus.
- ¿Qué haces aquí?
- Vaya forma de saludar la tuya eh? ¿Así tratas a todos los que pasan la noche contigo? Con razón Camus te ha cambiado por ese Milo, que aquí entre nos está como quiere. - dice con una sonrisa burlona. - Oh vamos, no te pongas sentimental, no me digas que le vas a llorar a Camus, "La gran puta" Delluc.
- Eres un imbécil.
- Tal vez, pero apuesto lo que sea a que con ese idiota de Camus no gemías como gemiste conmigo esa noche. - dice acorralándome contra la pared. - Vamos, yo sé que te gustó lo que te hice.
-¿Por qué estás tan seguro?
- Porque nadie ha tenido quejas hasta ahora... mira muñequito, me gustas, yo podría ayudarte a que Camus deje en paz a Milo y vuelva corriendo a tus brazos. Yo podría alejarlos, pero necesito ayuda. Lo único que tendrías que hacer es decirme algunas cosillas que me interesa saber, es todo lo que te pido a cambio de sacar a Milo de la vida de Camus, ese es demasiado hombre para alguien como Camus. Me interesa Milo más que tú, así que dime, ¿aceptas el trato sí o no? - dice, no puedo responder, está demasiado cerca. - Vamos niño, nos divertiríamos mucho, además podríamos repetir lo de la otra noche, te garantizo que lo hago mejor estando sobrio. ¿Aceptas o prefieres que me haga cargo solo? Mira que si no eres tú, cualquier otro podría quedarse con Camus... mi hermano por ejemplo, el muy cretino siempre ha estado enamorado de ese idiota, ¿qué dices? Umm en vista del éxito obtenido... me voy. - dice apartando su rostro del mío, se ve molesto - Piénsalo, pero decídete pronto, esto no es un jueguito nene, lo haré contigo o sin ti. Te doy tres días, si no tengo noticias tuyas pues comenzaré con mi plan yo solo. Adiós rubiecito. - dice con una sonrisa perversa y se aleja sin dejar de mirarme. ¿Qué se propone? ¿Y por qué me siento tan tentado a aceptar lo que me propone?