-¿Cómo se llama? Aquello que se siente y no se ve, que se demuestra y no se toca, que se añora y no se oye, que te invade y no te deja.
¿Cómo se llama? Una sola vez, ¿o dos? ¿O tres? Se llama, ¿o viene sola? Llega, ¿de improviso o avisa? Se acomoda, ¿le gusta o disgusta? Te invade, ¿completo o a medias? Se establece, ¿para siempre o se va?
¿Cómo se llama? Esa cosa amorfa, inodora e insípida que se posa en nuestras mentes y las inunda. Esa incómoda distracción que pulula a nuestro alrededor, que flota y orbita sobre nosotros. Esa inusual manera de pensar, para mi y para ti, que confunde nuestro entendimiento cotidiano frente a la presencia de la distracción que toma forma física.
¿Cómo se llama? La oleada de emociones al desnudo, crudas, que crean una tormenta de confusión en los coeficientes intelectuales, el tuyo y el mío, y los disminuye a cero. Un reflejo involuntario en los músculos de nuestro rostro que incitan a una ligera curvatura hacia arriba de nuestros labios. Una extraña repetición de la misma melodía en nuestras mentes, que se cuela por nuestras bocas entrecerradas, saliendo como una tonada muda, pero constante, empalagosa.
¿Cómo se llama? Acaso se le habla de pluralidad. Acaso se le llama por singularidad. Acaso ni siquiera se le llama. Acaso eso surge. Y ya. No hay nada que hacer, porque ha cambiado una singularidad al plural. Eso no se cura, no se contagia, no se padece, no se contrae, sino que está, dormido y tranquilo, pero expectante de hallar su detonante.
¿Cómo se llama? Es posible gritarle, pero no estoy seguro. Es posible susurrarle, pero no le he intentado. Es posible silenciarle, pero no me interesa. Es posible, probable, es imposible, improbable, no estoy seguro.
¿Cómo se llama? Algo es felicidad, algo es tristeza y algo es miedo, algo puede ser nada, y nada puede ser algo, es recíproco. Pero esto no tiene nombre, no es recíproco, no hay sinónimos para expresar mi falta de atención por culpa tuya.
¿Cómo se llama? Un eco que suena porque si. Que retumba, resuena y se refleja. Escúchame, a mi y a nuestra melodía. Escucha, la tonada que creamos, tu y el yo que desea ser para siempre tuyo. Mira, esto nunca cambiará.
¿Cómo se llama? Eso que, incluso aunque mis palabras pierdan el significado, o mi corazón pierda su hogar, incluso aunque pierda mi voz, estaré allí, hablándote y haciendo eco desde aquí, hasta ti.
¿Cómo se llama? Un momento en que, de noche, nos separamos, pero tu voz seguía resonando en mis oídos. Y mi voz era tenue pero alcanzaba los tuyos. Tu mano buscó cobijo en la mía, bajo un halo de luz lunar. Enredado en los sucesos de caos, perseguías un futuro vago, incluso aunque a veces te faltara el aire para respirar.
¿Cómo se llama? Cuando convierto, óyeme, transformo nuestro encuentro en una melodía. Y si la repito, me dices que no calle. Y la tarareo. Lo hacemos juntos. Y salen notas de tus ojos, feliz de la pieza de arte que a surgido, que canto, entono y admiro. Y la llamas.
¿Cómo se llama? La nombras, incluso aunque mis palabras se pierdan con el flujo del tiempo, se desvanecen, pero han unido nuestros corazones, porque resuena y sale ese eco, para ti y para el yo que desea estar contigo.
¿Cómo se llama? Al final no le pongo nombre, ni nada, porque lo que tiene nombre se conoce, y si se conoce se esparce, y si se esparce alguien mas lo sentirá. Y lo que yo siento por ti sólo lo siento yo por ti.
Dejó caer sus brazos del frente y esperó a que le dirigieran la palabra.
-Excelente, Jeaguerjaques- fue alabado- puede sentarse.
Caminó a su puesto y miles de ojos lo miraban, lo escrutaban, expresiones de confusión, asco, excitación, curiosidad e indiferencia se clavaban en el rostro del chico que caminaba hacia su pupitre. No miró a nadie, salvo a ese en que pensaba al escribir esa tontería, esa cursilería, para ese completo idiota que le reclamaba por el poco romanticismo que tenía con él. Ichigo lo miró con una expresión indescifrable, pero al parecer captaba la idea, el violento sonrojo lo demostraba. No le importaban los demás, con tal de que ese sensible de Kurosaki entendiera, todo estaba bien.