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SOMBRAS DEL PASADO por desire nemesis

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Las mejillas del otro enrojecieron mientras se apartaba del sangre pura— ¡Yo jamás seré tuyo!—dijo.

 

¿Quieres apostar?—preguntó el otro con una sonrisa autosuficiente en el rostro.

 

El otro intentó decir de nuevo una grosería pero el sangre pura ya estaba abrazándole para entonces, sus labios solo se separaban por milímetros y el ojiamatista no podía evitar la atracción que le provocaban. Lentamente se acortó la distancia hasta que el dulce contacto se llevó a cabo.

 

La mano derecha de Kiryu viajó desde el pecho del otro hasta su nuca buscando más contacto. Las bocas se abrieron más para volver más intenso el ósculo que ya tenía ribetes  apasionados mientras las lenguas casi con miedo salían a explorar la cavidad contraria. Los brazos de Kaname ciñeron más fuerte el talle de Zero que lanzó sin proponérselo un ronco gemido que dio de lleno dentro de la boca del otro provocando en éste sensaciones que exacerbaban su actual estado de excitación. Sus manos se encresparon en la espalda del peliplateado presionándola más para tener al cazador totalmente prisionero de sus brazos.

 

Esa presión se le antojaba tan excitante al nivel E que su cuerpo se pegó más al otro, buscando sensaciones nuevas.

 

Entonces Kaien Cross abrió la puerta y los vio y se quedó mirando sin saber bien que rayos estaba viendo.

 

Con el corazón desbocado cerró la puerta con los ojos muy abiertos de la impresión y apoyó su espalda en ella a tiempo para ver que Rima y Ruka se acercaban dispuestas a entrar.

 

Disculpe Cross san. Queremos entrar para ver como esta Kaname sama—dijo Rima.

 

Es mejor que no—dijo el pelilargo.

 

¿Cómo que no? ¿Qué está sucediendo dentro?—preguntó de pronto colérica Ruka. –Si Yuki se atreve a hacerle más daño a Kaname sama yo…--añadió pero no terminó de hablar pues oyó que el otro dijo algo pero no entendió así que preguntó--¿Qué?—

 

Besando. Se están besando—solo pudo articular Kaien.

 

Las jóvenes se sintieron aturdidas ante tal información. Se disculparon y se alejaron como habían venido mientras el ex director de la Academia Cross lanzaba un suspiro de alivio porque ellas no se habían enterado de toda la verdad. ¿Pero que pasaría si eso salía a la luz? No quería lanzar un pensamiento arriesgado. Solo podía esperarse lo mejor. Ambos muchachos habían pasado por cosas muy difíciles y las habían superado con éxito. Esperaba que esta solo fuera una prueba más.

 

Rima consolaba a su amiga mientras esta miraba por una ventana de la atiborrada iglesia el parque y el pequeño lago a un lado de esta.

 

Piensa que es lo mejor para Kaname sama. En cualquier momento saldrá y se desposará con la mujer que quiere—dijo la aturdida joven.

 

La del semblante triste contestó—Si. Pero ella no lo merece. Recuerda que lo dejó en el altar—y luego frunció el ceño mientras sus manos se agarrotaban mostrando su rabia. Entonces Yuki apareció en su campo visual. Iba sola y caminaba despacio mirando al lago. ¿Qué habrá sucedido? Kaname la habría dejado. Después de lo sucedido era lo más probable si se contaba con el orgullo de su rey. Esa pequeña esperanza se abrió paso en el corazón de Ruka que inmediatamente se dirigió a la puerta custodiada por Cross.

 

No pueden…--trató de decir el legendario cazador pero la envalentonada noble no le dejó opción y empujándolo se abrió paso. Entraron y en la pequeña habitación ya no había nadie.

 

¡Nos mentiste cazador! ¡Kuran sama no estaba con Yuki!—le dijo Ruka.

 

El otro sonrió bobamente tratando de disimular que no quería aclarar y funcionó porque las jóvenes se fueron, enojadas pero sin saber lo que él había visto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dos minutos antes.

 

 

 

 

La pierna derecha del rey se inmiscuyó hasta tocar la parte más íntima de Kiryu y este se apretó de nuevo más a él mientras sus labios buscaban con más frenesí el contacto con los del sangre pura. El más alto llevó al otro contra la pared mientras su mente trataba de ponerle coto a lo que deseaba en bien de ambos.

 

Sus labios se separaron un milímetro y pronunciaron--¡Vamos a otro lugar! ¡Aquí no estaría bien!—

 

Las amatistas se enfocaron en los borravino con el estupor reflejado en ellas a la vez que cierta anticipación y necesidad. Kaname sonrió.

 

Y tengo el lugar exacto donde quiero que sea—exclamó luego.

 

 

 

 

 

 

 

Zero miraba la fachada largamente conocida de la Academia mientras era introducido por el joven rey en ella. Sin esperar cruzaron el patio en que días antes ambos habían luchado y se internaron el los dormitorios de la luna donde otrora  tenía sus aposentos el joven Kuran.

 

Entraron. Como era de prever el lugar se encontraba despojado de su brillo de antaño pero conservaba el amoblamiento aunque cubierto  de polvo. El acolchado otrora blanco se veía ahora engrisado y pequeñas partículas saltaron al aire cuando el castaño recostó al peloplateado en él.

 

Sus ojos se observaron fijamente por unos momentos antes de que ambos los cerraran para disfrutar de un placentero beso lleno de brío. Las manos de Kuran se deslizaron entre las ropas de Kiryu mientras este mantenía toda su atención en el beso que estaba dando. Sus brazos se enrollaban alrededor del cuello del de ojos borgoña.

 

El rey estaba frenético y con prisa se deshizo de la ropa del otro para después seguir con la propia. Sus manos luego de la tarea recorrieron palmo a palmo la piel de los muslos del peliplata que no se distrajo su atención del disfrute de las caricias proporcionadas por Kaname.

 

Llegados al propio acto el sangre pura alejó un poco sus labios del ojiamatista y le miró largamente a los ojos.

 

Su voz sonó perentoria a la vez que curiosa--¿Quieres hacerlo?—

 

El otro bajó la vista antes de responder asintiendo.

 

El castaño elevó las piernas del cazador por sobre sus hombros e introdujo en su boca tres dedos lo que hizo que Kiryu enrojeciera y se viera adorable para el sangre pura quien de inmediato introdujo uno de sus dígitos en la entrada del ojiamatista provocando que este se arqueara y mordiera sus propios labios. La sensación era tan intensa.

 

Cuando la preparación culminó Kaname presuroso se introdujo en el interior del peliplata y descubrió con ello sensaciones hasta ahora desconocidas para él. Sus manos se agarrotaron sobre las caderas del otro mientras su pasión y placer aumentaban al igual que sus embestidas. Era un nuevo mundo para él.

 

Llegados al momento cúlmine el rey le exigió a su vasallo—Dic que eres mío—

 

El otro no pudo reprimirse como normalmente lo hubiera hecho—Soy… soy tuyo—respondió obedientemente causando un nuevo orgasmo en el ojiborgoña que terminó en él con total frenesí. Mientras Kiryu se preguntaba en que se había convertido pues tenía consciencia de sus actos y aún así respondió que sí.

 

Después de estar un rato recostados en la cama el ojivioleta preguntó al otro--¿Qué dirás sobre tu desaparición?—El castaño lo miro de hito en hito--¿No se te ocurrirá decir la verdad, no es cierto?—preguntó espantado.

 

¿Por qué no? Yo soy el rey y nada pueden reclamarme. Con quien comparta mi cama es asunto mío—contestó el frío Kaname.

 

¿Acaso no piensas en Yuki?—exclamó Zero.

 

Ella ya lo sabe. Por eso  me dejó—contestó para su asombro Kuran.

 

¿Sabe que yo soy…?—preguntó ansioso Kiryu.

 

Eso no lo sé. Sabe que hay alguien pero no sé si sabe quién es—dijo el rey.

 

Entonces con más razón hay que ocultárselo. Si no lo sabe esto la destruirá—afirmó el peliplateado.

 

El otro rodó para ponerse encima suyo. –Esta bien. No lo diré pero tu seguirás siendo mío por siempre—dijo mientras sostenía su cara para después darle un largo beso e introducirse en él nuevamente. Se sentía tan bien, tan familiar, su calidez, su estreches, ese vibrante cuerpo bajo suyo. Y lo mejor. Ahora lo sabía totalmente suyo. Era una satisfacción inmejorable.

 

Largo tiempo después de que habían culminado. Mientras la luna aún iluminaba la habitación y Kuran dormía. Kiryu se seguía preguntando en que se había convertido. Pues no podía negar que le había gustado ser de Kaname, es más, quería serlo. El castaño que antes lo irritara tanto y al que creía odiar como a todos los chupasangres lo volvía loco. Deseaba estar en su cama, deseaba estar con él.

 

 

PERDÓN PERO HE OLVIDADO QUE DORMITORIO LE CORRESPONDÍA A LA CLASE NOCTURNA Y COMO EL NOMBRE ME PARECE MÁS IDÓNEO PARA EL ROMANCE Y LA SITUACIÓN COLOQUÉ LAS HABITACIONES DE KANAME EN  EL DE LA LUNA.

 

A TODOS LOS SEGUIDORES, CON MÁS MEMORIA QUE YO, PIDO LAS DISCULPAS DEL CASO.

 

DIGAMOS QUE ES UNA LICENCIA LITERARIA. ^^

Notas finales:

GRACIAS POR ESPERAR

BESOS A MIS REVIEROS NATSU Y KENY

^^

MATA NE


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