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KAIBA´S SECRET por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Y AQUI ESTA EL CAP DE HOY

OS AMO REVIERAS

GRACIAS POR APOYARME

SOY MUY FELIZ Y ESTA ES LA PRUEBA

Seto volvió a casa a la tarde siguiente para encontrar a su hermano riendo junto con su invitado de siempre.

 

¿Qué te hace reír tanto? ¿La cara del perro?—preguntó a su hermano.

 

¡Vaya! Puede ser. Porque con tu cara nadie se puede reír. Tal vez es para llorar pero de seguro no me dan ganas de divertirme con esa cara—le replicó Wheeler. Kaiba le miró asesinamente. –Ni  creas que tus miraditas me intimidan—agregó.

 

¡Joey!—le dijo Moki algo incómodo.

 

Bueno. Lo dejaré por la paz—le contestó su amigo haciendo un leve puchero.

 

¿Y bien?—dijo Kaiba sentándose en el sofá frente a la mesa ratona de su living room. --¿Vas a contarme de que te reías?—preguntó el joven empresario.

 

De nada hermano. Era en verdad una bobería—dijo compungido el pelinegro.

 

¿Bobería?—preguntó el castaño. En verdad le preocupaba que cosas podía meterle Joseph en la cabeza a su hermano, además de dulces claro ya que él sabía el contrabando que ingresaba el otro cada vez que acudía a la casa, pues en esta tenía muchos ojos y oídos extras en ella.

 

Se ríe de la forma en que digo más o menos. ¿Te sirve el dato o te hago un plano?—preguntó el rubio.

 

El otro lo miró de nuevo asesinamente mientras el ojos mieles le dejaba de prestar atención. Trataba de no mirarlo mucho y era agrio adrede porque sabía que no debía notarse lo que sentía frente al hermano menor de Kaiba.

 

¡Joey!—gritó de nuevo su amigo pasmado de la forma en que el otro.

 

Seto no podía entender que gracia podía tener un más o menos dicho por el rubio para su hermano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sus labios no podían separarse de los del rubio. Sus cuerpos ardían con el frenesí de cada toque. Estaban en el escritorio de Seto donde este se había escondido de pronto pensando que no lo buscaría en ese lugar pero su táctica falló terriblemente.

 

Ya no podía pensar en otra cosa que en sentir esos labios y ese cuerpo cálido y ameno. Wheeler sentía que iba a estallar de emoción. La luna entraba por el ventanal mientras Seto y él estaban entrelazados sobre el sofá. ¡Que increíble cambio desde hacía unas horas hasta entonces! Su respiración se agitó y comenzó a respirar por la boca debido a la falta de aire.

 

¿Te sientes bien?—preguntó preocupado el castaño separándose de él un poco.

 

Joey sintió la electricidad de esos ojos marinos clavados en su rostro y en la penumbra sus mejillas se sonrojaron. ¿Cómo podía actuar así si hacía un momento tenía el mismo autocontrol que él? O sea ninguno—Estoy bien—respondió con voz leve mientras sus labios volvían presurosos a los del empresario que no tardó ni un poco en volverse a perder en esa boca almibarada.

 

Seto—dijo Joseph mientras sus gemidos iban en aumento ya que la deliciosa boca del ojos azules se estaba ocupando de besar y morder su cuello cosa que le fascinaba y que el otro sabía a la perfección, mientras el cuerpo del CEO se movía sobre él logrando que su peso fuera proporcionado. –Seto…--repitió de nuevo su nombre sabiendo que oír su nombre de pila en los labios del rubio en un tono gutural causaba ciertas sensaciones en el otro. –Seto… ahhh… quiero ser tuyo—dijo el joven.

 

Un momento. Eso ya lo habíamos hablado—dijo Kaiba distanciándose un momento del rubio.

 

Ya lo sé—dijo el ojos mieles. –Pero quiero estar contigo y no con otro—agregó.

 

¿Con otro?—preguntó Seto algo alarmado. --¿Qué quieres decir? Pensé que estabas con Tea antes de mí—añadió.

 

Y lo estaba, pero…--dijo el ojos mieles dejando la frase sin terminar.

 

¿Estás diciendo que alguien más te está rondando?—preguntó Seto ciego en su sospecha.

 

Wheeler desvió la mirada de él y eso detonó la reacción del castaño. En verdad nadie rondaba al rubio. Era algo que le salió decir sin la intención de que significara eso pero en vista de que el otro pensaba en tal sentido sus genes le impulsaron a darle cuerda a ese pensamiento simplemente callando la  respuesta.

 

El castaño se levantó dispuesto a marcharse diciendo—Si es así quizás sea lo mejor. Tal vez te convenga alguien de tu edad—pero lo decía de dientes para afuera porque dentro se sentía furioso.

 

¡No hay nadie mejor para mí que tú!—gritó el rubio haciendo que el otro se detuviera in situ y volteara a verlo con cara de espanto.

 

¡Deja de gritar en mi maldita casa mocoso o yo te…!--dijo el ojos azules fuera de sí. Primero por temor a que alguien escuchara al otro y segundo por el shock de oír esas palabras. Hacía mucho tiempo las había oído de una persona muy querida.

 

¿Qué creías  que pasaría? ¿Acaso tengo que esperar tres años para estar contigo?—preguntó el enfurecido rubio y al ver que el otro no respondía infirió la respuesta.

Lleno de frustración se le acercó y mirándolo a los ojos con milímetros de separación entre ambos el ojos mieles fue como siempre directo y sin tapujos--¿Qué sientes por mí?—preguntó.

 

Seto estaba en un aprieto. No podía arriesgarse a que el otro supiera la verdad pero si no se arriesgaba a perderlo. Su apuesta era alta y temía perder el premio así que dijo lo único que se le ocurrió—Hablemos de esto después—se sentía juzgado por el otro y eso no era nada agradable para Kaiba.

 

Tal vez no quieras decirlo pero yo lo sé, cuando estás conmigo puedo sentirlo y es real. No me vengas con eso de la edad. Son puras gilipolleces y voy a demostrártelo—dijo el intenso ojos mieles mientras acercaba sus labios a los del otro.

 

El cuerpo del castaño reaccionó como siempre. Una corriente eléctrica lo recorrió de cabo a rabo y sus manos se movieron inconscientemente ciñendo al otro entre sus brazos mientras su cuerpo disfrutaba del contacto.

 

Me gustas y quiero estar contigo. Te gusto y quieres estar conmigo. Es natural y lo sabes—dijo el otro mientras su mano se deslizó por su mejilla izquierda y después bajó desabotonando uno a uno los botones de la camisa de hilo celeste que traía puesta el castaño. Una mano le detuvo. – ¡Ya no lo soporto más! No pienso jugar a estar agarrado de las manos durante tres años. ¡Te necesito! Aunque tal vez te juzgué mal. Tal vez no es a mí a quien quieres sino a tu secretario. ¡Pues quédate con él!—le gritó fuera de si el estudiante y se deshizo de su agarre para irse.

 

Hubiera sido mucho mejor para el ojos azules que el otro se hubiera ido sin más. Era la ocasión perfecta para que el joven Wheeler olvidara su obsesión por él y comenzara una vida apartada de su camino. Pero…

 

Fue tras él y volteándolo lo empujó contra la pared más cercana. Por un instante permanecieron mudos, con sus caras muy cerca y sin moverse. Y después…

 

Los labios de Seto embistieron los de Joey con la fuerza de la erupción de un volcán mientras sus manos se aferraron a su cuerpo como si temiera que le fuera arrebatado. El fuego que emitían ambos cuerpos fue en un creccendo infernal mientras Kaiba conducía al ojos mieles nuevamente al sofá. Pero esta vez se sentó y el rubio se puso a horcajadas sobre él. Dejó su dulce boca para ir por su cuello mientras sus manos se movían frenéticas bajo la camisa blanca del uniforme del joven.

 

Debajo sus erecciones chocaban haciendo sentir su peso en esos afiebrados cuerpos. El rubio se asía de sus hombros mientras empezó a sentir la deliciosa sensación del desabotonamiento de su camisa. Esa era la prueba de que todo eso iba en serio. Cuando esto terminó y el castaño bajó los hombros de esta para recorrer con su boca su hombro el rubio puso para atrás sus brazos y la prenda cayó al suelo por detrás. Entonces la boca del empresario bajó por su tórax mientras sus manos comenzaban a desabotonar el pantalón.

 

Las manos de Joey se juntaron en la nuca de Seto mientras de su boca brotaban jadeos y gemidos a por mil. Cuando el pantalón estuvo desabotonado el ojos azules bajó un poco este y el bóxer aunque no podía más por la complicada posición. Aprovechó ese momento para mirar a los ojos del otro y asegurarse de que todo estuviera bien. No solo por el hecho de que estaba enfermo sino para saber que el rubio no se arrepentía de su decisión.

 

Justo en ese momento sus miradas se cruzaron y ante la vista del rostro sonrojado del ojos miel y su boca entreabierta en señal de excitación, Seto pudo comprender que en el otro no había arrepentimiento alguno.

 

Suki dayo—pronunció el otro oportunamente ante la mirada inquisitiva del castaño y eso fue el catalizador para la irrefrenable embestida de los labios del ojos azules sobre los de él.

 

¿Que increíble mecanismo hacía que su cuerpo reaccionara de tal manera a la más tenue de las afirmaciones del otro? Jamás se había sentido así con nadie, excepto…

 

Su mente se nubló cuando en medio del beso el erguido y ahora libre falo de Wheeler rozó la tela en su vientre. De inmediato le preguntó antes de que fuera tarde--¿Estas seguro?—

 

No podría estarlo más estreñido—respondió sonriente Wheeler.

 

De esto no hay vuelta atrás. ¿Te das cuenta?—preguntó el joven empresario.

 

No quiero volver atrás. No quiero ser de nadie más excepto tuyo y tú lo sabes—dijo el ojos mieles. Sus manos se abalanzaron sobre el botón del pantalón de Seto pero este las detuvo.

 

Esto no será tan fácil—dijo el castaño.

 

No importa mientras estés conmigo—dijo Joey y el otro presionó más su agarre sobre las manos del otro luego acercó despacio su boca a la de Joseph para después besarla con cariño, con ternura. Alejó sus labios de los del otro mirándolo intensamente. Ver esos mares profundos lo taladraba hasta lo más hondo, pensó el estudiante mientras observó como lentamente el castaño soltaba su agarre y se introducía tres de sus dedos en la boca.

 

La imagen era tan sexy que Wheeler reaccionó agarrando esa mano una vez se separó de la boca para introduciendo esos mismos dedos en la de él. Kaiba de inmediato lo abrazó y atacó su cuello mientras le volteaba para recostarlo en el sillón con él encima.

 

Una mano del CEO acarició levemente el expuesto miembro del joven que jadeó al sentir el contacto liberando los prisioneros dedos de su mano hermana. Kaiba aprovechó la ocasión para deshacerse de sus pantalones desabotonándolos, los cuales cayeron junto a su ropa interior hasta los tobillos.

 

Mientras él mordisqueaba su cuello uno de sus dedos se introdujo en la cavidad del menor que de inmediato se arqueó ante la extraña e inesperada situación. Seto temió que se asustara pero al mirarlo la reacción del otro le dijo que no era esa la situación pues lo besó intensamente.

 

Luego de la preparación de rigor en que uno a uno los dedos fueron introducidos dentro del ojos mieles y embistieron esa sensible parte de su ser el momento esperado por ambos llegó.

 

Seto colocó sus hombros las piernas del rubio quien lo miraba atento, sonrojado y desnudo después de que el mayor se deshiciera de las prendas que evitaban que ocurriera ese acto. Verlo así provocó la fibra más interna de su ser y sus dedos fueron sustituidos por su miembro que entro sigilosamente como un ladrón en la noche.

 

Al ver como el otro se estremecía Seto sintióse partirse en dos pues una parte de él estaba preocupada por la condición del rubio y otra anhelaba verlo vibrar al ritmo de sus embestidas.

 

Ver con esa cara de preocupación y deseo mezclados en el castaño provocó en Joseph todo el deseo que podía tener más la certeza de que el otro era el hombre adecuado para estar con él. Lo sentía suyo. De alguna forma atrapado en sus redes aunque más bien se sentía él el prisionero de esos lagos azules que el otro tenía por ojos.

 

Y lo dijo, lo dijo suave pero audiblemente y en la habitación vibró como el estruendo de un rayo.

 

¡Te … te amo!

 

Eso fue como si el mayor recibiera la más grande de las impresiones. Su boca se dirigió presurosa al encuentro de la de su cachorro lleno de renovadas energías y felicidad. Sus manos se enredaron en los dorados cabellos de su nuca para profundizar el contacto mientras en su pecho se corazón desbocaba sus latidos.

 

Joey se sintió estremecer y ambos llegaron, después de que el castaño impulsara con ímpetu su cuerpo al del otro con un vaivén irreflenable, al momento más sublime donde corazón y sentidos se unen con un lazo inestinguible que pocos logran conocer y que es más satisfactorio que mil sesiones de simple sexo.

Notas finales:

TAL VEZ MAÑANA NO PUEDA ENTRAR PERO NO ES SEGURO

DEPENDE DE SI EL CIBER ABRE O NO

^^

 

DE TODOS MODOS LO INTENTARE

ME VOY A ESCRIBIR LO QUE SIGUE

DESEENME SUERTE

Y BESOS A TODOS


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