Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuestras historias.... de amor? por Kitana

[Reviews - 55]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Contemplo a Saga y a Kanon, mi vista está borrosa y apenas puedo mantenerme en pie. Saga está de lo más parlanchín, raro en él pues jamás le había escuchado pronunciar más de tres palabras juntas. En cambio Kanon solo le responde con monosílabos y uno que otro gruñido entre besos y caricias poco adecuadas entre hermanos. Yo solo los miro. No me explico como demonios terminamos los tres juntos. Solo sé que después de que vimos desaparecer a Milo y Camus de la fiesta nos sentamos juntos en la mesa de mi prima Saorí y comenzamos a beber de todo lo que teníamos enfrente. Cuando la fiesta acabó no sé porque salimos juntos, pero aquí estamos en el nuevo departamento de estos dos bebiendo como idiotas, de algún  modo nos une la misma persona: Camus, para bien o para mal, Saga y yo lo perdimos, en medio de su borrachera no deja de repetir que lo ama. Y Kanon no ha parado de maldecirlo... ¿y yo? Yo solo puedo pensar que en este momento está en brazos de Milo, siendo feliz como no lo fue conmigo y eso me pone demasiado triste.

Kanon me sirve un poco más de lo que sea que hemos estado bebiendo. Me he estado acostando con él desde hace tiempo, no es una relación, no es ni siquiera una amistad, solo nos acostamos. A Saga parece no importarle demasiado compartir a su hermano, amante o lo que sea que ellos dos sean.

No he dejado de ver a Orpheo, no podría, él se ha vuelto alguien importante en mi vida, no tanto como Camus, pero es importante.

Me he estado comportando como un imbécil todo este tiempo sin Camus, pero es que no puedo razonar, tengo el corazón tan lastimado, tan roto... no puedo pensar en nadie que no sea Camus, ni siquiera en mi mismo.

Kanon me mira, sonríe de esa forma que siempre me hace saber que quiere sexo y se levanta para acercarse a mí, Saga lo mira enfadado y lo detiene. Casi lo tira al suelo al besarlo con pasión.

- ¿Qué crees que haces? - le dice Kanon arrastrando las palabras al hablar.

- Cállate Kanon. - dice Saga y vuelve a besarlo. Esta vez Kanon no se resiste sino que sus manos comienzan a hurgar por debajo de la ropa de Saga. Ya van a empezar, mejor me largo de aquí. - Te amo maldito bastardo. - dice Saga entre gemidos.

- ¿De verdad? Entonces demuéstramelo como antes... - dice Kanon, no quiero ni ver lo que van a hacer, mejor me voy de una vez.

Como puedo me levanto del sofá y camino hacia la puerta. Tengo que salir de aquí, los gemidos de esos dos me están dando asco.

Abandono el departamento. Este lugar es demasiado lujoso para mi gusto, lo mejor será irme a casa y tratar de dormir un poco.

Salgo a la calle y el frío de la madrugada me sorprende, vaya que esta haciendo frío. Camino lo más rápido que puedo para ir en busca de un taxi. La verdad es que no tengo ni idea de como llegar a casa, estoy demasiado desorientado.

Me echo a andar sin dirección. Al fin he conseguido un taxi, le doy la dirección y me acomodo lo mejor que puedo en el asiento trasero buscando darle algo de comodidad a mi maltrecho cuerpo. 

Al llegar al departamento que compartía con Camus, todo  parece todavía más gris. Es como si una parte de él estuviera aquí restregándome en la cara que me ha abandonado y que jamás será mío de nuevo.

Entro en la habitación donde dormía con Camus, no he quitado ni uno solo de los extravagantes adornos que él colocó cuando decidimos vivir juntos. No sé que me duele más, que ya no me ame o que ame tanto a ese Milo  que se atrevió a hacer lo que no aceptó hacer conmigo, casarse. Le insistí una y otra vez que nos casáramos, pero él siempre decía lo mismo "Patito, I´m really sorry, pero yo no soy de los que se casan." Como me dolían esas palabras. Y ahora se encuentra a este tipo y él mismo le propone matrimonio, pensé que era otro de sus caprichos pero por lo que pude ver cuando hablamos, de verdad lo ama y eso me hiere de un modo atroz.

Me quedé dormido en el sillón donde Camus acostumbraba sentarse para arreglarse las uñas, esto es horrible, si quiero dejar de sentirme así creo que tendré que salir de este departamento y empezar a dejar el pasado atrás.

Me levanto sintiendo que me duele cada músculo del cuerpo. Me daré un baño y luego iré a buscar a Shun, necesito hablar con alguien, el menos él me escuchará.

Después de ducharme y vestirme para salir, tomo las llaves del auto y me dirijo al departamento de Shun. Solo espero no encontrarlo con compañía, eso sí que no iba a gustarle nada a mi hermanito.

Cuando llego al edificio donde Shun vive, subo de inmediato a su piso. Toco el timbre y un medio molesto Shun me abre.

- Hola hermanito. - dice de mala gana.- ¿A qué se debe la visita tan mañanera?

- Son las doce Shun.

- ¿Y eso qué? Yo planeaba levantarme a las tres de la tarde, pero ya que me despertaste, espero que sea por algo bueno, y obvio que quiero que me invites a desayunar. - dice mi hermano dirigiéndose al baño. -¿Qué pasó? - grita Shun desde el baño.

- Se casó ayer... con ese tipo...

- Era de esperarse, a un hombre así no se le deja escapar. - dice Shun asomando la cabeza desde el baño.

- No estás ayudando, de verdad que no estás ayudando.

- Solo trato que veas las cosas en perspectiva. Camus y yo somos muy parecidos. Por lo que me contaste, ese Milo es algo así como un súper hombre para él, pues es lógico que no quiera dejarlo escapar y pues la boda con el precioso Milo pues se me  hace de lo más normal. Sí yo encontrara a alguien así júralo que botaba todo al demonio y me casaba o hacía algo para  retenerlo.

- Shunny, lo único que me estás haciendo es obligarme a pensar que yo no era suficiente para Camus.

- Hermanito precioso, no seas tonto. Para Camus no eres lo que él necesita y tú necesitas algo mejor que Camus, como por ejemplo... Orpheo.

.- Estás loco Shun.

- Pero si ya te acostaste con él, ¿Por qué no darte una oportunidad de conquistarlo o mejor aún dejar que él te conquiste?

- Por que no lo amo.

- Ay por favor si yo solo saliera con chicos a los que amo no saldría  jamás de esta casa. Mira Hyoga, las cosas no son blancas y negras, hay muchas y muy variadas tonalidades de gris, ¿o es que lo que tienes con Kanon es por amor?

- ¿Cómo sabes?

- Me acosté con él y con su hermano... al mismo tiempo, fue divertido, tendrías que probarlos, por separado son buenos, pero juntos, oh dioses, son espléndidos.  Creo que he empezado a desarrollar el gusto por los gemelos, anoche conocí a un par, bastante ardientes.

- Shun, lo que hagas en la cama no me interesa y no quiero la imagen de esos dos contigo, simultáneamente.

- A veces eres tan mojigato... Pero eso no es lo que nos preocupa ahora, lo que quiero que entiendas es que tienes que seguir con tu vida, ¿hace cuanto que Camus se fue de tu departamento? más de seis meses, tiempo en el que has estado pensando más en él que en ti mismo. Hyoga, eso no es sano, como tampoco es sano que sigas guardando sus cosas como sí esperaras que volviera, convéncete de una vez, él no va a volver y tú querido, tienes que seguir con tu vida, renacer y seguir adelante. Y lo  primero que vamos a hacer para que te liberes de ese fantasma de pelo verde es... ¡ir de compras! - grita saliendo del baño. No se porque sospecho que va a obligarme a hacer cosas que no me agradan. - Ya lo estoy viendo... sí, sí, será perfecto... ya lo creo que sí. - dice Shun con una enorme sonrisa en los labios.

- ¿De que estás hablando Shun? Mira que comienzas a asustarme.

- Ay no te asustes, no me atrevería a hacerte nada malo, eres mi hermano favorito.

- Mentiroso, tu hermano favorito es Ikky.

- Nop. Acaba de ser degradado.

- ¿Y eso por qué?

- Pues porque lo sorprendí con Shiryu haciendo lo-que-tú-ya-sabes.

- Creí que Shiryu no te interesaba y que solo jugabas con él.

- También yo creía eso pero cuando lo vi en cuatro patas y a Ikky detrás de él presentándole sus respetos a la próstata del niño pues me sentí muy mal. - dice y sus ojitos verdes se apagan por un instante, solo un momento fugaz pero que en él significa todo. Shun y Camus son parecidos, se esconden detrás de una máscara de felicidad que está muy lejos de ser real, solo que con Camus me di cuenta demasiado tarde. - Como sea, tú y yo tenemos que salir de aquí y hacer cosas divertidas, ¿no crees?

- Está bien, está bien, pero ¿podemos desayunar algo antes?

- Me parece perfecto, claro que tú invitas. - dice con esa sonrisa entre tierna y pícara que siempre me levanta el ánimo. Después de todo no fue tan mala idea venir aquí, y ese Ikky me va a oír porque estoy seguro que lo que hizo con Shiryu no solo ha lastimado  a Shun, también a mi amigo.

Al fin Shun termina de arreglarse y salimos del departamento. Este va a ser un día muy largo, estoy seguro de eso. Nuestra primera parada es el restaurante favorito de Shun. El pequeño esta comiendo como si nunca hubiese comido, no me explico como es que no sube ni un gramo si come siempre de esa forma.  Hemos terminado, no puedo decir que me sienta mejor, pero al menos es algo.

- Bien ahora vamos de compras. - dice Shun sin parar de sonreír. Salimos a buscar el jeep de Shun, no me dejó conducir, dice que eso arruina mi estilo, no entiendo a que se refiere con eso pero en este momento no me importa mucho que digamos.

Hemos llegado a la zona de comercios de la ciudad, específicamente a la calle donde están las boutiques más caras de la ciudad. A Shun le brillan los ojos de solo mirar los aparadores. A mi esto no me emociona tanto como a él. Simplemente estoy triste y creo que Shun también. Somos un par de tontos, en fin, lo mejor es no pensar en esto. Pasamos al lado de un puesto de periódicos y en casi todas las revistas de chismes, la noticia de portada es la boda de Camus y Milo. La verdad es que Camus se veía hermoso, parecía un ángel... un hermoso ángel que le está calentando la cama a ese Milo.

- Hermanito, camina, quiero ir a esa tienda. - dice Shun tomando mi mano y haciéndome entrar en una tienda de ropa masculina muy del estilo de Shun. Creo que Camus y yo venimos aquí una vez. Fue aquí donde me compró esa horrible camisa púrpura por mi cumpleaños. Se enojó muchísimo cuando le dije que no me gustaba.

Shun se ha probado media tienda y me ha obligado a probarme la otra mitad. Ni siquiera sé si quiero comprar algo, la verdad es que lo único que se me apetece es ir a casa y encerrarme a llorar. Me duele demasiado que estas cosas estén pasando, yo lo amo... pero él a mí ya no. Y eso duele mucho.

Al fin Shun se decidió por algo para él y para mí. Hemos comprado algunas cosas muy extrañas pero que según  la experta opinión de mi hermano en esta materia, me quedan perfectas.

- Bueno hermanito, ahora solo nos queda decidir, ¿dónde vamos a ir a lucir nuestro nuevo look? - dice Shun cuando salimos de la peluquería.

- Shunny... la verdad no estoy de humor para esto, solo quiero irme a la cama y dormir.

- Pues yo quiero  lo mismo, pero no me voy a ir a la cama solo ¿sabes? Hermanito, tú eres un chico guapo, no deberías estar llorando por los rincones por ese Camus sí puedes conseguirte a otro chico o chica que te haga olvidar. No me obligues a llevarte a rastras porque te lo juro por Zeus Olímpico que lo haré.

- Está bien, solo no esperes mucho de mi ¿sí?

- Mi filosofía es no esperar mucho de nadie hermanito, así que mejor ponle una sonrisa a esa carita y vístete regio porque  voy a llevarte a Inferno.

- ¿Qué es eso?

- Un maravilloso club donde encuentras chicos guapos de a montón, ya verás que te gustará. Ahora vamos a casa, yo voy a escoger personalmente lo que te vas a poner para ir esta noche de parranda, y no me mires así, sí hubieras sido un poco más parrandero no le habrías dado oportunidad a ese Milo de quitarte a Camus. - dice sin pensar que me lastima.

- Shun... no me digas esas cosas quieres.

- Es la verdad, teniendo un novio como Camus y quedándote en casa lo único que lograste fue que el niño buscara en otros lo que no encontraba en ti, compañía.  Y si te lo digo es para que aprendas de esto y no lo repitas, no me gusta verte así.

- A mí tampoco me gusta verte así, ¿tanto te importaba Shiryu?

- No fue tanto por él... yo le dije  a Ikky que Shiryu me gustaba para algo más que un acostón y se metió con él, es un mal hermano.

- No tan malo como tú, te atreviste con Isaac...

- Pero eso era distinto.

-¿En qué?

- Yo  no busqué  a Isaac....- dice, creo que va a llorar. - Quisiera que me creyeras por una vez en la vida, yo no lo busqué, él me buscó a mí, al principio creí que unos cuantos besos y algo de manoseo no vendrían mal, pero él quería más.

- O sea que te estaba obligando, ¿eso es lo que tratas de decirme?

- Algo así... pero tú no me hubieras creído si te lo hubiera dicho en ese momento. Hermanito, tú lo amabas demasiado, así que prefería que creyeras que fue culpa mía.

- Shunny... yo he sido un tonto todos estos años, perdóname ¿sí?

- Yo ya te perdoné, ahora vamos a mi casa y nos cambiamos para ir a Inferno.

- Sí eso es lo que quieres... pues vamos. - lo abrazo, me siento el peor hermano del mundo, todo este tiempo creí que él había sido el que se le insinuó de esa forma a mi novio y ahora vengo a enterarme de que ese tonto fue quien intentó abusar de mi hermanito. Y yo culpándolo a él de todo... sin duda este es el día en que me doy cuenta de lo estúpido que he sido a lo largo de mi vida.

Hemos llegado al departamento de Shun. Mi hermano se ve mucho más relajado, al parecer su revelación le ha sentado bien, pero no  a mí.

Van a dar las nueve, Shun se contonea en dirección al espejo.

-¿Me veo guapo o qué? - me dice.

- Te ves bien.

- De todos modos tu opinión no cuenta, eres mi hermano el mojigato.- dice y me enseña la lengua. Se ha puesto un entalladísimo pantalón blanco que deja ver buena parte de su vientre. Como complemento una muy transparente camisa que no le deja nada a la imaginación. Como complemento Shun se ha puesto una especie de abrigo que le llega a las rodillas. - ¿Qué te vas a poner?

- No sé.

- ¿Qué tal esto? El rojo te queda perfecto. - dice mostrándome un atuendo muy parecido al suyo. Anda póntelo, te vas a ver perfecto.

- Ese no es mi estilo Shun.

- Al diablo con tu estilo, solo póntelo, solo esta noche, vamos a divertirnos, a conocer chicos y a ponernos más ebrios que nunca en nuestras vidas, ¿qué dices?

- Con tal de que dejes de fastidiar...

- Oh vamos no puedo ser tan terrible como todos ustedes dicen.

- No, eres peor, cada vez  me convenzo más de ello. - le digo, él parece un poco triste.- Es broma, tú lo sabes.

- Más te vale. Anda ve a vestirte.

- ¿Cómo crees que me voy a poner eso?

- Te lo pones y te callas.- dice empujándome al baño. Me visto sin mucho ánimo. Cuando salgo del baño Shun está esperándome. - Excelente, estás listo, vámonos. - dice, me toma de la mano sin darme oportunidad a verme siquiera en el espejo. Ha tomado mi billetera y con ella en la mano nos dirigimos a la salida.

Después de un rato llegamos al famoso club, mi hermano parece ser muy conocido aquí. En seguida nos conducen a la mesa que Shun tiene reservada, caray, con razón a Shun le gusta este lugar, esto parece más una orgía que cualquier otra cosa.

-¿Sorprendido? No deberías, aún falta lo mejor. - dice con una sonrisa malévola que no concuerda nada con el aspecto de niño frágil que tiene. Al fin hemos llegado a la mesa. Me siento pegado a la pared y Shun se sienta frente a mí.

- Shun, ¿qué es este lugar?

- Pues un club, ya te lo dije. - un mesero con menos ropa que mi hermano ha venido a a tendernos. - A mí tráeme un Cosmopolitan, y para él Sex on the beach, rapidito por favor.- dice Shun, no tengo la menor idea de que sea eso que pidió pero me temo que debe ser de un contenido alcohólico bárbaro. No debí hacerle caso, no estoy de humor para esto. La verdad lo único que quiero es irme a dormir, estoy cansado. Sun no para de hablar, ¿es que no se cansa de tanto parloteo? - ¿Ya viste quien está allá? - dice señalándome un rincón donde dos parejas se demuestran su amor de una forma bastante efusiva. Me toma un momento descifrar que son  Afrodita y uno de los amigos de Milo, Shion, están haciéndolo prácticamente sobre la mesa; a su lado está ese tipo Dohko con Mime en una situación semejante. El rostro convulsionado de placer de Mime es sencillamente hermoso... y Afrodita aferrado al cuerpo de Shion, mordiéndole el hombro para no gritar, ¿eso es lo que provoca Milo en Camus? No puedo evitar preguntármelo.- Deja de mirar y vamos a buscar acción. - dice mi hermano con una sonrisa pervertida. - Mira, ahí vienen mis amigos. - dice Shun se levanta y le hace señas a dos chicos para que se acerquen. Son gemelos.  Deben ser esos de los que me habló hace un rato. Uno tiene el cabello casi blanco mientras que el otro tiene el cabello oscuro.

- Hola Shunny. - dice el de cabello blanco.

- Hola Syd, ¿cómo estás? - dice mi hermano y se acerca al chico, lo besa en los labios con pasión y se deja tocar por él, el otro gemelo solo mira. Al igual que yo, el chico de cabello oscuro parece no estar muy a gusto aquí dentro.

- Hola, soy Bud, ¿y tú eres...? - dice tendiéndome la mano.

- Hyoga, el hermano de Shun. - digo estrechando su mano.

- Ah, ya veo. - parece que no le he caído bien. - Pues, se podría decir que somos muy buenos amigos de tu hermano.- la sonrisa retorcida en sus labios no me agrada.

- Shun, creo que yo mejor me voy.

- Vamos Hyoga, no te molestes, los chicos solo juegan, ¿verdad chicos?

- Pordríamos jugar a otra cosa si quieres. - me dice el tal Syd. Su hermano se acerca y me sonríe, más amable que hace un rato.

- Ven vamos a bailar, solo bailar, no te preocupes. - me dice y toma mi mano, me arrastra hasta la pista de baile, me dejo llevar hipnotizado por el espectáculo que ofrecen los amigos de Camus y los de Milo teniendo sexo en público. El chico frente a mí baila de un modo demasiado sensual, mi cuerpo reacciona demasiado bien a su cercanía, ni siquiera opongo resistencia cuando me besa de forma apasionada. Sus manos bajan de mi cintura a mis caderas y de ahí viajan a mi trasero... se siente bien... demasiado bien, mis brazos rodean su cuello, él aprovecha mis movimientos para besarme con mayor profundidad. Se siente bien, él sabe lo que hace, pero ¿y yo? Solo sé que no quiero sentirme mal, no quiero sentirme solo, eso es todo.

 

Notas finales:

Hola a todo el mundo, pues que creen que va ganando Hyoga la votación, así que sigan votando, y ya veremos quien pasa a mejor vida en eeste fic, nos leemos pronto, bye, bye¡¡¡


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).