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A ESTE CAP LE PUSE EL NOMBRE DE UNA CANCIÓN MUY HERMOSA QUE AMO Y QUE CREO QUE SERÍA LA CORTINA MUSICAL PERFECTA PARA ÉL. ESPERO LES GUSTE Y ESCUCHEN COMO YO ESTE TEMA PUES COMPUSE LO ESCRITO ESCUCHÁNDOLO.
SE LLAMA “LET ME GO” Y ES DE 3 DOORS DOWN.
http://www.youtube.com/watch?v=UfKBUZbTOUY
DISFRÚTENLO.
El ataúd negro azabache bajaba gracias a la grúa puesta por el cementerio privado mientras los asistentes lo observaban detenidamente. Las jóvenes vestidas de negro a su alrededor lloraban como era de esperarse y los jóvenes permanecían mudos pero en sus miradas la tristeza era tan palpable como en las de ellas. Incluso en la de Kuran Kaname. Los adultos solo tenían miradas serias para la ocasión.
Cuando el objeto de madera tocó fondo en el apartado lugar de la fosa destinado para él dos rosas blancas comenzaron a caer desde arriba corriendo a su encuentro.
Desde arriba dos ojos muy tristes y cansados siguieron el camino de ambas mientras la mente se perdía en los recuerdos.
“Sabes bien querido Aidou que ese es el fin de esta carta.
Esta carta es un adiós.
Solo espero que seas dichoso en lo que el futuro te depare si es que no estoy ahí para ser parte.”
Dolía. Como dolía saber que se alejaba sin que pudiera evitarlo. Esta vez no había impulso que frenara el alejamiento. Esta vez la distancia era demasiado grande para ser salvada. Sus ojos azules se veían inusualmente desde que Takuma faltaba. El rictus en su cara era de ausencia y desamparo a la vez.
A todos conmovía su triste situación.
A la distancia, en esos mismos momentos un joven de cabellera castaña miraba con sus ojos la fría pantalla de su ordenador pero su mente divagaba por derroteros desconocidos para él gracias al triste fallecimiento del joven ojiverde ya que eso significo que las condiciones de todo cambiaran para él.
Recordó la discusión que sobrevino después de un momento.
Esto puede que agrave la guerra—dijo Zero que había despertado y sujetaba el vendaje provisorio que Yuki le había hecho con su camisa rota, la herida no era profunda pese a haber sido el legendario Kaien Cross quien se la había efectuado. En su mente el pesar y la anticipación pugnaban por el poder.
Eso en todo caso ya no tiene que ver con ustedes—dijo con indiferencia el joven rey.
¿De que hablas nii chan?—preguntó sorprendida Yuki por sus palabras como los demás que no le quitaban los ojos de encima
Al morir Shizuka el poder que tenía sobre ustedes se disuelve—dijo el ojiborgoña.
¿Quieres decir…?—preguntó Alexa impactada con la noticia.
Que han vuelto a ser humanos—aseveró Kaname desatando un revuelo en las mentes de todos los jóvenes allí presentes que se daban cuenta entonces que estaban libres de la maldición, al igual que el legendario Cross.
Seto entonces miró al joven en los brazos de su primo que permanecía inconsciente y que no sabía que lo que más le torturaba había desaparecido para siempre.
Ahora esa imagen volvía a su mente torturando sus sentidos. Pensaba en el fallecido y en su amante. Separados por las circunstancias. Habían pasado varios días desde que todo eso pasara y lo suyo con Sara iba bien pero no sabía porque no le era suficiente.
O tal vez si. Miró de nuevo la invitación que tenía sobre su escritorio. Era para una boda. Sobre el elegante sobre estaba escrito en letras cursivas doradas: “Boda Kuran Cross”
No era necesario explicar que era posible que el rubio asistiera a tal boda ya que la que se unía en matrimonio era su hermana adoptiva y eso era lo que más llamaba a Seto. Tener una posibilidad de verle nuevamente después de aquel día.
La iglesia estaba hermosamente decorada. Los claveles, narcisos, rosas, lirios y azucenas blancos adornaban el interior completamente. A los invitados se les había pedido asistir del mismo color. Era toda gente hermosa y distinguida, la mayoría en la flor de su juventud y la mayoría vampiros.
Kaname se veía apuesto vistiendo así. A todos les recordaba su época en la academia. Cuando Yuki entró con su vestido fue la sensación y la envidia de muchas. Caminó a paso lento rumbo al altar del brazo de Cross que más bien parecía la madre que el padre por sus lloriqueos constantes que hacían sonreír a los Kuran y a sus hijos adoptivos. Cuando le tocó entregar a la novia se le hizo difícil y tardó al menos dos minutos en poder hacerlo.
Naruto estaba en primera fila como era de esperar acompañado de un repuesto Sasuke que lucía su habitual cara de desinterés. A su otro lado estaba su amigo Joey que sonreía pero su mirada era distante como si pensara en otra cosa.
Humano. Ahora era humano de nuevo. Significaba tanto. Estaba aturdido por las opciones que tenía ante sus ojos ahora que su maldición había terminado.
Poco después de llegar divisó a Seto Kaiba entre el gentío. Estaba acompañado de una bella mujer. Sin duda su nueva conquista.
Sin duda se había olvidado de él. Ya no valía la pena pensar en ello. Debía seguir adelante.
Zero no se acercó a la primera fila. Miraba todo desde lo más atrás. Cuando los novios dijeron sus votos sintió que le costaba un poco más respirar. No iba a causar ningún estrago por Yuki y Cross aunque tenía ganas. Pero en la fiesta le reclamaría a ese desgraciado por haberle engañado.
Llegó por fin el momento de responder la principal pregunta en una boda y todos vieron como Kaname aceptaba a la castaña por su esposa.
Cross Yuki. ¿Aceptas por esposo a Kuran Kaname?—preguntó el clérigo con alegre entonación.
Ella miró a su hermano y futuro esposo un instante antes de responder—No—alterando a todos los asistentes y al rey de los vampiros.
La novia no pudo ver a los ojos a su ex futuro esposo y se retiró sintiendo la mirada de desconcierto de todos.
Kuran quedó ahí parado sin poder albergar en su mente una razón para la que eso estuviera sucediendo. Después de un segundo puso su más gélida mirada y entró seguido por la mirada de todos al recinto al que su ex prometida había ingresado segundos antes.
La alcanzó casi en la puerta de salida y se interpuso entre ella y esta.
Sé que no me entiendes. Pero sé que esto es lo mejor—dijo Yuki.
¿Mejor para quién?—preguntó él montando en cólera.
Para ti—respondió ella sorprendiéndolo.
¿Cómo puede ser lo mejor para mí si te amo?—preguntó el de ojos borgoña con reproche en la mirada.
La sutil mano de la novia tocó la mejilla del novio y sonriendo cándidamente le dijo—No es así y tú lo sabes nii chan—Él la miró confundido y sospechando—Nii san, te quiero y es por eso que no quiero que sufras por mi culpa de la misma manera que tú no quieres que yo lo haga. Es por eso que hube de detener esta locura que íbamos a cometer. Si no lo hubiera hecho nos arrepentiríamos de por vida. Nii san, es hora de que abras tu corazón y dejes entrar la luz. Yo no quiero que pases por lo mismo de Aidou. Separado por siempre de la persona que realmente amas—añadió.
¡No entiendo de que hablas!—aseguró el otro tratando de tapar las apariencias nada convincentemente pues Yuki sonrió.
Tal vez sea adecuado lo que haces para una persona en tu posición pero hermano, si no haces lo que necesitas será como si tu también hubieses muerto—dijo ella antes de dar la vuelta y partir dejando nuevamente al otro ahí de pie y alelado.
El ojos amatistas entró furioso a la habitación hecho una furia.
¿Qué le has hecho?—dijo tomando al castaño por las albas solapas.
¿Por qué supones que fui yo quién le hizo algo?—preguntó molesto Kuran al verse tratado de ese modo.
¿Qué otra cosa puede ser? ¡Conoces tan bien como yo a Yuki! Sabes que ella no haría algo así sin sus razones y que jamás dañaría a alguien intencionalmente—la defendió su hermano postizo. –Ahora dime que le hiciste, desgraciado. Sabía que eras un desgraciado mentiroso pero no pensé que también la engañaras a ella—añadió acercando su cara a la de Kuran.
¿Mentiroso? ¿De que hablas Kiryu?—preguntó el otro erguido en su orgullo. Lo que faltaba. Primero lo dejan en el altar y después lo tratan como escoria.
Si. Tú dijiste que ahora era humano y es una vil mentira. Pasados unos días mi sed volvió más poderosa que nunca. De no haber sido por las pastillas…--dijo el peliplateado cabreado a más no poder.
El otro sonrió. --¿Acaso no escuchaste bien?—preguntó Kaname. –Yo dije que los mordidos por Hio volvían a ser humanos—añadió.
¡Yo fui mordido por Hio!—gritó el desaforado ojiamatista.
Pero su sangre no es la única que corría por tus venas. ¿No es así?—preguntó el castaño y entonces Zero se dio cuenta de su error.
La cara de Kaname se acercó más a la suya y le dijo casi en un ronroneo—Ahora eres mío—
Las mejillas del otro enrojecieron mientras se apartaba del sangre pura— ¡Yo jamás seré tuyo!—dijo.
¿Quieres apostar?—preguntó el otro con una sonrisa autosuficiente en el rostro.