Jim´s Pet
[Star Trek]
Nota: los personajes de Stark Trek no pertenecen, este fic es sin ánimo de lucro.
Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo… propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Luna Shinigami.
Si el fic no es de tu agrado, no te gusto el final, el comienzo o las notas de autor, no te gustan los personajes, ni te agrada la autora, por favor, a riesgo de ser grosera, no comentes, pero si tienes una crítica constructiva decente, soy toda oídos.
Atentamente Luna Shinigami
[Drabbles de Universo Alterno]
Doce
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Jim apretó su estómago por la suculenta comida que había recibido.
Definitivamente Spock cocinaba mucho mejor que cualquiera, o al menos mejor que él.
Le jalo a sus brazos y empezaron a destapar los regalos.
Las manos largas de Spock le pasaron los regalos de Winona Kirk.
Un hermoso libro digital en Vulcano sobre las enseñanzas del Surak para Spock.
Unas llaves para Jim, que sonrió, seguramente sería una nueva Moto y no se equivocaba.
-mi madre dio justo en el clavo- dijo Kim viendo como Spock acariciaba la pasta del libro.
-¿Su madre posee una herramienta como el martillo, para clavar el instrumento metálico llamado clavo?- pregunto y Jim solo pudo reír, Spock siempre sería un vulcano a pesar de todo.
-es una expresión humana, Spock- le aseguro, a lo que el vulcano solo alzo su ceja suavemente pero pareció relajarse.
Jim tomo en sus manos dos paquetes decorados con naves de la flora y sonrió –Pike- aseguro y abrió su regalo desordenadamente, mientras veía de reojo como Spock abría el papel sin rasgarlo – Spock, es navidad, no importa si rasgamos el papel- le aseguro riendo.
-La persona que lo envolvió, se tomó un tiempo determinado para realizar los pliegues precisos, es una falta de respeto…-
-si bla, bla, está bien, tu desempácalo a tu manera y yo a la mía- refunfuño Jim.
Spock de nuevo alzo una ceja viendo el desastre de papel regalo – ¿tiene algún método, amo? Porque realmente ni puedo verlo-
-deja el sarcasmo- le bufo pero luego le jalo sonriendo y le robo un beso en los labios, verdeando su piel- Mira me regalo un libro- dijo tactando las páginas del libro, a Jim le encantaba leer, pero le gustaba a la usanza antigua – “las mil y una noches”-
Spock no dijo nada y centro su vista en el pequeño adorno, era una especie de llaverito, pero con las manos juntas en un saludo vulcano – peculiar-
-pensé que dirías, “Fascinante”- se burló Jim.
Pronto pasaron a los regalos de Bones, para Jim una caja repleta de condones, para Spock unos zapatos verdes de duende.
-no entiendo la analogía- dijo Spock al ver a su amo con el rostro rojo de la risa.
-jajajaja yo si jajajaja- replico guardando los condones.
Al escuchar la media noche, Jim se sonrojo y trajo su mal envuelto regalo – para ti- le dijo a su vulcano.
Spock le miro y con cuidado empezó a quitar el papel, despacio y no pudo reprimir un gemido de sorpresa.
En sus manos estaba un uniforme nuevo de cadete de la flota estelar, rojo brillante, con la insignia de esta, miro en interrogante a su amo.
Spock sabía que el debía ir con ropas normales y portando su collar como la mascota que era, y al parecer de nuevo, su rubio amo había violado diez mil reglas.
-amo- susurro.
-te verás sexy de rojo- le aseguro – serás un excelente cadete y le demostraras a toso pateando sus culos, que tú eres el mejor Spock, confió plenamente en ti- susurro en aquel ambiente tan único.
El vulcano apretó la prenda entre sus manos y despacio se acercó a su amo, dándole un suave beso en los labios y uniendo sus dedos en el beso vulcano.
Jim gimió sorpresivamente, porque así como empezó el beso, se acabó – Gracias, Jim- susurro Spock en su boca- ahora mi regalo-
Le entrego un paquete perfectamente envuelto, pequeño, lo había hecho hacía meses, con mucha anterioridad y aunque no lo dijera, con expectación.
Jim, a diferencia de los otros regalos, lo abrió despacio y jadeo.
Era un hermoso marco de hierro, con pequeñas rosas de metal que se entrelazaban y el emblema de la flota estelar, la foto era de él y Spock cuando eran niños, abrazados los dos.
-Spock- le miro.
-Tu eres mi única familia Jim- susurro Spock- no sabía que otra foto poner y yo no tengo dinero para…- a Spock lo silencio un beso suave, despacioso y lleno de amor.
Despacio Jim lo fue recostando en la mullida alfombra, besándolo con experiencia, pero también con el nerviosismo de lastimar o asustar a su vulcano.
Pero la atmosfera era única – Spock, tú también eres mi única familia- susurro en sus largas orejas- mi madre es lejana, Sam realmente es más lejano aun, Bones es un amigo entrañable, pero tu… tu eres mi familia- le aseguro.
Spock hizo un amago de sonrisa al sentir a su amo sentado en sus caderas y jadeo un poco cuando este volvió a besar y a lamer su cuello, las velas estaban encendidas, dando un aspecto romántico a las sombras al lado del árbol y a sus propias sombras.
Lentamente la ropa fue sobrando como los envoltorios del papel regalo.
Jim con la paciencia de un amante enamorado, desvistió con suavidad a Spock, viendo la piel blanca colocarse verde en ciertos puntos y sonrió besando cada zona verde que aparecía con un beso de mariposa.
La boca de Spock se abrió despacio al sentir los dedos de Jim sobre su piel y al sentir el deseo que su cuerpo despertaba en su amo rubio.
Jim sabía que era táctil y no hacía más que rozar con suavidad la yema de sus dedos contra su piel desnuda, pasando estas por sus pezones que pronto estuvieron verde claro, pasándolas contra su vientre y aun mas posándolas en este – Tu corazón es mío- susurro Jim tomando la mano de Spock colocándola sobre su pecho desnudo – como el mío, es tuyo- le aseguro.
Bajo despacio hasta encontrar el miembro semi erecto de su vulcano y sonrió, acariciándolo lentamente, causando grandes sobre saltos en su símil.
Spock gimió lentamente, casi parecido al sonido de un ronroneo felino cuando la boca de Jim en su miembro, sus largas manos se agarraron con fiereza de los cabellos rubios jalándolos, sin causar daño alguno.
Jim sentía su excitación de solo ver y deleitarse de la entrega que demostraba el vulcano, la piel verde clara, los suaves gemidos de su boca entre abierta y sobre todo, las piernas abiertas invitándolo a un manjar, el cual tomaría antes de entrar a la flota estelar, para cerrar con una entrega mutua aquella navidad.
Las pieles se juntaban, los cuerpos se unían y los besos se hacían ahora más suaves.
Boca contra boca, cuando Jim abandono la masculinidad de su vulcano y se dedicó a prepararlo con sus dedos, mientras le devoraba los labios y la lengua.
Los dedos fueron agiles como el mismo Jim, más cuidadosos con su interior – te amo- susurro Jim sacando sus dedos del interior del vulcano y subiendo las piernas a sus hombros – dime que me amas, Spock-
Spock le miro y sus mejillas se pudieron aún más verdes, aun así no abrió la boca, al menos no para decir te amo- Ashayam- susurro y eso fue suficiente para el rubio humano.
Le beso y lentamente comenzó a entrar en él, sin soltar su boca y agarrando con suavidad sus manos, unas que no soltó hasta que no se encontró por completo dentro de Spock – ¡ahh!- soltó un suave gemido en el oído del pelinegro, causando que este se arqueara con placer.
Si, había dolor, pero Spock era un vulcano y la pérdida de su virginidad no era tan fuerte como el amor hacia su Ashayam.
Fue el mismo Spock quien incito a Jim a moverse más fuerte, moviendo repetidamente sus caderas, haciendo que el miembro erecto de Jim cayera una y otra vez dentro, haciendo que Spock gimiera y mordiera los labios de Jim, despertando a una bestia que al parecer ambos pensaban que estaba dormida o no existía.
Las manos fueron ineficientes al menos para Spock que no tardó en hacer marcas de rasguños en la piel humana, sintiendo las mordidas que Jim marcaba en su piel verde, ambos dejando claramente las marcas de posesión ajena.
Los gemidos bajos y la marejada de sentimientos por parte de Spock que al tocar las manos de su T´hy´la, junto con su inexperiencia y la pericia demostrada por Jim en la cama, hicieron que Spock gimiera guturalmente, arqueando su cuerpo sobre su espalda y enterrando sus largas uñas en los brazos ajenos, antes de correrse con fuerza.
Su semen cayó de manera atropellada por primera vez en el vientre de Jim, quedando algunos segundos desconectado, era demasiado placer, eran demasiados sentimientos y sensaciones para Spock, era una carga emocional demasiado avasalladora para el joven vulcano, que sentía aquello por primera vez.
Jim no pudo más que enorgullecerse y amar el rostro de Spock en el momento de llegar al orgasmo, tan fuera de sí mismo pero siendo él en absoluta contra posición, y aun sabiéndolo medio inconsciente por su orgasmo, Jim comenzó a moverse más rápido, de manera más atropellada, con el placer de sentir su falo completamente atrapado en el estrecho cuerpo ex virgen de su vulcano, el placer también llego a él, llego de manera fuerte, como un tornado o un huracán, que arraso con las fuerzas de Jim hasta llevarle a la locura.
El orgasmo también llego a atontar suavemente a Jim que cayó sobre el cuerpo laxo de Spock, sabiendo que su vulcano podría resistir su peso y pronto sintió como sus cabellos rubios eran suavemente acunados.
-Feliz navidad Spock- susurro besándolo y saliendo lentamente de él para quedar cara a cara.
Spock le miro y solo unió sus dedos con los de Jim – Feliz navidad, Ashayam-
Continuara!!
Feliz año!!! Chicas.