Jim´s Pet
[Star Trek]
Nota: los personajes de Stark Trek no pertenecen, este fic es sin ánimo de lucro.
Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo… propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Luna Shinigami.
Si el fic no es de tu agrado, no te gusto el final, el comienzo o las notas de autor, no te gustan los personajes, ni te agrada la autora, por favor, a riesgo de ser grosera, no comentes, pero si tienes una crítica constructiva decente, soy toda oídos.
Atentamente Luna Shinigami
[Drabbles de Universo Alterno]
CUATRO
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El ruido del motor del auto, hizo que Spock se asomara por la ventana de la casa. Alzo una ceja al ver al mejor amigo de su amo.
Un enojado y bocón humano joven llamado Leonard, estaba en la universidad de hecho y cursaba tercer semestre de medicina.
Jamás se había llevado bien con el duende de sangre verde.
Por alguna razón, cada vez que se encontraban chocaban los caracteres de ambos e incluso Spock siendo tan “lógico” se daba a poner en claro sus puntos de vista ante el doctor, sobre todo en lo referente a la seguridad de su amo, que tenía pequeñas tendencias suicidas, pensaba seriamente Spock.
-llama a tu amo, Duende- le ordeno Leonard mirando a Spock.
El vulcano solo alzo su ceja – espero que esta vez, “doctor” se digne en traer a mi amo en buenas condiciones y funcional- le recordó a lo que el otro bufo enojado – sus métodos de cuidado dan demasiado que decir-
-Tu no digas nada duende- le gruño – no eres más que….-
-Bones- dijo Jim saliendo acomodando su chaqueta – quieres dejar de discutir con Spock- le dijo con la sonrisa tatuada en el rostro, a sus quince años, Jim era capaz de deslumbrar a todos con esa misma sonrisa y hacerse amigo de personas mayores como el caso de Leonard que le superaba por cuatro años cerca de cinco su edad.
-Tu duende empezó- le reto – además debería conocer su lugar-
-conozco mi lugar doctor, y es al lado de mi amo- le respondió el vulcano colocando sus manos atrás de su espalda y sintió como su amo rubio besaba el borde de sus orejas.
-No más discusiones Spock- luego miro a su amigo,- Leonard- le advirtió – te quedaras en casa- le ordeno ahora a Spock, - no salgas de mi habitación a menos que sea estrictamente necesario, te compre varios libros, lee, medita, pero no salgas y no me esperes esta noche-. Le advirtió de nuevo besando su cabeza, verdeando el rostro de su mascota.
Quería besarlo pero no allí delante de la mirada burlona de Leonard.
-si amo- susurro Spock muy bajo metiéndose de nuevo a la casa, viendo como su amo se iba con el “doctor” para regresar al otro día oliendo a Whiskey barato y perfume extraño que jamás llegaba a reconocer.
Jim se subió al auto de Leonard y tomo entre sus manos una lata de cerveza.
-¿Cuándo te estrenaras al vulcano?- pregunto Leonard conduciendo – se me hace raro que no le hayas inaugurado el tra…-
Jim le pego en el brazo – Spock no es de esos “vulcanos”, Spock es diferente- le miro – es muy inteligente, lógico y mío, si voy a tenerlo pronto pero aun no es el momento, mi vulcano es más virgen que el aceite de Oliva, hace poco le di su primer beso… no voy a pasar del beso a la cama, aunque ganas no me faltan, mas desde que duerme conmigo, pero bien puedo hacerme pajas o…- rio.
-O ir donde iremos- rio Leonard – yo también busco desahogo, voy a ver si en el prostíbulo hay una Orionita, son sexys y magas en la cama- rio aumentando la velocidad del auto para llegar hasta ese lugar.
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Leonard y Jim entraron al dichoso prostíbulo, a las afueras de Iowa, era un lugar agradable a la vista, llena de soldados, comandantes y demás personas humanas de la flota estelar, también granjeros entre otros.
Bones consiguió rápidamente lo que deseaba, mientras Jim con sus picaros ojos azules miraba a todas partes buscando algo que le apeteciese y no lo encontró fácil.
Pero cuando lo encontró creyó ir al cielo o algo parecido.
Se acercó al mesonero y pidió tiempo con el chico. Le sonrió, mas solo recibió una mirada fría de aquel que había pedido para la noche, realmente no le importo, le deseaba.
El puto de la noche, que le hacía hervir la sangre en este momento.
Era un vulcano.
Como Spock.
Bueno no como Spock, no era tan hermoso como su vulcano, ni con esos hermosos ojos oscuros, es más, Spock era más bajo que este chico vulcano que incluso lo superaba en altura.
-¿que desea para empezar?- dijo el vulcano con la voz fría mientras se retiraba una de las prendas, pero Jim evito que lo hiciera y le robo un beso arrebatador en la boca.
-Tu nombre- le ordeno lanzándolo a la cama y sentándose sobre sus caderas, chupando y mordiendo las orejas picudas del putito de turno.
El muchacho vulcano trato de no gemir con la arrolladora pasión que le demostraba el muchacho humano pero este no dejaba de tocarlo, besarlo, morderlo y reclamarlo.
-S… Ston- le dijo al oído mientras los cuerpos eran desnudados.
La boca del vulcano chupo varias veces el miembro erecto del rubio y lo venero con la pericia de su tiempo en la tierra, mientras Jim gemía y gritaba el nombre ajeno.
Pero no el de Ston.
No, porque mientras sostenía las caderas del pálido Vulcano y bombeaba su pene con fuerza, solo gritaba Spock en las embestidas y mucho más en sus gritos guturales al momento del orgasmo.
Luego ambos quedaron en la cama, laxos, desnudos, satisfechos y llenos de fluidos.
-¿conoce a Spock?- pregunto la voz del vulcano – él era un mestizo en Vulcano-
Jim se quedó quieto, como si hubiera estado en Delta Vega y solo miro la nuca del vulcano y no respondo, solo se levantó y comenzó a vestirse- lo hiciste bien vendré de nuevo, Ston- le aseguro agarrando su cabello y besándole la boca con fuerza para luego irse, sin haber respondido la pregunta ajena.
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Jim llego a su casa a la madrugada y se quitó la ropa despacio, para darse una ducha y luego meterse a la cama, donde le esperaba el cuerpo caliente de Spock.
Aun sabiendo que lo había despertado lo abrazo y beso suavemente sus mejillas – eres mío- dijo apretándolo contra su pecho y luego se separó un poco y alzo despacio su rostro para darle un tibio beso en la boca- cuando te haga mío, solo serás mío- movió su cabeza y apretó más fuertemente a Spock.
Spock solo se estuvo quieto, con las mejillas verdes pero quieto.
Lejos estaba de los pensamientos de Jim, de que si su madre no hubiera traído a Spock a su lado, esa noche no se hubiera cogido al tal Ston, sino seguramente su vulcano hubiera terminado en el mismo burdel.
Continuara………….
Wiiii lo hice re largo xd jajajaja no se acostumbren, gracias chicas por sus mensajes besos ¡!