Ahí estaba. En el lugar en el que habían quedado por teléfono. Joey se aproximó sintiendo un gran peso en su corazón.
¿Cómo decirle?, se preguntaba. No quería herir así al otro pero era necesario ser sincero. Duke se lo merecía.
Le miró llegar a él, en su cara brillaba la sospecha.
¿Has pasado la noche con él, no es cierto?—preguntó el pelinegro.
No es lo que…--dijo Joseph pero cuando vio la cara que ponía el otro se detuvo a mitad de la frase. Era muy obvio lo que pensaba pero debía sacarlo de su error—Lo secuestraron y a mí—indicó.
Como Duke no dudaba en parte de la palabra del otro le preguntó si estaba bien y porque no había sabido nada.
Si. Kaiba no quiere que la prensa se entere, por su compañía—le informó el rubio.
¿Y como es que estas libre?—preguntó el ojiverde presintiendo algo luego al el otro desviar la mirada.
¡Él nos sacó de ahí!—le dijo Joey.
¿Él quién?—preguntó el pelinegro.
¡Seto!—contestó Joey. No fue solo lo que dijo, la familiaridad repentina de llamar al otro por su nombre, sino la manera en que lo dijo, como disculpándose.
¡Dormiste con él!—le acusó.
Miel y esmeralda se encontraron. Los unos aceptando haber sido descubierto. Los otros furiosos por la traición y la brutal pérdida.
¡Después de que…!—dijo como maldiciendo haber sido tan dadivoso Devlin.
¡Lo sé! Y yo no pensaba… pero al estar ahí… con él—dijo excusándose Joseph.
¿Y no piensas que pudo ser una trampa? ¡Que casualidad que les secuestraran juntos!—dijo Duke lleno de celos.
¡Él no haría eso!—dijo de pronto airado el rubio.
¡Sabes muy bien que si lo haría! ¡Es capaz de hacer lo que sea con tal de conseguir lo que quiere!—le gritó Devlin.
El ojos mieles aceptó—Bien. Si es capaz pero sé que no lo hizo. Esos tipos lo golpearon y luego me defendió cuando intentaron atacarme.
No me convence el CEO como héroe tan de repente. Piensa Joey. Desde que te besó en Egipto se le ha puesto en la cabeza tenerte y es lo que ha hecho—le dijo el ojiverde dejando helado a Wheeler.
¿Tú sabías?—preguntó.
Si, los vi—contestó el ojiverde. –No dije nada porque fue su iniciativa y aunque te dejaste llevar un poco volviste conmigo. ¡No le cederé mi lugar a esa rata! Hay muchos hombres mejores que yo pero definitivamente Seto Kaiba no es uno de ellos—añadió.
¡Lo siento!—fueron las sutiles palabras de Joey que le hicieron entender que su esfuerzo estaba perdido.
Después te darás cuenta de cómo son las cosas—dijo Devlin antes de voltear e irse.
Estaba por entrar a clases cuando la oyó y se quedó en el umbral de la puerta para escuchar pues el salón estaba casi vacío porque la lluvia había desalentado a muchos de presentarse.
“¿Que ya tienes un trabajo para el verano?—preguntó una chica.
Si. Para el verano y toda mi vida adulta. Voy a trabajar en Kaiba Corp. Tienen un magnífico estipendio y no tendré que preocuparme mas por dinero—contestó Karen.
¿Cómo le hiciste? Es muy difícil conseguir un trabajo en una corporación como esa—dijo la chica.
Hay que ser astuta como nuestro presidente. La astucia vence a la estupidez—dijo Karen con tono pedante.”
Las piezas de pronto cayeron en su lugar para Wheeler .
“Después te darás cuenta de cómo son las cosas”
Karen fue la primera y más grave razón por la que él y Duke se pelearon. Si ella no hubiera insistido en que la toqueteara y después no hubiera aparecido en el apartamento… pero eran conjeturas. No estaba del todo seguro de que Kaiba ideara aquello. Aunque lo del trabajo…
Seto lo llevó a vivir a la mansión pues ya no tenía vivienda, alegando que estaría más cómodo y más cerca de él. Por eso al rubio se le hizo fácil acceder al escritorio de Kaiba. Algo culposo lo esculcó sin encontrar nada e iba a dejarlo pensando que todo eran paranoias suyas cuando vio un sobre que decidió abrir por su paz mental aunque sabía que nada había allí que le incumbiera.
Pero dentro…
…había unas fotos…
…fotos de él y Karen.
La prueba del engaño.
De lo del secuestro tampoco estaba seguro pero ni que tenía que demostrarlo porque con esto era más que suficiente.
Desde un principio Kaiba le había tejido trampas y él cayó.
¡Me la hiciste muy bien, hijo de tu reverenda madre!—dijo con sorda tristeza mientras guardaba el sobre en la gaveta, donde lo hallara.
Duke tenía razón.
Cuando Seto volvió no halló nota ni mensaje del rubio que le explicara su desaparición. Fue en busca de Devlin. Tal vez este le hubiera perdonado y juntos decidieran revolcarse de nuevo, pensó Kaiba lleno de celos.
El pelinegro le abrió y molesto le dijo--¿Qué quieres Kaiba? Ya me sacaste a Joey. ¿Quieres algo más?—
¿Entonces no esta contigo?—preguntó el castaño.
No. Terminó esta tarde conmigo. Y quiero que sepas que le dije que no creo que te secuestraran de verdad. Todo fue una trampa. ¿Cierto?—preguntó el ojiverde.
No tengo tiempo que malgastar contigo—le dijo el ojiazul y se fue.
Estaba de nuevo en esa excavación en la que un mes antes pasaran tantas cosas. El abuelo Motou lo fue a recibir y Yugi y Yami lo esperaban en la puerta.
El abuelo se fue tranquilo porque con Joey en la casa imaginó que el Faraón no intentaría nada con su querido nieto. Tenía mucho trabajo que realizar antes de la noche.
Atemu por su parte se disculpó y los dejó solos porque supuso que la presencia de Joseph ahí quería decir que algo malo había sucedido con Kaiba y que venía a refugiarse con su amigo.
¿Qué pasa Joey?—preguntó preocupado el tricolor más bajo. --¿Es Kaiba lo que te tiene así?—preguntó después
para asombro del otro.
¿Tú que sabes…?—preguntó el azorado.
Por favor Joey. Somos amigos. Jamás fue un secreto para mi lo que sentías por Kaiba. La manera en que siempre lo defendiste… además Yami me contó cosas del pasado. Al parecer…--dijo el ojivioleta.
¡Lo sé! ¡Lo sé! Kaiba y yo estamos predestinados y todo eso. Puedo recordar todo lo vivido por Jouno. No como si fuera mío pero lo sé--dijo el ojos mieles.
Comprendo. ¿Te hizo algo malo?—preguntó el más bajo.
Me engañó para pelearme con Duke y luego me sedujo con trampas. El muy desgraciado hasta estoy seguro que fingió que nos secuestraron—le explicó Joey .
¿Hizo eso?—preguntó el inocente Yugi. El otro asintió en respuesta. –Kaiba no aprende más. Con trampas jamás se llega a la persona amada—añadió Motou.
Seto no me ama. Solo quiere humillarme como en su anterior vida—dijo el rubio haciendo suyo el rencor de Jouno.
Hablando de la otra vida… hay algo que quiero preguntarte…--dijo indeciso el más joven.
¿Si?—preguntó el otro.
¿Qué es un doncel? Mi abuelo y Yami se encierran y hablan constantemente de que yo fui doncel del Faraón. Me dijeron que es como una dama de compañía pero no sé. Te pregunto porque tú recuerdas la otra vida y sabrás si me ocultan algo—dijo el tricolor.
Joseph estaba en el momento ideal para responder esa pregunta. Le dijo—Mira, a mí no me gusta que me mientan por lo que no te lo haré a ti. Es necesario que lo sepas. Los donceles eran una especie de hombres que podían procrear. Tú no eras la dama de compañía del Faraón. Tú te casaste con él. Eras su doncel. Si Jouno no hubiera encerrado su alma tú y él hubieran sido los padres de los futuros príncipes y faraones de Egipto—
¿En serio?—preguntó pasmado el ojivioleta.
En serio. Yo no te mentiría con algo así—afirmó Joey.
¿Por qué no me lo habrá dicho?—preguntó el más joven.
No sé. A lo mejor temió que te preocuparas o que…--dijo el ojos mieles.
…o que me confundiese—dijo el tricolor mirando al suelo con desánimo.
No quiero pincharte el globo Yugi, pero Yami no era la persona que hoy conoces. Te trataba muy mal. Como si tú fueses su sirviente más que su esposa. Te quería solo para concebir y no se cuidaba de herir tus sentimientos. Ahora parece diferente pero ten cuidado amigo. Si recordó como era tal vez…--dijo el rubio algo alicaído.
¡Me cuidaré! Te lo prometo. Ahora que sé de qué van las cosas puedo prevenirme—dijo el más bajo sonriente.
Wheeler se sintió algo mejor. Parecía que su amigo lo había tomado con calma. Bien por él.