Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuestras historias.... de amor? por Kitana

[Reviews - 55]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

- Hola, hola, ¿hay alguien ahí? - dice alguien tocándome el hombro. Me quedé dormido, aunque parezca imposible, me quedé dormido sobre la mesa. Levanto el rostro y me encuentro con los penetrantes ojos de Dohko escrutando mi rostro. - Chico, este no es un buen lugar para dormir ni para ligar, creí habértelo dicho antes. - dice con una sonrisa retorcida en sus labios gruesos. - ¿Qué haces aquí?

- Vine con mi hermano.

- Ah ya, el niño de pelo verde que se divierte por allá, ¿cierto? - dice señalando al sitio donde Shun se contonea al lado de un tipo al que jamás había visto.

- Sí, el mismo.

- Ya lo había visto antes.

-Así que tú también vienes mucho por aquí.

- Je, yo no vengo por aquí, el lugar es mío. - dice con autosuficiencia. - No me mires así rubio, el sexo vende y yo quiero mi rebanada de ese pastel. Ser músico no es tan buen negocio como parece. - dice sin dejar de sonreír. - Además la DJ es buena, ¿no te parece? La traje directo de Nueva York. Es buena para el negocio, ha ayudado a aumentar la clientela.

-Creí que la música   no era el punto aquí.

-Pues te equivocaste. Lo que los clientes hagan entre ellos no es mi problema.

- ¿Y donde dejaste a Mime?

- En casa.

- ¿Viven juntos?

- Sí. Pero él hace lo que le viene en gana y yo igual.

- ¿Por qué me dices esto?

 Chico, ¿eres o te haces? Trato de darte a entender que quiero que nos acostemos. - dice mirándome  con esos ojos que parece que te desnudan.

- Ni siquiera sabes mi nombre y ya quieres acostarte conmigo.

-Sé quien eres, el  lindo hermanito de la enorme rata apodada Phoenix, ¿voy bien?

- Vas bien, y lo de que mi hermano es una rata...

- Es lo menos que se merece después de lo que le hizo  a Shaka. Lo siento, no quería hablar de más, eso es asunto que a mi no  me importa aunque la verdad es que me lo tomé como una ofensa personal. Tendrías que conocer a Shaka para entenderlo.

- Lo conozco.

- Entonces sabrás que lo pasó muy mal con las porquerías de tu hermano. Pero no quiero seguir hablando de tu hermano. - dice y se acerca a mí. Sin aviso alguno me toma en sus brazos y me besa, por dios nadie me había besado así antes, es salvaje y brutal al besarme, mordisquea mis labios y su lengua irrumpe en mi boca como si no le importara nada más.

- Espera... - le digo.

- ¿Para qué esperar más? Si no es esta noche será otra, pero tú vas a terminar conmigo, en mi cama pidiendo a gritos que te posea una y otra vez. - sus labios se detienen en mi cuello. - Vamos, dí que sí... porque aunque digas que no vas a ser mío. - dice ciñendo con más fuerza mi cuerpo junto al suyo. Apoyo mis manos en su pecho para evitar que me cerque aun más pero es imposible, este hombre es mucho más fuerte que yo. - Vamos pequeño... solo deja que el buen Dohko haga lo que mejor sabe hacer además de tocar la guitarra.

-Estás loco.

-Si, estoy loco por tenerte, loco por sentirme dentro de ti, ¿es eso malo? - no sé que responderle, el toma mi silencio como una aceptación y me arrastra lejos del bullicio de la gente que baila en la pista. No sé a donde me lleva, no sé si quiero resistirme, no sé si lo deseo o es solo el ánimo de no estar solo el que me impide negarme a seguirlo.

No sé como pero estamos en su departamento. Por un momento me asalta la inquietud de que Mime está aquí, durmiendo en alguna habitación.

- Él no dirá nada. Es demasiado gentil como para meterse en mis asuntos. - dice Dohko como adivinando lo que pienso, pero Mime es su pareja, ¿cierto? Lo que ví esa noche en el club no fue una simple sesión de sexo. Mime lo veía con amor.

- Pero Mime y tú...

- Mime sabe que tengo antojos, él también y a ninguno de los dos nos importa... la nuestra es una relación bastante abierta. - dice y me abraza con fuerza, casi por inercia rodeo su cuellos con mis brazos. - Eso es pequeño, déjate llevar y ya verás que no me dicen el enemigo público número uno por nada. - sus manos bajan hasta mis caderas, haciendo gala de su fuerza, me levanta y yo solo atino a rodear su cintura con mis piernas. De los labios de Dohko escapa una risita ronca de lo más sensual. Sus labios se prenden a los míos, siento su lengua recorrer mi boca como si fuera su dueño. Mentiría si dijera que esto me desagrada, no es así. Dohko sabe lo que hace y sabe hacerlo muy bien. Aún recuerdo esa noche en que nos encontramos por primera vez. Yo había estado bailando con uno de los gemelos amigos de mi hermano. El tipo quiso pasarse de listo e intentaba algo más, Dohko apareció y le dio una golpiza. No sé porque lo hizo, pero nunca había pasado por nada semejante, jamás me habían defendido así. Eso hizo que me cayera bien, a pesar de no tener más referencias suyas que lo que mi hermano decía de él. Y por cierto que los comentarios de Ikky hacia él no son nada halagadores.

- Dohko... - gimo su nombre mientras siento que me quita la ropa.  Sus labios se pegan a mi piel como si no existiera nada más en el mundo. Uno de sus dedos ronda mi ano, como sin querer comienza a introducirlo en mí. -Espera... duele. -  logro decir entrecortadamente.

- No me digas que eres virgen.

- No, pero hace mucho que no lo hago por ahí.

- Ya sabía que Cam no tiene pinta de seme. - dice y se ríe. - Tataré de ser gentil, pero no prometo nada. - dice me tumba sobre la alfombra. Esa sonrisa pervertida en sus labios me da miedo, ¿qué está pensando hacer?  - Te ves tan bien así... vamos belleza, abre esas piernas para mí. - dice, a pesar de lo vulgar de su frase, su voz se escucha muy sensual. Con un movimiento rápido y decidido, Dohko abre mis piernas. Con maestría me acaricia los muslos, intercala suaves lamidas con atrevidos mordiscos. - Te prometo que te haré ver estrellas rubiecito del demonio. - dice y se arrodilla frente a mí, siento que sus enormes manos toman mi pene y comienzan a acariciar, me dejo llevar y me permito gemir. - Cállate, aún falta lo mejor. - dice con una sonrisa perversa. Acerca su rostro a  mis genitales, siento que su lengua traza un círculo perfecto sobre mi pene, me siento tan bien, lanzó un grito de dolor y placer cuando el mordisquea la base de mi pene, duele pero es... excitante. Repentinamente se detiene. - Ahora tú vas a probarme a mí. - dice y se despoja del pantalón y los boxers que llevaba puestos. Me toma de los cabellos y me acerca a su enorme miembro erecto.  - Vamos belleza, hazlo lo mejor que puedas. - una nueva risotada y empuja mi rostro a su pene, abro la boca lo más que puedo para poder recibir ese enorme pene en ella.  Después de un largo rato en el que siento que mi quijada va a partirse, Dohko se derrama en mi boca. Son una sonrisa degenerada me mira y acaricia mi rostro.

- Será mejor que te lleve a casa. - dice y se levanta. ¿Es todo? Supongo que sí, él ya esta vistiéndose. - No te ofendas, es solo que... no puedo. Esto que tengo con Mime es más fuerte de lo que creí.

- No te disculpes.

- Lo siento, de verdad, no sé que me pasa con ese enano rubio pero no he conseguido meterme con nadie desde que estoy con él.

-Simple, estás enamorado.

-Es eso o es demasiado bueno en la cama. - los dos reímos. - Me siento estúpido, tengo frente a mí al chico que me trajo loco un buen tiempo y ahora que esta conmigo no le hago nada, ¡que loco! - dice y se aparta el cabello del rostro. ¿Sabes? nunca habrá un buen momento entre tu y yo. La primera vez que te vi tu eras un mocoso, y ¡maldición! Me calentaste no solo la cabeza, tu tan bonito, tan mono de la mano de esa bestia de Ikky. Y yo hecho un hombre, o al menos así me sentía, por entonces tenía 20 años. Veo que no te acuerdas, pero yo fui el que le enseñó al tarado de Ikky a  tocar la guitarra, fui yo quien lo ayudó a formar su grupo y fui yo quien le presentó a Shaka. Jamás voy a dejar de arrepentirme de eso...

- ¿Por qué?

- Pues porque al hacerlo no solo le jodí la vida a Shaka, también al bicho.

-¿El bicho?

- Milo, el flamante esposo de tu ex.- dice y me mira de reojo mientras recojo mi ropa del suelo. - No debes preocuparte por él, el bicho es muchas cosas, un egoísta fanfarrón y un bocón buscapleitos, pero es leal hasta la muerte. Sí lo sabré yo. Me lastima que ya no confíe en mí. Porque ya no confía el muy maldito, ¿cómo si lo deje colgado en el peor momento de su vida y yo siempre grité a los cuatro vientos que él era mi mejor amigo?

- Milo es extraño.

-No tanto. Shion es todavía más extraño que él. ¿Sabes que va a proponerle matrimonio a Afrodita? ¡Rayos se va a terminar el mundo! Yo acostándome con uno solo y el gran jefe carnero casándose con esa loca de Afrodita. Pero que va, desde que el bicho se emparejo con tu ex, y no te ofendas, nos hemos visto en situaciones extrañas, por demás extrañas. Sé de lo que tuviste con esos gemelos del demonio. El tal Kanon quiso meterse con Mime, por supuesto que no le quedó un hueso sano al desgraciado.  Mime, maldito enano rubio.

- ¿Aceptas un consejo?

- Adelante, y solo porque estoy desesperado.

- Sí sientes que lo amas díselo y no lo dejes ir, podrías arrepentirte igual que yo me he arrepentido de dejar ir a Camus.

-Tal vez tengas razón. - dice y me sonríe despreocupado. - Ahora deja que yo te de un consejo. No hagas esperar demasiado a Orpheo.

-¿Cómo sabes de Orpheo?

-Sé demasiado, y es que el bicho tiene la boca  muy grande cuando bebe.  En serio, ese chico podría ser tu oportunidad de ser feliz, conozco  a su hermana, tuvimos algo... no me mires así, esa chica es ardiente y hermosa. Además de que es demasiado inteligente, ¿sabias que ella fue la que se dio cuenta de que yo estaba enamorado de Shion? Claro que el gran jefe carnero jamás se dio por aludido y yo fui tan imbécil que lo deje pasar... en fin ahora va a casarse con madame butterfly.

-Así que con Afrodita.

-Sí, no sabes el alboroto que traen el club de las locas con eso de la boda. - dice Dohko al tiempo que se lleva un cigarro a los labios. -Pero la culpa de todo la tiene el bicho. Mira que casarse... se suponía que ninguno de nosotros iba a casarse. Lo único bueno que ha salido de todo esto es que el bicho esta haciendo mejores canciones que nunca.

- Creo que mejor me voy.

-Va, cuidado con los gemelos ¿sí?

-Bud y Syd, ¿o los otros?

-Ahora que lo pienso, con los cuatro. Están igual de locos. Y algo más, aleja a tu amigo de Ikky.

-¿A Shiryu?

- Ese mismo, no esta preparado para lidiar con alguien como ese bastardo de tu hermano.

- No creí que fueras así.

-No se lo digas a nadie, hasta podrían pensar que soy un ser humano.

-Hola, hola niños traviesos, ¿se divirtieron sin mí? - Dice Mime entrando en la habitación, lleva una camiseta que le queda enorme. - ¿Te quedas a dormir? - me dice sonriendo.

-Este yo... no lo creo.

-Oh vamos, no vas a decirme que te intimidas después de acostarte con mi novio, no te preocupes, no tengo prejuicios al respecto, además es muy tarde.  Te puedes quedar en la habitación de huéspedes, y si me disculpas amor, me voy a descansar, mañana tengo una audición muy pero muy importante. - dice Mime, besa a Dohko, cuando se separan el temible Dohko lo mira con ganas de que no se vaya. - Cariño, ¿serías un sol y buscarías una almohada y ropa de cama para Hyoga? Anda por fis, ¿sí? - Dohko se levanta de mala gana y se dirige a otra habitación. -Bueno ahora podemos hablar tranquilos. - dice Mime con molestia.

-¿Qué pasa'

-¿Qué pasa? Preguntas, pasa que yo no soy Camus, pasa que yo no soy Milo ni el pendejo de la película, pasa que quiero que mantengas tus manos y tu corrientísimo culo lejos de mi Dohko.

-No hicimos nada.

-Eso espero. - dice Mime mirándome con furia. La sonrisa ha vuelto a sus labios al escuchar que Dohko se acerca. -Cuidado con que me entere que estas viéndolo porque entonces si te corto todo lo que te cuelgue niño.

-Ya entendí y no te preocupes, él no me interesa.

-Que bueno... por ti.

 

A la mañana siguiente abandono el lugar pensando en lo que Dohko me ha dicho la noche pasada, tal vez y solo tal vez junto a Orpheo podría ser feliz.

Sin darme cuenta he llegado hasta el lugar donde Orpheo vive ahora, su hermana se fue hace meses, pero él decidió quedarse. Toco el timbre de su departamento, seguro que lo voy a despertar, es muy temprano.

-Hola Orpheo, ¿cómo estás'

-¡Hyoga! Me da tanto gusto verte. - dice y me abraza con tanta efusividad que casi me deja sin aire. - ¿Qué haces aquí tan temprano?

-Bueno, pasaba por aquí y pensé en invitarte a desayunar.

-Esta bien, me encanta la idea, pasa un momento, me pondré algo decente y nos vamos. No te fijes demasiado, mi departamento es un caos total, tal vez hoy si tenga tiempo de limpiar un poco.

- No te preocupes, mi casa es un desastre aún peor que este.

-Vuelvo en un momento. - me siento en el sofá a esperar a que Orpheo salga, la verdad es que me alegra verlo, no puedo decir que algún día llegaré a amarlo porque no  tengo control sobre eso, pero sí puedo decir que lo intentaré con todas mis fuerzas.

-Te ves muy bien. - le digo cuando aparece frente a mi con un conjunto de mezclilla blanca.

-¿Te parece? Gracias. ¿Sabes? Hace unos días descubrí un lugar cerca de aquí, es un cafecito diminuto pero atienden muy bien y el pay de queso es delicioso. ¿te gustaría ir allí?

-Claro, me encantará.

- Entonces vamos, te va a gustar. - lo tomo de la mano y él se sonroja un poco, no cabe duda de que es hermoso. ¿por qué no intentarlo? No perdería nada y podría ganar mucho.

Orpheo me mira con esos ojos que fue lo primero que me llamó la atención de él, sus ojos tan azules como un cielo de primavera. En su mirada no encuentro sino ternura, tal vez él sea lo que yo necesito para olvidar a Camus y no sentir más este dolor que me atenaza el pecho. Sin aviso alguno, Orpheo se acerca a mí y me besa, lentamente reacciono a la suave caricia de sus labios... es tan dulce, tan delicado y yo creo que podría enamorarme de él.

Cuando nos separamos me sorprendo a mismo impidiéndole escapar de mis brazos sujetándolo con fuerza, él me mira, sonríe y el sonrojo en sus preciosas mejillas no hace sino dejarme descubrir que él no solo es hermoso por fuera, en su interior hay demasiada belleza que no me importaría descubrir.

-Te amo Hyoga... y esperaré lo que sea necesario para que tú puedas amarme. No pido mucho, solo que me permitas estar a tu lado y ganarme tu corazón, ¿aceptas? - dice él y me mira como sí n o hubiera un mañana.

-No solo acepto, también me comprometo a hacerte muy feliz. - Orpheo se lanza a mis brazos y me llena el rostro de besos.

-No te arrepentirás, te prometo que no te arrepentirás. - dice y volvemos a unir nuestros labios con un beso. Definitivamente creo que estoy listo para él. No puedo decir que no a esta nueva oportunidad de ser feliz con alguien que me ama tanto como él lo hace.

Notas finales: Pues como verán mi corazón de pollo no me ha dejado y creo que no me dejará matar a nadie, hasta el momento, y en cumplimiento a un apromesa hecha a una maiga leáse Crawlingbutterfly , aquí esta el comienzo de la felicidad para el pato de hule. Nos leemos pronto, cualquier comentario, pos haganlo mediante un review, bye bye¡¡¡

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).