Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Standing for you… por Kitana

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Y he aquí lo que pasó entre Dita y Shura, a ver que les parece,
 

Era una espléndida mañana en la bella Madrid. Al fin el amanecer estaba llegando. Shura se despertó percibiendo un delicado aroma a rosas invadiendo sus sentidos, involuntariamente sonrió. Entornó los ojos para apreciar con mayor claridad la delicada figura que reposaba a su lado en aquella cama. Recorrió con los ojos aquél cuerpo, le pareció exquisitamente hermoso, con su abundante cabellera color acua, el simpático lunar muy cerca del ojo izquierdo, esas hermosa y tupidas pestañas, cejas perfectas, delicados labios carnosos y sonrosados que se entreabrían  como un botón de rosa.

 

Estaba desnudo... pudo admirar la perfecta línea de la espalda, los delicados hombros, las piernas largas y torneadas. Admiró la breve cintura y su vista se perdió más allá, hasta ese lugar donde él había estado hacia apenas unas horas. Recordaba vagamente lo que había sucedido entre ellos. Recordó ese hermoso rostro bañado en llanto, completamente ebrio y desvalido. No había tenido corazón para dejarlo solo en ese estado. Hablaron, bebieron todavía más. Lo abrazó, besó sus labios y terminó haciéndole el amor. Estaba tan ebrio que no se percató de que el chico era virgen hasta que fue demasiado tarde.

 

Acarició apenas la suave mejilla de Afrodita. ¿Cómo es que había terminado en la cama de ese chico? ¿Cómo es que no se detuvo a tiempo? eso y más rondaba por su atormentado cerebro. Observó el bello rostro de Afrodita. Se arrepintió de su conducta, él no solía comportarse así, de esa forma tan irracional e infantil. Nunca se había metido en la cama de alguien por el simple hecho de que fuera una persona hermosa, apenas si sabía el nombre de ese muchacho: Afrodita; y que algo terrible le había sucedido. No tuvo fuerzas para resistirse cuando el muchacho se refugió en su hombro pidiéndole que lo abrazara. El chico temblaba y sollozaba en sus brazos, le habló de alguien que le había causado un daño irreparable... ese chico necesitaba consuelo, no sexo; ¿y que había hecho él para calmarlo?  Seducirlo y llevarse su virginidad. Se sintió fatal, muy avergonzado por su forma de actuar, esa no era lo forma en la que él acostumbraba a hacer las cosas. Se sintió tan culpable que no se atrevió a permanecer ahí para el momento en que el chico se despertara. Su conciencia ni siquiera se tranquilizó con el pensamiento de que habían tomado todas las precauciones necesarias, su sentimiento de culpa no se desvanecía.

 

Sigilosamente se deslizó fuera de la cama. Se vistió a la carrera. Con prisa tomo un papel y pluma y garabateo una nota para Afrodita en la que se disculpaba por su estupidez y le dejaba sus datos para que le buscara de inmediato. Estaba tan avergonzado que no podía quedarse ahí más tiempo.

 

Abandonó el hotel cuidándose de no ser visto por nadie, no quería causarle más problemas a Afrodita. Llamó de inmediato a Milo, pero el griego no respondió ninguna de sus llamadas ni en su departamento ni en su celular. Eso le hizo pensar que sin duda Milo había tenido una noche de pasión con el chiquillo del club, sonrió pensando que su amigo estaba tan dolido aún que probablemente le ocurriera lo mismo que le había contado en alguna ocasión,  estando con alguien había cometido el error de llamarle Misty, aún no podía sacarse a ese rubio ni de la mente ni del corazón.

 

Condujo lleno de culpa a su departamento, estaba nervioso, habría matado por un cigarrillo en ese momento. Iba entrando a su departamento cuando el teléfono sonó.

- ¿Qué pasó S? ¿Por qué la urgencia? - era Milo.

- Nada... más bien todo... hice algo bastante estúpido.

- Esa no es novedad.- dijo Milo y dejó salir una carcajada.

- Estás de muy buen humor M, ¿tu noche estuvo bien?

- Mejor de lo que me esperaba.

- Ahórrate los detalles esta vez, ¿quieres?

- Como sea, dime ¿qué fue lo que pasó?

- No quiero hablar de eso por teléfono... necesito un buen consejo.  Te espero en mi departamento.

- Bien, en cuanto hable con los gemelos iré para allá.

- De acuerdo, solo ven rápido y no te lleves de fiesta tempranera a Kanon. Te espero.

- O sea que no vas a la oficina.

- No, y tu tampoco. Llamaré a mi secretaria.

-Como digas jefe. - dijo Milo en tono burlón.

- M no es buen momento para bromas, ¿sabes?

- Correcto... don amargado. Bien, entonces te veo después. Solo te advierto que quiero estar libre para la hora de la comida, tengo una cita.- la alegría en la voz de Milo lo delató, definitivamente debió irle mejor de lo que él pensaba, imaginó Shura.

- ¿Cómo que una cita?

- Pues si, una cita, ya sabes, eso que se hace con otra persona cuando te interesa de verdad. Ya te contaré como me fue, ahora debo ver a esos dos.

- No permitas que esos dos te vuelvan loco.

- Lo intentaré. Aunque no garantizo que no vaya a sentir ganas de torcerle el cuello al menos a uno.

- Al menos espera a que tramiten tu divorcio. - ambos rieron.

- Bien S, te veo después.

- Hecho, date prisa, ¿sí?

- Haré lo posible, ya conoces a esos dos. Adiós S.

- Adiós M. - dijo Shura y colgó. Se sentía especialmente tonto en ese momento. Estaba actuando justo como había actuado Milo, había hecho lo mismo que había censurado en su mejor amigo. Milo lo hacia porque estaba deshecho, con el corazón más roto de lo que su orgullo le permitía admitir, a pesar de mostrarse casi indiferente, Milo estaba destrozado por lo sucedido con Misty y él, siendo su mejor amigo no podía pasarlo por alto. Milo se sentía solo, y en realidad él también, pero no había sido soledad sino estupidez lo que le llevó a actuar de esa forma. Nunca se había comportado así a pesar de que la soledad últimamente le pesaba demasiado.

 

De todos sus amigos él era el único que no mantenía ningún tipo de relación. Camus había sido el primero en casarse, contrajo matrimonio en cuanto terminó su carrera universitaria, estaba casado con su novio de toda la vida un chico de su edad llamado Hyoga que apenas si hablaba un poco de griego, la pareja se comunicaba en francés, el muchacho había sido un destacado bailarín de ballet, se retiró en cuanto supo que estaba esperando un hijo de su amado esposo.

 

Luego de Camus, el siguiente fue Milo. Ninguno de los miembros del grupo de amigos se sintió feliz al saber que se casaría con Misty, los más renuentes a aceptarlo eran los gemelos, en especial Kanon, el eterno compañero de juerga de Milo. Ambos gemelos no se guardaron su disgusto y se lo dijeron claramente a Milo, lo que provocó que se distanciaran, pero al final, Milo había terminado olvidando los rencores y volvió al grupo como había predicho Saga. El mayor de los gemelos, Saga había seguido el ejemplo de Milo y Camus y después de un año de noviazgo con Shaka, se habían casado. En ese momento se encontraban esperando a su primer hijo. A los ojos de Shura, ellos dos hacían una pareja perfecta, era frecuente que uno terminara las frase del otro. Al rubio le bastaba con mirar a su esposo para darse cuenta de su estado de ánimo y preocupaciones.

 

Kanon también se había casado tan solo dos años atrás, su esposo era un jovencito llamado Mu. Kanon y él habían tenido que esperar a que el chico cumpliera la mayoria de edad  y a que terminara al menos la preparatoria para poder casarse. Kanon era ocho años mayor que Mu, aún así eran una de esas parejas que solo se dan una vez en la vida, Mu era un torbellino, definitivamente él era el único capaz de soportar el ritmo del menor de los gemelos aún con tres meses de embarazo encima.

 

A su juicio la única pareja dispareja era, en definitiva la de Milo con Misty. No tenían nada en común, sus intereses eran completamente distintos y sus coincidencias eran casi nulas. Misty era demasiado superfluo y demasiado preocupado por dar una buena impresión en tanto que Milo era el clásico tipo rudo que se hace sus propias reglas sin importar lo que el resto del mundo opinara.  Misty jamás encajó con el resto del grupo a pesar de los esfuerzos del griego para que sus amigos lo aceptaran. Era una especie de cuestión de química que Milo jamás logró entender y que le lastimaba, pues ni sus amigos soportaban a Misty, ni Misty soportaba a sus amigos.

 

Al final había ocurrido lo que todos pronosticaron, sabía que el orgullo de Milo estaba deshecho con eso, pero también sabía que su amigo necesitaba alguien que se guardara muy bien el "te lo dije".

 

Se sentía inquieto, más que inquieto, culpable... no era posible que estuviera actuando como un hormonal adolescente metiéndose con quien se le ponía enfrente. Estaba arrepentido de haberse ido sin mediar palabra, de haber dejado solo a Afrodita, marcó el número del hotel y pidió que  lo comunicaran a la suite de Afrodita. Dejó dar al teléfono dos timbrazos y luego colgó aterrado y con el corazón latiéndole a mil por hora. Se cubrio el rostro con las  manos rogando a todos los dioses habidos y por haber que Milo se diera prisa en zanjar el asunto que traía con los gemelos.

 

Milo ya había llegado al restaurante donde Saga y Kanon lo habían citado, se puso de mal humor al ver que ninguno de los dos había llegado. Se sentó en la mesa que tenían reservada, luego de reorganizar media hora su agenda y de llamar a su oficina anunciando que no se presentaría ese día, ordenó un café y se dispuso a esperar.

 

Saga fue el primero en llegar, tenía media hora de retraso, Milo estaba que echaba chispas.

 -Maldito impuntual. - dijo Milo al tiempo que intentaba concentrarse lo suficiente como para encender un cigarrillo.

- Bicho, ni se te ocurra hacer eso, Shaka tiene un excelente olfato y si se da cuenta de que huelo a tabaco me mata.- le dijo Saga con gesto amenazador.

- Estúpido, al menos dame los buenos días. - dijo Milo regresando el cigarrillo a la cajetilla con gesto de furia mal contenido.

- Vaya tu si que te has puesto más amargado con los años.

- Ya cállate, ¿dónde esta Kanon?

- ¿Y yo que sé? Será mejor que comencemos sin él. Me llamó para decirme que no viene, que te atienda yo mismo. En fin, ¿qué puedo hacer por ti bicho además de recomendarte un buen sastre?

- Déjate de payasadas, ¿quieres? Necesito divorciarme lo antes posible.

- ¿Es en serio?

- ¿Acaso me estoy riendo?

- Ah ya veo, así que lo hizo de nuevo, ¿quieres contarme que pasó?

- Ya te lo imaginarás... encontré al muy desgraciado con mi maldito hermano en mi cama...

- Cálmate bicho, tengo dos cosas que decirte, la primera te la digo como tu amigo, de verdad lo siento, no mereces esto. La segunda te la digo como tu abogado, ¿tienes pruebas de lo que dices que pasó?

- Si. En el departamento hay cámaras de seguridad, dos de ellas en nuestra habitación.

- Excelente, ahora necesito que me respondas una preguntita y quiero que lo hagas con sinceridad y muy seguro de lo que vas a responder, ¿entendido?

- Adelante.

- Necesito saber como quieres que sean las cosas, ¿quieres ser gentil o comportarte como el maldito cabrón que siempre has sido?

- Quiero joderle la vida de la misma forma en que él me la jodió a mí.

-¿Estás seguro? Por que si me dices eso ahora, más tarde no habrá marcha atrás.

- Muy seguro.

- Bien, entonces pondré manos a la obra de inmediato. Enviaré a alguien a Grecia por esos videos y le ruego a Zeus que tu querido esposo no sepa de ellos.

- Despreocúpate, a Misty nunca le ha interesado nada de eso... ni siquiera tiene idea de que esas cámaras existen. No soy tan estúpido como todos ustedes se empeñan en creer, ¿sabes? Ma debe tener esas grabaciones en este momento. Le pedí hace unos días que fuera al departamento y recogiera los videos.

- Tienes razón, no eres tan estúpido, solo tienes mamitis.- dijo Saga echándose a reír. Milo explotó de inmediato.

- ¡Deja de fastidiarme!- dijo Milo muy molesto, iba a seguir gritándole a Saga pero el teléfono celular de Saga reclamó su atención.

- Dioses es Sahaka... Hola amor... no... si... por supuesto que lo haré... no, no te preocupes querido, todo bien, ¿Milo? Sí, está conmigo, sí... ajá, le doy tus saludos... Bicho, Shaka te manda saludos.... Claro que no precioso, ángel, sabes que eso no es cierto...no amor, no creo que estés gordo...Shaka mi amor tienes seis meses de embarazo es natural que tu pancita esté creciendo... hermoso... ¡Shaka por Zeus, déjame hablar!... no, no, no por favor, no llores... ángel no quise gritar... de verdad... lo siento... ¿sí hago eso dejarás de llorar?... esta bien, está bien, cuenta con ello... yo también te amo... besos... si no se me ha olvidado... correcto, fresas con crema y una natilla, ya tome nota... estoy seguro de que sí, te amo... besos, te veo en la comida.- finalmente Saga colgó, estaba nervioso, Shaka cada vez estaba más y más demandante.

- ¿Problemas en el paraíso? - dijo Milo con una sonrisa burlona.

- No te burles bicho, esto no es cosa de risa. Lo amo, es cierto, pero con esto del embarazo... se ha puesto de un humor tremendo.

- Pero sí el siempre ha sido un mar de paciencia.

- Pues ahora es un mar de hormonas... estoy a punto de perder la paciencia.

- No te ofendas pero tú nunca has tenido paciencia.

- Ah da igual, lo amo y tengo que aguantarme, por suerte el embarazo solo le durará unos meses.

- Ja, eso solo a ti te consuela.- dijo Milo. - Bien, a lo nuestro, ¿es todo? Tengo que ver a S.

- S, S; ustedes dos y su manía de llamarse por las iniciales; en fin, prepararé los papeles que tienes que firmar y te llamaré para que pases a la oficina a ultimar los detalles, a firmar todo lo que tengas que firmar y comenzaremos la avanzada. Algo más, que ni se te ocurra meterte con alguien más, no es buen momento para curarte el orgullo en la cama de no sé quién.

- Saga, no me vengas con idioteces, sí él se acuesta con mi hermano yo también tengo derecho a meterme con quien se me de la gana.

-Eso ya lo sé, y en realidad a mi me tiene sin cuidado si comienzas a actuar de nuevo como lo hacías en la universidad, sí te digo esto es porque un abogado medianamente inteligente tratará de encontrar material con el que pueda contrarrestar lo que tenemos sobre Misty. ¿Entiendes? Si empiezas a hacer cosas estúpidas todo se viene abajo, ¿comprendes? No te digo que no lo hagas, solo te pido que seas discreto.

-Como sea... de cualquier forma no tengo mucho tiempo para esas cosas.

- Sí como no, ¿y qué tal para estás? - dijo Saga, extrajo un sobre del bolsillo de su saco y lo puso sobre la mesa. Milo tomó el sobre y lo abrió, contenía algunas fotografías suyas bailando con Shun, besándolo. - Debo suponer que esta "cosa" es la razón de tu prisa por divorciarte. No te censuro, es hermoso, definitivamente hermoso, esos ojos, y ese cuerpo... si no estuviera casado y muy enamorado...

-Cállate Saga.- dijo un Milo muy sonrojado y nervioso.- Esto no es lo que parece.

- No, claro que no lo es, por tu actitud, definitivamente es más de lo que parece.

-No sé que te estás creyendo pero él es una persona decente.- dijo Milo.

- Si yo no he dicho lo contrario, además si tuviera que dudar de la decencia de alguien sería de la tuya, no eres precisamente una hermana de la caridad bicho.

- Lo dices como si tú fueras un ángel.

- No lo soy, ya lo creo que no lo soy; pero al menos soy más discreto que tú. Tengo que irme, Shaka tiene antojo de fresas con crema y si no se las llevo pronto... mejor ni te cuento. Compórtate bicho, por favor. Y no te preocupes por la cuenta, el despacho se hace cargo, nos vemos después y ahora ve a reunirte con Shura, seguro que necesitará alguien a quien contarle lo perfecta que es su solitaria vida.- dijo Saga y se echó a reír.

- No abuses de tu suerte viejo.

- Ni tú de la tuya, recuerda, discreción ante todo.

-Si, si ya entendí majestad.

- Preferiría que me llames alteza serenísima pero majestad estará bien, hasta pronto bicho.- Saga salió del lugar dejando a Milo refunfuñando su molestia.

 

Se dirigió de inmediato al departamento de Shura, no le tomó mucho tiempo llegar hasta allá, Shura le abrió la puerta y encontró a su amigo hecho un desastre. Sin decirse nada se sentaron en el piso, muy cerca de la ventana espalda con espalda.

- Esta vez si que la hice grande M, soy un reverendo animal.

- Eso ya lo sabía, pero me gustaría saber como es que llegaste tu solito a tan brillante conclusión.

- Me acosté con el chico del bar...

- Eso no tiene nada de malo siempre y cuando haya habido consenso en ello... ¿tratas de decirme que lo violaste?

- ¡Claro que no! ¿Por quién me tomas?

- Relájate, solo era una pregunta.

- Es que él era... virgen... y yo actúe como un idiota.- dijo Shura, le contó todos los detalles que alcanzaba a recordar. - ¿Ahora entiendes porque me siento así?

- Si... entiendo. ¿Qué vas a hacer?

- No sé, no tengo idea. Ni siquiera se como se llama, quizá Afrodita es un nombre supuesto o algo así, no sé, es que no sé que hacer, creí que tú podrías darme alguna idea.- Milo sonrió burlón.

- Según veo todo el mundo tiene una pésima imagen mía. - dijo mientras jugueteaba con un nuevo cigarrillo. - Escucha yo... solo  puedo decirte que haré lo que pueda para ayudarte a encontrarlo y para que resuelvas tu metida de pata, seré sincero contigo, ese chico no va a ser el mismo después de lo que pasó, si esperó tanto para perder la virginidad debió ser porque para él era algo valioso, y si me lo preguntas creo que en efecto eres un idiota, pero dada la casualidad de que además eres mi amigo, voy a ayudarte y no te diré de nuevo lo idiota que has sido con ese muchacho, bien, creo que podemos empezar por hacer un retrato hablado, ¿no crees? Contratamos un investigador confiable y discreto y veremos si logra encontrarlo, ¿te parece bien? Y por favor invítame un café, sabes que lo necesito para cuando quiero dibujar en forma decente.

- Cuando dijiste lo del retrato hablado no creí que serías tú quien lo hiciera.

- Deja de hablar y vamos a mi departamento, estoy seguro de que debo tener algo decente en que dibujar.- murmuró Milo. Se pusieron de pie. Milo notó que Shura estaba más y más triste, y supo que solo encontrando a ese chico su amigo recobraría la tranquilidad.

 

Notas finales: Bueno fueron Dita, Shura y algo más, je je esperoq ue les haya gustado, comentarios, dudas y sugerencias, se las respondo en reviews o si lo prefieren en mi mail amazing_kitana@hotmail.com, un beso, bye bye

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).