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KAIBA´S SECRET por desire nemesis

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Notas del capitulo:

EN VISTA DE QUE TODOS ME PEDIS QUE CONTINUE Y QUE LA INSPIRACION NOS AYUDA OS DEJO ESTO

 

GRACIAS POR VUESTROS REVS QUE RECIBO ALEGREMENTE

 

Llegó todo tiempo que el estudiante ansía por todo el año. Vacaciones. Un merecido descanso de la tarea, las clases y los exámenes y como todo muchacho de su edad Mokuba estaba ansioso de salir a descansar fuera pero las actividades de su hermano los obligarían a pasar las dos semanas en el país mientras él resolvía una fusión muy importante.

 

Pero aún así no veo motivos por los que no disfrutes—dijo a su hermano menor. –He pensado que sería bueno que fuéramos a un balneario—añadió para felicidad de Moki.

 

¿Podemos llevar a Joey y Tea con nosotros?—preguntó el menor.

 

¿Es que no podré deshacerme de ese idiota ni siquiera en las vacaciones?—preguntó Seto con  tono molesto.

 

Es que yo…--dijo Mokuba intentando buscar razones lo suficientemente fuertes para su hermano.

 

El castaño se las vio venir y respiró profundo, con algo de hastío exclamó—Bien. Podrá venir pero con la condición de que no me moleste. Tengo que lidiar con una adquisición muy complicada como para que tenga que aguantar a ese mequetrefe—

 

Mokuba levantó la mano e hizo una promesa solemne que ambos dudaban se pudiera cumplir ya que el legajo de Joey Wheeler contaba con varios expedientes por mal comportamiento con el mayor. Seto se fue algo conforme y algo enfadado consigo mismo por haber aceptado.

 

Definitivamente esas aguas termales eran paradisíacas pensaba el rubio mientras se echaba para atrás, recostando su cabeza en el borde de la piscina. Moki estaba alegre y lo demostraba conversando sin parar, de todo y de todos. Ambos lo pasaban bien y deseaban que Tea les acompañara pero esos eran los baños de hombres.

 

De pronto un movimiento llamó la atención del ojos mieles quien volteó de inmediato para observar la causa de su repentino escalofrío. Era lo que él pensaba y temía. Seto Kaiba se acercaba a la piscina que ambos compartían esa noche estrellada, acompañado de su joven secretario. Tanto él como Asashi venían vestidos únicamente con unas toallas ceñidas a sus cinturas

 

Tanto Seto como Ryu estaban cansados pero el castaño era el más cansado sin  duda. Habían estado desde temprano en la mañana ocupados en los asuntos de la adquisición con abogados e inversionistas que habían aceptado alojarse en las instalaciones de un hostal cercano para dedicarse a esas actividades por los días que tomase el rearmado de la empresa adquirida por Kaiba Corp.

 

Asashi lucía una sonrisa complaciente mientras ambos sujetos se metían a la piscina en el lado opuesto al que ellos estaban. Joey por las dudas no quiso mirar el momento en que se quitaron en las toallas.

 

Ya percibía que algo marchaba mal entre él y ese sujeto desde el día en que sin querer le viera desnudo y no quería tener que pensar en la reacción que podía tener al verlo de nuevo. Además… estaba Mokuba.

 

Joey se quedó hablando alegremente con su amigo un rato hasta que por el rabillo del ojo vio que el castaño se movía para dar la espalda a su secretario. Hasta ese momento habían permanecido con la espalda apoyada en el borde mientras conversaban calmadamente.

 

Los sentidos del ojos mieles se pusieron alerta y advirtieron que el joven secretario se acercaba a las espaldas de su jefe para después posar sus manos en los hombros de este y comenzar un masaje relajante.

 

Moki advirtió de pronto que la atención de su compañero no estaba dirigida a él y miró lo que este miraba tan atentamente.

 

Los ojos de Joey se achicaban ni bien veía como los dedos del ojos verdes acariciaban los hombros del mayor de los Kaiba y su rictus se iba endureciendo llevado por el instinto de territorialidad sin saberlo. Su mente solo deseaba que el otro dejara de masajear los hombros del empresario.

 

¿Qué pasa Joey? Es solo… Ryu—dijo el joven Kaiba haciendo una pausa al ver el semblante inexplicablemente agresivo de su amigo que aun miraba a su hermano.

 

Seto parecía disfrutar del masaje, el desgraciado. Los dos parecían tan íntimos, se dijo el ojos mieles sin dejar de mirarlos. Apenas oyó lo que Moki le decía hasta que oyó su nombre y un par de segundos después tornó su cabeza a él para descubrir que el otro lo miraba con el entrecejo fruncido.

 

¡Es mejor que nos vayamos ya!—exclamó el chibi temiendo que al otro se le ocurriera alguna sabandijada que hacerle a su hermano y tomando la mano del otro no le dio tiempo a reaccionar y se lo llevó de allí.

 

Apabullado el rubio apenas tuvo tiempo de tomar la toalla de la orilla para que nadie más viera sus intimidades.

 

Seto se dio cuenta del jaleo del otro lado de la piscina y miro en esa dirección para ver justo como ambos se retiraban,

 

Es una suerte que ese idiota se este comportando. Sino con todo esto sería insoportable, se dijo el CEO mientras se daba la vuelta para decir— ¡Gracias Ryu! Esto me ha venido a las mil maravillas—

 

De nada, Kaiba. Es una suerte que tengamos estos momentos aquí para relajarnos, ¿No crees?—dijo el secretario.

 

Si. Y que esto sea tan pacífico—dijo Seto haciendo referencia velada a la tranquilidad de Joey.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pasaron unos días después de volver de los baños termales y ambos amigos fueron inmersos de nuevo en las actividades estudiantiles. Habían pasado otra divertida tarde de estudio en la casa de los Kaiba y se aprestaban a merendar cuando el treinteañero entró a la casa y se sentó a tomar los alimentos con ellos.

 

De pronto Wheeler hizo una pregunta que descolocó al castaño--¿Qué opinas de los gays Kaiba?—

 

¡Joey!—dijo alarmado su amigo temiendo la reacción de su hermano que miraba fijo al otro atrás de su taza de té.

 

¡No tiene nada de malo!—aseguró el rubio–Simplemente que dicen que el cincuenta por ciento de la gente inteligente son gays y que al otro cincuenta no le molestan—

 

Yo soy de ese cincuenta por ciento—aseguró Seto.

 

¿De cual?—preguntó Joseph para alarma de su amigo que halando de su brazo se lo llevó del comedor antes de que su hermano se lo comiera vivo.

 

¿Estás loco? ¿Acaso quieres que mi hermano te eche definitivamente de aquí? ¡Para con eso! Te lo pido como amigo—dijo el chibi asustado conmoviendo al ojos mieles.

 

Mientras, dentro del comedor Seto se preguntó del porqué de las extrañas actitudes del menor. Pensó en el sonrojo de la otra vez y en su extraña pregunta de ese día. Sonó su celular y sus cavilaciones quedaron en el pasado por problemas que solucionar. Debía volver a KC.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hermano, este fin de semana tengo una fiesta de cumpleaños—dijo el menor de los Kaiba al mayor.

 

De acuerdo. Sabes que no me opongo que vayas mientras no descuides tus estudios—dijo el castaño y Mokuba sonrió alegremente para intentar retirarse luego. Con un extraño presentimiento el empresario le preguntó antes de que se fuera--¿De quién es el cumpleaños?—

 

De Tea—dijo Mokuba temiendo que su hermano no le dejara acudir.

 

Bien—solo  respondió el otro aliviándole. A Seto le preocupaba que se tratara de Joseph.

 

La fiesta estaba llena de gente pues eran los dulces dieciséis de la hija de un político muy exitoso del Japón por lo que muchos acudían mas por el padre que por la cumpleañera.

 

Tu casa es liadísima—dijo entusiasmado Mokuba estando él, Tea y Joey a solas.

 

Gracias. Igual que la tuya—replicó la muchacha muy alegre de tener a sus amigos cerca. Recién había estado con su cohorte de amigas charlando de cosas de chicas mientras ellos tomaban ponche y discutían el último juego de video de Kaiba Corp.

 

¿Te diviertes Tea?—preguntó un mayor acercándosele.

 

Si, papá—dijo ella feliz.

 

¿Y estos jóvenes quienes son? ¿Me los presentas?—preguntó el mayor con semblante alegre, era algo canoso y de porte distinguido.

 

¡Claro papá! Ellos son Joey y Mokuba—los presentó Tea.

 

¡Que bueno que pudieran venir!—dijo él. –Bueno dejo a los jóvenes charlando entre sí que la charlas de los viejos no es nada entretenida—dijo el político y se marchó.

 

¿Y bien John? ¿Cómo la estas llevando?—preguntó a su hermano que tomaba un wisky parado junto a una de las mesas de los canapés. Sabía que para él todo eso removía dolorosos recuerdos.

 

No te preocupes, Mike—dijo el otro con una mirada algo pensativa. –He visto que tu hija es muy apegada a esos dos—añadió para cambiar de tema--¡Cuídate porque me parece que uno de ellos puede ser un novio!—

 

Ya me estoy cuidando, hermano. Fui y simpáticamente le pedí sus nombres aunque solo me dio los de pila. Joey y Mokuba. Tendré que ver… ¿Qué te pasa?—preguntó el político al ver a su hermano mirar muy rígido en dirección al grupo de tres así que él los miró también.

 

Mokuba. ¡Que nombre tan particular!—dijo el mayor.

 

¿Te refieres…?—preguntó con un deje de sorpresa el menor y volviendo sobre sus pasos le pidió a su hija--¿Puedo hablar contigo algo a solas?—Ella asintió. –Hija quiero saber… ese joven… Mokuba. ¿Cómo se apellida?—

 

Kaiba, papá. Se llama Mokuba Kaiba—contestó alegremente.

 

Bien. Vuelve a la fiesta. Solo era curiosidad de tu padre nada más. Es que se me hacía familiar—dijo él y la miró marchar, luego cuando se reunió con los demás observó atentamente al pelinegro.

 

 

 

Notas finales:

ESPERO OS GUSTARA TANTO COMO A MI

MATA NE Y POR FAVOR DEJAD REVS PARA SABER LO QUE OPINAIS

JA NE

^^


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