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VAMPIRE LEGACY por desire nemesis

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Notas del capitulo:

ahora seran caps mas largos

^^

disfrutadlo

Era un sitio muy elegante. Lleno de sirvientes yendo de un lado para otro, las habitaciones como descubrió el joven cazador eran tan lujosas como las del propio Luis, rey de Francia, y es que estaban en Francia.

 

No era una mansión sino el más señorial de los palacios. Un sirviente con librea llevó sus maletas a los dormitorios que les habían sido preparados después de sacarlas del carruaje que les había recibido después de que bajaran del barco en Normandía.

 

Seth estaba ahí a disgusto y no le importaba que se notara como juzgó el rubio al verlo. Joey se preguntó que había sucedido en ese lugar para que lo odiara tanto.

 

¡Alteza! ¡Por favor! ¡Su majestad me ha pedido que la llevara a su presencia ni bien arribase!—dice otro sirviente que se les aproximó.

 

El rubio está inseguro. El castaño se da cuenta y toma su mano para darle valor mientras asiente al sirviente que los lleva por la mansión.

 

¡Hermano!—grita un sonriente pelinegro que se les acerca corriendo con un muñeco en brazos.

 

¡Misha!—grita el castaño a la figura muy serio.

 

El otro se detiene observando al acompañante de su hermano--¿Has cambiado de gustos no es así? Antes te gustaban las jóvenes de ojos azules—dice.

 

Joey se siente cohibido. ¿Así que ese es el hermano de Seth? No se ve que le trate mal como el castaño decía.

 

Al parecer nuestro hermano ha caído bajo, el mudarse a esa islita le ha hecho mal—dice una voz y todos elevan sus miradas para ver en la cima de una escalera que queda a su derecha a un joven de ojos azules y pelo verde. En él si se palpaba el desdén por su hermano. Bajó las escaleras con aire ceremonial mientras le decía a su otro hermano--¡Misha! ¡Vamos afuera! El aire se ha puesto rancio de golpe—

 

El joven pelinegro pareció algo triste con la actitud del peliverde pero le siguió sin chistar mientras Seth y Joseph siguieron su camino tras el sirviente.

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué tenías tú que salir corriendo a recibirlo?—pregunta Noah agarrando fuertemente la muñeca de su hermano que tuerce el rostro por el dolor.

 

¡Lo siento, hermano! ¡Yo…!—dice el otro tratando de calmarlo.

 

¡Yo nada! Ya te he dicho que no le hables ni te le acerques. ¡Seth es una escoria! Nos abandonó para hacer lo que se le da la gana y nunca más volvió—dice el mayor con tono airado.

 

¡Es que él es nuestro…!—dice el pelinegro y recibe una cachetada.

 

¡Jamás vuelvas a mencionarlo!—le grita con la cara muy cerca su hermano. Misha hace mucho  que no le veía así. El miedo corre por sus venas. Quiere a sus dos hermanos pero los celos de Noah eran considerables y no le gustaba retar al único de sus hermanos que permanecía con él. Además conocía su más oscuro lado y no era agradable tenerlo de enemigo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Kaiba mira a los ojos del rubio que camina cabizbajo y le dice--¡Noah siempre es así! ¡No te fijes!—

 

Es solo que siempre he querido un hermano y que te trate así…--el ojos mieles parece triste por el trato que él recibe lo que alegra el día del joven castaño.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tras las doradas puertas una dama se encuentra rodeada de jóvenes de apariencia exquisita. Ella está vestida lujosamente mientras relajada escucha las anécdotas que algunos jóvenes le cuentan mientras otro toca un mandolín y en su mano conserva una copa siempre bien servida del más gustoso Chardonay.

 

Cuando la pareja acompañada del sirviente penetra en la habitación ella se percata inmediatamente y mira hacia ellos.

 

¡Querido Seth!—grita ella mientras se levanta y le pasa a uno de sus cortesanos la copa que sostenía y ellos se alejan de su paso. Luego se acerca a su hijo y le mira muy sonriente—Parece que estás más alto querido—dice a la vez que acaricia el cabello de su hijo preferido para después mirar al rubio--¡Ay! ¡Allen me contó de tu presita! Es lindo pero prefiero las elegantes jóvenes que traías antes. Este es como los cachorros que traías a casa de la calle—dice la ojoazulada rubia mientras mira a Joseph como si fuera una mercancía.

 

¡Madre, deja de hacer eso!—dice Kaiba visiblemente incómodo.

 

¿Pero que de malo tiene que diga la verdad? Él es una presa no tu prometida—dice la reina de los vampiros categorizando al joven rubio como una cosa a la que no le importa lastimar. –Sé que siempre te encariñas con tus presas pero es hora de que madures. Hasta Noah es más…--dice después.

 

¡Ya basta madre! Dime que quieres de mí para que de una vez pueda irme lo antes posible de tu presencia—dice el primogénito de la reina.

 

¡Uy, que rudo! ¡No es así como te recuerdo mon cherie! ¿Este savage es quien te ha cambiado?—dice primero con un puchero y después mira con desprecio al joven rubio.

 

Joseph se siente entre ambos y no quiere ser el motivo de la discusión entre ambos. Kaiba nota su reticencia y aprieta su mano con más vigor. Miel y agua se funden dejando más tranquilo al rubio. A la reina le disgusta ese lazo tan estrecho y se nota en su semblante.

 

Ella va a su sillón y los visitantes la siguen. Con un gesto envía a sus cortesanos fuera mientras que el tío de Seth aparece saludando con la mano como si tal cosa.

 

¡Sé que Allen te lo ha dicho en parte!—afirma la reina.

 

Su majestad planea tan solo decirte lo que te compete, sobrino. Así que será mucho lo que no sepas de la misión que ha de conferirte—dice Allen medio serio.

 

La reina carraspea mostrando su molestia. –Quiero que seas tú para que te vayas empapando de las funciones que un día te tocara delegar—exclama ella.

 

¡Madre!—dice el impaciente castaño.

 

Además me sirve tu presencia porque todos saben que hace tiempo que te has retirado de mi lado y que estás disgustado conmigo por el fin  que tuvo tu última presa—añade la rubia mirando a Joseph cuando dice esto último.

 

Un escalofrío recorre la espalda del joven cazador presintiendo peligro y Seth molesto se interpone entre los dos. El peliverde observa risueño la extraña situación.

 

Quieres que sirva de mediador imparcial—dice el joven príncipe.

 

Siempre has sido el más apuesto y el más sabio de mis hijos—dice con orgullo. –Lástima que tu corazón sea tan débil, siempre te lo he dicho, los humanos no son más que comida móvil, si, son divertidos pero nada más. Tomarlos seriamente solo te hará daño porque en unos años ellos dejarán de existir y tú no. Y por más bellos que sean perderán su vigor con la decrepitud y bien lo sabes. Oh, si tu padre te viera. Cuanto le molestaría esa testarudez tuya. Evita que llegues a ser lo que en verdad deberías mi adorado Seth—sus ojos cambian con una luz triste y evocadora al agregar—Te has puesto tan idéntico a él que ni el mismo Seto podría diferenciarse al verte—

 

¡Basta ya madre y dime todo de una vez!—dice el fúrico castaño con una calma tensa en su rostro. No era para nada agradable que le recordaran a su padre.

 

Están en su nueva habitación. Era lujosa y espaciosa. Seth le mira mientras deshace su maleta y ve que el otro se siente algo perturbado.

 

Disculpa lo que te han hecho pasar—dice el noble.

 

El otro le mira y sonríe—No es nada—responde.

 

Si importa y…--dice acercándose al ojos mieles--…quería pedirte perdón por lo de hace unos días frente a mi tío—después le toma con la mano la mandíbula y sus labios embisten los del ojos mieles.

 

No… hay problema—dice algo consternado el joven rubio.

 

Te ves tan lindo así que quisiera comerte entero—dice el ojos azules mientras mira intensamente al otro mientras acaricia su mejilla. Seth siente su sangre hervir ante cada sonrojo del rubio y desea hundirse en esa mirada y en ese cuerpo que ya no le son ajenos. Pero quiere concentrarse en lo que le ha dicho su madre y pedirle más detalles pues sabe que ella no habló por la presencia de su presa que le es molesta. Mal que le pese debe averiguar que está pasando y dejar a su cachorro solo en esa habitación.

 

Mientras termina de deshacer su maleta Joseph está decidiéndose por si pregunta o no.

 

¡Seth! ¿Qué pasó con tu última presa?—pregunta sin poder evitarlo.

 

Las manos del noble se detienen justo cuando tocaba una prenda para recogerla. Sabía que ese momento llegaría después de todo lo dicho por el tío y su madre pero esperaba tener suerte.

 

Debo ir a arreglar unas cosas. ¡Espérame aquí!—ordena el castaño antes de irse inesperadamente.

 

¡Pero Seth…!—trata de detenerlo el rubio pero se ha ido ya.

 

 

Notas finales:

espero les gustara

me interesa su opinion

por eso siempre respondo los revs

mata ne

^^


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