Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

One in a Million por Nayen Lemunantu

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!!!

aqui estoy de nuevo con otro capitulo

ojala les guste =)

Capítulo 6: ¿Esto es un Sueño?


 


No tenía claridad sobre lo que estaba pasando, no terminaba de comprender la situación. No es que tuviera un problema mental, pero le parecía que todo lo ocurrido esa mañana era francamente increíble, es más, le parecía imposible de suceder. Y es que en su mente, jamás sospechó siquiera que el chico de anteojos podía sentir algo por él. Desde un principio lo vio como un amor imposible y ahora que estaba sucediendo, dudaba que fuera real.


Su mente ya había comenzado a jugar con él y sólo una persona podía ayudarlo en una situación así: Haginosuke Taki, tenía que hablar con su mejor amigo!!!


 


Luego del sorpresivo encuentro matutino, se dirigió lo más pronto posible, con caminar incierto hacia su dormitorio, sentía que llevaba un nudo en el estómago. Entró absolutamente absorto en sus pensamientos en busca de un objeto en específico: su celular. Se encontraba sobre la masita de noche, él lo tomo y marcó por discado rápido a Taki. Pasaron sólo unos segundos hasta que el chico de lacio cabello castaño respondiera, pero a Keigo le pareció que se había tardado años.


-Keigo! ¿Qué ocurre?- respondió Taki algo extrañado por la llamada. Y no era para menos, su mejor amigo no lo había llamado en todo lo que iba del dichoso campamento. Así que esta repentina llamada sólo podía significar una cosa: malas noticias.


-Tengo que hablar contigo ¿tienes tiempo ahora?- dijo Keigo al borde de un colapso nervioso.


-Pues yo sí, pero no creo que tú, ya deberías estar en los entrenamientos ahora ¿no?- contestó Taki algo preocupado al notar el tono de voz desesperado de su amigo.


-Taki!! ¿A quién le importa los entrenamientos en un momento como este?- esta vez su voz sonó autoritaria y Taki comprendió que era mejor no agotar la poca paciencia que le quedaba a su amigo.


-Está bien, está bien. Yo sólo decía. Pero dime, ¿Qué es lo que te pasa?- mencionó con voz paciente y calmada. Pero Keigo no respondió.


-mmmm… ¿Keigo? ¿Estás ahí?- sólo pudo oír un suspiro –Keigo!!- esta vez gritó.


-Creo… creo que estoy enamorado Taki- dijo Keigo con voz suave y casi inaudible.


-¿Perdón? La verdad es que no te oí ¿Qué dijiste?- mintió


Keigo sentía que le estaban tomando el pelo, ya demasiado era tener que decir esas palabras en voz alta, peor aún era tener que repetirlas, pero suspiró pesadamente y respondió con voz firme y segura


 –Estoy enamorado… estoy enamorado de Tezuka Kunimitsu-


-…-


Taki no respondió. Es más, no podía hacerlo. Había quedado completamente estupefacto por la declaración de su amigo, es que no lo podía creer!!! Ni siquiera podía cerrar la boca por la impresión causada.


-Oye!! ¿Estás ahí?- Dijo Keigo impaciente.


-cof cof… siii, aquí estoy- hablo por fin aclarándose la garganta, pero aun no podía salir de la impresión –Pero Keigo, él está en Alemania, no me parece prudente enamorarse de alguien a quien no verás-


-Nooo Taki, él está aquí-


-Queee!! ¿Cómo que aquí, aquí dónde?-


-Aquí!!! En el campamento. Esta aquí y… y me besó-


-…-


Esto era demasiada información para una sola mañana. Taki no podía procesar tanto. Tal vez Keigo tenía razón y los productos que usaba en su lacio cabello habían comenzado a afectarle, porque no podía hacer que su mente funcionara. La voz de Keigo lo trajo a la realidad.


-Tu tenías razón, la has tenido todo este tiempo. Lo siento por no habértelo dicho antes, pero es que estaba muy confundido, ni yo mismo entendía todo lo que me estaba pasando-


-guau!! No sé qué decirte. La verdad me has impresionado con la noticia. Era obvio que tu comportamiento extraño se debía a alguien, pero nunca sospeché que se tratara de él- confesó Taki con total sinceridad.


-Sí, te entiendo. Ni yo supe cómo pasó, pero lo cierto es que sucedió. Estoy enamorado y no creo que pueda vivir un solo día mas sin él- el tono de angustia en su voz era palpable.


-Un momento Keigo, no entiendo cuál es el problema. Tú mismo dijiste que él te había besado. Es obvio que eres correspondido ¿no?-


-Dios!! Pero no estoy seguro, no sé con claridad lo que paso. Tampoco sé cómo paso. Ni siquiera sé si fue real, tal vez fue sólo un sueño ¿Crees que eso sea posible?- ahora su voz sonaba desesperada.


-jajajaja guau!! Realmente te dio fuerte eh?- contestó Taki divertido. Es que no se podía imaginar esas palabras saliendo de la boca de su amigo. Parecía tan infantil de repente.


-No te llamé para que te burles de mí, te llamé para que me ayudaras-


-jajajaja tienes razón, lo siento- dijo con sinceridad –Mira Keigo, tú eres un tipo inteligente, tienes las mejores notas en tu clase, calificaciones perfectas en todas las materias-


-Si y…??-


-Dime sinceramente ¿Cuál es la probabilidad de que eso haya sido un sueño? ¿Te das cuenta acaso de lo ridícula que se oye tu pregunta?-


Keigo respiró pesadamente con resignación, su amigo tenía razón, eso era absurdo ¿Es que acaso esto era el amor?  ¿Comenzar a tener pensamientos sin sentido, olvidar toda lógica?


-Tienes razón- concluyó


-Claro que tengo razón!!-


-¿Y ahora qué debo hacer? No tengo idea de cómo reaccionar frente a una situación así-


-Pero… ¿qué te dijo él? ¿No te pidió ser su novio?-


-Pues no, no me dijo nada. La verdad es que hablábamos de otras cosas y de pronto me beso y yo creí que era un sueño y luego apareció Sakaki sensei y se lo llevó y yo aún no sabía si había sido real!!!-


-Esto suena cada vez más absurdo, pero supongo que el amor es así. Te recomiendo que hables con él, si no le dijiste nada y pusiste cara de idiota, Tezuka pudo haber malinterpretado la situación-


-¿Tú crees?-


-Pues claro!!! Ponte en su lugar ¿qué pensarías tú?-


-Tienes razón, debo hablar con él, aclarar las cosas y decirle lo que siento-


-Exacto!! Llámame para contarme cómo te fue-


-Taki… tengo miedo-


-Se valiente!!! Bueno… voy a colgar, no te quiero quitar más tiempo, tienes cosas importantes que hacer… Buena suerte!!!-


Sin decir más colgó el teléfono. Keigo se dirigió a su cama y se tumbó boca arriba. Se sentía nervioso, ansioso, feliz, expectante, radiante, no sabía lo que le pasaba, pero estaba seguro que nunca antes había sentido algo así. Respiró profundamente, dejando que el oxígeno inundara sus pulmones… y de pronto sintió miedo. Taki tenía razón, debía aclarar las cosas con Tezuka lo antes posible, pues se notaba que el muchacho de anteojos no daba segundas oportunidades. Se levantó rápidamente de la cama y salió de su habitación con paso decidido rumbo al lugar de entrenamiento del grupo de Tezuka.


Se enteró por los niños que colaboraban en el campamento que el grupo de Tezuka entrenaba en el gimnasio, por lo que se dirigió apresuradamente hacia su encuentro. No podía esperar para verlo, aunque no tenía claro qué decir, confiaba en que su corazón se abriera frente a la persona amada y las palabras salieran solas de su boca. Aunque, nunca se había sentido tan inseguro en toda su vida.


Cruzó los amplios jardines que separaban el edificio de dormitorios de las instalaciones deportivas. Al ver que el sol ya se encontraba en lo alto se dio cuenta que había pasado gran parte de la mañana pensando y charlando con Taki, ya debían ser más de las 10:00 am y él ni siquiera se dignaría a ir a sus propios entrenamientos… o eso creía él.


Estaba a punto de llegar al gimnasio cuando oyó una voz que dice su nombre –maldicion!!!- piensa para sí mismo al reconocer la voz de Hanamura sensei, su entrenadora.


-Atobe-kun ¿A dónde te diriges? ¿Acaso has olvidado que tienes entrenamiento?-


Suspiro pesadamente rodando los ojos mientras volteaba para quedar frente a frente con su entrenadora. No podía estar perdiendo el tiempo así, el campamento terminaría mañana y Tezuka se iría una vez jugaran el Torneo Amistoso, él no tenía tiempo que perder!!!


-Hanamura sensei, yo tengo algo importante que hacer- dijo Keigo con voz arrogante y autoritaria.


-Claro que sí, tienes que ir a entrenar- dijo la mujer con voz melodiosa.


Atobe posó sus manos en sus caderas y en la expresión de su rostro se dibujó el párrafo ¡esto tiene que ser una broma! Realmente Dios debía de odiarlo. Maldijo a su suerte internamente por no haber quedado en el grupo del ojimiel, ahora no sabía hasta cuando debía esperar para hablarle. De mala gana siguió a su entrenadora rumbo a las canchas, con la esperanza de que las horas pasaran rápido para poder hablar con Tezuka en el almuerzo, pero grande fue su sorpresa al descubrir que él, el gran Ore-sama había sido castigado por faltar a las primeras horas, y debió pagar con vueltas alrededor de la cancha durante todo el almuerzo.


La tarde transcurrió lentamente para dar paso a la noche y él aún no había podido hablar con el muchacho de anteojos, a medida que pasaban las horas, su ansiedad no hacía más que crecer. Para colmo de males, Tezuka no llegó a cenar.


Ahora estaba claro, el ojimiel no lo quería ver ni en pintura!!!

Notas finales:

gracias por leer!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).